La recaudación tributaria creció en mayo el 23,3%, bien por debajo del nivel de inflación, a partir del alza del IVA y los impuestos a la seguridad social, mientras que cayeron Ganancias y los derechos de exportación.
El total de recursos tributarios ascendió a $ 170.046,6 millones frente a los $ 138,138 millones registrados hace un año.
En cinco meses, la recaudación fue de $ 756,374 millones, con un incremento del 30,4% respecto del mismo período del año anterior.
La mejor parte la aportó el IVA -que refleja el dato de abril- con una suba del 41,1% interanual. En particular el IVA impositivo creció 31,6% y el aduanero, 56,4 por ciento. Cayeron las devoluciones (75%) y los reintegros (3,6 por ciento).
La otra buena noticia la aportó el sistema de la seguridad social, con un incremento global del 43,6%, observado tanto en las contribuciones patronales (42,5%) como en los aportes personales (41,3%), mientras que otros ingresos del rubro crecieron 49,8 por ciento.
Recaudó más también el impuesto a los bienes personales -cuya reforma se anunció esta semana en el marco del proyecto de ley de blanqueo que comenzó a tratar el Congreso- el 22,4 por ciento.
El impuesto a las ganancias exhibió una caída de 1,3%, con una suba de 71,3% en el tramo aduanero y una caída del 3,9% en el impositivo.
En el rubro del comercio exterior hubo una baja del 0,7% en los derechos de exportación y un aumento del 62,9% en los derechos de importación.
El denominado «impuesto al cheque» mostró una suba del 25,1 por ciento.
En el caso de los tributos a los combustibles, el impuesto a los combustibles creció el 6,8% y otros cayeron el 16,6 por ciento.
La AFIP destacó ayer en la presentación de los datos, en una conferencia de prensa que brindó su titular, Alberto Abad, que los recursos tributarios del mes pasado constituyeron el mayor valor de la serie, al superar la marca alcanzada en enero de 2016, de 162.654 millones de pesos.
Los datos reflejaron un crecimiento muy por debajo de las estimaciones reales de inflación, que se ubicaron el mes pasado en el 42 por ciento interanual.
Si bien el gasto primario exhibió un comportamiento muy cuidadoso en el primer cuatrimestre del año, la recaudación del mes pasado sorprendió a los analistas, que esperaban una cifra mayor y genera alguna duda sobre el cumplimiento de las metas fiscales. Esto se debe a que el propio Ministerio de Hacienda y Finanzas afirmó que el gasto se aceleraría en los próximos meses, a partir de una mayor ejecución de las partidas presupuestarias y, en particular, de la obra pública.
El director de ACM, Maximiliano Castillo, dijo a LA NACION que preveían una recaudación cercana a los $ 182.000 millones para el mes pasado. «Es un resultado un poco peor a lo esperado, que va a comprometer la disponibilidad de fondos y las metas fiscales», afirmó.
El ministro Alfonso Prat-Gay prometió que el déficit primario será del 4,8% del PBI este año y del 3,3% el próximo. Para 2017 llegaría al 1,8% y un año después, al 0,3 por ciento.
En el Gobierno afirman que estas metas son posibles de alcanzar por el extremo cuidado del presidente Mauricio Macri en la ejecución de las partidas presupuestarias.
Sin embargo, varios analistas creen que, a diferencia de la política monetaria, la estrategia fiscal no exhibe una consistencia para proyectar una reducción.
La clave al respecto es cuándo repuntará el nivel de actividad; pese a que los agentes económicos ya atrasan la reactivación para 2017, el Gobierno sigue hablando de un repunte en el segundo semestre del año.
El total de recursos tributarios ascendió a $ 170.046,6 millones frente a los $ 138,138 millones registrados hace un año.
En cinco meses, la recaudación fue de $ 756,374 millones, con un incremento del 30,4% respecto del mismo período del año anterior.
La mejor parte la aportó el IVA -que refleja el dato de abril- con una suba del 41,1% interanual. En particular el IVA impositivo creció 31,6% y el aduanero, 56,4 por ciento. Cayeron las devoluciones (75%) y los reintegros (3,6 por ciento).
La otra buena noticia la aportó el sistema de la seguridad social, con un incremento global del 43,6%, observado tanto en las contribuciones patronales (42,5%) como en los aportes personales (41,3%), mientras que otros ingresos del rubro crecieron 49,8 por ciento.
Recaudó más también el impuesto a los bienes personales -cuya reforma se anunció esta semana en el marco del proyecto de ley de blanqueo que comenzó a tratar el Congreso- el 22,4 por ciento.
El impuesto a las ganancias exhibió una caída de 1,3%, con una suba de 71,3% en el tramo aduanero y una caída del 3,9% en el impositivo.
En el rubro del comercio exterior hubo una baja del 0,7% en los derechos de exportación y un aumento del 62,9% en los derechos de importación.
El denominado «impuesto al cheque» mostró una suba del 25,1 por ciento.
En el caso de los tributos a los combustibles, el impuesto a los combustibles creció el 6,8% y otros cayeron el 16,6 por ciento.
La AFIP destacó ayer en la presentación de los datos, en una conferencia de prensa que brindó su titular, Alberto Abad, que los recursos tributarios del mes pasado constituyeron el mayor valor de la serie, al superar la marca alcanzada en enero de 2016, de 162.654 millones de pesos.
Los datos reflejaron un crecimiento muy por debajo de las estimaciones reales de inflación, que se ubicaron el mes pasado en el 42 por ciento interanual.
Si bien el gasto primario exhibió un comportamiento muy cuidadoso en el primer cuatrimestre del año, la recaudación del mes pasado sorprendió a los analistas, que esperaban una cifra mayor y genera alguna duda sobre el cumplimiento de las metas fiscales. Esto se debe a que el propio Ministerio de Hacienda y Finanzas afirmó que el gasto se aceleraría en los próximos meses, a partir de una mayor ejecución de las partidas presupuestarias y, en particular, de la obra pública.
El director de ACM, Maximiliano Castillo, dijo a LA NACION que preveían una recaudación cercana a los $ 182.000 millones para el mes pasado. «Es un resultado un poco peor a lo esperado, que va a comprometer la disponibilidad de fondos y las metas fiscales», afirmó.
El ministro Alfonso Prat-Gay prometió que el déficit primario será del 4,8% del PBI este año y del 3,3% el próximo. Para 2017 llegaría al 1,8% y un año después, al 0,3 por ciento.
En el Gobierno afirman que estas metas son posibles de alcanzar por el extremo cuidado del presidente Mauricio Macri en la ejecución de las partidas presupuestarias.
Sin embargo, varios analistas creen que, a diferencia de la política monetaria, la estrategia fiscal no exhibe una consistencia para proyectar una reducción.
La clave al respecto es cuándo repuntará el nivel de actividad; pese a que los agentes económicos ya atrasan la reactivación para 2017, el Gobierno sigue hablando de un repunte en el segundo semestre del año.