Disconforme con el armado de listas acordado entre el PJ pampeano y el FpV, Carlos Verna retiró su candidatura. La candidata a vice, Norma Durango, podría encabezar la boleta, aunque sectores del peronismo pretenden que Jorge busque la reelección.
La renuncia de Carlos Verna a su candidatura a gobernador de La Pampa por divergencias con el acuerdo entre el gobierno nacional y el PJ local en el armado de la lista de diputados sacudió al peronismo provincial, que ayer buscaba en Santa Rosa y Buenos Aires una salida político-legal a la crisis, así como una nueva fórmula para competir en octubre. Verna, hoy senador nacional, anunció ayer la decisión que adoptó el domingo 26 de junio un día después del cierre de listas: ante la Justicia electoral pampeana, su abogado presentó la renuncia a la postulación en forma indeclinable. Verna argumentó que el gobierno nacional no respetó el acuerdo político y que deseaba preservar la buena relación entre la Nación y los pampeanos, más allá de sus propias aspiraciones. La candidata a vice, Norma Durango, quedaría a la cabeza de la boleta del oficialismo provincial.
Hice un acuerdo político y otro de gobernabilidad, el primero ya fue incumplido, así que ése es el motivo de mi renuncia, afirmó Verna. El ex gobernador que en el Senado mantiene junto a María Higonet un bloque propio por fuera del kirchnerismo renunció en rechazo a la decisión del PJ pampeano de incorporar en los primeros lugares de la lista de candidatos a diputados nacionales a la joven militante de La Cámpora María Luz Alonso, y a una funcionara de la Comisión Nacional de la Discapacidad, Silvia Bersanelli.
El acuerdo de unidad entre el PJ y el Frente para la Victoria se había pactado para colgar una sola boleta de la candidatura presidencial de Cristina Fernández de Kirchner. El justicialismo pampeano aceptó relegar a sus propios postulantes, el vicegobernador Luis Campo, Raúl Aragonés y Adriana García, para cederles los primeros lugares a Alonso y Bersanelli, que antes del acuerdo iban en la boleta del Partido Humanista respaldada por el kirchnerismo.
Ya sin Verna, la principal preocupación del PJ pampeano pasaba ayer por cómo resolver política y legalmente la deserción del candidato a gobernador. No hay ningún antecedente claro de qué es lo correcto legalmente para hacer. El artículo 61 de la Ley Nacional Electoral dice que por renuncia o muerte de uno de los candidatos hay siete días hábiles para presentar una nueva fórmula, pero también está la versión de que parte de ese artículo ya estaría derogado, señaló un vocero del Ejecutivo provincial.
El gobernador de La Pampa, el peronista Oscar Mario Jorge, reunió durante la jornada de ayer dos veces a su gabinete para analizar la situación. No pocos funcionarios pampeanos alimentaron ahí la posibilidad de que el gobernador que mantiene buena imagen entre el electorado provincial y está detrás de Verna en las encuestas de intención de voto vaya por la reelección.
Se está esperando la resolución de Tribunal Electoral, dijo la hasta ahora candidata a vicegobernadora, Norma Durango, quien ya fue la vice de Verna durante su gestión en al provincia. Durango, que viajó a Buenos Aires junto al ex gobernador y titular del PJ provincial Rubén Marín para reunirse con el ministro de Interior, Florencio Randazzo, también llamó al peronismo a tener prudencia y aguardar a que se expidan las autoridades. La titular de la Junta Electoral del PJ, Patricia Matalón, dio su propia interpretación: Cuando un candidato se baja, automáticamente sube la lista en el orden que corresponde. Si esto se confirma por la Junta Electoral, Durango integrante de la línea interna Convergencia Peronista, que lidera Marín encabezaría la boleta como candidata a gobernadora, acompañada como vice por el actual secretario pampeano de Recursos Hídricos, Juan Pablo Morisoli, hasta ahora primero en la lista de candidatos a diputados provinciales.
Tras el encuentro con Randazzo, donde se analizó la situación política provincial, Durango recibió la bendición del gobierno nacional para encabezar la boleta a la gobernación pampeana en octubre. Aunque todo quedó supeditado a la resolución que adopte el Tribunal Electoral de la provincia, que se tomaría unos días para expedirse.
La renuncia de Carlos Verna a su candidatura a gobernador de La Pampa por divergencias con el acuerdo entre el gobierno nacional y el PJ local en el armado de la lista de diputados sacudió al peronismo provincial, que ayer buscaba en Santa Rosa y Buenos Aires una salida político-legal a la crisis, así como una nueva fórmula para competir en octubre. Verna, hoy senador nacional, anunció ayer la decisión que adoptó el domingo 26 de junio un día después del cierre de listas: ante la Justicia electoral pampeana, su abogado presentó la renuncia a la postulación en forma indeclinable. Verna argumentó que el gobierno nacional no respetó el acuerdo político y que deseaba preservar la buena relación entre la Nación y los pampeanos, más allá de sus propias aspiraciones. La candidata a vice, Norma Durango, quedaría a la cabeza de la boleta del oficialismo provincial.
Hice un acuerdo político y otro de gobernabilidad, el primero ya fue incumplido, así que ése es el motivo de mi renuncia, afirmó Verna. El ex gobernador que en el Senado mantiene junto a María Higonet un bloque propio por fuera del kirchnerismo renunció en rechazo a la decisión del PJ pampeano de incorporar en los primeros lugares de la lista de candidatos a diputados nacionales a la joven militante de La Cámpora María Luz Alonso, y a una funcionara de la Comisión Nacional de la Discapacidad, Silvia Bersanelli.
El acuerdo de unidad entre el PJ y el Frente para la Victoria se había pactado para colgar una sola boleta de la candidatura presidencial de Cristina Fernández de Kirchner. El justicialismo pampeano aceptó relegar a sus propios postulantes, el vicegobernador Luis Campo, Raúl Aragonés y Adriana García, para cederles los primeros lugares a Alonso y Bersanelli, que antes del acuerdo iban en la boleta del Partido Humanista respaldada por el kirchnerismo.
Ya sin Verna, la principal preocupación del PJ pampeano pasaba ayer por cómo resolver política y legalmente la deserción del candidato a gobernador. No hay ningún antecedente claro de qué es lo correcto legalmente para hacer. El artículo 61 de la Ley Nacional Electoral dice que por renuncia o muerte de uno de los candidatos hay siete días hábiles para presentar una nueva fórmula, pero también está la versión de que parte de ese artículo ya estaría derogado, señaló un vocero del Ejecutivo provincial.
El gobernador de La Pampa, el peronista Oscar Mario Jorge, reunió durante la jornada de ayer dos veces a su gabinete para analizar la situación. No pocos funcionarios pampeanos alimentaron ahí la posibilidad de que el gobernador que mantiene buena imagen entre el electorado provincial y está detrás de Verna en las encuestas de intención de voto vaya por la reelección.
Se está esperando la resolución de Tribunal Electoral, dijo la hasta ahora candidata a vicegobernadora, Norma Durango, quien ya fue la vice de Verna durante su gestión en al provincia. Durango, que viajó a Buenos Aires junto al ex gobernador y titular del PJ provincial Rubén Marín para reunirse con el ministro de Interior, Florencio Randazzo, también llamó al peronismo a tener prudencia y aguardar a que se expidan las autoridades. La titular de la Junta Electoral del PJ, Patricia Matalón, dio su propia interpretación: Cuando un candidato se baja, automáticamente sube la lista en el orden que corresponde. Si esto se confirma por la Junta Electoral, Durango integrante de la línea interna Convergencia Peronista, que lidera Marín encabezaría la boleta como candidata a gobernadora, acompañada como vice por el actual secretario pampeano de Recursos Hídricos, Juan Pablo Morisoli, hasta ahora primero en la lista de candidatos a diputados provinciales.
Tras el encuentro con Randazzo, donde se analizó la situación política provincial, Durango recibió la bendición del gobierno nacional para encabezar la boleta a la gobernación pampeana en octubre. Aunque todo quedó supeditado a la resolución que adopte el Tribunal Electoral de la provincia, que se tomaría unos días para expedirse.