La cotización de la soja fue la que brindó el dato positivo de la semana y algo más que un respiro al equipo económico: tras llegar el jueves a su nivel más alto en los últimos nueve meses (desde julio de 2013) al tocar los US$ 558 por tonelada en el mercado de Chicago, terminó ayer con una leve caída intradiaria de 0,2%, hasta los US$ 556,8 por tonelada.
El precio de la oleaginosa, que presenta una tendencia fuertemente al alza desde enero, es seguido de cerca por el Banco Central que intenta aumentar los dólares de sus arcas. Según estimaciones privadas, por cada dólar que sube el precio de la tonelada, se registra un ingreso de US$ 50 millones en reservas teniendo en cuenta una campaña de unos 54 millones de toneladas a un precio promedio de US$ 500 en el mercado.
En los Estados Unidos, la fuerte demanda de granos por parte de los procesadores fue el factor que disparó el precio que pasó de US$ 540 a principios de mes a los US$ 556,8 correspondientes al cierre de ayer, por lo que se espera que las variaciones sean mínimas en las próximas semanas, según señalaron a este medio productores locales.
Pese a esto, la liquidación se realiza a un ritmo más lento que lo registrado en 2013. El Ministerio de Agricultura informó que las compras por parte de exportadores e industriales llegaron a 15,2 millones de toneladas, 7,9% por debajo del volumen negociado a esta altura del año pasado. Los inconvenientes ocasionados por el mal tiempo atrasaron la cosecha de acuerdo con fuentes del sector que detallaron que se recolectó hasta ahora el 70% de la superficie cultivada. Las expectativas de devaluación, en tanto, también fueron un factor para hacer una pausa en la liquidación, por la búsqueda de mejores precios.
El precio de la oleaginosa, que presenta una tendencia fuertemente al alza desde enero, es seguido de cerca por el Banco Central que intenta aumentar los dólares de sus arcas. Según estimaciones privadas, por cada dólar que sube el precio de la tonelada, se registra un ingreso de US$ 50 millones en reservas teniendo en cuenta una campaña de unos 54 millones de toneladas a un precio promedio de US$ 500 en el mercado.
En los Estados Unidos, la fuerte demanda de granos por parte de los procesadores fue el factor que disparó el precio que pasó de US$ 540 a principios de mes a los US$ 556,8 correspondientes al cierre de ayer, por lo que se espera que las variaciones sean mínimas en las próximas semanas, según señalaron a este medio productores locales.
Pese a esto, la liquidación se realiza a un ritmo más lento que lo registrado en 2013. El Ministerio de Agricultura informó que las compras por parte de exportadores e industriales llegaron a 15,2 millones de toneladas, 7,9% por debajo del volumen negociado a esta altura del año pasado. Los inconvenientes ocasionados por el mal tiempo atrasaron la cosecha de acuerdo con fuentes del sector que detallaron que se recolectó hasta ahora el 70% de la superficie cultivada. Las expectativas de devaluación, en tanto, también fueron un factor para hacer una pausa en la liquidación, por la búsqueda de mejores precios.