Macri se va de vacaciones. Ha sido reelecto el domingo y, convenientemente, hace coincidir lo útil con lo agradable , es decir descansar unos días con su mujer embarazada.
Lo útil, para él, es ausentarse en un momento clave en el que hay voces que le reclaman definiciones antes de la primaria del domingo 14. El jefe de Gobierno, está claro, prefiere preservarse . Siempre ha sido, salvo en el fútbol, un hombre poco dispuesto a tomar abiertamente partido. Y en este caso, más aún. Lo tironea Duhalde, Alfonsín busca algún guiño para enderezar a su favor una porción de los votantes porteños. Su gurú, Jaime Durán Barba, le recomienda prescindencia con el fin de preservarlo para batallas posteriores . Es sugestivo que el ecuatoriano haya sido elogioso con la Presidenta en los reportajes que dio luego de la primera vuelta. Inclusive apareció como figura central en la tapa de una revista furiosamente oficialista, lo que levantó conjeturas. ¿El principal estratega político macrista apareciendo ingenuamente en esa portada? ¿Desde cuándo le interesa al kirchnerismo difundir el pensamiento de un hombre al que habían acusado de articular una campaña sucia contra Filmus? Durán Barba prefiere que Macri sea el principal referente opositor de aquí a 2015. Para que se distinga, necesita contrastes. Esa teoría fue traducida como “voto cruzado” : parte de los porteños que apoyaron la reelección de Macri votarían por Cristina.
La Presidenta quiere remover cualquier conflicto o filosa arista que pudieran afectar sus chances. El saludo a Macri se convirtió en noticia cuando debiera ser una práctica normal en cualquier democracia. El cambio que, por la inercia cultural, no fue registrado por otros funcionarios. En este nuevo “clima” se cayó el torneo ideado por Zannini y Grondona, que era resistido, y cancelaron un acto que armaba Boudou en Ferro al que iría la Presidenta, que no estaba avisada. La consigna parece ser: hasta el 14, “buena onda”.
¿Qué curioso, no? ¿Alguna similitud?
Lo útil, para él, es ausentarse en un momento clave en el que hay voces que le reclaman definiciones antes de la primaria del domingo 14. El jefe de Gobierno, está claro, prefiere preservarse . Siempre ha sido, salvo en el fútbol, un hombre poco dispuesto a tomar abiertamente partido. Y en este caso, más aún. Lo tironea Duhalde, Alfonsín busca algún guiño para enderezar a su favor una porción de los votantes porteños. Su gurú, Jaime Durán Barba, le recomienda prescindencia con el fin de preservarlo para batallas posteriores . Es sugestivo que el ecuatoriano haya sido elogioso con la Presidenta en los reportajes que dio luego de la primera vuelta. Inclusive apareció como figura central en la tapa de una revista furiosamente oficialista, lo que levantó conjeturas. ¿El principal estratega político macrista apareciendo ingenuamente en esa portada? ¿Desde cuándo le interesa al kirchnerismo difundir el pensamiento de un hombre al que habían acusado de articular una campaña sucia contra Filmus? Durán Barba prefiere que Macri sea el principal referente opositor de aquí a 2015. Para que se distinga, necesita contrastes. Esa teoría fue traducida como “voto cruzado” : parte de los porteños que apoyaron la reelección de Macri votarían por Cristina.
La Presidenta quiere remover cualquier conflicto o filosa arista que pudieran afectar sus chances. El saludo a Macri se convirtió en noticia cuando debiera ser una práctica normal en cualquier democracia. El cambio que, por la inercia cultural, no fue registrado por otros funcionarios. En este nuevo “clima” se cayó el torneo ideado por Zannini y Grondona, que era resistido, y cancelaron un acto que armaba Boudou en Ferro al que iría la Presidenta, que no estaba avisada. La consigna parece ser: hasta el 14, “buena onda”.
¿Qué curioso, no? ¿Alguna similitud?