La verdad, la mentira y el cuentito de la diversidad de voces, Julio Blanck, Clarín.
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Acerca de Patricio
Patricio es profesor universitario de sociología. Trabaja sobre desigualdad y movimientos sociales. Se crió en un conventillo de la calle Olavarría, pero toda su vida ha sido hincha de River.
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Qué cinismo.
No se le ocurrió pensar que en el diario en el que trabaja las cosas son exactamente al revés que como él las plantea?
Y que para las organizaciones que representan los intereses de sus patrones y que se jactan de ser voces representativas, la libertad de expresión es justamente afirmar que es verdad lo que él encabeza con «es mentira», y negar la existencia lisa y llanamente, cuando no empañarla con denuncias estúpidas, de lo que él encabeza con «es verdad».
Por último, creo que escribir bajo emoción violenta no le hace bien a Blanck. Si no lo hiciera se daría cuenta de que el «Por ahora» con que cierra el artículo algún «ultrak» podría leerlo como una amenaza. No creo que lo sea, viniendo de quien viene (un pobre periodista atemorizado por el amedrentamiento cotidiano que viene sufriendo).
Pobre hombre. ¿A qué se va a dedicar cuando sus patroncitos se hagan añicos contra el piso? Porque claro, en dos años interné se comió todo rastro del mogopolio (como formador de opinión, me refiero). Ahí, entre esa marea de PARES, de trillones de voces diciendo lo suyo… ¿De qué se va a disfrazar? ¿De qué se van a disfrazar los Tenembaums, Zlotos, Blancks, Magdalenas, Eliaschevs?
Miren lo que hizo el polémico pichicho de Javier con los rotundos juicios de la Tribuna de Doctrina: http://2.bp.blogspot.com/_yUFCv5jpFzg/S98azSs_b9I/AAAAAAAAA1Y/inqE1ah5duI/s1600/Orgullo-paterno.JPG
¡Un es-cán-da-lo! ¡Llamen a la SIP!