«Vos podés decir que yo transé con Clarín y yo puedo ver que le gané, porque tuvieron que contratar al tipo que siempre los atacó», dice Jorge Lanata en la nota de tapa del número de julio de Rolling Stone.
Este año, a partir del hit periodístico del Lázaro-gate, el periodista se convirtió en la gran estrella de televisión de la temporada y en el único capaz de marcarle la agenda política al Gobierno nacional. Ocupando, al mismo tiempo, el lugar de Marcelo Tinelli y el de gran referente de la oposición, logró reemplazar los escándalos de Bailando por un sueño y conseguir picos de 30 puntos de rating con una historia casi fantástica de corrupción en las altas cumbres del poder.
En la nota, el editor Juan Morris retrata cómo son las reuniones de producción en una oficina del cuarto piso de Canal 13 en la que todas las semanas Lanata y su equipo piensan el contenido del programa, el trabajo con los guionistas en el living de su departamento de Retiro para escribir los sketches, las imitaciones y los chistes del monólogo, y la intimidad de un hombre que en los 80 revolucionó la forma de hacer diarios y en los 90 se enfrentó al menemismo desde Día D. En esta Rolling Stone Interview queda narrado como nunca el viaje desde un suburbio de Avellaneda hasta una torre aristocrática en Retiro, la leyenda del escritor y el hombre que vive pendiente de cuánto mide cada aparición suya en TV. «Si a mí me ofrecen el diario más importante, la radio más importante y el canal más importante, yo no voy a ser tan idiota de decir que no, porque yo quiero que me vea, me lea y me escuche la mayor cantidad de gente», dice Lanata, que además deja definiciones como éstas.
Sobre la izquierda: «Mi interés [en Página/12] era el diario como proyecto, no era un interés político. Yo siento que en esa época no pensaba tan distinto a cómo pienso ahora. Nunca fui de izquierda dogmática, yo nunca fui marxista. Lo que pasa es que si en este país pensás un poco y querés que las cosas cambien, automáticamente para la gente sos de izquierda. Me parece que debe ser eso: es un poco lo que fui y un poco lo que pensaron de mí».
Sobre el dinero: «No ahorro, pero tampoco dilapido. Primero: pago los impuestos, lo cual les parecerá ridículo pero pago por impuesto más de lo que ustedes ganan en un año. Lo único que tengo es este departamento».
Sobre Néstor Kirchner: «Era un político del interior, con todo lo peyorativo que eso puede implicar. O sea, un tipo medio caudillo, muy campechano, una especie de vivillo, muy lejos de ser un estadista de cualquier tipo, muy lejos, muy lejos… Y que pensaba que la política era como el arte de la negociación y de presión».
Sobre su éxito: «Creo que me comunico mejor con la gente. Trato de transformar ideas complejas en comunicaciones simples. Ese es mi desafío profesional: tratar de que a mi programa lo vea un repositor de supermercado y un sociólogo, y que a los dos les interese».
Una fantasía: «Me encantaría robar un banco. ¿A vos no te gustaría? Es genial, es un juego de inteligencia. Estaría buenísimo, aparte es un chorro de adrenalina increíble. Los buenos chorros me encantan. Es la pelea del tipo contra el sistema».
Conocé qué más trae la RS de julio acáQuienes leyeron esta nota, también leyeron:
Este año, a partir del hit periodístico del Lázaro-gate, el periodista se convirtió en la gran estrella de televisión de la temporada y en el único capaz de marcarle la agenda política al Gobierno nacional. Ocupando, al mismo tiempo, el lugar de Marcelo Tinelli y el de gran referente de la oposición, logró reemplazar los escándalos de Bailando por un sueño y conseguir picos de 30 puntos de rating con una historia casi fantástica de corrupción en las altas cumbres del poder.
En la nota, el editor Juan Morris retrata cómo son las reuniones de producción en una oficina del cuarto piso de Canal 13 en la que todas las semanas Lanata y su equipo piensan el contenido del programa, el trabajo con los guionistas en el living de su departamento de Retiro para escribir los sketches, las imitaciones y los chistes del monólogo, y la intimidad de un hombre que en los 80 revolucionó la forma de hacer diarios y en los 90 se enfrentó al menemismo desde Día D. En esta Rolling Stone Interview queda narrado como nunca el viaje desde un suburbio de Avellaneda hasta una torre aristocrática en Retiro, la leyenda del escritor y el hombre que vive pendiente de cuánto mide cada aparición suya en TV. «Si a mí me ofrecen el diario más importante, la radio más importante y el canal más importante, yo no voy a ser tan idiota de decir que no, porque yo quiero que me vea, me lea y me escuche la mayor cantidad de gente», dice Lanata, que además deja definiciones como éstas.
Sobre la izquierda: «Mi interés [en Página/12] era el diario como proyecto, no era un interés político. Yo siento que en esa época no pensaba tan distinto a cómo pienso ahora. Nunca fui de izquierda dogmática, yo nunca fui marxista. Lo que pasa es que si en este país pensás un poco y querés que las cosas cambien, automáticamente para la gente sos de izquierda. Me parece que debe ser eso: es un poco lo que fui y un poco lo que pensaron de mí».
Sobre el dinero: «No ahorro, pero tampoco dilapido. Primero: pago los impuestos, lo cual les parecerá ridículo pero pago por impuesto más de lo que ustedes ganan en un año. Lo único que tengo es este departamento».
Sobre Néstor Kirchner: «Era un político del interior, con todo lo peyorativo que eso puede implicar. O sea, un tipo medio caudillo, muy campechano, una especie de vivillo, muy lejos de ser un estadista de cualquier tipo, muy lejos, muy lejos… Y que pensaba que la política era como el arte de la negociación y de presión».
Sobre su éxito: «Creo que me comunico mejor con la gente. Trato de transformar ideas complejas en comunicaciones simples. Ese es mi desafío profesional: tratar de que a mi programa lo vea un repositor de supermercado y un sociólogo, y que a los dos les interese».
Una fantasía: «Me encantaría robar un banco. ¿A vos no te gustaría? Es genial, es un juego de inteligencia. Estaría buenísimo, aparte es un chorro de adrenalina increíble. Los buenos chorros me encantan. Es la pelea del tipo contra el sistema».
Conocé qué más trae la RS de julio acáQuienes leyeron esta nota, también leyeron:
¿Alguien imagina a Barone o a Russo, o a VHM, o a Forster, diciendo: «Yo le gané al aparato de medios gubernamental»?
creo que no entendiste la nota, el dice que le ganó a Clarín, diciendo lo que clarín quiere y cobrando buena plata. Si fuera sincero debería haber dicho, yo gané con Clarín, yo vendí mi alma a Clarín.
“Vos podés decir que yo transé con Clarín y yo puedo ver que le gané, porque tuvieron que contratar al tipo que siempre los atacó”
Este David cada día está más zonzo. Si Lanata le ganó en algo, todo se reduce al paquete de guita, le pagan para ser el operador más sucio de Clarín. Gran mérito de Lanata.
Emilio:
Que soy zonzo no hay duda alguna: nunca estuve cerca del Poder. En realidad te agradezco: creo que es una de las descalificaciones más suaves que recibí en este ámbito.
Pero mi pregunta apuntaba a la remota posibilidad de que algunos periodistas del Poder pudiesen hablar en términos similares. ¡Desacato! (Bue, esa figura la eliminó Menem…)
Todo parece indicar que Magnetto es más zonzo que yo, dejando a un empleado suyo hablarle con semejante falta de respeto por la Jerarquía.
¿Y por eso se molesta tanto el Gobierno con el pope de Clarín? ¿Con un zonzo más zonzo que yo?
Mamma mía…
Felizmente los Barone y Cía no trabajan por guita…
Y los artistas del Gobierno Nacional le cobran el doble que al Gobierno de la Ciudad.
¿Algún puestito si me hago de La Cámpora? (si no te gustan mis principios, tengo otros…)
«Siempre me opuse al poder y a las mentiras de Clarín. Ahora trabajo para el poder de Clarín. Y las mentiras de Clarín las digo yo. ¡¡¡¡¡Yo gané!!!!!»
Si Lanata le ganó a Clarín, el gobierno solo debe enfrentarse con Lanata, ya no con la Corpo.
Todo se reduce a un tipo. Che, no sean pavos, mándenle a la AFIP
«¡Desacato!» ¿del gordo con el dueño?
Nunca con el que te garpa… Tilinguería a full,
Y si, falopa del übermensch para los progres clasemedieros..
es muy dificil mantenerse en el tema?
cuando «barone» haga la monada de salir en la RS con una granada en mano, ud. dice todo lo que quiere, eh.
el esfuercito de no hablar tanta huevada mientras tanto.
a russo, forster y a VHM no. no los imagino diciendo huevadas como las que ud. o su idolo de granada en mano dicen.
Claro, claro.
Cuando
*Clarín*
no le sirva más a
*Lanata*,
entonces
*Lanata*
va a tirar a
*Clarín*
como se tira un preservativo usado.
Tontísimo Magnetto…
“Mi interés [en Página/12] era el diario como proyecto, no era un interés político. Yo siento que en esa época no pensaba tan distinto a cómo pienso ahora. Nunca fui de izquierda dogmática, yo nunca fui marxista. Lo que pasa es que si en este país pensás un poco y querés que las cosas cambien, automáticamente para la gente sos de izquierda. Me parece que debe ser eso: es un poco lo que fui y un poco lo que pensaron de mí”.
Qué diablos significa esto?
Es casi la única cosa en que el tipo dice ‘casi’ la verdad.
En los ’90, el menemismo irritaba a todo el progresismo. Por diversas razones, desde ideológicas hasta estéticas.
Lanata estaba en el partido TEUM (Todo es una m…) junto a los periodistas que formó (Tenembaum, etc.) y a otros comunicadores muy escuchados, como Pergolini.
Y sí, al que decía ‘TEUM’ se le asignaba automáticamente el cartel de izquierdista. Grave error.
A mí me parecía un liberal antipolítico, tirando a anarco. (Y no olvidemos que hoy en día casi todos los anarcos son anarco-capitalistas al estilo de Ayn Rand).
El ‘querer que las cosas cambien’, si lo mirabas un poco en detalle, tendía siempre a la disolución del Estado ‘que jode a la gente’.
También esa ideología de ‘son todos caretas’ tenía bastante que ver con algunos de sus hábitos (dicho esto sin hacer juicios de valor).
Ahora se ve todo mejor: los que dicen ‘TEUM’ son los caceroleros; Lanata, Tenembaum, Pergolini y otros están abiertamente a la derecha. Y así.
la disolución del Estado es a lo que tendía el peronismo durante el gobierno de Menem, al que supongo que «no votaste», gobierno por supuesto que tenía en la vereda de enfrente al colectivo K
1.
La disolución del Estado que propugnan los del partido TEUM es muchísimo más radicalizada que la del menemismo.
2.
Lo que yo voté no tiene la menor importancia, pero ya que lo menciona, dije aquí muuuuuchas veces que no voté a Menem ninguna de las 3 veces, debido a que a) no me gustaban para nada sus políticas, y b) nunca fui peronista y por lo tanto no tenía que cumplir con ningún compromiso ni disciplina.
3.
También recordé aquí muuuuuuchas veces, y con los links correspondientes, que NK comenzó a armar su línea disidente dentro del PJ en 1996, pocos meses después de la ‘yeelección’. Es decir, cuando todavía ‘convenía’ ser menemista. (En ese momento, además, CFK se la pasaba peleando con su bloque).
1. No existe partido TEUM, existe la necesidad de un enemigo poderoso que explique todos los errores y fallas de nuestro gobierno.
2. puede ser
3. el kirchnerismo excede a Nestor y Cristina, o son solo eso?
igualmente los disidentes fueron en la misma boleta que Carlo.
4. leído más abajo, si para vos Lanata es igual a Neustad esta discusión es en vano.
En ningún lugar dije que sean iguales.
Se parecen, sí, en sus mañas comunicacionales que nadie puede negar. Y que, como dije, generan públicos que absorben sus palabras sin cuestionar ni una coma.
También se parecen en que trabajan para el poder económico.
Nunca fui peronista… Ser kirchnerista excluye ser peronista? Avisenle al electorado que lee moviendo los labios, el resultado en Octubre seria interesante. No digamos 2015.
Hacía tiempo que no decía algo racista.
Puede descansar unos días.
El racismo pasa por la genetica de la gente. La idiotez (o falta de educacion), tema al que me refiero, es poli-clasista y no genetica, como sin duda sabe por experiencia personal.
Sí lo sé. Todos los días leo a quienes se creen superiores.
Si, tiene razon, no es buena idea sentirse superior.Pero hay casos en que solo la compasion puede evitar que el sentimiento surja.
Ja ja..
Que «laggente» es la que se equivocó al mal interpetarlo, él no.
Él sólo quiere ser el periodista más importante de la Argentina (mínimo) y tener mas guita que «doña Rosa» Neustadt. Y buehhh por lo menos lo de la guita parece que lo encaminó.
Mi visión (ya desde aquella época) es que efectivamente hubo en algunos un error de apreciación. Fomentado por él, obvio.
En general, y más allá de las ideologías, los que se fascinan con gente como Neustadt y Lanata son los ‘literalistas’.
Los que toman lo que dicen ellos ‘at face value’.
Si, convengamos que los tipos, a sus respectivas maneras, tienen la habilidad de comunicar su «sentido común» fundados en juicios de valor mostrados como políticamente correctos, bajo una moral impoluta de la boca para afuera por supuesto.
Y a mi entender, sobre todo en estos dos casos, guiados exclusivamente por la ética de la guita
¿Quién dijo la frase: «Para hacer política hace falta plata»?
¿San Martín, Belgrano, o Kirchner?
Lanata lo dijo supersticioso….
A ver: Comprensión de textos y puntuación:
«Lanata lo dijo supersticioso» significaría que Lanata le dijo «supersticioso» a alguien. En ese caso la frase está mal escrita: va «le» y no «lo»,y falta aclarar a quién se lo dijo. Prueba PISA reprobada en Lengua.
«Lanata lo dijo, supersticioso» significaría que no lo dijeron ni San Martín, ni Belgrano, ni Kirchner, sino Lanata, y calificaría de «supersticioso» a un servidor.
En este caso podemos googlear la frase completa encomillada y aparecen 4.530 resultados, la enorme mayoría atribuída a Kirchner, y ninguna a Lanata.
Google no será la Verdad Revelada, pero…
Lo único que sé es que hace rato tendría que haber tirado a la basura las rolingstones que compré aquellos años. Esa revista debe sentirse muy identificada con la auto descripción de este chantapufi con ínfulas de Kane de las pampas.
(En el mejor de los casos, quizás sí termine como Orson: de mago en algún programa perdido en el cable…pero sin obra detrás.)
me gusto el comen de RAul C el dia 2 a las 4.o8.
A mí también. Pero no entiendo muy bien esas categorías del siglo pasado llamadas «izquierda» y «derecha».
No hay problema: el que dice que no hay ni izquierda ni derecha es de derecha.
¡¿Cómo que no hay izquierda?!
Mirá: izquierda es comprar a los organismos de DDHH, sacar el monumento de Colón y mantener desgravada la renta financiera, además de blanquear fondos de los millonarios evasores.
Y los luchadores de puño izquierdo en alto, ejecutan su praxis revolucionaria desde Puerto Madero.
Creer o reventar, la izquierda ganó.
ademas de gorila, tonto.
raul le dice: «el que dice que no hay ni izquierda ni derecha es de derecha».
y el pobre interpreta que no hay…. izquierda!!!
pobrecito.
Gorila y tonto…
Bue, hoy no me fue tan mal.
Saludos.
¡Uh! Y pobrecito también…
Ya estamos maso…
Saludos igual.
Merci, madame.
Yo no sé a quién queda peor con sus declaraciones; él, Clarin o la comparsa que le venía aplaudiendo los recontrachequeados informes.
para un ultramontano de derecha,este gobierno resulta ser de izquierda(caso David).Que queda muy bien ubicado por Raul C,por no saber distinguir realmente las tendencias politicas,resolviendo la cuestion con ligereza y superficialidad declarandolas anticuadas.
Bueno, el peronismo que nos interpreta desde hace muchas décadas, tuvo un gran abanico que fue desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha (según se concebía con Perón en vida).
Pregunta, Isabel: ¿Este gobierno no sería de izquierda según vos? ¿Qué sería para vos, que no sos ultramontana? ¿Derecha? ¿Centro?
Tal vez cabrían nuevos términos: «bolivariano», por ejemplo
Claro, Perón echó de la Plaza a los de «izquierda», o sea a los montoneros, que venían del tronco ultraderechista católico. Por eso había montoneros y militares represores en las mismas familias. Entre ambos bandos se gestó una guerra de fanatismo religioso. Por eso fue tan implacable y cruenta: las guerras religiosas son las peores.
Si, entiendo que es un lío bárbaro y que no cabe la ligereza, por eso «no da» que ahora hablemos de izquierda y derecha como se hacía hace 40 años.
Personalmente no creo ser ultramontano, ya que ni vengo desde detrás de los montes ni defiendo el poder universal del Papa, aunque me cae bien como persona (de hecho ni siquiera soy cristiano).
Y finalmente, Isabel, yo no las «declaré» anticuadas: «son» anticuadas. Vivir en los `70 es anticuado. Pero nos gusta la calesita y revolver la Historia una y otra vez. Lo comprendo: nos la agarramos con Colón, y también estaría bueno que arreglemos cuentas con Caín (se parece a Cedin).
Y bue, todo no se puede. Que Dios y Marx nos ayuden.
– Yo pregunto: ¿quién está hablando de los 70 aquí? Sólo usted.
– No, claro, ‘no hay que revolver’.
– Pero cuando hay que escribir sobre barbaridades del peronismo de los 40’s, los 50’s o los 70’s, se explayan en larguísimas parrafadas y parece que fuera hoy, vea.
– Vamos… Para ustedes hay Una Sola Cosa que ‘no hay que revolver’: el Proceso de Reorganización Nacional.
Porque muestra la cara de la derecha que la derecha quiere esconder. Y no puede.
Raúl:
Bueno, los `70 están en la agenda del gobierno fuertemente instalados. No lo traje yo, pero forzosamente forma parte de los debates.
Sobre «revolver», dicen los psicoanalistas que la merde del inodoro conviene hacerla correr. Los que son (¿somos?) patológicamente anales-retentivos, nos cuesta bastante, y la revolvemos, la revolvemos. No sé quién tiene razón.
¿Formará también Freud parte de los enemigos que debemos combatir?
Con referencia al Proceso, el «revolvimiento» es doblemente patológico:
1) Está instrumentado como política de estado del actual gobierno.
2) Pero hay algo mucho más grave: la terrible experiencia la tenemos instalada en el inconsciente colectivo, al igual que la guerra entre unitarios y federales. No podemos resolver la cuestión, y nuestra violencia social actual es en parte fruto del trauma de la dictadura asesina.
Espero que no lo tomes como una larga parrafada, pero sigo: Vivamos a Videla con el Mundial ´78 y a Galtieri con las Malvinas.
Hoy decimos «LTA» como otrora, antes éramos «derechos y humanos», hoy somos «un país de buena gente».
No sabemos qué hacer con el crimen y la corrupción, y reflotamos el conflicto con Inglaterra, los Imperios en general, el FMI, la Cía y el Mossad y demás graves amenazas, de modo totalmente gratuito e inconducente.
Estos son los frutos de la dictadura asesina que supimos conseguir, y también apoyar. Por eso nos duele tanto: fuimos cómplices, aunque, obviamente «yo no fuí».
Indigerible, hermano…
«Estos son los frutos de la dictadura asesina que supimos conseguir, y también apoyar. Por eso nos duele tanto: fuimos cómplices, aunque, obviamente “yo no fuí”».
que supimos conseguir y apoyar!!!
quienes supieron y apoyaron?
este demente habla como si todos los argentinos hubieran tenido participacion en ese apoyo y no solo los mierdas como el.
La (des)lucidez de este Davi’ es para chaleco de fuerza, se va a los ’70, de ahí te lo engancha con las Malvinas, dopo te desparrama con la nueva vejación a la república con la estatua, te retrotae a los unitarios y federales y va pa’l mundial con otra pasada por Malvinas y ahí saltamos al presente con la diktadura asesina y chora con el FMI, el Mossad, Irán y por supuesto somos todos culpables (excepto él qu eno lo dice pa’ queda’ bien no ma’)
La confusión intelectual tuya es alarmante, te faltó una cita al nazismo de tu pasquín coleccionable, ya que a vos no te molesta que se hable del nazismo a diferencia de tus paisanos.
Y así y todo, todavía morfa…. insisto: ¡que país generoso!
PD: che tu amigo empresario progre ¿puso en blanco a sus empleados?
Gorila, tonto, pobrecito, demente, mierda, deslucido, intelectualmente confuso, y para colmo, morfo (¿?).
No está mal para un solo post.
Pero no estoy preparado para semejante nivel de debate.
As noichis.
por si no te diste cuenta, yo no debato ni busco debatir nada con vos.
me limito a comentar tus zonceras.
Es cierto: sos una persona bastante limitada.
Lograste mi primera descalificación en Artepolítica.
Que la disfrutes.
cada uno sabe como vivio la»dictadura».Si Ud.se considera complice,sufralo.Yo sufri persecusion,directa porque me prescindieron,e indirecta,porque tuve familiares presos y desaparecidos.Nunca apoye a los monto ni a la violenciaLos unicos que reprimieron fueron los milicos.Los que querian el cambio equivocaron el camino.Este gobierno,cuando mucho,es de centroizquierda.Los 70 mostraron ideales y preocupacion real por la sociedad.Estos años nos encierran en modos pragmaticos y posmodernos.Dejelo tranquilo a Freud:la palabra revolver es demasiado culinaria.
A mí me prescindieron primero los peronistas y luego los milicos, unos en la UBA, otros en la Tecnológica.
Lo siento, Isabel, esto estuvo lleno de cómplices. Basta ver la tele de la época. Y el resto, distraídos.
Por eso los milicos pudieron estar 7 años en el poder, hasta que los echaron los gurkas. Ni echarlos nosotros pudimos…
Lanata le ganó a Clarín más o menos como los dirigentes de la República de Vichy le ganaron a los nazis.
Muchachos, hace rato que «pispeo» el blog. La verdad que fue toda una sorpresa encontrarme con este espacio en su momento (harán algo de 2 años atrás) y actualmente, siento que el nivel de las discusiones bajó muchísimo. Los aportes en general y a mi humilde entender, eran muy buenos, desde todos los puntos de vista. Mucha argumentación, citas, fuentes y ahora, veo muchos comentarios cortitos, de chicana, mal trato, donde los temas quedan de lado,y la descalificación y la búsqueda del error (como si de ganar se tratase) es la máxima aspiración. Se insiste en tocar los puntos irreconciliables, ir hacia los lugares donde no se da brazo a torcer, para qué?. Lanata, como tema de discusión, me parece que es uno de esos lugares de discusión inútil. Levantemos la puntería. Lo digo desde mi lugar de ignorante, pasivo (primera vez que escribo algo), estudiante de arquitectura en una nube de pedos, que recién hace un tiempo me picó el bicho de querer entender un poco mas lo que sucede en el país,y que, últimamente, siento que no vale tanto la pena asomarme a este espacio.
Uno de los problemas es que entran a este espacio enviados de otro espacio, sólo para trollear.
Sebastian:
Lo que ocurre con «ciertas personas», lo había señalado bien Johann G. Fichte:
«Hay otra especie de gentes: quienes no tienen vergüenza de las cosas mismas, sino vergüenza de las palabras y una vergüenza sin límites de las palabras. Se les podría pisotear a la vista de todos: no se ofenden por ello, no ven mal en ello; pero sería para ellos un escándalo insoportable hablar de ello, y solamente entonces comenzaría el mal. Lo mismo sucede con los peligros futuros: cierran los ojos, no quieren que se perturbe su dulce sueño. Y así como otros, que mantienen los ojos abiertos, están en condiciones de ver lo que se aproxima y podrían estar tentados de decir y de llamar por su nombre a lo que perciben, les parece que el medio más seguro para preservarles de este peligro es el de prohibir a los clarividentes decir y nombrar lo que ven; como si, invirtiendo el orden de la realidad, no decir tuviera como consecuencia no ver, y no ver tuviera como consecuencia no ser». Citado por Lefort, Claude. Maquiavelo. Lecturas de lo político. Trotta. Madrid. 2010. Página 52.