El dato es parcial pero no por eso menos real: hoy la acción de YPF, por unidad, tiene un precio superior al que alcanzan juntas las 12 empresas restantes que cotizan en el panel líder del Merval.
Al cierre del año, los papeles de la petrolera de bandera en la Bolsa porteña cotizan en torno a los $ 284, cuatro veces más que hace exactamente un año, cuando el precio alcanzaba los $ 76.
Inclusive, la acción ha tocado picos de $ 292. En este orden de cosas, el papel que más se le acerca en precio es el de Tenaris, que supera los $ 180; pero el resto lo mira desde bastante más lejos.
¿Qué posibilitó semejante repunte? En primer lugar, la resolución de conflicto político con España por la expropiación del 51% de las acciones de Repsol en YPF.
El segundo síntoma fue la paulatina llegada de inversores externos para el no convencional. Y en tercer lugar, las mejoras en la producción de crudo y gas y la política de la actual conducción de salir a tomar deuda en el exterior y emitir bonos mayoristas y minoristas.
Cabe destacar también que luego de la expropiación a Repsol, las acciones de la firma habían caído con fuerza, empezando una recuperación concreta casi seis meses después de esa decisión política.
Un análisis de la casa de Bolsa Puente Hermanos detalla que el próximo desafío de la firma es «convertir en recursos el potencial de reservas» que se encuentran en el yacimiento de no convencionales Vaca Muerta. El área neuquina, que transformó al país en la segunda reserva mundial de gas y la tercera de petróleo, ha sido la clave del repunte de la compañía, ya que YPF tiene el 40% de Vaca Muerta. «Sabemos que YPF está montada sobre un activo muy importante, y si bien no sabemos su valor, pero sí tenemos la expectativa de que potencia bastante el valor de la compañía», detalló Maure, de Cohen. La perspectiva de mediano y largo plazo está atada además a que en los primeros meses del año 2014 YPF y Repsol lleguen a un acuerdo para cerrar definitivamente el capítulo, habilitando el ingreso de nuevos capitales que ya están analizando el desembarco.
Hace unos días Barron’s, un medio especializado con importante llegada e impacto en los mercados, pateó el tablero y hasta se animó a pronosticar la injerencia de Vaca Muerta en el valor bursátil de YPF. En un artículo, se explicitó que el área de shale por sí sola le sumaría a los U$S 33 del valor de la acción, un plus de U$S 90.
Para Víctor Bronstein, titular del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (Ceepys), «hay que ser cuidadoso y mirar más allá de los tiempos bursátiles. El petróleo maneja plazos más largos, por lo tanto puede ser que recién Vaca Muerta se consolide en tres años.»
El especialista en energía destacó que «se nota que ha habido en YPF un cambio de conducción, un giro profesional que se está reconociendo. La perspectiva es buena, pero hay que esperar. Los balances de YPF han sido buenos, y eso también marcó una señal positiva en general». «
Al cierre del año, los papeles de la petrolera de bandera en la Bolsa porteña cotizan en torno a los $ 284, cuatro veces más que hace exactamente un año, cuando el precio alcanzaba los $ 76.
Inclusive, la acción ha tocado picos de $ 292. En este orden de cosas, el papel que más se le acerca en precio es el de Tenaris, que supera los $ 180; pero el resto lo mira desde bastante más lejos.
¿Qué posibilitó semejante repunte? En primer lugar, la resolución de conflicto político con España por la expropiación del 51% de las acciones de Repsol en YPF.
El segundo síntoma fue la paulatina llegada de inversores externos para el no convencional. Y en tercer lugar, las mejoras en la producción de crudo y gas y la política de la actual conducción de salir a tomar deuda en el exterior y emitir bonos mayoristas y minoristas.
Cabe destacar también que luego de la expropiación a Repsol, las acciones de la firma habían caído con fuerza, empezando una recuperación concreta casi seis meses después de esa decisión política.
Un análisis de la casa de Bolsa Puente Hermanos detalla que el próximo desafío de la firma es «convertir en recursos el potencial de reservas» que se encuentran en el yacimiento de no convencionales Vaca Muerta. El área neuquina, que transformó al país en la segunda reserva mundial de gas y la tercera de petróleo, ha sido la clave del repunte de la compañía, ya que YPF tiene el 40% de Vaca Muerta. «Sabemos que YPF está montada sobre un activo muy importante, y si bien no sabemos su valor, pero sí tenemos la expectativa de que potencia bastante el valor de la compañía», detalló Maure, de Cohen. La perspectiva de mediano y largo plazo está atada además a que en los primeros meses del año 2014 YPF y Repsol lleguen a un acuerdo para cerrar definitivamente el capítulo, habilitando el ingreso de nuevos capitales que ya están analizando el desembarco.
Hace unos días Barron’s, un medio especializado con importante llegada e impacto en los mercados, pateó el tablero y hasta se animó a pronosticar la injerencia de Vaca Muerta en el valor bursátil de YPF. En un artículo, se explicitó que el área de shale por sí sola le sumaría a los U$S 33 del valor de la acción, un plus de U$S 90.
Para Víctor Bronstein, titular del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (Ceepys), «hay que ser cuidadoso y mirar más allá de los tiempos bursátiles. El petróleo maneja plazos más largos, por lo tanto puede ser que recién Vaca Muerta se consolide en tres años.»
El especialista en energía destacó que «se nota que ha habido en YPF un cambio de conducción, un giro profesional que se está reconociendo. La perspectiva es buena, pero hay que esperar. Los balances de YPF han sido buenos, y eso también marcó una señal positiva en general». «