El tobogán que permite deslizarse como en la nieve. Foto: Télam
Con renovadas atracciones, más construcciones y parques temáticos, novedosos experimentos y escenarios, la feria de ciencia y tecnología Tecnópolis vuelve a convocar a muchísimo público estas vacaciones de invierno, que, para la Capital y la provincia de Buenos Aires, concluyen este fin de semana. De martes a domingo, de 12 a 20, y con entrada libre y gratuita, la feria puede visitarse en el Parque del Bicentenario, emplazado dentro de unas 50 hectáreas de Villa Martelli.
Esta nueva edición de Tecnópolis tiene como lema «Energía para transformar», abarca diez parques temáticos: de la energía, de la industria argentina, solar, del conocimiento, del movimiento, bioparque, plaza Belgrano, mundo joven, bosque de juegos y manzana de la integración. A continuación, diez recomendaciones para no perderse:
Junto a la entrada aguardan los aviones que formaron parte de la historia aeronáutica argentina: los legendarios Pulqui I y II, un Pampa de entrenamiento, y los heroicos Pucará y A4Q que participaron en la Guerra de Malvinas.
El simulador de Terremotos fue ideado en Bariloche, con aporte de la Universidad de San Juan, y permite situarse imaginariamente, gracias a una proyección de la época y a la distribución del ambiente, en una de las tantas casas que sufrieron el gran terremoto de San Juan en la década del 40.
Un atractivo desafío es intentar atravesar numerosos rayos láser dentro de una habitación sin tocarlos con el fin de no activar alarmas. Esa propuesta se presenta en Tecnópolis, con el desafío agregado de hacerlo junto a un compañero en una habitación paralela y compitiendo para hacerlo en el menor tiempo posible.
Otro punto fuerte de la muestra es el parque jurásico. El grado de realismo de los movimientos de garras, patas, cola, cabeza, boca y hasta ojos de 28 dinosaurios robotizados asombra a todos y aterroriza a los desprevenidos.
La gran pista de nieve artificial, con más de 100 metros cuadrados, creada en un sector del predio, permite hacer realidad el sueño de muchos chicos que no conocen la nieve.
También es posible viajar en el tiempo, más precisamente al de la Independencia. Se propone un recorrido histórico para que los más chicos puedan comprender algunos de los aspectos fundamentales del proceso de la emancipación.
Otro «milagro» posible es convertirse en un glóbulo rojo y avanzar por un tubo con pantallas alrededor que simula estar fluyendo dentro del torrente sanguíneo, igual que un nanorobot. Es una experiencia increíble.
Un espacio que podría ser una exhibición aparte es la gran muestra de inventos del genio italiano Leonardo Da Vinci. Muchos de sus inventos son exhibidos en tamaño real.
En el Parque de la Energía se presenta Biotecnología y genética argentinas, con resultados de investigaciones en áreas como salud, alimentación y producción agrícola-ganadera a través de la tecnología.
Además de todo esto, este año los espectáculos para divertirse, aprender, participar y jugar son muchos y más este año. Como «No es magia, es ciencia» y «Ciencia al horno»..
Con renovadas atracciones, más construcciones y parques temáticos, novedosos experimentos y escenarios, la feria de ciencia y tecnología Tecnópolis vuelve a convocar a muchísimo público estas vacaciones de invierno, que, para la Capital y la provincia de Buenos Aires, concluyen este fin de semana. De martes a domingo, de 12 a 20, y con entrada libre y gratuita, la feria puede visitarse en el Parque del Bicentenario, emplazado dentro de unas 50 hectáreas de Villa Martelli.
Esta nueva edición de Tecnópolis tiene como lema «Energía para transformar», abarca diez parques temáticos: de la energía, de la industria argentina, solar, del conocimiento, del movimiento, bioparque, plaza Belgrano, mundo joven, bosque de juegos y manzana de la integración. A continuación, diez recomendaciones para no perderse:
Junto a la entrada aguardan los aviones que formaron parte de la historia aeronáutica argentina: los legendarios Pulqui I y II, un Pampa de entrenamiento, y los heroicos Pucará y A4Q que participaron en la Guerra de Malvinas.
El simulador de Terremotos fue ideado en Bariloche, con aporte de la Universidad de San Juan, y permite situarse imaginariamente, gracias a una proyección de la época y a la distribución del ambiente, en una de las tantas casas que sufrieron el gran terremoto de San Juan en la década del 40.
Un atractivo desafío es intentar atravesar numerosos rayos láser dentro de una habitación sin tocarlos con el fin de no activar alarmas. Esa propuesta se presenta en Tecnópolis, con el desafío agregado de hacerlo junto a un compañero en una habitación paralela y compitiendo para hacerlo en el menor tiempo posible.
Otro punto fuerte de la muestra es el parque jurásico. El grado de realismo de los movimientos de garras, patas, cola, cabeza, boca y hasta ojos de 28 dinosaurios robotizados asombra a todos y aterroriza a los desprevenidos.
La gran pista de nieve artificial, con más de 100 metros cuadrados, creada en un sector del predio, permite hacer realidad el sueño de muchos chicos que no conocen la nieve.
También es posible viajar en el tiempo, más precisamente al de la Independencia. Se propone un recorrido histórico para que los más chicos puedan comprender algunos de los aspectos fundamentales del proceso de la emancipación.
Otro «milagro» posible es convertirse en un glóbulo rojo y avanzar por un tubo con pantallas alrededor que simula estar fluyendo dentro del torrente sanguíneo, igual que un nanorobot. Es una experiencia increíble.
Un espacio que podría ser una exhibición aparte es la gran muestra de inventos del genio italiano Leonardo Da Vinci. Muchos de sus inventos son exhibidos en tamaño real.
En el Parque de la Energía se presenta Biotecnología y genética argentinas, con resultados de investigaciones en áreas como salud, alimentación y producción agrícola-ganadera a través de la tecnología.
Además de todo esto, este año los espectáculos para divertirse, aprender, participar y jugar son muchos y más este año. Como «No es magia, es ciencia» y «Ciencia al horno»..