Domingo 08 de mayo de 2011 | Publicado en edición impresa
Gabriel Sued
LA NACION
Los encuestadores consultados coinciden. Mauricio Macri tenía un motivo de peso para dejar de lado su sueño presidencial y optar por el plan de intentar la reelección en la ciudad de Buenos Aires. La gran distancia que en las encuestas le llevaba Cristina Kirchner no sólo le hacía prever una derrota segura. En la actualidad, la diferencia era tan grande que el segundo puesto ni siquiera le serviría para posicionarse como el gran opositor al Gobierno.
Según el análisis de los cinco especialistas de opinión pública consultados por La Nacion, esa razón fue más fuerte, de acuerdo con las encuestas conocidas hasta el momento, que la posibilidad de que Pro perdiera las elecciones en la ciudad. La mayoría coincide, para sostener ese razonamiento, en que Gabriela Michetti estaba en condiciones de ganar los comicios porteños.
De hecho, la mayoría de los analistas consultados sostiene que la decisión del jefe de gobierno no tendrá un gran impacto en el escenario electoral de la ciudad. Como si la candidata fuera Michetti, una lista de Pro encabezada por Macri ocupa el primer lugar en los sondeos, pero no evita la posibilidad de un ballottage.
Respecto del escenario electoral nacional, no hubo coincidencia acerca de quién será el candidato presidencial opositor más beneficiado por la decisión de Macri. Es más, hay quienes piensan que parte de los votos del jefe de Pro podrían volcarse a la eventual candidatura de la presidenta Cristina Kirchner.
«En las encuestas para las presidenciales, Macri estaba en una intención de voto de 12 o 13 por ciento, 30 puntos por debajo del oficialismo. Esa parece la razón más importante. Creo que primó más lo complicado del escenario nacional», dijo Analía del Franco (de la consultora Analogías). «Sus dos candidatos en la Capital iban primeros y podían ganar. Aunque también pudo haber influido que la Capital podía complicarse por el crecimiento del kirchnerismo», agregó.
Coincidió con ella Fabián Perechodnik, de Poliarquía. «Pesó más el escenario nacional que el de la ciudad. Después de la muerte de Kirchner, cambió el escenario nacional y hay un deseo de continuidad», afirmó. Según Perechodnik, «Macri no tenía posibilidades de ganar las elecciones presidenciales, pero habría sido una candidatura competitiva».
«Pocas expectativas»
Para Julio Aurelio, la razón más influyente fue que el jefe de gobierno «tenía, en el escenario nacional, muy pocas expectativas de tener un resultado digno, que le sirviera para posicionarse».
El dueño de Aresco sostuvo: «Junto con Alfonsín y con Duhalde, Macri integraba un terceto con similitudes numéricas, de entre 10 y 14 puntos de intención de voto, a una distancia sideral de Cristina Kirchner. Ninguno de ellos tiene chances de llegar al ballottage».
De acuerdo con Ricardo Bacman, en la decisión del jefe de Pro pudo haber pesado la disolución de la posibilidad de un frente electoral con el Peronismo Federal. «Macri necesitaba anclaje nacional y no lo tenía. La figura de Duhalde no le sumaba porque tiene un 70 por ciento de imagen negativa», analizó.
Enrique Zuleta Puceiro evaluó que la candidatura presidencial significaba riesgos decisivos e innecesarios para Macri.
«Jamás superó el 15 por ciento y tenía muchas dificultades para crecer. Si incorporaba al Peronismo Federal perdía el voto del electorado de la Capital Federal, que en gran parte es antiperonista», dijo.
«El necesitaba una coalición moderada, como la de Sebastián Piñera, en Chile, o la de José Manuel Santos, en Colombia, pero en la Argentina ese frente no está maduro», agregó.
15
Puntos
Es lo máximo que le daba la mayoría de las encuestadoras a Mauricio Macri en los sondeos para la presidencia.
Gabriel Sued
LA NACION
Los encuestadores consultados coinciden. Mauricio Macri tenía un motivo de peso para dejar de lado su sueño presidencial y optar por el plan de intentar la reelección en la ciudad de Buenos Aires. La gran distancia que en las encuestas le llevaba Cristina Kirchner no sólo le hacía prever una derrota segura. En la actualidad, la diferencia era tan grande que el segundo puesto ni siquiera le serviría para posicionarse como el gran opositor al Gobierno.
Según el análisis de los cinco especialistas de opinión pública consultados por La Nacion, esa razón fue más fuerte, de acuerdo con las encuestas conocidas hasta el momento, que la posibilidad de que Pro perdiera las elecciones en la ciudad. La mayoría coincide, para sostener ese razonamiento, en que Gabriela Michetti estaba en condiciones de ganar los comicios porteños.
De hecho, la mayoría de los analistas consultados sostiene que la decisión del jefe de gobierno no tendrá un gran impacto en el escenario electoral de la ciudad. Como si la candidata fuera Michetti, una lista de Pro encabezada por Macri ocupa el primer lugar en los sondeos, pero no evita la posibilidad de un ballottage.
Respecto del escenario electoral nacional, no hubo coincidencia acerca de quién será el candidato presidencial opositor más beneficiado por la decisión de Macri. Es más, hay quienes piensan que parte de los votos del jefe de Pro podrían volcarse a la eventual candidatura de la presidenta Cristina Kirchner.
«En las encuestas para las presidenciales, Macri estaba en una intención de voto de 12 o 13 por ciento, 30 puntos por debajo del oficialismo. Esa parece la razón más importante. Creo que primó más lo complicado del escenario nacional», dijo Analía del Franco (de la consultora Analogías). «Sus dos candidatos en la Capital iban primeros y podían ganar. Aunque también pudo haber influido que la Capital podía complicarse por el crecimiento del kirchnerismo», agregó.
Coincidió con ella Fabián Perechodnik, de Poliarquía. «Pesó más el escenario nacional que el de la ciudad. Después de la muerte de Kirchner, cambió el escenario nacional y hay un deseo de continuidad», afirmó. Según Perechodnik, «Macri no tenía posibilidades de ganar las elecciones presidenciales, pero habría sido una candidatura competitiva».
«Pocas expectativas»
Para Julio Aurelio, la razón más influyente fue que el jefe de gobierno «tenía, en el escenario nacional, muy pocas expectativas de tener un resultado digno, que le sirviera para posicionarse».
El dueño de Aresco sostuvo: «Junto con Alfonsín y con Duhalde, Macri integraba un terceto con similitudes numéricas, de entre 10 y 14 puntos de intención de voto, a una distancia sideral de Cristina Kirchner. Ninguno de ellos tiene chances de llegar al ballottage».
De acuerdo con Ricardo Bacman, en la decisión del jefe de Pro pudo haber pesado la disolución de la posibilidad de un frente electoral con el Peronismo Federal. «Macri necesitaba anclaje nacional y no lo tenía. La figura de Duhalde no le sumaba porque tiene un 70 por ciento de imagen negativa», analizó.
Enrique Zuleta Puceiro evaluó que la candidatura presidencial significaba riesgos decisivos e innecesarios para Macri.
«Jamás superó el 15 por ciento y tenía muchas dificultades para crecer. Si incorporaba al Peronismo Federal perdía el voto del electorado de la Capital Federal, que en gran parte es antiperonista», dijo.
«El necesitaba una coalición moderada, como la de Sebastián Piñera, en Chile, o la de José Manuel Santos, en Colombia, pero en la Argentina ese frente no está maduro», agregó.
15
Puntos
Es lo máximo que le daba la mayoría de las encuestadoras a Mauricio Macri en los sondeos para la presidencia.