Muchos santafesinos advertimos el asombro que provoca en algunos lugares de nuestro país la candidatura presidencial anunciada por Hermes Binner. Incluso notamos que sectores progresistas expresan su “ilusión” por esa candidatura.
Quienes vivimos y militamos en la provincia de Santa Fe recordamos nuestra “ilusión” al acompañar a Hermes Binner como candidato a gobernador en 2007, cuando manejaba un discurso de cambio y transformación durante la campaña del frente progresista que integramos en aquellos años.
Ahora, cuando en nuestro país y en nuestra provincia se discute quiénes nos gobernarán a partir de diciembre de este año, es bueno recordar también la frustración que significó para nuestra provincia el gobierno de Hermes Binner, inmóvil frente al privilegio, callado frente a la injusticia y sometido a la voluntad de los poderosos que ven en su figura una profunda garantía conservadora.
En Santa Fe, nada cambió en beneficio de los más débiles en estos años.
La necesidad de transformar un sistema sobre el que se arraigan relaciones sociales injustas, cambio por el que tanto hizo Néstor Kirchner y por el que tanto hizo y merece seguir haciendo Cristina Fernández, debe ser el principal desafío de aquellos que se dicen progresistas. Muy lejos del pedido del gobernador Binner de eliminar las retenciones a las exportaciones de soja en aquel aciago 2008.
Nuevo Encuentro trabaja y trabajará en Santa Fe y en todo el país para profundizar el proceso nacional y popular en marcha, pero no desde enfrente como nos pide Binner buscando su fracaso, sino pugnando por lo aún pendiente. Nunca aspiramos a ser la pata progresista de la estrategia conservadora. Con errores y aciertos seguiremos luchando por un país para todos y todas, donde un futuro mejor sea un compromiso de trabajo y no una consigna de campaña.
Quienes vivimos y militamos en la provincia de Santa Fe recordamos nuestra “ilusión” al acompañar a Hermes Binner como candidato a gobernador en 2007, cuando manejaba un discurso de cambio y transformación durante la campaña del frente progresista que integramos en aquellos años.
Ahora, cuando en nuestro país y en nuestra provincia se discute quiénes nos gobernarán a partir de diciembre de este año, es bueno recordar también la frustración que significó para nuestra provincia el gobierno de Hermes Binner, inmóvil frente al privilegio, callado frente a la injusticia y sometido a la voluntad de los poderosos que ven en su figura una profunda garantía conservadora.
En Santa Fe, nada cambió en beneficio de los más débiles en estos años.
La necesidad de transformar un sistema sobre el que se arraigan relaciones sociales injustas, cambio por el que tanto hizo Néstor Kirchner y por el que tanto hizo y merece seguir haciendo Cristina Fernández, debe ser el principal desafío de aquellos que se dicen progresistas. Muy lejos del pedido del gobernador Binner de eliminar las retenciones a las exportaciones de soja en aquel aciago 2008.
Nuevo Encuentro trabaja y trabajará en Santa Fe y en todo el país para profundizar el proceso nacional y popular en marcha, pero no desde enfrente como nos pide Binner buscando su fracaso, sino pugnando por lo aún pendiente. Nunca aspiramos a ser la pata progresista de la estrategia conservadora. Con errores y aciertos seguiremos luchando por un país para todos y todas, donde un futuro mejor sea un compromiso de trabajo y no una consigna de campaña.