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11.12.2012 |opinión
En los informes presentados por el propio Grupo Clarín en la Comisión Nacional de Valores y en el expediente judicial N°119/10 «Grupo Clarín SA y otros c/ Poder Ejecutivo Nacional s/ Acción Meramente Declarativa», correspondientes al ejercicio del primer semestre de 2012, declararon ventas netas totales por $ 5345 millones (22,87% más que en igual período de 2011) . Dentro del total anterior, Cablevisión (con Fibertel incluida) facturó $ 3697 millones, o sea el 69,17% de la facturación total del Grupo Clarín.
Este nivel de ventas se proyecta para todo el año 2012 en más de $ 7000 millones sólo para su empresa de cable, y revela que el diario Clarín y sus otras publicaciones, sumado a Canal 13, a TN, y al resto de sus empresas de comunicaciones audiovisuales , todos juntos apenas aportan el 30% del total de ventas del grupo.
Por:
Ariel Garbarz
Son 3,5 millones de hogares cautivos de Cablevisión y 1.432.826 hogares cautivos de Fibertel. Esta cantidad de clientes de cable y el nivel de preponderancia económica respecto del resto de las empresas del holding, sólo se explican por las condiciones y modalidades monopólicas, estructurales y absolutas, dentro de las redes a lo largo y ancho del país, ya descriptas por Tiempo Argentino en esta misma columna, pero que resulta oportuno volver a puntualizarlas:
1) Cablevisión-Fibertel es propietaria del 97% del tramado de las redes cableadas que transmiten videocable e Internet, conformadas por las de fibra óptica troncal y las coaxiales de última milla, en las provincias argentinas de Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe, Córdoba, Neuquén, Río Negro, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco, Formosa y Salta.
Allí estan incluidas las redes que utilizan los otros operadores minoritarios de televisión e Internet.
2) Sobre una muestra de 1.104.645 hogares de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, usuarios de TV por cable e Internet por cablemodem, la UTN verificó que nueve de cada diez son clientes cautivos de Cablevisión-Fibertel porque no tienen otros proveedores para elegir.
Menos del 10% de los hogares con cable son clientes de Telecentro, Tele Red y otras pymes y cooperativas más chicas.
Pero estos operadores no tienen cableado propio en la mayoria de las localidades y, en consecuencia, tienen que pagar peaje al monopolio, con precios y condicionamientos arbitrarios.
3) La propiedad y el control sobre la estructura de la red cableada le permite al Grupo Clarin un dominio casi absoluto de contenidos, servicios y precios de TV e Internet.
Deciden a su arbitrio y conveniencia a qué operadores les dejan alquilar sus cables para prestar servicios o a quienes les permiten conectarse a sus nodos para recibir las señales que transportan.
4) Casi toda la red de videocable y cablemodem está posteada en la via publica (es decir, sostenida en postes) y no soterrada (enterrada). Los municipios no permiten más postes que deterioren la vía pública y contaminen visualmente. Las ordenanzas autorizaron hasta cuatro postes metálicos por cuadra al grupo dominante del mercado y el resto de las prestadoras quedan obligadas a usar los cables al monopolio. Aun con los recursos económicos , técnicos y financiamiento, ya no pueden poner más postes y cables propios.
El Grupo Clarín de hecho se ha apropiado de las veredas públicas municipales en la Capital Federal y en doce provincias argentinas para cablearlas.
5) Cuando excepcionalmente otra empresa consiguió autorización para realizar el posteado y el cableado propios en alguna localidad, el monopolio recurrió al dumping.
Sucedió, por ejemplo, en Río Cuarto, Córdoba, donde al instalarse Supercanal, Cablevisión redujo sus propios abonos a la mitad del precio para lograr que el competidor caiga y que la población quedara sin «libertad para elegir».
Varias veces, jueces honestos, en primera y segunda instancia, ordenaron a Cablevisión modificar sus procedimientos por sus «maniobras con finalidad de excluir a sus competidores, ofertas en precios predatorios y manipulación de la grilla de señales de noticias que no pertenecen al Grupo Clarín». Incumplieron e incumplen sistemáticamente esas sentencias.
Advirtieron que con la aplicación de la ley perderían entre 1500 y 3300 millones de pesos y que no están dispuestos a cumplirla. Están acostumbrados por décadas a ser los patrones absolutos del papel para diarios, primero, y del cable para televisión después. Dueños de los soportes del mensaje dominante y del mensaje dominante también.
No deberia, entonces, sorprendernos que , para conservar sus obscenas rentas, hayan logrado y sigan logrando corromper las conciencias de algunos jueces, legisladores, funcionarios y hasta de ciertos periodistas y dirigentes del campo popular.
Aunque nos indigne y decepcione profundamente. Las mayorías populares, en apoyo a su gobierno y al cumplimiento irrestricto de la Ley de Medios de la Democracia, darán vuelta esta compleja pero imperdible página de nuestra historia.
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