Periodismo opositor
Jueves 20 de Junio de 2013 22:07
Entrevista realizada en el programa radial «No es lo que parece», que se emite por radio plus 96.7 de La Plata. Una charla a fondo entre los periodistas Carlos Garcia Lacamara y Laura Di Marco, autora del libro sobre La Cámpora.
Carlos Garcia Lacamara: ¿Le gustaría poder hablar con Cristina?
Laura Di Marco: ¿Quién no? Me encantaría poder hablar con Cristina, a qué periodista no. No recibe a los periodistas profesionales, excepto a Sandra Russo que es una periodista militante o a Olga Wornat en su momento, cuando hizo el libro sobre ella Son muy pocos los periodistas privilegiados que pueden hablar con la Presidenta. Así que sería fantástico.
CGL: Los periodistas militantes tampoco hablan. Los dos casos que nombraste fueron excepción por los libros sobre ella.
LDM: Es verdad. Inclusive, Russo cuenta que le costó mucho verla y fue por muy pocas horas. Quien más la vio fue Pedro Robledo, funcionario del PRO, que fue con su pareja gay a una fiesta y lo agredieron. Cristina los recibió dos horas y media, los chicos estaban azorados porque pudieron preguntar de todo, una cosa excepcional.
CGL: ¿Cómo ves estos 10 años de gobierno?
LDM: Me sorprendió que a partir del libro que escribí, mucha gente de afuera y las embajadas quieran saber qué es La Cámpora, si son herederos y si van a seguir el modelo ¿Qué hay de la herencia del kirchnerismo? El kirchnerismo hizo un trabajo muy importante, sobre todo entre los jóvenes, que es lo que a mí me tocó investigar.
La polaridad que tenemos en Argentina hace que tengamos prejuicios para mirar la realidad. El antikirchnerista en lugar de ver le pone sus propios deseos a la realidad y entonces hace 10 años que venimos escuchando a tipos que te dicen que esto explota, no va a quedar nada. Desde el otro lado dicen «esto es una maravilla, una revolución desde el Estado». Yo, para hacer un trabajo de mayor ecuanimidad y sacarme la anteojera de los prejuicios, en base al trabajo que hice, además de hablar con muchísimas personas, creo que el kirchnerismo ha invertido muchísimo en la batalla cultural. Hay un sector de jóvenes y de la sociedad que le tiene mucho afecto al kirchnerismo. No me imagino un gobierno que hable de ajustes en la Argentina después del kirchnerismo, no hay espacios para hablar del ajuste. Hay modificaciones culturales donde es imposible dar marcha atrás.
Esto entre los jóvenes va a perdurar y que el próximo gobierno -donde Cristina no puede ser reelecta- no imagino un antikirchnerista del mismo modo que el kirchnerismo fue antimenemista. El kirchnerismo ha sembrado mucho y que el próximo gobierno no va a poder prescindir de esos votos. Será un 30% pero no me parece menor. Se ha dejado una huella muy importante. El kirchnerismo también invirtió mucho en las universidades, la mayoría tienen impronta kirchneristas, me refiero a los que dirigen, no a los centros de estudiantes.
Recuerdo que el año pasado fui a una charla a TEA en un auditorio con 700 chicos. Cuando yo estudiaba periodismo y un periodista venía a hablar de sus investigaciones, me generaba admiración. De esos 700 chicos, más de la mitad, en lugar de preguntarme cómo me había metido como periodista profesional y no militante en una organización tan impenetrable como la Cámpora, me cuestionaban por haberlo hecho. Eran como 300 camporistas estudiantes de periodismo que se habían metido en la batalla mediática y estaban del lado del gobierno en el cuestionamiento de los grandes medios. Cuando salí, me dije: este gobierno hizo un gran trabajo cultural que va a perdurar.
Después me enteré que hubo un debate cuando me fui, porque no me considero una periodista corporativa, los invité a pensar en un montón de cosas, y me cuestionaban por qué me había metido en la vida privada de los muchachos de la Cámpora. Yo decía que eso era una lectura política, porque que Larroque se meta en la pareja de Ottavis y Mayra Mendoza -que son dos integrantes de la Cámpora-, como hacía montoneros en los 70, hablaba de un posicionamiento político de esa organización.
Hubo un quiebre entre ellos, pero lo que me quedó es que si un estudiante de periodismo que está en una escuela que es emblemática y si tanto defiende al gobierno, es porque el gobierno hizo un trabajo cultural. Lo hizo, creó un montón de nuevas universidades con impronta kirchnerista. Cuando digo esto, mucha gente me dice: Alfonsín también hizo un trabajo cultural importante y que había muchos jóvenes en la Coordinadora y enamorados del alfonsinismo, es verdad pero Alfonsín fue un líder que defraudó y hasta ahora Cristina es una líder que no los defraudó. No sólo no los defraudó, sino que los incorporó al gobierno, reparó a muchos de ellos metiendo presos a los asesinos de sus padres y dándoles un lugar en el gobierno.
Uno puede decir que Argentina pierde oportunidad de desarrollo económico – yo pienso eso- pero no se puede hablar de lo que sucedió con Alfonsín que terminó de sumar decepción a la desecación política con la obediencia debida y con todo lo que Alfonsín resignó en su momento o por lo menos así fue leído por esos jóvenes. Creo que el trabajo del kirchnerismo va a perdurar y que hay que salir del microclima para leerlo. Me decían en la embajada: se cae todo. Pero veo que no se cae nada, lo miraban desde sus expresiones de deseo, la realidad dice ora cosa.
CGL: En el editorial de la revista Noticias, sobre Miryan Quiroga, cuestionan al equipo económico y después vas a la parte de economía y te encontrás que hay empresas que invierten en Argentina.
LDM: A veces doy charlas a gerentes de corporaciones que quieren charlar política en un ámbito más privado. El otro día entré antes a una reunión que ellos tenían en las reuniones con Moreno y escuchaba que ellos estaban ganando guita. ¿Cuál era el problema que tenían ellos? No podían sacar la plata del país. Uno de ellos dice: mi enojo no es con el kirchnerismo, obviamente no era kirchnerista, tenía un montón de cuestionamientos, mi enojo es con la oposición que no puede generar una alternativa.
CGL: Me parece que hay una oposición que habla por el odio y no alcanzan a armar una opción.
LDM: Lo preocupante es que se unen en torno al «no», pero cuál es la propuesta. Un proyecto interno a la negatividad, no quieren a Cristina, no quieren la reelección, me parece perfecto. Además, hay muchos kirchneristas que si bien apoyan el modelo, les parece una debilidad la continuidad de Cristina porque sería interesante que el proyecto genere líderes políticos que continúen y no que todo esté en torno a una persona. Esto es interesante charlarlo con la gente de afuera, que me decían: a mi no me coincide lo que leo en los diarios con lo que veo. Por eso empiezan a tener charlas con periodistas, con diversos referentes de la sociedad para poder armarse un mapa y ver que es lo que pasa. Uno vive escuchando que no se puede vivir con un índice inflacionario como estos, comparto que son preocupantes. Ahora, evidentemente el kirchnerismo ha demostrado que hace 10 años que se puede.
CGL: Con las paritarias ha ido empardando la inflación.
LDM: Hay un desaceleramiento de consumo, hay deterioro. En realidad, en estos 10 años Argentina creció pero no se desarrolló a la altura de ese crecimiento. No se ha invertido en transportes y ves lo que sucedió en Once, la educación tiene muchos problemas. Creo que sería muy bueno que la oposición pudiera hacer propuestas en ese sentido. Hay odio de los dos lados, lamentablemente está bastante repartido. Recuerdo que Pepe Mujica decía hace un tiempo que los argentinos tienen que quererse más. Hay un país partido, dividido, probablemente siempre lo hubo y el kirchnerismo vino a instalar debates que reactualizaron esa división. Me preocupa personalmente que en este clima polarizado no haya dificultades para un periodismo más ecuánime, tenés espacio para un periodismo de oposición y un periodismo oficialista.
Las miradas intermedias -porque la realidad tiene mucho más grises que blanco y negro-, son muy difíciles de instalar. La gente quiere escuchar una posición o la otra. El periodismo no es un periodismo crítico, es de oposición. Cuando posteo cosas que tienen grises, que rescatan cosas del kirchnerismo y de la oposición, me siento tranquila porque es lo que veo, pero no es una posición que se traduzca en rating, en popularidad, la gente quiere verte de un lado o del otro. Un periodista también está capturado por llegar a una sociedad y digo, hasta qué punto los periodistas por tener rating se acomodan o fuerzan una posición fuera del oficialismo. Cuando ves programas como el de Lanata, por ejemplo, en relación al chavismo, algunas críticas que comparto y otras no, entonces, no entendés por qué la gente lo voto a Chávez.
Porque si es todo así, estamos frente a millones de personas que no pueden pensar y la verdad que el fenómeno es más complejo. El kirchnerismo es complejo, escribí sobre la Cámpora, un fenómeno complejo. Si los demonizás, lo simplificás y si los endiosas también. Creo que la tarea de un periodista no es sólo tener rating. Hay que decir cosas creíbles por más que a la gente en un determinado momento no le guste.
CGL: Un tiempo después de escrito el libro ¿Qué visión tenés de la Cámpora?
LDM: Mi visión no ha variado, no soy una anti-kirchnerista y tampoco soy kirchnerista, soy una periodista que mantiene parámetros de ecuanimidad y sin embargo, como ellos me pusieron en el lugar de la oposición, casi como que el libro me lo había financiado Magnetto. Mirá cómo distorsiona la realidad la polaridad en la que vivimos, también desde el kirchnerismo. Recibo montones de mails de chicos de la Cámpora que me dicen: cuando empecé a leer el libro, pensé que era totalmente destructivo y realmente me llevé una sorpresa. Cosa que me gratifica, me gusta escuchar eso porque esa fue la intención.
De ser jóvenes aplaudidores del poder… la posición de los jóvenes me parece que es otra. Podrían estar pensando, presionando al poder, pensando en un proyecto de país más a largo plazo, cuestionando a los adultos que es el rol de los jóvenes. En el libro hablé bastante con Iván Heyn, economista de la Cámpora que estaba preparando cuadros. Su cuestionamiento era que estaba triunfando el amiguismo, que no llegaban los más inteligentes, los más capaces, porque en general si sos inteligente, cuestionás y reclamás espacio de libertad para pensar, si sos crítico y no sos cristinista, eso choca con la cultura de este gobierno. Te exige obediencia para poder ascender. Lo bueno es esto, la reconexión de los jóvenes con la política, el retorno de la mística.
Acerca de lo que comentaba antes de Robledo, empezó a verse con Larroque, los conectó Cristina cuando la fue a ver a la Casa de Gobierno. Me contaba que le parecía increíble la mística de la Cámpora y que en el macrismo esa mística no existía pero le encantaría que existiera. Yo le estaba haciendo la entrevista frente a la Facultad de Derecho y estaba con un amigo y le pregunto si iba a llevar chicos del PRO a La Plata porque estaba viajando con el “Cuervo” para las zonas de las inundaciones porque le mostraba lo que estaba haciendo la Cámpora ahí y Pedro me dice: es peligroso llevar a chicos del macrismo con la Cámpora porque son muy convincentes, tienen mucha mística. Eso es lo que me parece bueno, que la juventud discuta. Creo que la Cámpora tiene mucho de religioso. Me parece muy positivo que la Cámpora se meta a pensar en un país pero tiene un sesgo de autoritario preocupante, un sesgo verticalista preocupante.
Para mí, es un verticalismo a ultranza, yo milité en la Coordinadora radical, casualmente ayer hablé con Jesús Rodríguez que fue Ministro de Economía de la Nación, la gran consigna que hizo Raimundi como presidente de la juventud era «Con la mística de la militancia» y no sabés cómo lo cuestionaban por ese afiche. La derecha radical y la Unión Conservadora de Renovación y Cambio no sabés cómo nos mataban por aquel afiche de la mística en la militancia.
CGL: ¿En la Cámpora habla el de arriba y los de abajo no pueden hablar?
LDM: Sí tal cual. Soy dura con el “Cuervo” pero me parece que no se lleva una moneda, no es de los pibes de la Cámpora que están ahí por negocios, para nada. Me parece que es un creyente absoluto del modelo, un soldado. Mi cuestionamiento es por ese pensamiento rígido y autoritario que él tiene que no me parece democrático, eso es lo que me parece peligroso de él, que es un fanático y con una mirada teñida de muchos prejuicios. De hecho, cuando lo llamo para entrevistarlo por el libro, le digo: esto es un proyecto independiente, mío, donde nadie me está bajando línea, quiero saber qué es la Cámpora y por eso quiero verte.
Jamás me recibió porque yo escribo en la Nación, por eso no me recibió. Lo hemos visto en el Congreso cuando le gritó «atorranta» a Laura Alonso, no sé por qué, porque si te está peleando con un genocida está perfecto, pero estamos hablando dentro del sistema democrático, de acuerdos de leyes y esto es lo que me parece preocupante de él, es un fanático con elementos antidemocráticos y eso a mí me resulta muy cuestionable pero no porque esté ahí por robar o muchísimo menos. No lo veo un tipo con ambiciones personales.
CGL: ¿Cómo se imagina el futuro? Cristina candidata o no candidata va a seguir incidiendo ¿no?
LDM: No tengo ninguna duda. La Argentina te depara sorpresas, recordá que en el 2009 el kirchnerismo había perdido y en el 2010 todo el mundo decía que se terminaba el kirchnerismo. Falleció Néstor y hubo un resurgimiento del kirchnerismo como nunca nadie antes esperó. En Argentina suceden estas cosas. Me imagino que el kirchnerismo, aunque Cristina no sea reelecta, va a seguir incidiendo de una manera importante, sobre todo, culturalmente. Va a seguir existiendo y va a haber una porción de la sociedad que va a seguir con esos valores.
Han trabajado el tema de determinados valores, algunos adhiero, me parece importante que un proyecto político trabaje esos valores. En cuanto al futuro, en la Cámpora no tuvieron la capacidad de generar un cuadro que pueda continuar, en un momento parecía que Boudou iba a ser el sucesor, hoy sabemos que no. Es difícil evaluar, está la figura de Massa, la figura de Scioli también, donde uno dice, si es Massa o Scioli, el kirchnerismo se termina.
Tengo mis dudas, creo que justamente Massa y Scioli no se definen porque quieren capturar y ser continuador de una porción del kirchnerismo que va a seguir existiendo en la sociedad. Son muchos votos para desperdiciar e irse para el otro lado, es claro que lo que más le conviene a los posibles sucesores para tener chances presidenciales. Ninguno de los dos se posiciona en un anti-kirchnerismo desatado o a cara descubierta. La ambigüedad es lo que les está haciendo cosechar más votos y buena imagen, es notable porque los dos juegan en el mismo tablero, el de la ambigüedad.
No se sabe si Massa va a ser un candidato de la oposición o un candidato en el medio entre el kirchnerismo y el anti-kirchnerismo. El otro día apareció con Cristina dos veces, es cuidar esa porción. Creo que los dos están viendo eso que podrían beneficiarse de los votos kirchneristas, por eso se posicionan así. Creo que si hay cambios de estilo tendrán que ser muy graduales y hay cosas en las que ya no se puede volver atrás. No me imagino un gobierno hablando de ajuste en Argentina, no creo que culturalmente eso sea tolerable.
CGL: ¿Podemos saber en qué próximo proyecto la encontramos?
LDM: Estoy haciendo un libro, más potente que la Cámpora, no puedo contar qué pero va a salir el año que viene, es político y el tema me resulta más importante que la Cámpora, me entusiasma mucho. Así que estoy trabajando intensamente en eso.
CGL: ¿Una pista?
LDM: Qué puede ser más importante que la Cámpora, pensá.
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Jueves 20 de Junio de 2013 22:07
Entrevista realizada en el programa radial «No es lo que parece», que se emite por radio plus 96.7 de La Plata. Una charla a fondo entre los periodistas Carlos Garcia Lacamara y Laura Di Marco, autora del libro sobre La Cámpora.
Carlos Garcia Lacamara: ¿Le gustaría poder hablar con Cristina?
Laura Di Marco: ¿Quién no? Me encantaría poder hablar con Cristina, a qué periodista no. No recibe a los periodistas profesionales, excepto a Sandra Russo que es una periodista militante o a Olga Wornat en su momento, cuando hizo el libro sobre ella Son muy pocos los periodistas privilegiados que pueden hablar con la Presidenta. Así que sería fantástico.
CGL: Los periodistas militantes tampoco hablan. Los dos casos que nombraste fueron excepción por los libros sobre ella.
LDM: Es verdad. Inclusive, Russo cuenta que le costó mucho verla y fue por muy pocas horas. Quien más la vio fue Pedro Robledo, funcionario del PRO, que fue con su pareja gay a una fiesta y lo agredieron. Cristina los recibió dos horas y media, los chicos estaban azorados porque pudieron preguntar de todo, una cosa excepcional.
CGL: ¿Cómo ves estos 10 años de gobierno?
LDM: Me sorprendió que a partir del libro que escribí, mucha gente de afuera y las embajadas quieran saber qué es La Cámpora, si son herederos y si van a seguir el modelo ¿Qué hay de la herencia del kirchnerismo? El kirchnerismo hizo un trabajo muy importante, sobre todo entre los jóvenes, que es lo que a mí me tocó investigar.
La polaridad que tenemos en Argentina hace que tengamos prejuicios para mirar la realidad. El antikirchnerista en lugar de ver le pone sus propios deseos a la realidad y entonces hace 10 años que venimos escuchando a tipos que te dicen que esto explota, no va a quedar nada. Desde el otro lado dicen «esto es una maravilla, una revolución desde el Estado». Yo, para hacer un trabajo de mayor ecuanimidad y sacarme la anteojera de los prejuicios, en base al trabajo que hice, además de hablar con muchísimas personas, creo que el kirchnerismo ha invertido muchísimo en la batalla cultural. Hay un sector de jóvenes y de la sociedad que le tiene mucho afecto al kirchnerismo. No me imagino un gobierno que hable de ajustes en la Argentina después del kirchnerismo, no hay espacios para hablar del ajuste. Hay modificaciones culturales donde es imposible dar marcha atrás.
Esto entre los jóvenes va a perdurar y que el próximo gobierno -donde Cristina no puede ser reelecta- no imagino un antikirchnerista del mismo modo que el kirchnerismo fue antimenemista. El kirchnerismo ha sembrado mucho y que el próximo gobierno no va a poder prescindir de esos votos. Será un 30% pero no me parece menor. Se ha dejado una huella muy importante. El kirchnerismo también invirtió mucho en las universidades, la mayoría tienen impronta kirchneristas, me refiero a los que dirigen, no a los centros de estudiantes.
Recuerdo que el año pasado fui a una charla a TEA en un auditorio con 700 chicos. Cuando yo estudiaba periodismo y un periodista venía a hablar de sus investigaciones, me generaba admiración. De esos 700 chicos, más de la mitad, en lugar de preguntarme cómo me había metido como periodista profesional y no militante en una organización tan impenetrable como la Cámpora, me cuestionaban por haberlo hecho. Eran como 300 camporistas estudiantes de periodismo que se habían metido en la batalla mediática y estaban del lado del gobierno en el cuestionamiento de los grandes medios. Cuando salí, me dije: este gobierno hizo un gran trabajo cultural que va a perdurar.
Después me enteré que hubo un debate cuando me fui, porque no me considero una periodista corporativa, los invité a pensar en un montón de cosas, y me cuestionaban por qué me había metido en la vida privada de los muchachos de la Cámpora. Yo decía que eso era una lectura política, porque que Larroque se meta en la pareja de Ottavis y Mayra Mendoza -que son dos integrantes de la Cámpora-, como hacía montoneros en los 70, hablaba de un posicionamiento político de esa organización.
Hubo un quiebre entre ellos, pero lo que me quedó es que si un estudiante de periodismo que está en una escuela que es emblemática y si tanto defiende al gobierno, es porque el gobierno hizo un trabajo cultural. Lo hizo, creó un montón de nuevas universidades con impronta kirchnerista. Cuando digo esto, mucha gente me dice: Alfonsín también hizo un trabajo cultural importante y que había muchos jóvenes en la Coordinadora y enamorados del alfonsinismo, es verdad pero Alfonsín fue un líder que defraudó y hasta ahora Cristina es una líder que no los defraudó. No sólo no los defraudó, sino que los incorporó al gobierno, reparó a muchos de ellos metiendo presos a los asesinos de sus padres y dándoles un lugar en el gobierno.
Uno puede decir que Argentina pierde oportunidad de desarrollo económico – yo pienso eso- pero no se puede hablar de lo que sucedió con Alfonsín que terminó de sumar decepción a la desecación política con la obediencia debida y con todo lo que Alfonsín resignó en su momento o por lo menos así fue leído por esos jóvenes. Creo que el trabajo del kirchnerismo va a perdurar y que hay que salir del microclima para leerlo. Me decían en la embajada: se cae todo. Pero veo que no se cae nada, lo miraban desde sus expresiones de deseo, la realidad dice ora cosa.
CGL: En el editorial de la revista Noticias, sobre Miryan Quiroga, cuestionan al equipo económico y después vas a la parte de economía y te encontrás que hay empresas que invierten en Argentina.
LDM: A veces doy charlas a gerentes de corporaciones que quieren charlar política en un ámbito más privado. El otro día entré antes a una reunión que ellos tenían en las reuniones con Moreno y escuchaba que ellos estaban ganando guita. ¿Cuál era el problema que tenían ellos? No podían sacar la plata del país. Uno de ellos dice: mi enojo no es con el kirchnerismo, obviamente no era kirchnerista, tenía un montón de cuestionamientos, mi enojo es con la oposición que no puede generar una alternativa.
CGL: Me parece que hay una oposición que habla por el odio y no alcanzan a armar una opción.
LDM: Lo preocupante es que se unen en torno al «no», pero cuál es la propuesta. Un proyecto interno a la negatividad, no quieren a Cristina, no quieren la reelección, me parece perfecto. Además, hay muchos kirchneristas que si bien apoyan el modelo, les parece una debilidad la continuidad de Cristina porque sería interesante que el proyecto genere líderes políticos que continúen y no que todo esté en torno a una persona. Esto es interesante charlarlo con la gente de afuera, que me decían: a mi no me coincide lo que leo en los diarios con lo que veo. Por eso empiezan a tener charlas con periodistas, con diversos referentes de la sociedad para poder armarse un mapa y ver que es lo que pasa. Uno vive escuchando que no se puede vivir con un índice inflacionario como estos, comparto que son preocupantes. Ahora, evidentemente el kirchnerismo ha demostrado que hace 10 años que se puede.
CGL: Con las paritarias ha ido empardando la inflación.
LDM: Hay un desaceleramiento de consumo, hay deterioro. En realidad, en estos 10 años Argentina creció pero no se desarrolló a la altura de ese crecimiento. No se ha invertido en transportes y ves lo que sucedió en Once, la educación tiene muchos problemas. Creo que sería muy bueno que la oposición pudiera hacer propuestas en ese sentido. Hay odio de los dos lados, lamentablemente está bastante repartido. Recuerdo que Pepe Mujica decía hace un tiempo que los argentinos tienen que quererse más. Hay un país partido, dividido, probablemente siempre lo hubo y el kirchnerismo vino a instalar debates que reactualizaron esa división. Me preocupa personalmente que en este clima polarizado no haya dificultades para un periodismo más ecuánime, tenés espacio para un periodismo de oposición y un periodismo oficialista.
Las miradas intermedias -porque la realidad tiene mucho más grises que blanco y negro-, son muy difíciles de instalar. La gente quiere escuchar una posición o la otra. El periodismo no es un periodismo crítico, es de oposición. Cuando posteo cosas que tienen grises, que rescatan cosas del kirchnerismo y de la oposición, me siento tranquila porque es lo que veo, pero no es una posición que se traduzca en rating, en popularidad, la gente quiere verte de un lado o del otro. Un periodista también está capturado por llegar a una sociedad y digo, hasta qué punto los periodistas por tener rating se acomodan o fuerzan una posición fuera del oficialismo. Cuando ves programas como el de Lanata, por ejemplo, en relación al chavismo, algunas críticas que comparto y otras no, entonces, no entendés por qué la gente lo voto a Chávez.
Porque si es todo así, estamos frente a millones de personas que no pueden pensar y la verdad que el fenómeno es más complejo. El kirchnerismo es complejo, escribí sobre la Cámpora, un fenómeno complejo. Si los demonizás, lo simplificás y si los endiosas también. Creo que la tarea de un periodista no es sólo tener rating. Hay que decir cosas creíbles por más que a la gente en un determinado momento no le guste.
CGL: Un tiempo después de escrito el libro ¿Qué visión tenés de la Cámpora?
LDM: Mi visión no ha variado, no soy una anti-kirchnerista y tampoco soy kirchnerista, soy una periodista que mantiene parámetros de ecuanimidad y sin embargo, como ellos me pusieron en el lugar de la oposición, casi como que el libro me lo había financiado Magnetto. Mirá cómo distorsiona la realidad la polaridad en la que vivimos, también desde el kirchnerismo. Recibo montones de mails de chicos de la Cámpora que me dicen: cuando empecé a leer el libro, pensé que era totalmente destructivo y realmente me llevé una sorpresa. Cosa que me gratifica, me gusta escuchar eso porque esa fue la intención.
De ser jóvenes aplaudidores del poder… la posición de los jóvenes me parece que es otra. Podrían estar pensando, presionando al poder, pensando en un proyecto de país más a largo plazo, cuestionando a los adultos que es el rol de los jóvenes. En el libro hablé bastante con Iván Heyn, economista de la Cámpora que estaba preparando cuadros. Su cuestionamiento era que estaba triunfando el amiguismo, que no llegaban los más inteligentes, los más capaces, porque en general si sos inteligente, cuestionás y reclamás espacio de libertad para pensar, si sos crítico y no sos cristinista, eso choca con la cultura de este gobierno. Te exige obediencia para poder ascender. Lo bueno es esto, la reconexión de los jóvenes con la política, el retorno de la mística.
Acerca de lo que comentaba antes de Robledo, empezó a verse con Larroque, los conectó Cristina cuando la fue a ver a la Casa de Gobierno. Me contaba que le parecía increíble la mística de la Cámpora y que en el macrismo esa mística no existía pero le encantaría que existiera. Yo le estaba haciendo la entrevista frente a la Facultad de Derecho y estaba con un amigo y le pregunto si iba a llevar chicos del PRO a La Plata porque estaba viajando con el “Cuervo” para las zonas de las inundaciones porque le mostraba lo que estaba haciendo la Cámpora ahí y Pedro me dice: es peligroso llevar a chicos del macrismo con la Cámpora porque son muy convincentes, tienen mucha mística. Eso es lo que me parece bueno, que la juventud discuta. Creo que la Cámpora tiene mucho de religioso. Me parece muy positivo que la Cámpora se meta a pensar en un país pero tiene un sesgo de autoritario preocupante, un sesgo verticalista preocupante.
Para mí, es un verticalismo a ultranza, yo milité en la Coordinadora radical, casualmente ayer hablé con Jesús Rodríguez que fue Ministro de Economía de la Nación, la gran consigna que hizo Raimundi como presidente de la juventud era «Con la mística de la militancia» y no sabés cómo lo cuestionaban por ese afiche. La derecha radical y la Unión Conservadora de Renovación y Cambio no sabés cómo nos mataban por aquel afiche de la mística en la militancia.
CGL: ¿En la Cámpora habla el de arriba y los de abajo no pueden hablar?
LDM: Sí tal cual. Soy dura con el “Cuervo” pero me parece que no se lleva una moneda, no es de los pibes de la Cámpora que están ahí por negocios, para nada. Me parece que es un creyente absoluto del modelo, un soldado. Mi cuestionamiento es por ese pensamiento rígido y autoritario que él tiene que no me parece democrático, eso es lo que me parece peligroso de él, que es un fanático y con una mirada teñida de muchos prejuicios. De hecho, cuando lo llamo para entrevistarlo por el libro, le digo: esto es un proyecto independiente, mío, donde nadie me está bajando línea, quiero saber qué es la Cámpora y por eso quiero verte.
Jamás me recibió porque yo escribo en la Nación, por eso no me recibió. Lo hemos visto en el Congreso cuando le gritó «atorranta» a Laura Alonso, no sé por qué, porque si te está peleando con un genocida está perfecto, pero estamos hablando dentro del sistema democrático, de acuerdos de leyes y esto es lo que me parece preocupante de él, es un fanático con elementos antidemocráticos y eso a mí me resulta muy cuestionable pero no porque esté ahí por robar o muchísimo menos. No lo veo un tipo con ambiciones personales.
CGL: ¿Cómo se imagina el futuro? Cristina candidata o no candidata va a seguir incidiendo ¿no?
LDM: No tengo ninguna duda. La Argentina te depara sorpresas, recordá que en el 2009 el kirchnerismo había perdido y en el 2010 todo el mundo decía que se terminaba el kirchnerismo. Falleció Néstor y hubo un resurgimiento del kirchnerismo como nunca nadie antes esperó. En Argentina suceden estas cosas. Me imagino que el kirchnerismo, aunque Cristina no sea reelecta, va a seguir incidiendo de una manera importante, sobre todo, culturalmente. Va a seguir existiendo y va a haber una porción de la sociedad que va a seguir con esos valores.
Han trabajado el tema de determinados valores, algunos adhiero, me parece importante que un proyecto político trabaje esos valores. En cuanto al futuro, en la Cámpora no tuvieron la capacidad de generar un cuadro que pueda continuar, en un momento parecía que Boudou iba a ser el sucesor, hoy sabemos que no. Es difícil evaluar, está la figura de Massa, la figura de Scioli también, donde uno dice, si es Massa o Scioli, el kirchnerismo se termina.
Tengo mis dudas, creo que justamente Massa y Scioli no se definen porque quieren capturar y ser continuador de una porción del kirchnerismo que va a seguir existiendo en la sociedad. Son muchos votos para desperdiciar e irse para el otro lado, es claro que lo que más le conviene a los posibles sucesores para tener chances presidenciales. Ninguno de los dos se posiciona en un anti-kirchnerismo desatado o a cara descubierta. La ambigüedad es lo que les está haciendo cosechar más votos y buena imagen, es notable porque los dos juegan en el mismo tablero, el de la ambigüedad.
No se sabe si Massa va a ser un candidato de la oposición o un candidato en el medio entre el kirchnerismo y el anti-kirchnerismo. El otro día apareció con Cristina dos veces, es cuidar esa porción. Creo que los dos están viendo eso que podrían beneficiarse de los votos kirchneristas, por eso se posicionan así. Creo que si hay cambios de estilo tendrán que ser muy graduales y hay cosas en las que ya no se puede volver atrás. No me imagino un gobierno hablando de ajuste en Argentina, no creo que culturalmente eso sea tolerable.
CGL: ¿Podemos saber en qué próximo proyecto la encontramos?
LDM: Estoy haciendo un libro, más potente que la Cámpora, no puedo contar qué pero va a salir el año que viene, es político y el tema me resulta más importante que la Cámpora, me entusiasma mucho. Así que estoy trabajando intensamente en eso.
CGL: ¿Una pista?
LDM: Qué puede ser más importante que la Cámpora, pensá.
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