Las cámaras empresariales en su hora. Empresas, aun las grandes, ya no pueden negociar con Economía en directo.
• Clima bastante más tranquilo fluye en estos días entre los industriales, ante los primeros avances de los acuerdos de paritarias. Obviamente, que se hayan cerrado las negociaciones de dos rubros clave (los metalúrgicos de la UOM y la construcción con UOCRA), y que ambas hayan sido con alzas menores al 30% y divididas en al menos dos pagos), relajó a los privados. «Sucede que en un momento habíamos temido un panorama muy complicado cuando se empezó a hablar de aumentos salariales por encima de ese 30%. Ya descartábamos que no podíamos insistir con el 25% con el que habíamos soñado a comienzos de año, pero este nivel actual se acerca al menos a nuestra segunda hipótesis de trabajo; la del 28%». El comentario pertenece a uno de los negociadores de los empresarios de la construcción. Un dato importante sobre el tema fue agregado a continuación: «La UOM cerró con casi un 30%, pero el porcentaje real es menor dado que había un pago no remunerativo que ahora se lo incluyó como remunerativo; el porcentaje así baja al 26,5%».
• Sobre el nivel de la actividad de la construcción, el referente aseguraba que hoy por hoy, lo que más sostiene el rubro es la obra pública en sus dos versiones: las licitaciones de grandes proyectos de servicios especialmente en el interior y el plan Procrear de la ANSES. Sus datos hablaban de un pronóstico de 12 millones de toneladas de cemento que demandará la construcción este año, el mismo nivel de 2013 cuando fue récord histórico. Nuevamente entusiasmado el constructor habló de una aceleración en los giros del Gobierno nacional para acelerar obras que estuvieron casi paralizadas en los últimos meses, y que ahora hay una intencionalidad política de avanzar en la mayoría de los proyectos, especialmente los que tienen fecha de inauguración en el segundo semestre de 2014, obviamente tiempos electorales. «Qué lástima el cepo. Si hubiera disponibilidad de acceso a los dólares, los privados nos estaríamos moviendo mejor en la construcción de viviendas. Y que lástima también la suba de tasas que prácticamente eliminó los créditos hipotecarios. Con intereses menores y tantos pesos disponibles estaríamos avanzando más en proyectos de pozos. Pero no, está todo parado». El constructor se volvió a deprimir. Terminó su café y volvió a la sede del Ministerio de Trabajo de Alem. Mientras tanto, al cruzar la avenida, protestaba por las interminables obras de pavimentación que completan varios años de levantamiento del subte y que, durante el año pasado, fue la obra pública más importante en la Capital Federal.
• Ya son varios los industriales que coinciden en una queja puntual. Al comparar los días actuales de negociaciones con el Gobierno nacional con las jornadas donde reinaba Guillermo Moreno en la Secretaría de Comercio Interior, un empresario dedicado al rubro de la alimentación aseguraba que el principal cambio es en el clima de trabajo. «Ya no nos insultan ni nos gritan, y hasta nos permiten reflexionar sobre las medidas y compartir los motivos por el cual se toman las decisiones». Mientras se deleitaba con un extraordinario bife de chorizo en una parrilla de Núñez, el industrial pasó de las comparaciones positivas a las más negativas. «Sin embargo, para nosotros es todo más complejo ahora. Sucede que antes el trato con Moreno era individual con nuestra empresa. Negociábamos, más bien nos ordenaba, cara a cara; y los acuerdos a los que llegábamos se cumplían sin alteraciones». Agregó que «ahora todo se hace desde las cámaras y nuestros problemas e inquietudes se diluyen». Compartiendo queja, y en la misma situación de la alimentación y la Copal, están también las terminales con ADEFA, la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) y la Cámara Argentina de Comercio.
• Clima bastante más tranquilo fluye en estos días entre los industriales, ante los primeros avances de los acuerdos de paritarias. Obviamente, que se hayan cerrado las negociaciones de dos rubros clave (los metalúrgicos de la UOM y la construcción con UOCRA), y que ambas hayan sido con alzas menores al 30% y divididas en al menos dos pagos), relajó a los privados. «Sucede que en un momento habíamos temido un panorama muy complicado cuando se empezó a hablar de aumentos salariales por encima de ese 30%. Ya descartábamos que no podíamos insistir con el 25% con el que habíamos soñado a comienzos de año, pero este nivel actual se acerca al menos a nuestra segunda hipótesis de trabajo; la del 28%». El comentario pertenece a uno de los negociadores de los empresarios de la construcción. Un dato importante sobre el tema fue agregado a continuación: «La UOM cerró con casi un 30%, pero el porcentaje real es menor dado que había un pago no remunerativo que ahora se lo incluyó como remunerativo; el porcentaje así baja al 26,5%».
• Sobre el nivel de la actividad de la construcción, el referente aseguraba que hoy por hoy, lo que más sostiene el rubro es la obra pública en sus dos versiones: las licitaciones de grandes proyectos de servicios especialmente en el interior y el plan Procrear de la ANSES. Sus datos hablaban de un pronóstico de 12 millones de toneladas de cemento que demandará la construcción este año, el mismo nivel de 2013 cuando fue récord histórico. Nuevamente entusiasmado el constructor habló de una aceleración en los giros del Gobierno nacional para acelerar obras que estuvieron casi paralizadas en los últimos meses, y que ahora hay una intencionalidad política de avanzar en la mayoría de los proyectos, especialmente los que tienen fecha de inauguración en el segundo semestre de 2014, obviamente tiempos electorales. «Qué lástima el cepo. Si hubiera disponibilidad de acceso a los dólares, los privados nos estaríamos moviendo mejor en la construcción de viviendas. Y que lástima también la suba de tasas que prácticamente eliminó los créditos hipotecarios. Con intereses menores y tantos pesos disponibles estaríamos avanzando más en proyectos de pozos. Pero no, está todo parado». El constructor se volvió a deprimir. Terminó su café y volvió a la sede del Ministerio de Trabajo de Alem. Mientras tanto, al cruzar la avenida, protestaba por las interminables obras de pavimentación que completan varios años de levantamiento del subte y que, durante el año pasado, fue la obra pública más importante en la Capital Federal.
• Ya son varios los industriales que coinciden en una queja puntual. Al comparar los días actuales de negociaciones con el Gobierno nacional con las jornadas donde reinaba Guillermo Moreno en la Secretaría de Comercio Interior, un empresario dedicado al rubro de la alimentación aseguraba que el principal cambio es en el clima de trabajo. «Ya no nos insultan ni nos gritan, y hasta nos permiten reflexionar sobre las medidas y compartir los motivos por el cual se toman las decisiones». Mientras se deleitaba con un extraordinario bife de chorizo en una parrilla de Núñez, el industrial pasó de las comparaciones positivas a las más negativas. «Sin embargo, para nosotros es todo más complejo ahora. Sucede que antes el trato con Moreno era individual con nuestra empresa. Negociábamos, más bien nos ordenaba, cara a cara; y los acuerdos a los que llegábamos se cumplían sin alteraciones». Agregó que «ahora todo se hace desde las cámaras y nuestros problemas e inquietudes se diluyen». Compartiendo queja, y en la misma situación de la alimentación y la Copal, están también las terminales con ADEFA, la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) y la Cámara Argentina de Comercio.