Domingo 22 de mayo de 2011 | Publicado en edición impresa
Del optimismo a la desazón. De la confianza en sus socios al desánimo. Ricardo López Murphy fue, durante toda la tarde, el candidato de Francisco de Narváez a la jefatura de gobierno porteño. Pero el acuerdo, que parecía cercano, se deshilachó como por arte de magia.
Después de negociar con Pro y López Murphy, los leales a De Narváez terminaron anotando su propia lista de legisladores porteños como colectora de la postulante radical Silvana Giúdici. López Murphy, que se reunió con el propio De Narváez durante la agitada tarde de ayer, terminó anotando a su propio partido, Convergencia Federal, en alianza con el partido Autonomista.
«Tenemos mucha gente que nos va a acompañar. Lamentamos que las tratativas con De Narváez no prosperaran», afirmó a La Nacion Marcelo Meis, primer candidato a diputado porteño por la lista de López Murphy. Los problemas entre ambos dirigentes se hicieron realidad cuando Jorge Giorno, del Partido de la Ciudad, se acercó a Giúdici. «La idea es homologar en la ciudad los acuerdos que tenemos con De Narváez en la provincia de Buenos Aires», afirmó Giúdici, que recibió un inesperado apoyo de última hora.
Del optimismo a la desazón. De la confianza en sus socios al desánimo. Ricardo López Murphy fue, durante toda la tarde, el candidato de Francisco de Narváez a la jefatura de gobierno porteño. Pero el acuerdo, que parecía cercano, se deshilachó como por arte de magia.
Después de negociar con Pro y López Murphy, los leales a De Narváez terminaron anotando su propia lista de legisladores porteños como colectora de la postulante radical Silvana Giúdici. López Murphy, que se reunió con el propio De Narváez durante la agitada tarde de ayer, terminó anotando a su propio partido, Convergencia Federal, en alianza con el partido Autonomista.
«Tenemos mucha gente que nos va a acompañar. Lamentamos que las tratativas con De Narváez no prosperaran», afirmó a La Nacion Marcelo Meis, primer candidato a diputado porteño por la lista de López Murphy. Los problemas entre ambos dirigentes se hicieron realidad cuando Jorge Giorno, del Partido de la Ciudad, se acercó a Giúdici. «La idea es homologar en la ciudad los acuerdos que tenemos con De Narváez en la provincia de Buenos Aires», afirmó Giúdici, que recibió un inesperado apoyo de última hora.