Poco a poco los inversionistas consultan cada vez más y, además, buscan opciones para comprar inmuebles en el exterior. Los lugares más elegidos por los mendocinos son Estados Unidos, en especial Miami; Chile, en particular Santiago y Providencia; y en la lista también figuran España, Perú y Panamá.
Hay varios motivos que impulsan a los ahorristas a animarse a comprar afuera del país: los altos precios del mercado local, los problemas a la hora de comprar y vender en dólares, la cotización en alza del «blue» (el cual domina en las operaciones inmobiliarias), los precios más ordenados y libres del peso inflacionario en los bienes raíces.
Aunque no son operaciones del todo fáciles para realizar, debido a las trabas al momento de enviar dinero al exterior, el formato más usado es viabilizar las propuestas a través de inmobiliarias o desarrollistas que tienen proyectos de construcción de edificios en el exterior. Y aquí los desarrollistas captan a los posibles compradores.
Los profesionales del sector explican que se organizan eventos especiales para entusiasmar compradores. En ellos se dan todos los datos y procedimientos para comprar inmuebles en otros países.
También están los que compran «oportunidades», tal es el caso de algunos que adquieren departamentos en ciudades como Miami y en algunas otras españolas.
«Miami ha resurgido después de la burbuja financiera», explica el presidente del Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios, Santiago Debé. Señala que hasta hace dos años atrás el valor de los inmuebles en esa ciudad estaba un 50% por debajo de lo cotizado y «hoy están a valores históricos», relata.
Dice que la zona de preferencia es Down Town y los alrededores.
Para llevar a cabo la operación y pagar con dólares, los agentes inmobiliarios agregan que hay argentinos que tienen «la plata afuera». Al respecto, Debé afirma que, según observó en el último de sus viajes a Estados Unidos, hace un par de semanas atrás, que «me asombró la cantidad de edificios con departamentos comprados por argentinos». Comparó con lo ocurrido años atrás con la «conquista de Punta del Este».
Por su parte, el comercial asociado a la agencia Sotheby´s International Realty, Andrés Ostropolsky, indica que tiene consultas para invertir en Chile. Aunque aclara que el «mercado está muy frenado» y que las consultas para comprar de extranjeros en Mendoza ha bajado un 90%. Lo mismo ocurre con las búsqueda de información de mendocinos que quieren comprar en el exterior.
Aún así, de las consultas concretas que le realizan señala Ostropolsky que buscan comprar departamentos y locales comerciales en el país trasandino. Además, dice que pertenecen a un target de clase media alta.
Según explica el asesor inmobiliario Carlos Troconi en la actualidad tiene «muchas» consultas de ahorristas para comprar inmuebles en Miami, Perú y Panamá. Agrega que hay desarrollistas instalados en Buenos Aires que construyen edificios en esos países y que ofrecen estos inmuebles a compradores argentinos.
Explica que con este tipo de emprendimientos impulsados desde el país se puede asegurar cierta facilidad de trámites al momento de efectuar la compra.
Mercado deprimido
Los agentes inmobiliarios aseguran que el mercado está paralizado. Para Ostropolsky «la gente quiere recibir dólares por sus inmuebles y no quiere los pesos» por esto subraya que se «paralizó el mercado».
Otros puntos que destacan es la falta de seguridad jurídica o previsibilidad económica. La pregunta que más se hacen es qué pasará en el momento «que se liberen las condiciones y el cepo al dólar», indica el agente comercial de Sotheby´s International.
Para Debé hay otro ingrediente más en el mercado local: «Mendoza es una de las provincias más caras» -dice y agrega- «el metro cuadrado cuesta más que en Córdoba». Los valores de los bienes raíces mendocinos están «sobrevaluados».
Los agentes inmobiliarios sostienen que las operaciones se realizan a valor del dólar «blue» y no del oficial. Esto complica las transacciones entre los que venden y quieren comprar.
«La inflación y falta de confianza -detalla Debé- provoca la incertidumbre» y que la gente no se pueda poner de acuerdo en el valor de la propiedad y en la moneda que se va a realizar la operación comercial. Subraya que el cepo al dólar provocó que «no hayan precios relativos confiables».