Por arrastre histórico o por efecto de la política exterior que aplicó el Gobierno en los últimos años, lo cierto es que los argentinos tienen una fuerte desconfianza hacia los Estados Unidos y, en cambio, ven en China un aliado confiable hacia el futuro.
En esta visión que tienen los argentinos de la diplomacia, hay una mirada crítica de la presencia militar de Estados Unidos en el mundo y un elevado sentimiento de «desprecio» o «indiferencia» por Washington.
Además, el narcotráfico y el crimen internacional, al igual que las crisis económicas mundiales, son los asuntos que los argentinos temen que afecten más al país. Y el papa Francisco sigue siendo el líder mundial indiscutido.
Estas y otras impresiones fueron reflejadas en una reciente encuesta realizada por la Universidad Torcuato Di Tella y la Universidad de San Andrés con la coordinación regional de la División de Estudios Internacionales del Centro de Investigación y Docencia Económica con el auspicio financiero de la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, la Fundación Konrad Adenauer en la Argentina y la Fundación Vidanta. El capítulo argentino del sondeo «Las Américas y el mundo» se hizo sobre 1030 casos con la coordinación de los profesores Juan Tokatlian (Universidad Di Tella) y Federico Merke (Universidad de San Andrés).
Respecto de los países que generan menos confianza para mantener la paz en el mundo, Estados Unidos aparece primero, con el 45%, seguido de Rusia (14%) y Gran Bretaña (11%). Como contracara, China (17,6) y Francia (16,12%) son los países que generan más confianza para mantener la paz.
En el caso puntual de los Estados Unidos, el 47,5% de los encuestados no confía «nada» en el gobierno norteamericano y hay una mirada crítica de su presencia militar en el mundo. A su vez, el 69% de los encuestados siente «desprecio» o «indiferencia» por Estados Unidos. Y un 29,3% ve en Washington una «amenaza».
«La opinión desfavorable o negativa de Estados Unidos en la Argentina tiene antecedentes históricos, atraviesa un espectro social y político relativamente amplio y tiene picos de manifestación crítica en determinadas coyunturas», dijo Tokatlian a LA NACION. Pero añadió que, en rigor, «lo que predomina es una imagen negativa por lo que Estados Unidos no hace respecto de la Argentina».
China, en cambio, se posiciona de manera diferente para los argentinos. El 52% de los encuestados piensa que sería «positivo» si la economía de China creciera hasta ser tan grande como la de Estados Unidos.
Sobre esto, Tokatlian cree que «la confianza hacia China es una mezcla de los dividendos que genera el intercambio con Pekín y su proyección financiera, la percepción desfavorable de Estados Unidos y algo de desconocimiento, lo que facilita una percepción, quizás exagerada, de la naturaleza benigna del ascenso internacional de China y su proyección de poder en América latina».
Pero paradójicamente, los chinos se encuentran entre los grupos de extranjeros radicados en el país con imagen negativa más elevada (28,2%), seguidos de los estadounidenses (27,2%), los paraguayos (26,8%) y los bolivianos (26%).
En este sentido, vale la pena destacar cierto comportamiento xenófobo de los argentinos: el 53% de los encuestados dijo que «son demasiados» los extranjeros que viven en el país. Y un 46% destacó que está «muy en desacuerdo» o «algo en desacuerdo» con que se autorice la entrada al país a extranjeros poco calificados para vivir o trabajar aquí.
En este sentido, Merke cree que no hay un comportamiento xenófobo de los argentinos, aunque sí observa que «nuestra tolerancia al inmigrante es menor de lo que suponemos», ya que uno de cada dos argentinos cree que hay suficientes extranjeros viviendo en nuestro país.
Otro de los datos relevantes que refleja la encuesta es que el 66% de los argentinos piensa que el narcotráfico y el crimen organizado afectan «mucho» al país; un 61% entiende que las crisis económicas mundiales también condicionan a la Argentina, al igual que el cambio climático, donde el 61% cree que afecta «mucho». Así, para el 52% de los encuestados la Argentina debería recurrir a sus vecinos para combatir el narcotráfico.
Hacia el futuro, el 74% cree que la política exterior de la Argentina deberá tener una «participación activa» en los asuntos mundiales. Y un 69,6% cree que es «muy importante» o «algo importante» para el país abrir nuevas embajadas en el exterior.
A pesar de las exigencias planteadas a futuro para la diplomacia, el 59,7% de los encuestados cree que la Argentina hoy tiene más influencia que hace 10 años a nivel internacional. Así, el 71% ve positivo que el país use su cultura para ejercer influencia en el mundo y un 64,5% entiende que la diplomacia debe ocupar ese rol.
Brasil se posiciona para los argentinos para ser el líder en América latina con mayor confianza, mientras que Chile y México son los que menos confianza de liderazgo transmiten para la región. En tanto, Alemania, Uruguay, España, China y Brasil tienen una imagen favorable de los argentinos, mientras que Turquía, Sudáfrica, Irán, Israel y la India cosechan la opinión menos favorable.
Hay una variable que se mantiene inamovible en el tiempo: el 62,8% de los argentinos rechaza la idea de compartir la soberanía de las islas Malvinas con Gran Bretaña.
En esta visión que tienen los argentinos de la diplomacia, hay una mirada crítica de la presencia militar de Estados Unidos en el mundo y un elevado sentimiento de «desprecio» o «indiferencia» por Washington.
Además, el narcotráfico y el crimen internacional, al igual que las crisis económicas mundiales, son los asuntos que los argentinos temen que afecten más al país. Y el papa Francisco sigue siendo el líder mundial indiscutido.
Estas y otras impresiones fueron reflejadas en una reciente encuesta realizada por la Universidad Torcuato Di Tella y la Universidad de San Andrés con la coordinación regional de la División de Estudios Internacionales del Centro de Investigación y Docencia Económica con el auspicio financiero de la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, la Fundación Konrad Adenauer en la Argentina y la Fundación Vidanta. El capítulo argentino del sondeo «Las Américas y el mundo» se hizo sobre 1030 casos con la coordinación de los profesores Juan Tokatlian (Universidad Di Tella) y Federico Merke (Universidad de San Andrés).
Respecto de los países que generan menos confianza para mantener la paz en el mundo, Estados Unidos aparece primero, con el 45%, seguido de Rusia (14%) y Gran Bretaña (11%). Como contracara, China (17,6) y Francia (16,12%) son los países que generan más confianza para mantener la paz.
En el caso puntual de los Estados Unidos, el 47,5% de los encuestados no confía «nada» en el gobierno norteamericano y hay una mirada crítica de su presencia militar en el mundo. A su vez, el 69% de los encuestados siente «desprecio» o «indiferencia» por Estados Unidos. Y un 29,3% ve en Washington una «amenaza».
«La opinión desfavorable o negativa de Estados Unidos en la Argentina tiene antecedentes históricos, atraviesa un espectro social y político relativamente amplio y tiene picos de manifestación crítica en determinadas coyunturas», dijo Tokatlian a LA NACION. Pero añadió que, en rigor, «lo que predomina es una imagen negativa por lo que Estados Unidos no hace respecto de la Argentina».
China, en cambio, se posiciona de manera diferente para los argentinos. El 52% de los encuestados piensa que sería «positivo» si la economía de China creciera hasta ser tan grande como la de Estados Unidos.
Sobre esto, Tokatlian cree que «la confianza hacia China es una mezcla de los dividendos que genera el intercambio con Pekín y su proyección financiera, la percepción desfavorable de Estados Unidos y algo de desconocimiento, lo que facilita una percepción, quizás exagerada, de la naturaleza benigna del ascenso internacional de China y su proyección de poder en América latina».
Pero paradójicamente, los chinos se encuentran entre los grupos de extranjeros radicados en el país con imagen negativa más elevada (28,2%), seguidos de los estadounidenses (27,2%), los paraguayos (26,8%) y los bolivianos (26%).
En este sentido, vale la pena destacar cierto comportamiento xenófobo de los argentinos: el 53% de los encuestados dijo que «son demasiados» los extranjeros que viven en el país. Y un 46% destacó que está «muy en desacuerdo» o «algo en desacuerdo» con que se autorice la entrada al país a extranjeros poco calificados para vivir o trabajar aquí.
En este sentido, Merke cree que no hay un comportamiento xenófobo de los argentinos, aunque sí observa que «nuestra tolerancia al inmigrante es menor de lo que suponemos», ya que uno de cada dos argentinos cree que hay suficientes extranjeros viviendo en nuestro país.
Otro de los datos relevantes que refleja la encuesta es que el 66% de los argentinos piensa que el narcotráfico y el crimen organizado afectan «mucho» al país; un 61% entiende que las crisis económicas mundiales también condicionan a la Argentina, al igual que el cambio climático, donde el 61% cree que afecta «mucho». Así, para el 52% de los encuestados la Argentina debería recurrir a sus vecinos para combatir el narcotráfico.
Hacia el futuro, el 74% cree que la política exterior de la Argentina deberá tener una «participación activa» en los asuntos mundiales. Y un 69,6% cree que es «muy importante» o «algo importante» para el país abrir nuevas embajadas en el exterior.
A pesar de las exigencias planteadas a futuro para la diplomacia, el 59,7% de los encuestados cree que la Argentina hoy tiene más influencia que hace 10 años a nivel internacional. Así, el 71% ve positivo que el país use su cultura para ejercer influencia en el mundo y un 64,5% entiende que la diplomacia debe ocupar ese rol.
Brasil se posiciona para los argentinos para ser el líder en América latina con mayor confianza, mientras que Chile y México son los que menos confianza de liderazgo transmiten para la región. En tanto, Alemania, Uruguay, España, China y Brasil tienen una imagen favorable de los argentinos, mientras que Turquía, Sudáfrica, Irán, Israel y la India cosechan la opinión menos favorable.
Hay una variable que se mantiene inamovible en el tiempo: el 62,8% de los argentinos rechaza la idea de compartir la soberanía de las islas Malvinas con Gran Bretaña.