La batería de controles para desalentar o directamente prohibir la compra de dólares no logra frenar del todo la salida de capitales. Si bien hubo una drástica disminución en los últimos meses desde los casi u$s 3.000 millones de noviembre del año pasado, la fuga de divisas se estancó en torno a los u$s 500-600 millones. Ese monto es el que deslizan desde los pasillos oficiales, donde resaltan que la formación de activos externos sigue estable con tendencia descendente. Lo cierto es que la salida de capitales en enero y febrero resultaría similar a la diciembre del 2011, cuando según datos oficiales se fueron u$s 605 millones.
Es así que gracias al cepo cambiario en enero el Banco Central terminó comprando u$s 1.071 millones mientras que en febrero sumó u$s 942 millones. En lo que va del año, la autoridad monetaria ya adquirió casi u$s 2.400 millones. Ayer, después de haber sumado u$s 110 millones el día anterior, pudo recolectar otros u$s 65 millones para sus reservas.
Claramente no es hoy una preocupación para Mercedes Marcó del Pont el nivel de fuga de capitales. Sabe la presidenta del Central que después de los innumerables cepos a la compra de dólares (a minoristas, a importadores, para el giro de utilidades, etc.) este año habrá una drástica merma. En 2011 se habían fugado u$s 22.654 millones, mientras que este año no sorprendería que sea menos de la mitad.
Para el Estudio Bein & Asociados, la pregunta del millón es cuánto tiempo puede funcionar una economía en la que está limitada la salida de dólares, y por ende, no hay ningún estímulo a la entrada de capitales más allá de la obligación de liquidar el flujo de divisas originado en el país. La respuesta no es tan intuitiva y si bien a priori uno se animaría a decir que no puede funcionar para siempre, no es para nada evidente que sus costos se vean en lo inmediato, indican.
En cambio, la consultora dice que es probable que la brecha cambiaria se ensanche a medida que esta situación se prolongue. El elevado stock de dólares en manos de los argentinos permitiría mantener limitada esta brecha.
En ese sentido, el dólar informal vale $ 4,72 contra los $ 4,36 del canal oficial; mientras que el dólar contado con liquidación cuesta $ 4,93 versus el $ 4,3530 del mercado mayorista.
Pero la mega inyección de pesos que se prevé hará el BCRA más aún luego de modificarse la Carta Orgánica podría provocar que se ensanche la brecha entre las cotizaciones del dólar. Es cierto que para muchas empresas internacionales es difícil explicar por qué se paga un 10% más cara la divisa que en el mercado oficial. Pero también es difícil explicar por qué no se pueden girar utilidades o pagar regalías cuando no hay una prohibición explícita que impida el acceso al MULC, dice el informe de Estudio Bein.
Es así que gracias al cepo cambiario en enero el Banco Central terminó comprando u$s 1.071 millones mientras que en febrero sumó u$s 942 millones. En lo que va del año, la autoridad monetaria ya adquirió casi u$s 2.400 millones. Ayer, después de haber sumado u$s 110 millones el día anterior, pudo recolectar otros u$s 65 millones para sus reservas.
Claramente no es hoy una preocupación para Mercedes Marcó del Pont el nivel de fuga de capitales. Sabe la presidenta del Central que después de los innumerables cepos a la compra de dólares (a minoristas, a importadores, para el giro de utilidades, etc.) este año habrá una drástica merma. En 2011 se habían fugado u$s 22.654 millones, mientras que este año no sorprendería que sea menos de la mitad.
Para el Estudio Bein & Asociados, la pregunta del millón es cuánto tiempo puede funcionar una economía en la que está limitada la salida de dólares, y por ende, no hay ningún estímulo a la entrada de capitales más allá de la obligación de liquidar el flujo de divisas originado en el país. La respuesta no es tan intuitiva y si bien a priori uno se animaría a decir que no puede funcionar para siempre, no es para nada evidente que sus costos se vean en lo inmediato, indican.
En cambio, la consultora dice que es probable que la brecha cambiaria se ensanche a medida que esta situación se prolongue. El elevado stock de dólares en manos de los argentinos permitiría mantener limitada esta brecha.
En ese sentido, el dólar informal vale $ 4,72 contra los $ 4,36 del canal oficial; mientras que el dólar contado con liquidación cuesta $ 4,93 versus el $ 4,3530 del mercado mayorista.
Pero la mega inyección de pesos que se prevé hará el BCRA más aún luego de modificarse la Carta Orgánica podría provocar que se ensanche la brecha entre las cotizaciones del dólar. Es cierto que para muchas empresas internacionales es difícil explicar por qué se paga un 10% más cara la divisa que en el mercado oficial. Pero también es difícil explicar por qué no se pueden girar utilidades o pagar regalías cuando no hay una prohibición explícita que impida el acceso al MULC, dice el informe de Estudio Bein.