Los derechos humanos se manchan

Por: Ramón Alfredo Olivera y Marcela Brizuela de Ledo (*)
El 18 de diciembre pasado, quedará para la historia, para la memoria colectiva del pueblo argentino, como el día en que los derechos humanos fueron pisados por la bota del represor, disfrazado de un general defensor de los derechos humanos y del proyecto nacional y popular.
En contubernio la Presidente de la Nación, la Procuración General; la Secretaría de Derechos Humanos Nacional: los Senadores Nacionales del Frente para la Victoria y los Fiscales Federales de Tucumán y La Rioja, respectivamente, Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto, Madre y Abuela de Plaza de Mayo, hicieron posible que un represor ocupara el más alto cargo en el Ejercito y colocaron su cuadro, en la galería donde ayer Néstor Kirchner bajara el de Videla.
No hay justificación para quienes, consumaron tamaño atentado a los derechos humanos, todos saben que Milani es un represor, que debe mínimamente rendir cuenta por la desaparición de Alberto Ledo –soldado conscripto- y la probada privación ilegítima de la libertad de Pedro Olivera, sin embargo, se escondieron en argumento falaces e impúdicos.
Que los senadores “le habían aprobado los ascensos anteriores”, ¿con eso qué?, las víctimas no son culpables de que la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación desconociera el Nunca Más Riojano. Pero ahora saben que Milani es un represor, ¿van actuar como si no lo supieran?.
“Que es una política de la Presidente”(Pichetto), como si fuera que la Presidente tuviera la facultad de fijar políticas desconociendo la Constitución y las leyes, los derechos humanos y los requisitos mínimos de conducta, exigible para que dignamente una persona ocupe un cargo con acuerdo legislativo. Por otro lado nunca dijimos que era subteniente.
Ridículo y repulsivo se escucho a Aníbal Fernández diciendo zonceras sobre la infalibilidad de la Presidente, es decir, que “es imposible que la Presidente se equivoque con el 54% de los votos”; A las senadoras riojanas: Teresita Luna e Hilda Aguirre de Soria, sin objeción de conciencia, no tuvieron ningún inconveniente en negociar su voto, y demostrar su obsecuencia.
Vimos al secretario de Derechos Humanos de la Nación: Fresneda y de la Provincia: Bordón, haciendo lo imposible para no saber que Milani es un represor. A la Procuración General de la Nación recabando del fiscal riojano Darío Illanes, todas la pruebas que involucran a Milani en la represión ilegal, y entró en un estado de miastenia, con trastornos para reaccionar.
Al fiscal federal tucumano Britos, que tiene un acta firmada por Milani, declarando la “deserción”-desaparición de Alberto Ledo, y por ello tiene el deber y la obligación de indagarlo pero no lo hace.
El fiscal riojano, con todas las pruebas sobre la privación ilegítima de la libertad de: Pedro Olivera, el día 12/11/13 encontró en la causa de la prisión de Ramón Olivera (1977/1981), la denuncia contra Milani del año 79, aseguró en ese momento que no necesitaba nada más para indagarlo no lo hizo.
A la denuncia Ramón Olivera del año 79, el juez lo cita a Milani para su descargo el 28-9-79 declara que: “conforme a las disposiciones superiores del Área Operacional se ocupaba, en algunas oportunidades, de la custodia de los detenidos, desde el establecimiento carcelario al Juzgado (tex). Los senadores eligieron no creerle al represor Milani para poderlo ascender.
El Área Operacional a la que se refiere Milani es el Área 342 que disponía las detenciones. La cárcel a la que alude, fue el principal centro de detención legal e ilegal en la capital riojana, el otro era el Batallón de Ingenieros 141, donde cumplía servicios Milani y donde tenía su sede el Servicio de Inteligencia del Ejército.
Milani no dijo que también llevaba detenidos sin orden judicial desde sus domicilios a la cárcel, después de hacer un violento allanamiento -caso Pedro Olivera-, pero si negó que estuviera presente en la declaración del denunciante en el Juzgado, lo que fue clave para que aquel supiera su nombre y su cargo porque él se lo dijo al secretario del juez.
El fiscal Illanes, denunciara amenazas, nos solidarizamos con él. Pero ya en diciembre, decía que quiere reunir más elementos para ser contundente, que él se pone un poco como “abogado del diablo” en el caso. Fuera del marco estrictamente judicial, informalmente, dijo a Olivera estar dolido por haber leído que un sindicalista lo acusaba de ser cómplice, entonces quiso darnos para que tengamos. “El y los que piensan que yo soy cómplice “que me chupn un huev”..
A este escenario grotesco y vergonzoso se incorpora la figura de una Madre abrazada al represor y una Abuela de Plaza de Mayo negando que fueran ciertas las denuncias, para demostrarnos que el pañuelo blanco se mancha, y que la sangre de nuestros hijos y el sufrimiento de nuestro pueblo también se negocia, y que bien pueden ser enemigas de otro pañuelo blanco.
El ascenso de Milani es una afrenta a la lucha por los Derechos Humano, que fue punta de lanza de la apertura democrática, es el regalo que la Presidente nos hace a 30 años de democracia, el caballo de Troya, donde los servicios de inteligencia que ejecutaron el genocidio, esconden los planes para desestabilizar y condicionar la democracia, a favor del amo del norte. Desde siempre, los Servicios Secretos son la cizaña que el enemigo de Dios sembró, mientras el pueblo dormía.
Por eso le pedimos al pueblo, a los que no arriaron la bandera de los derechos humanos, los que no desertamos de la lucha, los que llevan en el alma el dolor de tanto sufrimiento, por los que ya no están –los detenidos desaparecidos- por sus sueños y sus esperanzas, a estar atento, a no dormir con el enemigo, a refrescar su memoria, alerta para defender la democracia, el enemigo está adentro, ni un paso atrás, juicio y castigo a Milani, cárcel a los genocidas.
(*) Ex detenido político-víctima denunciante
Miembro del Grupo de Apoyo a Madres-(F)
(*) Madres de Plaza de Mayo
Filial La Rioja

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