Mauricio Macri. Jefe de Gobierno porteño. Candidato presidencial de PRO.
Jura que la petición que hizo por escrito y que dejó apretujada en una grieta del Muro de los Lamentos durante el viaje de esta semana a Israel no tuvo que ver con sus deseos de ser presidente. El jefe de Gobierno pidió algo más íntimo que acaso abarque a algún amigo o familiar. No a sus intereses políticos. En ese aspecto, dice el jefe de Gobierno -con un optimismo que por un momento en la entrevista con Clarín se parece al de Daniel Scioli-, las cosas van mucho mejo de lo que dicen las encuestas. “Se van a sorprender el año que viene”, pronostica.
-¿No es demasiada fe en sí mismo?
-No. Siento que cada día estamos mejor. No es que crezca yo, crece la vocación de los argentinos por un cambio de verdad. Eso nos está fortaleciendo y generando que se sume mucha gente en todo el país. Este cambio no se puede detener. No nos van a convencer de darles el poder otra vez a los mismos que en estos 30 años prometieron de todo y cumplieron muy poco. No nos tenemos que volver a dejar engañar por los mismos que han gobernado el país creyéndose los dueños del Estado.
-¿A quiénes se refiere, concretamente?
-El gran protagonista de todos estos años ha sido el PJ. Sus gobiernos han ido aumentando el nivel de discrecionalidad y le han falta de respeto a las instituciones. Se han beneficiado ellos, pero los últimos gobiernos del peronismo han empeorado la situación de la gente.
-¿Ubica en ese grupo a Scioli y a Massa?
-Sí, obviamente. Ellos son parte de ese espacio.
-¿Por qué usted vendría a representar el cambio y no Binner, por dar un ejemplo?
-Por lo que hemos hecho. Yo no soy distinto por lo que digo. Hablar es fácil. Hay que tener coherencia entre lo que uno dice y lo que uno hace. Siempre fui opositor.
-”Macri solo no llega”. ¿Escuchó esa frase?
-Uf, muchas veces. Pero cada vez son menos los que la dicen. Hay una sociedad que quiere un cambio histórico.
-”Cambio histórico”. Suena épico.
-No, cada vez hay menos gente que dice que yo no puedo llegar a ser presidente. Lo hemos revertido. Los dirigentes que pensaban eso se están sorprendiendo. Cuando yo voy a una villa en Corrientes y me dicen que creen en mí, en medio de esa pobreza extrema, te están demostrando que viene el cambio.
-Pero usted va tercero, no primero.
-Nosotros no publicamos encuestas. Estamos mucho mejor que en las que publican nuestros competidores. Están asustados. Y me parece bien. Saben que generamos mucha esperanza. Voy a tener la oportunidad de gobernar con el mejor equipo de los últimos 50 años. Los otros que publiquen encuestas. Yo recorro el país y sé que vamos a tener la oportunidad.
-¿Se enfrió la posibilidad de un frente con UNEN?
-Respeto lo que están haciendo. Dialogamos con ellos. Pero seguimos con nuestra construcción, por la tercera vía. Entendimos que la Argentina no resiste más otra defraudación. No podemos comprometernos con gente que hace 30 años que vive del Estado.
-¿La alternativa en 2015 es continuidad o cambio o puede aparecer una fuerza que vaya por el medio?
-No. Es continuidad o cambio. Somos nosotros o siguen lo mismos. Nosotros funcionamos bien en la Ciudad y podemos hacer lo mismo en el país.
-¿Sabe que Scioli dice que usted administra un country y él un país?
-(Se ríe) Lo importante es cumplirle a la gente donde te toque gobernar. No me obligues a comparar. Mi respuesta es: agarrá el auto, cruzá la General Paz y sacá tus conclusiones.
-¿Massa lo defraudó?
-¿Por qué me tendría que defraudar?
-Fueron aliados el año pasado -Digamos que había que ponerle un límite al kirchnerismo para que no se reformara la Constitución. Con Massa me pasa lo mismo que a la mayoría: en el fondo hay algo que no me cierra.
-Le recuerdo que va primero en las encuestas…
-Expresamos valores distintos y falta un año para las elecciones.
-¿Descarta una interna con él?
-No hay ninguna posibilidad de ir con Massa. Yo nunca he dicho eso. Y hoy lo digo con fundamentos. Vamos por la tercera vía. Sí, señor. No vamos a reivindicar lo que han hecho en estos años.
-Mire que queda grabado -Que quede grabado. No vamos a ir con él.
-El mito dice que no se puede gobernar sin el peronismo.
-Esa va a ser la gran sorpresa. No hay posibilidad de que a la gente la atemoricen, de que le sigan metiendo miedo. En 2015 nos van a acompañar.