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ANDRÉS SANGUINETTI Buenos Aires
Las operadoras de televisión paga profundizaron sus cuestionamientos y críticas a la Ley de Medios y a la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), advirtieron que se trata de una norma que nació vieja, que coarta la libertad de expresión e impone barreras a la convergencia entre las diferentes tecnologías de servicios de telecomunicaciones y medios.
Como en anteriores oportunidades, el escenario para expresar las críticas a la norma sancionada por el Congreso en octubre de 2009 fueron las Jornadas Internacionales de la Televisión por Cable que se desarrollan en el Hotel Hilton de Puerto Madero y que son organizadas por la Asociación Argentina de Televisión por Cable (ATVC), y la Cámara de Productores y Programadores de Señales Audiovisuales (Cappsa).
Los participantes no centraron el debate en la embestida del Gobierno contra el Grupo Clarín sino que ampliaron la discusión hacia el resto de los medios abarcados por la nona. Así, concluyeron que su aplicación ha sido deficiente y no ha producido la pluralidad y la democratización que supuestamente dice defender.
De hecho, varios empresarios del sector coincidieron en que la esencia de la norma y sus artículos más cuestionados ponen en jaque y hasta podrían terminar destruyendo a la industria del cable.
Al respecto, Walter Burzaco, presidente de ATVC, cuestionó que la Ley regule los servicios que no utilizan el espacio radioeléctrico y sostuvo que no alienta las inversiones y perjudica a las señales de cable. Nos imponen barreras para competir en un mercado convergente, agregó durante la inauguración del evento de la cual también participaron Carlos Winograd, ex Secretario de Defensa de la Competencia; Henoch Aguiar, ex Secretario de Comunicaciones de la Nación; y Alejandro Pereyra, ex Director de Asuntos Jurídicos del Comfer. La primera jornada tuvo además la presencia del constitucionalista Andrés Gil Domínguez.
Sobre el tema, Winograd aseguró que la ley no se adapta a la realidad económica de la industria, y agregó que tiene disposiciones destructivas para el desarrollo del sector.
Durante el panel en el que se analizó la Ley de Medios a la luz de la Constitución Nacional, Pereyra agregó que limitar a 24 las licencias es contrario a la dinámica del sector de telecomunicaciones y medios porque la acumulación de licencias es necesaria para estructurar una plataforma con capacidad competitiva a nivel nacional.
Agregó que la regulación habla de diversificación, democratización, pero lo único que sigue ocurriendo es que se crean medios para pocos, y se destruye así la innovación, el acceso igualitario y la competencia.
Por su parte, Gil Domínguez sostuvo que el artículo 161 de desinversión viola la Convención Americana sobre Derechos Humanos al recordar que la norma obliga a vender en forma compulsiva o a expropiar las licencias que excedan la cantidad estipulada. Advirtió sobre la necesidad de sostener un tríptico que calificó de inescindible y que está formado por libertad de expresión, derecho de propiedad y libertad de mercado.
En tanto para Alejandro Pereyra, el principal problema es el Afsca, porque adapta la realidad a sus necesidades. El experto criticó que la Argentina tenga marcos normativos que se niegan al crecimiento y están divorciados de la realidad. Los funcionarios abocados a la regulación acomodan sus dogmas a necesidades diversas y muy alejadas de lo que marca el real funcionamiento del sector.
En tanto, Henoch Aguiar dijo que la ley ignora los fenómenos convergentes. No se ha planteado un plan de convergencia, ni siquiera se analizó la creación de uno. Este proceso destacado por Aguiar, tiene tal importancia que, según sus palabras, en un futuro no muy lejano puede llegar a modificar directa e indirectamente la constitucionalidad o inconstitucionalidad de varios de los artículos fundamentales con los que se conformó la Ley.
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ANDRÉS SANGUINETTI Buenos Aires
Las operadoras de televisión paga profundizaron sus cuestionamientos y críticas a la Ley de Medios y a la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), advirtieron que se trata de una norma que nació vieja, que coarta la libertad de expresión e impone barreras a la convergencia entre las diferentes tecnologías de servicios de telecomunicaciones y medios.
Como en anteriores oportunidades, el escenario para expresar las críticas a la norma sancionada por el Congreso en octubre de 2009 fueron las Jornadas Internacionales de la Televisión por Cable que se desarrollan en el Hotel Hilton de Puerto Madero y que son organizadas por la Asociación Argentina de Televisión por Cable (ATVC), y la Cámara de Productores y Programadores de Señales Audiovisuales (Cappsa).
Los participantes no centraron el debate en la embestida del Gobierno contra el Grupo Clarín sino que ampliaron la discusión hacia el resto de los medios abarcados por la nona. Así, concluyeron que su aplicación ha sido deficiente y no ha producido la pluralidad y la democratización que supuestamente dice defender.
De hecho, varios empresarios del sector coincidieron en que la esencia de la norma y sus artículos más cuestionados ponen en jaque y hasta podrían terminar destruyendo a la industria del cable.
Al respecto, Walter Burzaco, presidente de ATVC, cuestionó que la Ley regule los servicios que no utilizan el espacio radioeléctrico y sostuvo que no alienta las inversiones y perjudica a las señales de cable. Nos imponen barreras para competir en un mercado convergente, agregó durante la inauguración del evento de la cual también participaron Carlos Winograd, ex Secretario de Defensa de la Competencia; Henoch Aguiar, ex Secretario de Comunicaciones de la Nación; y Alejandro Pereyra, ex Director de Asuntos Jurídicos del Comfer. La primera jornada tuvo además la presencia del constitucionalista Andrés Gil Domínguez.
Sobre el tema, Winograd aseguró que la ley no se adapta a la realidad económica de la industria, y agregó que tiene disposiciones destructivas para el desarrollo del sector.
Durante el panel en el que se analizó la Ley de Medios a la luz de la Constitución Nacional, Pereyra agregó que limitar a 24 las licencias es contrario a la dinámica del sector de telecomunicaciones y medios porque la acumulación de licencias es necesaria para estructurar una plataforma con capacidad competitiva a nivel nacional.
Agregó que la regulación habla de diversificación, democratización, pero lo único que sigue ocurriendo es que se crean medios para pocos, y se destruye así la innovación, el acceso igualitario y la competencia.
Por su parte, Gil Domínguez sostuvo que el artículo 161 de desinversión viola la Convención Americana sobre Derechos Humanos al recordar que la norma obliga a vender en forma compulsiva o a expropiar las licencias que excedan la cantidad estipulada. Advirtió sobre la necesidad de sostener un tríptico que calificó de inescindible y que está formado por libertad de expresión, derecho de propiedad y libertad de mercado.
En tanto para Alejandro Pereyra, el principal problema es el Afsca, porque adapta la realidad a sus necesidades. El experto criticó que la Argentina tenga marcos normativos que se niegan al crecimiento y están divorciados de la realidad. Los funcionarios abocados a la regulación acomodan sus dogmas a necesidades diversas y muy alejadas de lo que marca el real funcionamiento del sector.
En tanto, Henoch Aguiar dijo que la ley ignora los fenómenos convergentes. No se ha planteado un plan de convergencia, ni siquiera se analizó la creación de uno. Este proceso destacado por Aguiar, tiene tal importancia que, según sus palabras, en un futuro no muy lejano puede llegar a modificar directa e indirectamente la constitucionalidad o inconstitucionalidad de varios de los artículos fundamentales con los que se conformó la Ley.
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«Las operadoras de televisión paga» o sea, estemmm (cof, cof…) ¿Mañeto?