El Gobierno avanza sobre una propuesta que comenzará a discutir en los próximos días con las empresas de medicina privada.
Tal como corresponde a estos tiempos de inflación, y luego de que la serie de Precios Cuidados se extendiera primero a supermercados y comercios minoristas, para luego pasar a autos, motos, materiales para la construcción y telefonía celular, ahora las prepagas también ingresarán en ese terreno.
Según pudo saber El Cronista, cuando los empresarios del sector se reúnan con las autoridades de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) escucharán la propuesta oficial.
En buena parte, con esto el Gobierno busca poner un freno a los incrementos que se vienen sucediendo en los precios de las cuotas, que para cuando finalice este año habrán sumado un alza cercana al 27 por ciento.
Este movimiento se daría, sin embargo, sólo en los planes más baratos, de modo de asegurar un mayor acceso de los segmentos menos pudientes.
A grandes rasgos, y si bien todavía se deben definir algunas cuestiones, el plan tiene similitudes con lo que hoy es el Plan Médico Obligatorio (PMO), que están obligadas a ofrecer las prepagas y que, si bien no tiene las comodidades de planes más altos en cuanto a determinados centros de atención, cubre todas las especialidades. El valor del PMO promedia los $ 1.000 mensuales por persona.
El plan de Precios Cuidados para la medicina prepaga también contemplaría esa amplia cobertura, aunque por el otro lado tendría un sistema de copagos el monto que los pacientes deben abonar al atenderse con determinados médicos más importante que el PMO.
Además, el programa oficial podría implementar un programa de médicos de cabecera que obligaría a los afiliados a tener que pasar por la supervisión de un médico clínico, quien lo derivaría luego a un especialista en particular.
Con esto se evitaría que el mismo paciente sea quien defina que debe ir a ese especialista que suele ser más oneroso que el clínico, con lo que, visto desde lo estrictamente numérico, abarataría los costos de las prepagas.
Del otro lado quedarían el resto de los planes. El Gobierno no resolvería que sus precios sean manejados en forma indiscriminada por las propias empresas de medicina prepaga, aunque al ponerse en marcha los Precios Cuidados se estima que los empresarios podrían contar con mayores posibilidades para mover las tarifas.
En medio de esto, el Gobierno y las prepagas junto a las clínicas y sanatorios privados, entre otros discutirán en los próximos días una nueva tanda de aumentos tarifarios. Los privados reclaman que se habilite un alza del 9% en septiembre, aunque desde la SSS no estarían dispuestos a ofrecer más de un 7,5% para octubre.
Esta situación podría desembocar en un paro de actividades, algo que se terminará de definir la semana próxima.