Los sindicalistas salieron de la quinta de Olivos en sus autos, sin hablar. Jorge Triaca, el ministro de Trabajo, dio una rueda de prensa sin ninguno de los referentes gremiales que habían sido recibidos por Mauricio Macri. En un clima más tenso que en la primera reunión en la Casa Rosada, hace poco más de dos meses, el Presidente escuchó reclamos por los despidos en el sector público y privado, la aceleración de la inflación, las subas de las tarifas, la situación de los jubilados, la actualización de las escalas de Ganancias, la normalización del PAMI y los fondos para las obras sociales.
Macri fue “muy crudo” al describir la situación económica -según fuentes del Gobierno- como argumento para moderar las exigencias, y luego Triaca públicamente anunció algunos puntos que acordaron como para “paliar” el panorama complicado hasta la eventual llegada de inversiones que generen empleo, de acuerdo con las expectativas de la Casa Rosada. La sensación de haberse llevado poco de la reunión y las diferencias internas motivaron el silencio de los dirigentes sindicales.
“Estamos dispuestos a trabajar todos los temas con un criterio razonable”, expresó el ministro de Trabajo luego de la reunión la postura con la que el Presidente recibió un grupo de referentes sindicales en Olivos: Hugo Moyano (CGT Azopardo), Antonio Caló (CGT Alsina), Luis Barrionuevo (CGT Azul y Blanca), Juan Carlos Schmid (CATT), Armando Cavalieri (Comercio), Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), José Lingeri (Obras Sanitarias) y Gerónimo Venegas (UATRE).
Sobre los despidos, el reclamo prioritario, el Presidente se comprometió a actualizar el seguro de desempleo -sin cambios desde 2006, con un tope de $ 400- y a implementar comisiones en conjunto con los gremios en los sectores de la industria y la construcción para “monitorear y contener esas situaciones”. Macri desestimó la utilidad del proyecto para prohibir los despidos: “Genera un efecto contraproducente, los empresarios van a acelerar mientras se trate en el Congreso”. Triaca habló de los programas de empleo como “paliativo” y el uso de los Repros -subsidios a empresas de hasta $2.000 por trabajador-, con la expectativa de que la economía repunte en unos meses con la llegada de inversiones.
«Salimos con pocas respuestas, prácticamente las mismas que en la reunión de febrero, con el agravante que la situación se puso más complicada. No nos alcanza con que nos digan que en el segundo semestre o el año que viene van a bajar los precios y va a crecer el empleo», dijo en privado uno de los sindicalistas presentes.
La reunión también dejó en evidencia las diferencias internas: a Moyano lo cuestionaron por abrir la cumbre con planteos «demasiado tibios» sobre los reclamos. Barrionuevo fue uno de los más duros: «Si no hay medidas concretas pronto, va a ser difícil contener el conflicto social», alertó.
El Presidente también descartó modificar Ganancias este año: ratificó que el Ejecutivo enviará en las próximas semanas el proyecto al Congreso para modificar las escalas, pero que la implementación será en 2017. “De entrada Mauricio fue directo y muy crudo sobre los números de la economía, y ellos mostraron una posición dentro de todo comprensiva”, comunicaron fuentes de la Casa Rosada.
Como contrapartida, los sindicalistas escucharon las medidas que prepara el Gobierno destinadas a los sectores más vulnerables, como la ampliación de la Asignación Universal por Hijo y la devaluación del IVA para la canasta básica. Con Macri y Triaca participaron de la reunión Marcos Peña -jefe de Gabinete- y Mario Quintana, secretario de coordinación interministerial.
Para el Gobierno la reunión funcionó como un primer paso en su intención de moderar el tono del acto del 29 de abril, organizado por las centrales sindicales como celebración previa al 1° de mayo en el monumento del Trabajo. Los funcionarios lo valoraban también como una muestra de gobernabilidad, en línea con el encuentro con el gobernador peronista Juan Manuel Urtubey, en la misma jornada del regreso a escena de Cristina Kirchner. Dejaron trascender un comentario de Moyano a Macri: «Pensar que esta mañana Cristina estaba en Comodoro Py y ahora nosotros acá, hace tanto que no veníamos…».
Macri fue “muy crudo” al describir la situación económica -según fuentes del Gobierno- como argumento para moderar las exigencias, y luego Triaca públicamente anunció algunos puntos que acordaron como para “paliar” el panorama complicado hasta la eventual llegada de inversiones que generen empleo, de acuerdo con las expectativas de la Casa Rosada. La sensación de haberse llevado poco de la reunión y las diferencias internas motivaron el silencio de los dirigentes sindicales.
“Estamos dispuestos a trabajar todos los temas con un criterio razonable”, expresó el ministro de Trabajo luego de la reunión la postura con la que el Presidente recibió un grupo de referentes sindicales en Olivos: Hugo Moyano (CGT Azopardo), Antonio Caló (CGT Alsina), Luis Barrionuevo (CGT Azul y Blanca), Juan Carlos Schmid (CATT), Armando Cavalieri (Comercio), Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), José Lingeri (Obras Sanitarias) y Gerónimo Venegas (UATRE).
Sobre los despidos, el reclamo prioritario, el Presidente se comprometió a actualizar el seguro de desempleo -sin cambios desde 2006, con un tope de $ 400- y a implementar comisiones en conjunto con los gremios en los sectores de la industria y la construcción para “monitorear y contener esas situaciones”. Macri desestimó la utilidad del proyecto para prohibir los despidos: “Genera un efecto contraproducente, los empresarios van a acelerar mientras se trate en el Congreso”. Triaca habló de los programas de empleo como “paliativo” y el uso de los Repros -subsidios a empresas de hasta $2.000 por trabajador-, con la expectativa de que la economía repunte en unos meses con la llegada de inversiones.
«Salimos con pocas respuestas, prácticamente las mismas que en la reunión de febrero, con el agravante que la situación se puso más complicada. No nos alcanza con que nos digan que en el segundo semestre o el año que viene van a bajar los precios y va a crecer el empleo», dijo en privado uno de los sindicalistas presentes.
La reunión también dejó en evidencia las diferencias internas: a Moyano lo cuestionaron por abrir la cumbre con planteos «demasiado tibios» sobre los reclamos. Barrionuevo fue uno de los más duros: «Si no hay medidas concretas pronto, va a ser difícil contener el conflicto social», alertó.
El Presidente también descartó modificar Ganancias este año: ratificó que el Ejecutivo enviará en las próximas semanas el proyecto al Congreso para modificar las escalas, pero que la implementación será en 2017. “De entrada Mauricio fue directo y muy crudo sobre los números de la economía, y ellos mostraron una posición dentro de todo comprensiva”, comunicaron fuentes de la Casa Rosada.
Como contrapartida, los sindicalistas escucharon las medidas que prepara el Gobierno destinadas a los sectores más vulnerables, como la ampliación de la Asignación Universal por Hijo y la devaluación del IVA para la canasta básica. Con Macri y Triaca participaron de la reunión Marcos Peña -jefe de Gabinete- y Mario Quintana, secretario de coordinación interministerial.
Para el Gobierno la reunión funcionó como un primer paso en su intención de moderar el tono del acto del 29 de abril, organizado por las centrales sindicales como celebración previa al 1° de mayo en el monumento del Trabajo. Los funcionarios lo valoraban también como una muestra de gobernabilidad, en línea con el encuentro con el gobernador peronista Juan Manuel Urtubey, en la misma jornada del regreso a escena de Cristina Kirchner. Dejaron trascender un comentario de Moyano a Macri: «Pensar que esta mañana Cristina estaba en Comodoro Py y ahora nosotros acá, hace tanto que no veníamos…».