18 de Marzo de 2015
El líder del Pro recibió el respaldo del poder económico
El alcalde prometió una «lluvia de dólares» y afirmó: «No voy a hacer un gobierno condicionado». Anoche recaudó 120 millones de pesos para la campaña en una cena con empresarios en la Rural.
El precandidato presidencial Mauricio Macri empezó ayer con sus promesas de campaña. El líder del PRO aseguró que el próximo 11 de diciembre no habrá «más cepo» cambiario, claro que para que eso ocurra primero deberá imponerse en los comicios del 25 de octubre. El nacido en Tandil también aprovechó la jornada para ningunear a sus flamantes socios radicales. «Yo no voy a hacer un gobierno condicionado ni integrado de una manera forzada. Acá, vamos a competir y el que gana es el que va a conducir y a armar su gobierno y pedirá o no colaboración. Esos son los términos en lo cual lo hemos planteado», afirmó para diferenciarse de la Alianza.
Los dichos del jefe de gobierno porteño llegaron el mismo día en que el PRO tuvo su primer gran acto para recaudar fondos que sostengan la postulación del alcalde: a $ 50 mil el cubierto, 2400 personas acudieron a La Rural para poder ver de cerca al ex titular de Boca Juniors.
Sobre su política económica, el alcalde capitalino comenzó a dejar algunas definiciones, tal vez parecieran teñidas de optimismo. «Van a sobrar dólares en la Argentina a partir de diciembre», explicó.
Cuando fue consultado en Radio La Red sobre qué haría con las AFJP y con Aerolíneas Argentinas, que en 2008 y 2009 retornaron al control estatal, el líder del PRO eligió no responder la pregunta. O al menos no responder lo que se le había preguntado. «Lo que estamos siempre discutiendo es sobre prejuicios de si uno quiere volver o no a los ’90. Yo no quiero volver a los ’90 ni a los 2000», señaló. «Puede ser concesión, puede ser gestionarlo en forma propia», sostuvo y aclaró que en cualquier caso el Estado deberá estar «presente porque a las concesiones hay que controlarlas».
Más tarde el otrora titular de SOCMA fue el más buscado en La Rural en su primera cena para recaudar fondos. Los dirigentes del PRO ingresaron al lugar por la calle Sarmiento, mientras que los empresarios entraron por los laterales de la feria que estuvo «blindada» para la prensa. Por el pasillo principal pasaron Gabriela Michetti y Horacio Rodríguez Larreta, rivales por la sucesión del jefe de gobierno. El ministro coordinador aclaró que no había participado de la ofrenda, aunque otros funcionarios del estado capitalino no corrieron la misma suerte y tuvieron que sacar el dinero de sus propios bolsillos. «¿Cincuenta mil pesos por el cubierto? Ni loco, me echan de mi casa», ironizó otro ministro.
Con la mirada puesta en los comicios de octubre, el titular del PRO, Humberto Schiavoni dijo que «lo importante es que Macri llega con 24 partidos en todo el país».
–Pero en provincia tienen un problema, le advirtió Tiempo.
–Es cierto, reconoció.
Néstor Grindetti, sin embargo, hizo gala de una verborragia y un optimismo inusitado y confió que la personería jurídica en la provincia es un tema que tendrá una solución favorable al macrismo.
Su alegría tal vez guardara relación con los $ 120 millones que ayer consiguió el partido amarillo. Quien llevó adelante la «juntada» fue Edgardo Cenzón, quien fuera recaudador en anteriores campañas PRO, además de ser el ministro que posee el contrato privado más oneroso de la urbe.
De pasada, Rogelio Frigerio contó que forma parte del «equipo económico» del PRO, y adelantó que Macri tendrá un discurso «desarrollista» para captar votos radicales y esquivó una pregunta sobre devaluación. «La competitividad no pasa por el tipo de cambio».
La última en ingresar fue Michetti. La senadora aclaró que todos los candidatos estaban ubicados en la misma mesa y lanzó otra promesa. «No nos vamos a dejar condicionar por los aportantes», aseveró. Con menos pruritos, un alto funcionario macrista se relamía. «La cantidad de mesas confirma que están presentes –en persona o no– los representantes más importantes del poder económico», confió sonriente.
«No está presupuestada la compra de taser»
Luego de que el Tribunal Superior de Justicia le diera luz verde para comprar las pistolas eléctricas Taser, el ministro de Justicia y Seguridad Guillermo Montenegro aseguró ayer que «no está presupuestada ni existe una partida» para la adquisición de las controvertidas armas. Unas horas antes la legisladora Gabriela Alegre había presentado un proyecto de Paula Penacca, Jorge «Quito» Aragón y Lorena Pokoik, para modificar la Ley de Seguridad Pública e impedir el uso de las Taser. En los fundamentos, los legisladores resaltan que la ONU expresó que «la aplicación de este tipo de arma contra las personas constituye» una forma de tortura.
«En lugar de buscar una mayor presencia de la Policía Metropolitana para garantizar la seguridad de los porteños, Macri profundiza su perfil represivo con la incorporación de las pistolas eléctricas Taser», acusó el precandidato a jefe de gobierno kirchnerista Aníbal Ibarra.
Por su parte el presidente del TSJ, Luis Lozano, uno de los que autorizó la utilización de las pistolas defendió su fallo y reclamó un «protocolo» para el manejo de las armas. «Si usted usa la pistola para sustituir el uso de armas de fuego, esto significa disminuir el peligro. Si usted usa la pistola para reprimir cuando no se necesita reprimir esto es ilegítimo», explicó.