Así lo hace en su nuevo sitio web, donde relata momentos de su vida con sus hijos, en el club y en política. Seguirá insistiendo en «mejorar lo que se hizo bien» para seducir al indeciso
El discurso posterior al triunfo de Horacio Rodríguez Larreta en el ballottage porteño mostró una versión diferente de Mauricio Macri, más mesurado en sus críticas al kirchnerismo, pero a la vez, más humano. Esos matices intentará profundizar el precandidato del PRO en las últimas dos semanas de campaña, teniendo como punto de referencia la provincia de Buenos Aires, pero sin descuidar ciudades estratégicas del interior del país donde alberga expectativas de sumar un importante caudal de votos.
Ayer, en el relanzamiento de su sitio web, Macri se dirigió a sus votantes en primera persona, revelando cuatro momentos trascendentes en su vida ante lo que llamó «El gran desafío». Sobre su secuestro en 1991, relató: «No lo supe en ese momento, pero aquel sábado 24 de agosto, en la profunda oscuridad de ese cajón de muertos, algo en mi interior cambió para siempre». En los otros tres relatos personales habló de su exitosa presidencia en Boca, su ingreso a la política, y sus cuatro hijos.
Según Macri, cada una de esas etapas fue determinante a la hora de lanzarse en la carrera presidencial. «Quiero ser presidente porque estoy convencido de que puedo ayudar a que todos los argentinos tengan una vida más feliz». Y profundiza: «Aspirar a una vida feliz es una meta formulada con simpleza, pero es una ambición muy poderosa para una Nación». En ese sentido, acentúa la importancia de que «todos tengan luz, agua, gas y cloacas».
Además, en la recta final para las PASO, Macri dejará de hablar de «cambio», intentando romper la barrera «antimacrista» y seduciendo al votante independiente. Asegurará que «no se dará marcha atrás en los avances importantes que se hicieron en los últimos 12 años y que se apuntará a mejorar lo logrado, con un Estado eficiente».
La búsqueda del voto que en el PRO definen como independiente y que será vital en un eventual ballottage, apunta a que no teman que votar a Macri será dar «un salto al vacío». Pero ello no resignará al votante aspiracional, ya que transmitirán la idea de que se mantendrá lo ganado «para mejorarlo». La provincia de Buenos Aires será el eje de la campaña. Macri concentrará sus visitas en el conurbano junto a la precandidata a gobernadora María Eugenia Vidal pero también con el electo jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, y la precandidata a Vicepresidente Gabriela Michetti.
El discurso posterior al triunfo de Horacio Rodríguez Larreta en el ballottage porteño mostró una versión diferente de Mauricio Macri, más mesurado en sus críticas al kirchnerismo, pero a la vez, más humano. Esos matices intentará profundizar el precandidato del PRO en las últimas dos semanas de campaña, teniendo como punto de referencia la provincia de Buenos Aires, pero sin descuidar ciudades estratégicas del interior del país donde alberga expectativas de sumar un importante caudal de votos.
Ayer, en el relanzamiento de su sitio web, Macri se dirigió a sus votantes en primera persona, revelando cuatro momentos trascendentes en su vida ante lo que llamó «El gran desafío». Sobre su secuestro en 1991, relató: «No lo supe en ese momento, pero aquel sábado 24 de agosto, en la profunda oscuridad de ese cajón de muertos, algo en mi interior cambió para siempre». En los otros tres relatos personales habló de su exitosa presidencia en Boca, su ingreso a la política, y sus cuatro hijos.
Según Macri, cada una de esas etapas fue determinante a la hora de lanzarse en la carrera presidencial. «Quiero ser presidente porque estoy convencido de que puedo ayudar a que todos los argentinos tengan una vida más feliz». Y profundiza: «Aspirar a una vida feliz es una meta formulada con simpleza, pero es una ambición muy poderosa para una Nación». En ese sentido, acentúa la importancia de que «todos tengan luz, agua, gas y cloacas».
Además, en la recta final para las PASO, Macri dejará de hablar de «cambio», intentando romper la barrera «antimacrista» y seduciendo al votante independiente. Asegurará que «no se dará marcha atrás en los avances importantes que se hicieron en los últimos 12 años y que se apuntará a mejorar lo logrado, con un Estado eficiente».
La búsqueda del voto que en el PRO definen como independiente y que será vital en un eventual ballottage, apunta a que no teman que votar a Macri será dar «un salto al vacío». Pero ello no resignará al votante aspiracional, ya que transmitirán la idea de que se mantendrá lo ganado «para mejorarlo». La provincia de Buenos Aires será el eje de la campaña. Macri concentrará sus visitas en el conurbano junto a la precandidata a gobernadora María Eugenia Vidal pero también con el electo jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, y la precandidata a Vicepresidente Gabriela Michetti.