Macri ordenó cerrar el Museo del Bicentenario para «deskirchnerizarlo»

La vestimenta y los clásicos mocasines de Néstor Kirchner serían excluídos de la muestra. Foto: Archivo / Marcelo Amena
El gobierno de Mauricio Macri comenzará su batalla cultural en los sótanos del palacio. El lunes último cerró el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada y comenzó un proceso de refacciones que duraría un mes para «despolitizar» la muestra permanente y darle un contenido enteramente histórico.
La ex presidenta Cristina Kirchner había inaugurado el museo el 24 de mayo de 2011 y lo convirtió en un homenaje autocelebratorio del peronismo y, en especial, del kirchnerismo. Y con evidentes elementos de críticas a los gobiernos estigmatizados como la «oligarquía».
Tras las reformas, posiblemente ya no estén en la exposición la camiseta de Racing Club con la leyenda «100% K» y los mocasines que usaba el ex presidente Néstor Kirchner. Quizás también el automóvil «Justicialista Grand Sport» blanco y rojo modelo 1953, un emblema de Juan Domingo Perón, deba buscar otro estacionamiento.
Pero el hermetismo en el emprendimiento es total. En el Gobierno intuyen que la refacción podría desatar pasiones en el kirchnerismo y ensanchar la «grieta». El secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, que dirige el proyecto, no quiere que se filtre nada del proyecto. «Las piezas partidarias no van a quedar en el museo», dijo a LA NACION un vocero oficial.
«No conocemos la propuesta, todavía no está terminada», aseguró una vocera de De Andreis. El proyecto está en manos del director del Museo, profesor Juan José Ganduglia, un «histórico» de la Casa Rosada que atravesó el kirchnerismo.
Ganduglia pasa horas en las galerías de lo que fueron la Aduana Taylor y el Fuerte de Buenos Aires, en el siglo XVIII. Contará con la colaboración del titular del Sistema Federal del Medios, Hernán Lombardi, quien aportará material de archivo, fotográfico y filmaciones de Canal 7 y del Centro Cultural Kirchner. «Será netamente histórico», dicen con misterio. Convocarían al investigador en historia Luciano de Privitellio.
Pese a que Ganduglia y De Andreis guardan secreto, muchos funcionarios dejaron trascender que se le «quitará el sentido de homenaje y autocelebración del peronismo y del kirchnerismo» al museo. Se conservarían piezas históricas como el Mural hecho en 1933 por el artista mexicano David Alfaro Siqueiros.
Se reemplazarían los audiovisuales históricos de relatos desde la Revolución de Mayo de 1810 que tenían una mirada partidaria para «invitar al espectador a reflexionar acerca de nuestra identidad nacional». También se escuchó: «La camiseta de Racing K, que usaba Kirchner para los picaditos en Olivos, y los mocasines no quedan».
Es un misterio lo que ocurrirá con el retrato de Juan Manuel de Rosas y las pinturas del Combate de la Vuelta de Obligado. Podrían archivarse los afiches de Perón, con dibujos originales de época, que rezaban «Forjador de la Nueva Gran Argentina».
También había una billetera souvenir típico del primer período peronista, con escudo del PJ y la firma grabada de Perón. Se desconoce la suerte que tendrán, por ejemplo, los afiches de Eva Perón, titulado «Amparo de los Humildes», y de Héctor J. Cámpora como candidato presidencial del Frejuli para las elecciones del 11 de marzo de 1973. Se trata de la figura inspiradora de la agrupación La Cámpora.
En un solar central se lucía un tradicional retrato en óleo de Juan y Eva Perón, que data de 1948. Posiblemente ya no aparezca tan destacado en el museo.
Tampoco se informó el destino de elementos que por su presencia implican un revisionismo crítico de la historia relatada por el kirchnerismo: los cascos militares de la Guerra de las Malvinas con las tapas de diarios de la época que celebraban la invasión argentina; la lapicera Bulgari de oro 18 k que el ex presidente Carlos Menem le obsequió a su sucesor Fernando de la Rúa, o la misma campera de gamuza y el pañuelo de seda de cuello que usaba el propio De la Rúa.
También en el museo se exponían los lujosos carros de época que usaban los presidentes Julio A. Roca, Hipólito Yrigoyen y el vehículo más popular de José Evaristo Uriburu. Está en análisis si irán a parar a una cochera alternativa.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

Ver todas las entradas de Nicolás Tereschuk (Escriba) →

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *