Jueves 16 de junio de 2011 | Publicado en edición impresa
Jaime Rosemberg
LA NACION
«Escucharon bien, ¿no? Hoy no pueden preguntar», bromeó Mauricio Macr i mirando a los periodistas de la primera fila cuando oyó la consigna impartida por Pablo Mendelevich, organizador del encuentro.
Minutos después, Macri se habrá preguntado por qué las preguntas no las habrán hecho, precisamente, los periodistas. Es que anoche, en la sede central de la Universidad de Palermo, los estudiantes de distintas carreras sometieron al jefe de gobierno porteño a un arsenal de preguntas incómodas, de las que Macri pudo salir airoso pocas veces.
Su falta de candidato presidencial, su relación con Francisco de Narváez, sus dichos contra la inmigración y la hipótesis de perder la elección en la ciudad fueron algunos de los estiletes lanzados por los estudiantes, en una charla que forma parte del ciclo del que ya participaron Daniel Filmus, Fernando Solanas y Hugo Moyano.
«¿Que va a hacer en caso de perder la elección?» , preguntó un joven de barba ubicado en primera fila. «Qué sé yo… El Pro vino para quedarse… y yo seguiré ayudando», dijo, no muy convencido. «Usted dijo que le ponía un 7 a su gestión. ¿Cuánto le pone al Gobierno?», preguntó otro joven. «El primer mandato, con Kirchner, tuvo buenos datos, como la búsqueda de superávit, la inversión en infraestructura. En el segundo mandato se fue todo al demonio», se explayó.
«¿Cómo está su relación con De Narváez? ¿Y con Alfonsín? ¿Quién es su candidato a presidente?», preguntó otro joven con el pelo revuelto. «Paso, paso y paso», contestó Macri, aunque concedió: «Con Pino Solanas no iría, porque tiene una visión muy antigua». El chico lo miró serio.
«¿No tiene nada de qué arrepentirse? Yo me sentí discriminada cuando ocurrió lo del Indoamericano», dijo una joven con voz suave y de origen boliviano. «No me arrepiento de lo que dije: la inmigración a la Argentina es descontrolada», contestó él.
«¿No era mejor perder la nacional que perder la ciudad?», preguntó otro. Respuesta: «Bueno, sí, para perder es preferible perder a lo grande. Pero no es ésa nuestra hipótesis».
«¿Por qué no da el ejemplo y se muda a Parque Patricios?», preguntó Julián, desde un costado. «¡Qué agudo, Julián!», bromeó Macri.
Antes de la catarata de preguntas aparecieron ratos de lucimiento. «¿Si puede haber sorpresa en el kirchnerismo? Y… por ahí va Schoklender de candidato», ironizó cuando le preguntaron por la reelección de Cristina. Volvió a defender a Jorge Palacios y dijo que cometió un «error al no percibir el nivel de conflictividad» por nombrarlo en la Metropolitana. Incluso lagrimeó al recordar la inauguración de una escuela de danzas, anteayer, luego de 37 años de espera de los vecinos. «Salís dañado, pero eso te fortalece en otros aspectos», dijo al recordar su secuestro, en el final de una noche incómoda.
La radiografía
Reportaje abierto en la Universidad de Palermo
200
Alumnos
Esperaron a Mauricio Macri para hacerle filosas preguntas, que descolocaron al jefe porteño.
EL BACKSTAGE Antes de la llegada de Macri dos agentes de la Metropolitana llegaron al lugar para revisarlo. Un hombre de prensa le pasaba datos al jefe porteño, que llegó luego, con dos custodios de su policía.
De buen humor
Ironizó sobre la reelección de Cristina: «Por ahí lo ponen a Schoklender de candidato».
Fastidioso
Un joven le recordó que siempre contaba una misma anécdota sobre la seguridad. «Vos ves mucho 6, 7, 8», respondió Macri.
Las frases
Mauricio macri
Jefe de gobierno
«No voy a dejar que mi viejo se vaya de este mundo enojado conmigo. La relación hoy no es muy Pro»
Jaime Rosemberg
LA NACION
«Escucharon bien, ¿no? Hoy no pueden preguntar», bromeó Mauricio Macr i mirando a los periodistas de la primera fila cuando oyó la consigna impartida por Pablo Mendelevich, organizador del encuentro.
Minutos después, Macri se habrá preguntado por qué las preguntas no las habrán hecho, precisamente, los periodistas. Es que anoche, en la sede central de la Universidad de Palermo, los estudiantes de distintas carreras sometieron al jefe de gobierno porteño a un arsenal de preguntas incómodas, de las que Macri pudo salir airoso pocas veces.
Su falta de candidato presidencial, su relación con Francisco de Narváez, sus dichos contra la inmigración y la hipótesis de perder la elección en la ciudad fueron algunos de los estiletes lanzados por los estudiantes, en una charla que forma parte del ciclo del que ya participaron Daniel Filmus, Fernando Solanas y Hugo Moyano.
«¿Que va a hacer en caso de perder la elección?» , preguntó un joven de barba ubicado en primera fila. «Qué sé yo… El Pro vino para quedarse… y yo seguiré ayudando», dijo, no muy convencido. «Usted dijo que le ponía un 7 a su gestión. ¿Cuánto le pone al Gobierno?», preguntó otro joven. «El primer mandato, con Kirchner, tuvo buenos datos, como la búsqueda de superávit, la inversión en infraestructura. En el segundo mandato se fue todo al demonio», se explayó.
«¿Cómo está su relación con De Narváez? ¿Y con Alfonsín? ¿Quién es su candidato a presidente?», preguntó otro joven con el pelo revuelto. «Paso, paso y paso», contestó Macri, aunque concedió: «Con Pino Solanas no iría, porque tiene una visión muy antigua». El chico lo miró serio.
«¿No tiene nada de qué arrepentirse? Yo me sentí discriminada cuando ocurrió lo del Indoamericano», dijo una joven con voz suave y de origen boliviano. «No me arrepiento de lo que dije: la inmigración a la Argentina es descontrolada», contestó él.
«¿No era mejor perder la nacional que perder la ciudad?», preguntó otro. Respuesta: «Bueno, sí, para perder es preferible perder a lo grande. Pero no es ésa nuestra hipótesis».
«¿Por qué no da el ejemplo y se muda a Parque Patricios?», preguntó Julián, desde un costado. «¡Qué agudo, Julián!», bromeó Macri.
Antes de la catarata de preguntas aparecieron ratos de lucimiento. «¿Si puede haber sorpresa en el kirchnerismo? Y… por ahí va Schoklender de candidato», ironizó cuando le preguntaron por la reelección de Cristina. Volvió a defender a Jorge Palacios y dijo que cometió un «error al no percibir el nivel de conflictividad» por nombrarlo en la Metropolitana. Incluso lagrimeó al recordar la inauguración de una escuela de danzas, anteayer, luego de 37 años de espera de los vecinos. «Salís dañado, pero eso te fortalece en otros aspectos», dijo al recordar su secuestro, en el final de una noche incómoda.
La radiografía
Reportaje abierto en la Universidad de Palermo
200
Alumnos
Esperaron a Mauricio Macri para hacerle filosas preguntas, que descolocaron al jefe porteño.
EL BACKSTAGE Antes de la llegada de Macri dos agentes de la Metropolitana llegaron al lugar para revisarlo. Un hombre de prensa le pasaba datos al jefe porteño, que llegó luego, con dos custodios de su policía.
De buen humor
Ironizó sobre la reelección de Cristina: «Por ahí lo ponen a Schoklender de candidato».
Fastidioso
Un joven le recordó que siempre contaba una misma anécdota sobre la seguridad. «Vos ves mucho 6, 7, 8», respondió Macri.
Las frases
Mauricio macri
Jefe de gobierno
«No voy a dejar que mi viejo se vaya de este mundo enojado conmigo. La relación hoy no es muy Pro»