EL NEGOCIO. Actualmente, cuatro empresas trabajan -por zonas- en la recolección de residuos en la Capital. Los contratos están vencidos y se prorrogan periódicamente, hasta que la Ciudad apruebe una nueva concesión.
A Mauricio Macri y a Hugo Moyano los une hoy algo más que su enfrentamiento con la Casa Rosada: inesperadamente llegaron a un acuerdo vinculado con la recolección de basura, que podrá beneficiarlos en el futuro.
Prorrogado el llamado a licitación hasta fines de 2013, el jefe de gobierno porteño garantizó que los 7000 camioneros que se desempeñan actualmente en la prestación del servicio conservarán su fuente laboral, por más que se adjudique a una empresa diferente de la que pertenecen.
El convenio contempla, además, el pago de una indemnización en caso de un cambio de compañía y reconoce la antigüedad de los trabajadores.
Moyano había presionado en los últimos meses para que las empresas responsables de la recolección abonen a sus afiliados las indemnizaciones generadas desde los tiempos de Fernando de la Rúa hasta la actualidad. La deuda superaría los 200 millones de pesos y ya se comenzó a pagar la primera de las cuatro cuotas pautadas, según fuentes del macrismo.
Esta situación empujó a las empresas a reclamarle al gobierno porteño que aporte su parte correspondiente, de acuerdo con lo establecido en los pliegos de la concesión del negocio, renovado en 2005.
Sin recursos genuinos para afrontar los pagos, Macri estudia enviar un proyecto a la Legislatura porteña para emitir un «bono proveedor» a las empresas como garantía de que la deuda se cancelaría durante su gestión. En la Legislatura, el macrismo cuenta con la mayoría, pero no le alcanza para obtener el quórum propio.
«Estamos evaluando la deuda contraída en las dos administraciones anteriores. Como no tenemos el dinero, posiblemente recurramos a la Legislatura para que se autorice la emisión de un bono proveedor», dijo a LA NACION el ministro de Espacio Público, Diego Santilli.
La deuda con los recolectores afiliados al gremio de los camioneros se acentuó durante las gestiones de De la Rúa y Aníbal Ibarra, según la versión de Santilli. Por entonces, el pago de las indemnizaciones era «doble» o del 180 por ciento. En aquella oportunidad, los trabajadores fueron bonificados únicamente con el 80 por ciento. Y, desde hace unos meses, Moyano volvió a la carga por el porcentaje restante, sabiendo que en 2014 el negocio será readjudicado.
En plena disputa por intentar mantener su poder en la CGT, Moyano apuró ayer, eufórico, el anuncio del acuerdo con el gobierno porteño y las cuatro compañías recolectoras. «Es la conquista más grande de una organización gremial», expresó en un comunicado firmado por su hijo Pablo y el dirigente Marcelo Aparicio, números dos y tres,respectivamente, en el escala-fón jerárquico de los camioneros.
Entre tanto éxtasis, Moyano convocó a un acto con afiliados de su sindicato para el jueves próximo en el Parque Roca. Anhela con reunir allí a 30.000 personas para celebrar la medida concedida por las empresas y el gobierno porteño.
El pacto con Moyano le permitiría a Macri evitar posibles conflictos sindicales en 2014, cuando supone que su proyecto como candidato a presidente ya haya madurado.
En el gobierno porteño rechazaron ayer una lectura especulativa del acuerdo con el camionero. «Con Moyano vamos y venimos. A veces estamos bien y otras mal. Pero no es una alianza política», desestimó un macrista de peso en Pro.
Macri no estuvo cara a cara con Moyano a la hora de sellar el acuerdo. Las negociaciones estuvieron a cargo de Santilli y del jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, que se reunieron varias veces con Aparicio y Claudio «Chiqui» Tapia, el yerno de Moyano. También asistían los representantes de las empresas.
Sin embargo, Moyano aprovechó cada ocasión que se le presentó para reforzar su reclamo ante el jefe de gobierno porteño. El 6 de octubre pasado el sindicalista insistió en su pedido durante una reunión con el ministro porteño de Desarrollo Económico, Francisco Cabrera. Aquella vez, el funcionario había destinado elogios al proyecto de la mutual de camioneros para levantar la quiebra del Club Comunicaciones, a pesar de que la oferta competía con la que había presentado el macrismo.
Otro gesto de armonía entre Macri y Moyano quedó escenificado con la aprobación del proyecto de ley para que se extiendan los parquímetros por toda la ciudad. El macrismo lo consiguió después de un acuerdo con el legislador peronista Claudio Palmeyro, integrante de la comisión directiva del Sindicato de Peones de Taxis, que lidera Omar Viviani.
Con la contribución de Jaime Rosemberg
$1500
Millones
Es lo que paga al año la ciudad de Buenos Aires por el servicio de recolección de basura.
7000
Empleados
Trabajan en las empresas de recolección de residuos que operan en la ciudad de Buenos Aires..
A Mauricio Macri y a Hugo Moyano los une hoy algo más que su enfrentamiento con la Casa Rosada: inesperadamente llegaron a un acuerdo vinculado con la recolección de basura, que podrá beneficiarlos en el futuro.
Prorrogado el llamado a licitación hasta fines de 2013, el jefe de gobierno porteño garantizó que los 7000 camioneros que se desempeñan actualmente en la prestación del servicio conservarán su fuente laboral, por más que se adjudique a una empresa diferente de la que pertenecen.
El convenio contempla, además, el pago de una indemnización en caso de un cambio de compañía y reconoce la antigüedad de los trabajadores.
Moyano había presionado en los últimos meses para que las empresas responsables de la recolección abonen a sus afiliados las indemnizaciones generadas desde los tiempos de Fernando de la Rúa hasta la actualidad. La deuda superaría los 200 millones de pesos y ya se comenzó a pagar la primera de las cuatro cuotas pautadas, según fuentes del macrismo.
Esta situación empujó a las empresas a reclamarle al gobierno porteño que aporte su parte correspondiente, de acuerdo con lo establecido en los pliegos de la concesión del negocio, renovado en 2005.
Sin recursos genuinos para afrontar los pagos, Macri estudia enviar un proyecto a la Legislatura porteña para emitir un «bono proveedor» a las empresas como garantía de que la deuda se cancelaría durante su gestión. En la Legislatura, el macrismo cuenta con la mayoría, pero no le alcanza para obtener el quórum propio.
«Estamos evaluando la deuda contraída en las dos administraciones anteriores. Como no tenemos el dinero, posiblemente recurramos a la Legislatura para que se autorice la emisión de un bono proveedor», dijo a LA NACION el ministro de Espacio Público, Diego Santilli.
La deuda con los recolectores afiliados al gremio de los camioneros se acentuó durante las gestiones de De la Rúa y Aníbal Ibarra, según la versión de Santilli. Por entonces, el pago de las indemnizaciones era «doble» o del 180 por ciento. En aquella oportunidad, los trabajadores fueron bonificados únicamente con el 80 por ciento. Y, desde hace unos meses, Moyano volvió a la carga por el porcentaje restante, sabiendo que en 2014 el negocio será readjudicado.
En plena disputa por intentar mantener su poder en la CGT, Moyano apuró ayer, eufórico, el anuncio del acuerdo con el gobierno porteño y las cuatro compañías recolectoras. «Es la conquista más grande de una organización gremial», expresó en un comunicado firmado por su hijo Pablo y el dirigente Marcelo Aparicio, números dos y tres,respectivamente, en el escala-fón jerárquico de los camioneros.
Entre tanto éxtasis, Moyano convocó a un acto con afiliados de su sindicato para el jueves próximo en el Parque Roca. Anhela con reunir allí a 30.000 personas para celebrar la medida concedida por las empresas y el gobierno porteño.
El pacto con Moyano le permitiría a Macri evitar posibles conflictos sindicales en 2014, cuando supone que su proyecto como candidato a presidente ya haya madurado.
En el gobierno porteño rechazaron ayer una lectura especulativa del acuerdo con el camionero. «Con Moyano vamos y venimos. A veces estamos bien y otras mal. Pero no es una alianza política», desestimó un macrista de peso en Pro.
Macri no estuvo cara a cara con Moyano a la hora de sellar el acuerdo. Las negociaciones estuvieron a cargo de Santilli y del jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, que se reunieron varias veces con Aparicio y Claudio «Chiqui» Tapia, el yerno de Moyano. También asistían los representantes de las empresas.
Sin embargo, Moyano aprovechó cada ocasión que se le presentó para reforzar su reclamo ante el jefe de gobierno porteño. El 6 de octubre pasado el sindicalista insistió en su pedido durante una reunión con el ministro porteño de Desarrollo Económico, Francisco Cabrera. Aquella vez, el funcionario había destinado elogios al proyecto de la mutual de camioneros para levantar la quiebra del Club Comunicaciones, a pesar de que la oferta competía con la que había presentado el macrismo.
Otro gesto de armonía entre Macri y Moyano quedó escenificado con la aprobación del proyecto de ley para que se extiendan los parquímetros por toda la ciudad. El macrismo lo consiguió después de un acuerdo con el legislador peronista Claudio Palmeyro, integrante de la comisión directiva del Sindicato de Peones de Taxis, que lidera Omar Viviani.
Con la contribución de Jaime Rosemberg
$1500
Millones
Es lo que paga al año la ciudad de Buenos Aires por el servicio de recolección de basura.
7000
Empleados
Trabajan en las empresas de recolección de residuos que operan en la ciudad de Buenos Aires..