Macri y Vidal, separados en su estrategia con el peronismo

María Eugenia Vidal y Mauricio Macri en el octavo timbreo nacional
Son un equipo. Pero con miradas distintas. Al menos, sobre el peronismo. Mientras el Presidente, Mauricio Macri, rechazó abrir su gobierno al PJ, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, no deja de enviarle señales de acuerdo al partido fundado por Juan Domingo Perón. Los datos lo confirman: un 36% del gabinete bonaerense es de extracción justicialista mientras que sólo el 14% del elenco nacional.
Aunque a Vidal le gusta afirmar que todo lo consulta con Macri (se frecuentan y chatean por WhatsApp a diario), la estrategia política, que a nivel nacional la marca el jefe de Gabinete, Marcos Peña, parece diferir. Mientras el presidente decidió hacer caso omiso a los reclamos de Emilio Monzó, el titular de la Cámara de Diputados, y Rogelio Frigerio (ministro del Interior) sobre la posibilidad de incorporar peronistas tanto al gabinete como al armado electoral hacia 2017, en la Provincia la estrategia que maneja el flamante jefe de Gabinete, Federico Salvai, con el aval de la gobernadora, es sumar intendentes y dirigentes del PJ.
Hoy, en la mesa de decisiones de Vidal no sólo está el propio Salvai, quien inició su actividad política en el peronismo porteño a comienzos de 2000, sino siete ministros clave en su gestión. Uno de ellos es Cristian Ritondo (Seguridad), quien tiene a su cargo la delicada tarea de reformar la Policía Bonaerense. Otro es Gustavo Ferrari (Justicia), quien se ocupa del Servicio Penitenciario. También en la nómina peronista dos áreas sensibles: Desarrollo Social (Santiago López Medrano, quien se inició en el PJ de San Martín junto a Sergio Massa) y Educación (Alejandro Finocchiaro, un histórico peronista a quien le encargaron el armado en La Matanza). También una de las últimas incorporaciones al elenco provincial: el ex intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre (ministro de Gobierno). A ellos se sumará el futuro ministro de la Producción: en La Plata afirman que será un dirigente, en particular un intendente, de extracción peronista. Habrá que agregar la incorporación del secretario de Vivienda y Hábitat, Francisco Echarren, intendente de Castelli. También en el organigrama aparecen otros peronistas, tanto en Seguridad (Matías Ranzini) como en Justicia o Desarrollo Social.
En el orden nacional no pasa lo mismo. Sólo tres ministros vienen del peronismo. Uno de ellos es Jorge Triaca (Trabajo), cuyo padre ocupó el mismo cargo en los 90, y quien se crió entre sindicalistas. Otro caso es el de Patricia Bullrich (Seguridad), quien militó en el peronismo revolucionario en los 70 y, aunque fundó su propio partido (Unión por Todos) no se ganó el mote de “la Piba” en vano.
Finalmente Rogelio Frigerio, quien se crió junto a su abuelo de la mano de Arturo Frondizi, se reconoce como peronista y desarrollista. Tal vez por eso fue uno de los primeros en reclamar a principio de año la apertura de Cambiemos al PJ.

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