Ahora sí, como en una buena ensalada, no falta ningún ingrediente: recién arribado de los Emiratos Arabes, Diego Maradona se pronunció sobre el conflicto Presidencia de la Nación – Provincia, convocó a las partes a “que se peleen, que se maten. Y si (Cristina) no quiere que (Scioli) sea presidente, que no sea presidente pero que no pague la gente”.
Con lenguaje brutal el ex técnico de la Selección propuso una fórmula para terminar la disputa: “Encerrate en la Casa Rosada, jugale un partido de ping pong a Scioli, jugale una carrera, mátense a trompadas, pero si el tipo que laburó todo el año está esperando el aguinaldo y vos por pelearte con uno, por pelearte con otro, lo sacás a hablar a Craviotto, después paga la gente” , dijo el ex jugador.
Así, se permitió la ironía de nombrar al vicegobernador Gabriel Mariotto, bajo el subterfugio futbolístico de Néstor Craviotto, aquel marcador de punta de Estudiantes y la selección. Fue en declaraciones radiales, donde Maradona manifestó “preocupación” por Scioli. “Como me decía Fidel, que se rompan la cabeza pero que no pague la gente” . Y aclaró el lugar desde donde hacía las críticas: “Yo la banco a Cristina a morir pero Scioli es un amigo”.
Insistió: “La gente es la que va a laburar, que hace un sacrificio enorme con los bondis, con los trenes, con los subtes. Eso que vemos todos los argentinos”.
Después, parado en los estribos, aclaró que no quería ser “el paladín Diego Armando Maradona. No. Yo estoy diciendo lo que veo. Que se chichoneen (sic) y se rompan, pero que la gente tenga la olla llena”.
Al cabo, la parrafada del “10” sobre el episodio de pago de salarios en la Provincia representa apenas un estímulo a su verba pronta y frontal. Así, considera estar habilitado para cuestiones mundanas como los rencores políticos.
En la Gobernación bonaerense evitaron un pronunciarse por el convite, poco convencional, de Maradona, aunque refirieron que “todas las opiniones son importantes y Diego seguramente está obrando de buena fe” (ver pág. 46).
Con lenguaje brutal el ex técnico de la Selección propuso una fórmula para terminar la disputa: “Encerrate en la Casa Rosada, jugale un partido de ping pong a Scioli, jugale una carrera, mátense a trompadas, pero si el tipo que laburó todo el año está esperando el aguinaldo y vos por pelearte con uno, por pelearte con otro, lo sacás a hablar a Craviotto, después paga la gente” , dijo el ex jugador.
Así, se permitió la ironía de nombrar al vicegobernador Gabriel Mariotto, bajo el subterfugio futbolístico de Néstor Craviotto, aquel marcador de punta de Estudiantes y la selección. Fue en declaraciones radiales, donde Maradona manifestó “preocupación” por Scioli. “Como me decía Fidel, que se rompan la cabeza pero que no pague la gente” . Y aclaró el lugar desde donde hacía las críticas: “Yo la banco a Cristina a morir pero Scioli es un amigo”.
Insistió: “La gente es la que va a laburar, que hace un sacrificio enorme con los bondis, con los trenes, con los subtes. Eso que vemos todos los argentinos”.
Después, parado en los estribos, aclaró que no quería ser “el paladín Diego Armando Maradona. No. Yo estoy diciendo lo que veo. Que se chichoneen (sic) y se rompan, pero que la gente tenga la olla llena”.
Al cabo, la parrafada del “10” sobre el episodio de pago de salarios en la Provincia representa apenas un estímulo a su verba pronta y frontal. Así, considera estar habilitado para cuestiones mundanas como los rencores políticos.
En la Gobernación bonaerense evitaron un pronunciarse por el convite, poco convencional, de Maradona, aunque refirieron que “todas las opiniones son importantes y Diego seguramente está obrando de buena fe” (ver pág. 46).