Con la frase Je suis Mohamed (Yo soy Mahoma) plasmada en pancartas, miles de personas de las capitales de Argelia, Níger, Sudán y Mauritania protestaron contra la revista satírica Charlie Hebdo. Estas manifestaciones se dan una semana después del ataque al semanario y a las posteriores protestas en varias ciudades de Francia, donde se condenó el terrorismo.
En Nuackchot (Mauritania), más de 3.000 manifestantes, que gritaban “Todos somos Mahoma”, salieron de la Gran Mezquita de Nuakchot tras el rezo musulmán del mediodía y se dirigieron al palacio presidencial, donde fueron recibidos por el jefe del Estado mauritano, Mohamed Ould Abdel Aziz. La marcha estuvo acompañada por una masiva presencia policial. Algunos de los participantes vitoreaban a los atacantes de París y los llamaban “mártires”.
Aziz declaró que nunca participaría en una “actividad en la que se insulte al profeta del Islam” y justificó así su ausencia en la manifestación del pasado domingo organizada en París, en repudio a los atentados yihadistas que dejaron 17 muertos.
Después, los manifestantes se dirigieron a la embajada de Francia en Nuakchot y quemaron varias banderas francesas, mientras enarbolaban pancartas alabando al profeta.
Durante el rezo, el imán de la Gran Mezquita, Ahmedou Ould Lemrabott, pidió a Occidente, y en especial a Francia, que impidan a sus medios de comunicación publicar caricaturas del profeta.
“Los dirigentes occidentales deben prohibir la publicación de insultos al profeta si quieren realmente la paz y la estabilidad”, advirtió Lemrabott, quien añadió que “el Islam condena lo ocurrido a los periodistas de Charlie Hebdo y la manera en la que les mataron”.
Sin embargo, Lemrabott calificó la marcha de París como “una afrenta a los musulmanes”.
En Argelia, las manifestaciones fueron agresivas. Elementos antimotines debieron ser desplegados en las principales avenidas de Argel para evitar que los protestantes llegaran a algunas instituciones oficiales, pero se produjeron enfrentamientos debido a que se utilizaron gas lacrimógeno y balas de goma para dispersar a los manifestantes, que gritaban consignas para glorificar al profeta Mahoma.
En Níger, cuatro personas murieron y 45 resultaron heridas durante las manifestaciones. Los protestantes incendiaron el centro cultural francés (CCF) de Zinder y varias iglesias, entre católicas y protestantes. Kaomi Bawa, director de la institución europea, declaró que unas 50 personas “rompieron la puerta” de entrada e incendiaron la cafetería, la mediateca y locales administrativos del CCF.
Centenares de sudaneses también protestaron contra la portada de Charlie Hebdo, que tras los ataques de la semana pasada volvió a los kioscos con una portada en la que se ve a Mahoma derramando una lágrima mientras muestra el eslogan “Je suis Charlie” (Yo soy Charlie).
Los sudaneses marcharon por el centro de Jartum con pancartas en las que se podía leer “Muerte a Charlie Hebdo”, “Exigimos que Francia pida perdón” y “Nos sacrificamos por ti, profeta”.
Desde la Gran Mezquita, cuyo imán pidió la expulsión del embajador francés de Jartum, intentaron dirigirse a la embajada de Francia, un movimiento que prohibió la policía desplegada en torno a la legación diplomática y al centro cultural francés.
En Líbano, Pakistán, Israel y Jordania, miles de ciudadanos también alzaron su voz de protesta contra la revista satírica.
En Pakistán, las protestas tuvieron como punto de partida las mezquitas y como destino la embajada de Francia, en Karachi, la ciudad más poblada del país y capital de la provincia de Sindh.
En tanto, la policía jordana se enfrentó a varios miles de manifestantes que intentaron acercarse a la sede diplomática francesa y que fueron convocados por grupos islamistas frente a la Gran Mezquita de Huseini. Uno de los organizadores dijo que las fuerzas de seguridad dispersaron a los manifestantes y arrestaron a al menos cuatro de ellos, que fueron posteriormente liberados.