El Gobierno se prepara para lanzar en las próximas semanas un nuevo código de gobierno societario que le permitirá a la Comisión Nacional de Valores (CNV) aplicar controles más estrictos sobre las compañías que cotizan en la bolsa. Será una herramienta clave para controlar los balances de las empresas y poner la lupa en las divisas que las firmas giran a sus casas matrices en forma “encubierta”.
“La CNV está c recientemente exigente en sus estándares a todas las empresas, acá no hay amigos ni enemigos”, manifestó el presidente de la CNV, Alejandro Vanoli, durante un encuentro que encabezó a fines del año pasado cuando anticipó que trabajaban en un nuevo reglamento. El organismo les giró en octubre último un borrador sobre el nuevo código de gobierno societario a la Bolsa de Comercio y a la Cámara de las Sociedades Anónimas, entre otras instituciones, y en las próximas semanas ya publicará el definitivo . En los hechos, este código actúa como el reglamento que deberían cumplir las compañías que cotizan en la bolsa porteña.
El Gobierno se apoya en recomendaciones internacionales y en la necesidad de favorecer a los inversores minoristas para renovar el código que tuvo la última actualización en 2007, dice. Los equipos técnicos comenzaron a analizar el tema después que una multinacional telefónica realizara maniobras que despertaron críticas desde los accionistas minoritarios porque decían que los mayoritarios les escondían información.
El Gobierno pretende que las empresas presenten balances más limpios y esto también les permitiría a las autoridades tener la lupa más centrada en las empresas que giran utilidades a sus casas matrices “en forma encubierta” . Fuentes oficiales aseguran que en algunos casos, las compañías contratan servicios de consultoría de la casa matriz o compran insumo s por cotizaciones que resultarían demasiado elevadas. En estos casos, esto no figura en el renglón de envío de remesas o utilidades, sino que aparece como gastos corrientes.
La nueva reforma despierta dudas entre las compañías, aunque todavía no conocen cómo quedará el proyecto final. La CNV recibió durante los últimos cinco meses distintas sugerencias de parte de las firmas o cámaras involucradas. Una asociación le solicitó al organismo que la regulación sea “voluntaria” y no del estilo “cumple o explica” .
Ahora, las empresas tienen que cumplir con la reglamentación y si no lo hacen, tienen que explicar por qué se rehusan a cumplir lo estipulado en el Código. “Con más regulación no vas a lograr que más empresas coticen en bolsa , tiene que haber un equilibrio”, se quejaron desde una de las instituciones que le enviaron el borrador a la CNV. Y dijeron que “en muchos mercados de capitales de países centrales que han sufrido y sufren profundas crisis bursátiles y en los cuales los esquemas de divulgación mandataria o seudovoluntaria no fueron eficaces para prevenir conductas disvaliosas de administradores, ni sirvieron a los reguladores para prevenir el estallido de burbujas financieras”.
El Gobierno ya comenzó a implementar distintas alternativas para administrar la cantidad de divisas que hay en la economía: desde las medidas para limitar el ingreso de productos importados hasta la aplicación de controles más estrictos para las personas que quieran comprar divisas. El secretario de Comercio, Guillermo Moreno, ya aclaró que su objetivo es cerrar 2012 con un superávit comercial superior a los 10 mil millones de dólares. El presupuesto 2012 que elaboró el oficialismo estipula que el saldo comercial de este año será de 9.500 millones de dólares.
“La CNV está c recientemente exigente en sus estándares a todas las empresas, acá no hay amigos ni enemigos”, manifestó el presidente de la CNV, Alejandro Vanoli, durante un encuentro que encabezó a fines del año pasado cuando anticipó que trabajaban en un nuevo reglamento. El organismo les giró en octubre último un borrador sobre el nuevo código de gobierno societario a la Bolsa de Comercio y a la Cámara de las Sociedades Anónimas, entre otras instituciones, y en las próximas semanas ya publicará el definitivo . En los hechos, este código actúa como el reglamento que deberían cumplir las compañías que cotizan en la bolsa porteña.
El Gobierno se apoya en recomendaciones internacionales y en la necesidad de favorecer a los inversores minoristas para renovar el código que tuvo la última actualización en 2007, dice. Los equipos técnicos comenzaron a analizar el tema después que una multinacional telefónica realizara maniobras que despertaron críticas desde los accionistas minoritarios porque decían que los mayoritarios les escondían información.
El Gobierno pretende que las empresas presenten balances más limpios y esto también les permitiría a las autoridades tener la lupa más centrada en las empresas que giran utilidades a sus casas matrices “en forma encubierta” . Fuentes oficiales aseguran que en algunos casos, las compañías contratan servicios de consultoría de la casa matriz o compran insumo s por cotizaciones que resultarían demasiado elevadas. En estos casos, esto no figura en el renglón de envío de remesas o utilidades, sino que aparece como gastos corrientes.
La nueva reforma despierta dudas entre las compañías, aunque todavía no conocen cómo quedará el proyecto final. La CNV recibió durante los últimos cinco meses distintas sugerencias de parte de las firmas o cámaras involucradas. Una asociación le solicitó al organismo que la regulación sea “voluntaria” y no del estilo “cumple o explica” .
Ahora, las empresas tienen que cumplir con la reglamentación y si no lo hacen, tienen que explicar por qué se rehusan a cumplir lo estipulado en el Código. “Con más regulación no vas a lograr que más empresas coticen en bolsa , tiene que haber un equilibrio”, se quejaron desde una de las instituciones que le enviaron el borrador a la CNV. Y dijeron que “en muchos mercados de capitales de países centrales que han sufrido y sufren profundas crisis bursátiles y en los cuales los esquemas de divulgación mandataria o seudovoluntaria no fueron eficaces para prevenir conductas disvaliosas de administradores, ni sirvieron a los reguladores para prevenir el estallido de burbujas financieras”.
El Gobierno ya comenzó a implementar distintas alternativas para administrar la cantidad de divisas que hay en la economía: desde las medidas para limitar el ingreso de productos importados hasta la aplicación de controles más estrictos para las personas que quieran comprar divisas. El secretario de Comercio, Guillermo Moreno, ya aclaró que su objetivo es cerrar 2012 con un superávit comercial superior a los 10 mil millones de dólares. El presupuesto 2012 que elaboró el oficialismo estipula que el saldo comercial de este año será de 9.500 millones de dólares.