Argentina
Más controles para el ingreso de medicamentos y exigen equilibrar la balanza comercial
Las demoras pueden ser de hasta sesenta días
Ante la falta, algunos cruzan a Uruguay para comprar remedios
Por Mariana Prado
Tal como viene sucediendo con otros productos –como los libros–, el Gobierno incrementó los trámites que deben realizar los laboratorios que quieran ingresar en el país medicamentos importados. Si bien no existen licencias no automáticas (LNA), algunos despachantes de aduana lo interpretan como una herramienta que utiliza para dificultar el ingreso de productos importados y fomentar la fabricación fronteras adentro del país.
Lo cierto es que de las 48 horas que demoraba la autorización para el ingreso de medicamentos, hoy, el mismo trámite puede llevar hasta sesenta días. Según pudo saber BAE, sólo se ven afectados aquellos laboratorios que no tienen sus balanzas comerciales equilibradas, dado que importan más de lo que exportan, y que piden autorización para productos terminados. Los trámites para aquellos laboratorios con balanzas equilibradas o que pretenden importar materias primas para la fabricación en el país siguen habilitándose en las 48 horas habituales.
El año pasado, las editoriales vivieron una situación similar y debieron presentar un plan para equilibrar su balanza comercial sectorial. Según datos de la cartera de Industria, en el 2010 se vendieron 76 millones de libros en el mercado local, de los cuales un 78% eran de origen extranjero.
Trámites. Cada seis meses, los laboratorios presentan el estado de sus balanzas a la Secretaría de Comercio Interior. Sobre la base de esa información, el organismo comandado por Guillermo Moreno determina los trámites a seguir para la importación de medicamentos.
Stella Maris Fernández es subgerenta de Grupo Operadores S.A. y explicó a este diario que “desde hace varios meses los laboratorios deben informar a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) su balanza comercial para ver si está equilibrada y de no ser así el organismo informa a Comercio Interior antes de autorizar la importación”.
Fernández aclaró que esta situación se da “para el ingreso de productos terminados, que no posean sustituto nacional”. A partir de entonces, el trámite inicia un largo camino burocrático que hace que la autorización demore “cinco, diez, veinte o hasta sesenta días, mientras que antes se hacía en 48 horas”.
“Si los laboratorios traen materia prima para producir localmente no tienen problemas. Sólo hay demoras para ingresar el producto ya terminado”, insistió Fernández.
Según el análisis de la despachante de aduana, se trata de medidas que impulsan el Ministerio de Industria y la Secretaría de Comercio Interior para “desalentar la importación de productos terminados”.
Simples y complejos. Una estrategia que utilizan algunos laboratorios para sortear estos escollos es la de exportar productos terminados de consumo masivo, como paracetamol, e importar medicamentos de mayor complejidad, como los oncológicos.
Rubén Álvarez, director financiero de Laboratorio Richmond, confirmó la información que se brinda sobre las balanzas comerciales. “Desde hace más de un año y medio que cada seis meses debemos presentar el balance en Comercio Interior, con datos de exportaciones, importaciones e inversiones”, indicó el ejecutivo.
“La próxima vez que importemos vamos a ver, pero hasta ahora no hemos tenido ningún tipo de inconvenientes”, remarcó Álvarez, y aclaró que Richmond importa “materias primas para fabricar medicamentos en el país”, mientras que exporta “producto terminado, como ser medicamentos oncológicos”.
Compra directa
El freno al ingreso de medicamentos está cruzado por el impacto social del límite al acceso o no a un remedio prescripto por el médico. Ante la imposibilidad de acceder a ese producto, crece la preocupación de los pacientes, algunos de cuales evalúan la posibilidad de viajar a Uruguay a comprar el medicamento recetado.
Sin embargo, para los usuarios finales existen trámites que se pueden realizar en forma directa ante la Anmat, que muchas veces se desconocen.
Fernández explicó que un paciente puede comprar directamente el medicamento en el exterior y, con la indicación médica sobre la necesidad de acceder a ese remedio y no a otro sustituto, dirigirse a la Anmat y solicitar la autorización.
Si bien los consumidores finales no están acostumbrados a realizar este tipo de trámites, no resulta imposible de realizar y termina siendo más económico que viajar a un país fronterizo para el ingreso del medicamento, explicó Fernández. Pero sí es imprescindible para iniciar el trámite la receta con la indicación médica sobre la necesidad de utilizar ese remedio y no otro, subrayó.
Más controles para el ingreso de medicamentos y exigen equilibrar la balanza comercial
Las demoras pueden ser de hasta sesenta días
Ante la falta, algunos cruzan a Uruguay para comprar remedios
Por Mariana Prado
Tal como viene sucediendo con otros productos –como los libros–, el Gobierno incrementó los trámites que deben realizar los laboratorios que quieran ingresar en el país medicamentos importados. Si bien no existen licencias no automáticas (LNA), algunos despachantes de aduana lo interpretan como una herramienta que utiliza para dificultar el ingreso de productos importados y fomentar la fabricación fronteras adentro del país.
Lo cierto es que de las 48 horas que demoraba la autorización para el ingreso de medicamentos, hoy, el mismo trámite puede llevar hasta sesenta días. Según pudo saber BAE, sólo se ven afectados aquellos laboratorios que no tienen sus balanzas comerciales equilibradas, dado que importan más de lo que exportan, y que piden autorización para productos terminados. Los trámites para aquellos laboratorios con balanzas equilibradas o que pretenden importar materias primas para la fabricación en el país siguen habilitándose en las 48 horas habituales.
El año pasado, las editoriales vivieron una situación similar y debieron presentar un plan para equilibrar su balanza comercial sectorial. Según datos de la cartera de Industria, en el 2010 se vendieron 76 millones de libros en el mercado local, de los cuales un 78% eran de origen extranjero.
Trámites. Cada seis meses, los laboratorios presentan el estado de sus balanzas a la Secretaría de Comercio Interior. Sobre la base de esa información, el organismo comandado por Guillermo Moreno determina los trámites a seguir para la importación de medicamentos.
Stella Maris Fernández es subgerenta de Grupo Operadores S.A. y explicó a este diario que “desde hace varios meses los laboratorios deben informar a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) su balanza comercial para ver si está equilibrada y de no ser así el organismo informa a Comercio Interior antes de autorizar la importación”.
Fernández aclaró que esta situación se da “para el ingreso de productos terminados, que no posean sustituto nacional”. A partir de entonces, el trámite inicia un largo camino burocrático que hace que la autorización demore “cinco, diez, veinte o hasta sesenta días, mientras que antes se hacía en 48 horas”.
“Si los laboratorios traen materia prima para producir localmente no tienen problemas. Sólo hay demoras para ingresar el producto ya terminado”, insistió Fernández.
Según el análisis de la despachante de aduana, se trata de medidas que impulsan el Ministerio de Industria y la Secretaría de Comercio Interior para “desalentar la importación de productos terminados”.
Simples y complejos. Una estrategia que utilizan algunos laboratorios para sortear estos escollos es la de exportar productos terminados de consumo masivo, como paracetamol, e importar medicamentos de mayor complejidad, como los oncológicos.
Rubén Álvarez, director financiero de Laboratorio Richmond, confirmó la información que se brinda sobre las balanzas comerciales. “Desde hace más de un año y medio que cada seis meses debemos presentar el balance en Comercio Interior, con datos de exportaciones, importaciones e inversiones”, indicó el ejecutivo.
“La próxima vez que importemos vamos a ver, pero hasta ahora no hemos tenido ningún tipo de inconvenientes”, remarcó Álvarez, y aclaró que Richmond importa “materias primas para fabricar medicamentos en el país”, mientras que exporta “producto terminado, como ser medicamentos oncológicos”.
Compra directa
El freno al ingreso de medicamentos está cruzado por el impacto social del límite al acceso o no a un remedio prescripto por el médico. Ante la imposibilidad de acceder a ese producto, crece la preocupación de los pacientes, algunos de cuales evalúan la posibilidad de viajar a Uruguay a comprar el medicamento recetado.
Sin embargo, para los usuarios finales existen trámites que se pueden realizar en forma directa ante la Anmat, que muchas veces se desconocen.
Fernández explicó que un paciente puede comprar directamente el medicamento en el exterior y, con la indicación médica sobre la necesidad de acceder a ese remedio y no a otro sustituto, dirigirse a la Anmat y solicitar la autorización.
Si bien los consumidores finales no están acostumbrados a realizar este tipo de trámites, no resulta imposible de realizar y termina siendo más económico que viajar a un país fronterizo para el ingreso del medicamento, explicó Fernández. Pero sí es imprescindible para iniciar el trámite la receta con la indicación médica sobre la necesidad de utilizar ese remedio y no otro, subrayó.
