El líder de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) oficialista, Hugo Yasky, dijo que sería «lógico» que los aumentos salariales de 2012 en paritarias deberían ubicarse «en el orden del 25 por ciento».
«Un aumento que empiece con una cifra de un dígito, dejaría por debajo al poder adquisitivo. Lo lógico va a ser poner la discusión en el orden del 25 por ciento, que es lo que se tiene registrado de aumentos de precios en las provincias», sostuvo el sindicalista.
En declaraciones radiales, Yasky sostuvo que si bien los salarios «se han recuperado en estos años, lo han hecho en una forma lenta». El gremialista puso como ejemplo a los docentes. aseguró que si se cerrara un ajuste del 18 por ciento, como pretenden sectores empresarios, «sería hablar de un aumento de 15 pesos por día».
Según Yasky, las paritarias «tienen que incorporar otros temas, más allá del aumento salarial. Por eso, para nosotros es muy importante la convocatoria al Consejo del Salario, donde podamos discutir con los empresarios temas clave como la protección de la industria nacional y la situación del 35 por ciento de los trabajadores que están en negro y que no tienen la posibilidad de negociar los salarios».
En la misma línea que Yasky se pronunció la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gremio que agrupa a la mayoría de los conductores de colectivos, micros y subtes, que si bien está afiliado a la CGT, no comulga con el moyanismo ortodoxo.
«No aceptaremos menos de un piso de un 25 por ciento de aumento salarial», advirtió el secretario general de la UTA, Roberto Fernández, quien agregó que esta negociación debería ser «sin techo».
Fernández consideró que «los empresarios están en condiciones de dar un aumento salarial» y recordó que el año pasado el acuerdo salarial se firmó por 23%. «Este año aumentaron montones de cosas, se hace muy costosa la situación de los obreros. Tiene que estar arriba del 25 por ciento», sostuvo con respecto a un futuro aumento.
En declaraciones radiales, el titular del gremio destacó que «aparte está el impuesto a las ganancias. Tenemos un sueldo (mínimo) de 6.400. Al 18 por ciento, sería 1.400 pesos más. Se lo estamos dando al impuesto a las ganancias».
«Una paritaria debe ser libre. Si no, que hagan un decreto y punto, no habría más problemas. Vamos a tener que acatarlo», desafió.
«Un aumento que empiece con una cifra de un dígito, dejaría por debajo al poder adquisitivo. Lo lógico va a ser poner la discusión en el orden del 25 por ciento, que es lo que se tiene registrado de aumentos de precios en las provincias», sostuvo el sindicalista.
En declaraciones radiales, Yasky sostuvo que si bien los salarios «se han recuperado en estos años, lo han hecho en una forma lenta». El gremialista puso como ejemplo a los docentes. aseguró que si se cerrara un ajuste del 18 por ciento, como pretenden sectores empresarios, «sería hablar de un aumento de 15 pesos por día».
Según Yasky, las paritarias «tienen que incorporar otros temas, más allá del aumento salarial. Por eso, para nosotros es muy importante la convocatoria al Consejo del Salario, donde podamos discutir con los empresarios temas clave como la protección de la industria nacional y la situación del 35 por ciento de los trabajadores que están en negro y que no tienen la posibilidad de negociar los salarios».
En la misma línea que Yasky se pronunció la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gremio que agrupa a la mayoría de los conductores de colectivos, micros y subtes, que si bien está afiliado a la CGT, no comulga con el moyanismo ortodoxo.
«No aceptaremos menos de un piso de un 25 por ciento de aumento salarial», advirtió el secretario general de la UTA, Roberto Fernández, quien agregó que esta negociación debería ser «sin techo».
Fernández consideró que «los empresarios están en condiciones de dar un aumento salarial» y recordó que el año pasado el acuerdo salarial se firmó por 23%. «Este año aumentaron montones de cosas, se hace muy costosa la situación de los obreros. Tiene que estar arriba del 25 por ciento», sostuvo con respecto a un futuro aumento.
En declaraciones radiales, el titular del gremio destacó que «aparte está el impuesto a las ganancias. Tenemos un sueldo (mínimo) de 6.400. Al 18 por ciento, sería 1.400 pesos más. Se lo estamos dando al impuesto a las ganancias».
«Una paritaria debe ser libre. Si no, que hagan un decreto y punto, no habría más problemas. Vamos a tener que acatarlo», desafió.