“DEL GOBIERNO ME DIFERENCIA MI PASIÓN POR LA GESTIÓN Y MI VOCACIÓN POR LA PLURALIDAD”, DICE SERGIO MASSA
Sobre el cierre de la campaña, el primer candidato a diputado nacional por el Frente Renovador, Sergio Massa, charló con EL DIA sobre sus proyectos y expectativas.
¿Qué cambió entre la elección de agosto y la de ahora en cuanto a los elementos que toma la gente para decidir el voto?
“El resultado del 11 de agosto le dio tranquilidad a la gente de que la re-reelección ya no forma más parte de la agenda del oficialismo producto del respaldo que nos dio la gente. Pero siguen latentes y cada vez con más fuerza, la necesidad de que haya respuesta a la inseguridad, a la inflación y a la presión tributaria. Hay cosas que cambiaron y otras que siguen igual. Y creo que más allá de la discusión oficialismo-oposición, la gente empezó a mirar el futuro. Dejó de mirar la discusión bizarra de todo blanco, todo negro, para empezar a mirar el futuro de la Argentina”.
Entre esas cosas que cambiaron está la medida que tomó el Gobierno sobre el piso de Ganancias y las que adoptó la Provincia en Seguridad, el envío de gendarmes a la Provincia. ¿Ud. cree que esas medidas pueden influir en la elección?
“La inseguridad está desmadrada, y cada vez más. Y está claro que mientras no haya cambios en el Código de Procedimiento para que los delincuentes no entren por una puerta y salgan por la otra y no haya Policías Municipales dependientes de cada intendente, autónomas, no dependientes de la Bonaerense, y mientras no haya descentralización judicial para que los fiscales y los jueces de Garantías estén en el territorio, la gente va a seguir sintiendo que la solución no aparece”.
¿Y con respecto a los cambios en Ganancias?
“Mientras no se actualice la escala semestralmente, dentro de tres meses vamos a estar discutiendo de nuevo el problema, con lo cual lo que se dio fue un chupetín de madera. El problema es la inflación, que no sólo impacta en Ganancias: hoy le está comiendo al ama de casa, al jubilado, al trabajador y al comerciante no sólo su ingreso mensual sino también sus expectativas de futuro. Hoy la gente siente que la plata se le va como el agua entre los dedos. Todas estas medidas son parches, y lo que necesitamos es un cambio estructural”.
¿Pero estas medidas significan que el Gobierno “escuchó”?
“Esto significa que estamos en un proceso electoral. Lo que significaría que el Gobierno escucha sería que el 28 de octubre estuviéramos todos sentados a una mesa discutiendo cómo resolvemos el drama de la inseguridad que viven los bonaerenses”.
¿Cómo cree que caerá en el Gobierno y en diversos sectores que adhieren al denominado garantismo, su adhesión a la polémica política de “tolerancia cero”?
“La garantía más importante que tiene que haber en la Argentina es que la gente pueda caminar libremente por la calle. Lo que en la Argentina se está discutiendo hoy tiene su hecho más grave en Santa Fe. Lo que pasó con el gobernador Bonfatti (cuya casa fue baleada) es una discusión entre el poder del Estado y el poder del crimen organizado. Es el hecho más terrible e institucionalmente más grave de los últimos años, porque en realidad es el mensaje de que el crimen organizado está dispuesto a disputar poder con el Estado”.
Ud. dijo en los últimos días que podría haber otra ofensiva del Gobierno por lo que llama la “reforma judicial”…
“El 27 de octubre la sociedad debe votar consciente de que algunas ideas no están guardadas definitivamente, sino escondidas. Es como D’Elía o como Moreno que guardaron perfil bajo en esta campaña, pero están ahí, latentes.
La crítica más fuerte del resto de la oposición a Ud. es su “ex-pertenencia” al Gobierno…
“Tuvimos una situación curiosa, todos los candidatos se dedicaron a hablar de nosotros, mientras que nosotros a lo único que nos dedicamos fue a proponer. Nosotros tuvimos una actitud propositiva y constructiva de cara al futuro y el resto, una actitud destructiva respecto de nosotros. Porque en el fondo se dieron cuenta de que lo que había nacido es una alternativa política y no simplemente una lista electoral”.
¿Qué lo diferencia sustancialmente del Gobierno?
“Primero, mi pasión por la gestión: soy un apasionado por hacer. Y después, la vocación de hacer de la pluralidad un valor y no un defecto. Las opiniones distintas para mí son importantes”.
¿Y esas diferencias incluyen a Scioli?
“Scioli, producto de la situación que vive la Presidenta, es el máximo referente K y tal vez él tenga una tarea concentrada en la Provincia, que tiene por un lado la dificultad de los problemas que todos sabemos, pero por otro lado tiene en la política reflejo de situaciones que nosotros no estamos dispuestos a tolerar, como las pototeadas de D’Elía, las agresiones en las caravanas, las descalificaciones permanentes. Nosotros jamás hicimos de la descalificación una bandera y en los últimos 60 días lo único que hemos recibido fueron descalificaciones, agravios”.
Una de las cuestiones que aflige a la clase media es la ausencia de crédito hipotecario a tasas razonables y a plazos que hagan que se puedan pagar las cuotas. ¿Puede volver ese crédito?
“Tenemos un pecado espantoso que es la mentira del Indec y que afecta al crédito hipotecario, al salario, a la Asignación Universal. La mentira del Indec hace que todo pierda valor permanentemente y el crédito sea una cosa casi inalcanzable. ¿Cuál es la inflación de la Argentina? Yo le propongo al lector de EL DIA un ejercicio: que agarre tickets de panadería y de estación de servicio de esta última semana y busque tickets de hace 8 meses y los compare. Es imposible para el ama de casa calcular su gasto mensual, para el jubilado, para el laburante, no ya imaginar un crédito hipotecario sino llegar a fin de mes. Mientas haya inflación no hay posibilidad de armar proyectos a futuro”.
Sobre el cierre de la campaña, el primer candidato a diputado nacional por el Frente Renovador, Sergio Massa, charló con EL DIA sobre sus proyectos y expectativas.
¿Qué cambió entre la elección de agosto y la de ahora en cuanto a los elementos que toma la gente para decidir el voto?
“El resultado del 11 de agosto le dio tranquilidad a la gente de que la re-reelección ya no forma más parte de la agenda del oficialismo producto del respaldo que nos dio la gente. Pero siguen latentes y cada vez con más fuerza, la necesidad de que haya respuesta a la inseguridad, a la inflación y a la presión tributaria. Hay cosas que cambiaron y otras que siguen igual. Y creo que más allá de la discusión oficialismo-oposición, la gente empezó a mirar el futuro. Dejó de mirar la discusión bizarra de todo blanco, todo negro, para empezar a mirar el futuro de la Argentina”.
Entre esas cosas que cambiaron está la medida que tomó el Gobierno sobre el piso de Ganancias y las que adoptó la Provincia en Seguridad, el envío de gendarmes a la Provincia. ¿Ud. cree que esas medidas pueden influir en la elección?
“La inseguridad está desmadrada, y cada vez más. Y está claro que mientras no haya cambios en el Código de Procedimiento para que los delincuentes no entren por una puerta y salgan por la otra y no haya Policías Municipales dependientes de cada intendente, autónomas, no dependientes de la Bonaerense, y mientras no haya descentralización judicial para que los fiscales y los jueces de Garantías estén en el territorio, la gente va a seguir sintiendo que la solución no aparece”.
¿Y con respecto a los cambios en Ganancias?
“Mientras no se actualice la escala semestralmente, dentro de tres meses vamos a estar discutiendo de nuevo el problema, con lo cual lo que se dio fue un chupetín de madera. El problema es la inflación, que no sólo impacta en Ganancias: hoy le está comiendo al ama de casa, al jubilado, al trabajador y al comerciante no sólo su ingreso mensual sino también sus expectativas de futuro. Hoy la gente siente que la plata se le va como el agua entre los dedos. Todas estas medidas son parches, y lo que necesitamos es un cambio estructural”.
¿Pero estas medidas significan que el Gobierno “escuchó”?
“Esto significa que estamos en un proceso electoral. Lo que significaría que el Gobierno escucha sería que el 28 de octubre estuviéramos todos sentados a una mesa discutiendo cómo resolvemos el drama de la inseguridad que viven los bonaerenses”.
¿Cómo cree que caerá en el Gobierno y en diversos sectores que adhieren al denominado garantismo, su adhesión a la polémica política de “tolerancia cero”?
“La garantía más importante que tiene que haber en la Argentina es que la gente pueda caminar libremente por la calle. Lo que en la Argentina se está discutiendo hoy tiene su hecho más grave en Santa Fe. Lo que pasó con el gobernador Bonfatti (cuya casa fue baleada) es una discusión entre el poder del Estado y el poder del crimen organizado. Es el hecho más terrible e institucionalmente más grave de los últimos años, porque en realidad es el mensaje de que el crimen organizado está dispuesto a disputar poder con el Estado”.
Ud. dijo en los últimos días que podría haber otra ofensiva del Gobierno por lo que llama la “reforma judicial”…
“El 27 de octubre la sociedad debe votar consciente de que algunas ideas no están guardadas definitivamente, sino escondidas. Es como D’Elía o como Moreno que guardaron perfil bajo en esta campaña, pero están ahí, latentes.
La crítica más fuerte del resto de la oposición a Ud. es su “ex-pertenencia” al Gobierno…
“Tuvimos una situación curiosa, todos los candidatos se dedicaron a hablar de nosotros, mientras que nosotros a lo único que nos dedicamos fue a proponer. Nosotros tuvimos una actitud propositiva y constructiva de cara al futuro y el resto, una actitud destructiva respecto de nosotros. Porque en el fondo se dieron cuenta de que lo que había nacido es una alternativa política y no simplemente una lista electoral”.
¿Qué lo diferencia sustancialmente del Gobierno?
“Primero, mi pasión por la gestión: soy un apasionado por hacer. Y después, la vocación de hacer de la pluralidad un valor y no un defecto. Las opiniones distintas para mí son importantes”.
¿Y esas diferencias incluyen a Scioli?
“Scioli, producto de la situación que vive la Presidenta, es el máximo referente K y tal vez él tenga una tarea concentrada en la Provincia, que tiene por un lado la dificultad de los problemas que todos sabemos, pero por otro lado tiene en la política reflejo de situaciones que nosotros no estamos dispuestos a tolerar, como las pototeadas de D’Elía, las agresiones en las caravanas, las descalificaciones permanentes. Nosotros jamás hicimos de la descalificación una bandera y en los últimos 60 días lo único que hemos recibido fueron descalificaciones, agravios”.
Una de las cuestiones que aflige a la clase media es la ausencia de crédito hipotecario a tasas razonables y a plazos que hagan que se puedan pagar las cuotas. ¿Puede volver ese crédito?
“Tenemos un pecado espantoso que es la mentira del Indec y que afecta al crédito hipotecario, al salario, a la Asignación Universal. La mentira del Indec hace que todo pierda valor permanentemente y el crédito sea una cosa casi inalcanzable. ¿Cuál es la inflación de la Argentina? Yo le propongo al lector de EL DIA un ejercicio: que agarre tickets de panadería y de estación de servicio de esta última semana y busque tickets de hace 8 meses y los compare. Es imposible para el ama de casa calcular su gasto mensual, para el jubilado, para el laburante, no ya imaginar un crédito hipotecario sino llegar a fin de mes. Mientas haya inflación no hay posibilidad de armar proyectos a futuro”.
