El encuentro fue en el balneario CR, donde el intendente de Tigre descansa junto a su familia. El empresario fue con su mujer.
Por Rosario Ayerdi desde Pinamar
14/01/12 – 06:00
Encuentro. Francisco de Narváez y Sergio Massa, en la misma carpa del balneario CR.
Francisco de Narváez dejó Cariló por un rato para saludar a un posible futuro competidor. El ex candidato a la gobernación de la Provincia llegó al balneario CR de Pinamar con el objetivo de cruzarse con el intendente de Tigre, Sergio Massa, y lo logró.
Mientras que De Narváez consiguió sólo el 16 por ciento de los votos al postularse como candidato a gobernador y quedó a 30 puntos de diferencia del ganador, Massa fue el intendente más votado al obtener 74% de los sufragios. Ahora, el diputado nacional de Unión PRO promete presentarse una vez más a la gobernación, mientras que el alto nivel de imagen de Massa lo posiciona como un postulante para 2015.
En su insistente pelea por la gobernación, De Narváez necesita volver a posicionarse como un candidato con chances de disputarle al oficialismo el lugar, y para ello, buscará subirse al ring con el intendente de Tigre. En las últimas semanas, el equipo político de De Narváez le recomendó concentrarse en Massa. “Sergio es su rival y es de quien se tiene que ocupar si quiere volver a pelear la gobernación”, explicaron a PERFIL desde el entorno del diputado.
Sin embargo, los hombres de confianza de Massa respondieron con ironía: “De Narváez no es rival porque no está en el peronismo, está en el radicalismo”.
“Si De Narváez quiere pelear con Massa, ya empezó perdiendo porque tres de sus legisladores ya responden a Sergio”, agregó un dirigente del intendente, y se animó a anticipar que habrá “tres diputados y un senador más que se van a pasar”.
Sin Daniel Scioli en la pelea de 2015, Massa asoma como posible candidato. Las encuestas que lo posicionan como uno de los dirigentes con mayor imagen positiva hace estar atento al kirchnerismo, aunque parece todavía no aceptarlo como un candidato propio.
Pese a estos reparos, el intendente conserva una buena relación y diálogo constante con algunos kirchneristas, entre los que está el vicegobernador Gabriel Mariotto. En su entorno aseguran que “hay mayor diálogo con Mariotto que con Scioli”, con quien articulan tareas conjuntas en la Legislatura bonaerense.
Massa también logra concentrar las miradas de distintos dirigentes del peronismo bonaerense.
Varios legisladores del oficialismo que están desencantados con la figura de Scioli reconocen en el intendente a un futuro jefe político. Incluso, para él trabajan varios peronistas que ya no cumplen funciones públicas, como el ex senador Federico Scarabino, quien reemplazó a Alberto Balestrini cuando sufrió el accidente cerebrovascular.
Massa no se queda quieto, escucha a todos y pelea por cada legislador y concejal que puede quitarle al peronismo disidente. Sin embargo, el intendente sabe que todavía queda mucho tiempo y que un mal movimiento lo puede dejar fuera de carrera, por eso prefiere mostrarse concentrado en la gestión de Tigre.
El balneario pinamarense fue testigo de la relación entre Massa y De Narváez, aunque la compañía de Agustina Ayllon –la mujer del ex candidato a gobernador– y de la mujer de Massa, Malena Galmarini, ayudó a distender el encuentro, en el que, aseguran, no se habló de política sino de trivialidades sobre los precios de la temporada y el buen clima que acompañó a los veraneantes de la primera quincena de enero. Pero, se sabe, cuando dos políticos se juntan, siempre tejen algo juntos de cara al futuro.
Por Rosario Ayerdi desde Pinamar
14/01/12 – 06:00
Encuentro. Francisco de Narváez y Sergio Massa, en la misma carpa del balneario CR.
Francisco de Narváez dejó Cariló por un rato para saludar a un posible futuro competidor. El ex candidato a la gobernación de la Provincia llegó al balneario CR de Pinamar con el objetivo de cruzarse con el intendente de Tigre, Sergio Massa, y lo logró.
Mientras que De Narváez consiguió sólo el 16 por ciento de los votos al postularse como candidato a gobernador y quedó a 30 puntos de diferencia del ganador, Massa fue el intendente más votado al obtener 74% de los sufragios. Ahora, el diputado nacional de Unión PRO promete presentarse una vez más a la gobernación, mientras que el alto nivel de imagen de Massa lo posiciona como un postulante para 2015.
En su insistente pelea por la gobernación, De Narváez necesita volver a posicionarse como un candidato con chances de disputarle al oficialismo el lugar, y para ello, buscará subirse al ring con el intendente de Tigre. En las últimas semanas, el equipo político de De Narváez le recomendó concentrarse en Massa. “Sergio es su rival y es de quien se tiene que ocupar si quiere volver a pelear la gobernación”, explicaron a PERFIL desde el entorno del diputado.
Sin embargo, los hombres de confianza de Massa respondieron con ironía: “De Narváez no es rival porque no está en el peronismo, está en el radicalismo”.
“Si De Narváez quiere pelear con Massa, ya empezó perdiendo porque tres de sus legisladores ya responden a Sergio”, agregó un dirigente del intendente, y se animó a anticipar que habrá “tres diputados y un senador más que se van a pasar”.
Sin Daniel Scioli en la pelea de 2015, Massa asoma como posible candidato. Las encuestas que lo posicionan como uno de los dirigentes con mayor imagen positiva hace estar atento al kirchnerismo, aunque parece todavía no aceptarlo como un candidato propio.
Pese a estos reparos, el intendente conserva una buena relación y diálogo constante con algunos kirchneristas, entre los que está el vicegobernador Gabriel Mariotto. En su entorno aseguran que “hay mayor diálogo con Mariotto que con Scioli”, con quien articulan tareas conjuntas en la Legislatura bonaerense.
Massa también logra concentrar las miradas de distintos dirigentes del peronismo bonaerense.
Varios legisladores del oficialismo que están desencantados con la figura de Scioli reconocen en el intendente a un futuro jefe político. Incluso, para él trabajan varios peronistas que ya no cumplen funciones públicas, como el ex senador Federico Scarabino, quien reemplazó a Alberto Balestrini cuando sufrió el accidente cerebrovascular.
Massa no se queda quieto, escucha a todos y pelea por cada legislador y concejal que puede quitarle al peronismo disidente. Sin embargo, el intendente sabe que todavía queda mucho tiempo y que un mal movimiento lo puede dejar fuera de carrera, por eso prefiere mostrarse concentrado en la gestión de Tigre.
El balneario pinamarense fue testigo de la relación entre Massa y De Narváez, aunque la compañía de Agustina Ayllon –la mujer del ex candidato a gobernador– y de la mujer de Massa, Malena Galmarini, ayudó a distender el encuentro, en el que, aseguran, no se habló de política sino de trivialidades sobre los precios de la temporada y el buen clima que acompañó a los veraneantes de la primera quincena de enero. Pero, se sabe, cuando dos políticos se juntan, siempre tejen algo juntos de cara al futuro.