Bajo estrictas reglas de protocolo y seguridad, pero en un ambiente que le dio la bienvenida en todos los ámbitos por los que anduvo, Máxima Zorreguieta terminará hoy su agenda oficial en el país con una entrevista con el presidente Mauricio Macri, en la Residencia de Olivos. Se trata de una visita en la que si bien no está representando al Estado holandés, sino que vino en la piel de Asesora Especial del Secretario General de las Naciones Unidas, la reina de los Países Bajos nacida en Argentina se vio con gran parte del gabinete de ministros y otros funcionarios, algunos de los cuales son viejos conocidos.
Ayer, de hecho dio una conferencia sobre Inclusión Financiera para el Desarrollo en la Universidad Católica Argentina, donde había unos novecientos alumnos y docentes de esta casa de estudios en la que ella estudió Economía hace más de veinte años. También el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, que la acompañó ayer en el escenario. Estaba también Alicia Caballero, emocionada, con micrófono en mano al encontrarse los tres. Prat Gay era su asistente de cátedra de la materia Economía Argentina y entonces le dio unas clases a la joven Máxima.
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Lo curioso también fueron las palabras de Máxima, en un contexto donde el famoso “sinceramiento” que emprendió el gobierno de Macri generó la posibilidad para que la argentina holandesa señalara que uno de los desafíos de este país para lograr lo que se llama Inclusión financiera era cambiar la situación actual en la que dijo se observa un “crecimiento lento» de la Economía; hay » un tercio de la población es pobre» y sólo «el 50% usa el sistema formal de ahorro y crédito”, lo que está muy por debajo del promedio. Al rato reconoció que hay inflación y resaltó la necesidad de una estabilidad a largo plazo. Pero Máxima fue optimista y dijo que aquí “estaban perfectamente dadas las condiciones para revertir estas situaciones”, y dijo también que mucho dependía de la estrategia nacional. Al mismo tiempo sostuvo que sin inclusión financiera no había desarrollo posible, que se necesitan marcos legales para proteger el sistema financiero.
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Máxima, que promueve préstamos de pequeños montos -no del gran sistema comercial privado sino de otras instituciones como una forma de salir de la pobreza a través del fomento de emprendimientos productivos aclaró ayer que los créditos eran tan sólo una de las herramientas.
Máxima tuvo una agenda pública intensa ayer. Empezó el día con el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger en la sede del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Después se encontró con la canciller Susana Malcorra y después estuvo con Prat Gay. Se vio a solas con la vicepresidente Gabriela Michetti, y con la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, entre otros. Por aclaración de la Casa Real, no se desplegó la bandera holandesa en ningún sitio oficial. Una curiosidad del protocolo. Tampoco habrá anuncios en representación del Estado holandés, pues su visita tiene que ver con su actividad en Naciones Unidas.
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Máxima estuvo sí en 2006 con su marido y con su suegra, la entonces reina Beatriz, quien hacía una visita oficial que terminó en polémica, porque el fallecido ex presidente Néstor Kirchner pegó un faltazo a una de las galas. Después vino en 2008. Con Macri estuvo reunida en enero pasado en el marco del Foro Economico de Davos, Suiza.
Ayer le dijo a varios que se sentía “rara” dando una conferencia en español. Efectivamente, es una mujer de mundo, y sólo habla su idioma con su familia argentina. En la UCA se le escuchó una voz gruesa, con mucha dicción. Allí estuvo exponiendo hace 11 años.
Poco antes de empezar la confencia, el rector de la UCA, Monseñor Victor Manuel Fernández, se mostró orgulloso de que su estudiante fuera hoy la reina Máxima, y que estuviera allí para compartir con los alumnos. Pero el rector quiso subrayar que “alertados por el Papa Francisco”, hoy la histórica institución educativa habían dado un vuelco hacia una mirada social. La UCA fue de hecho, a costa de fuertes críticas del gobierno de Cristina Kirchner, la que primero alertó con datos objetivos sobre los altos niveles de pobreza en Argentina. Sus encuestas daban una cifra casi similar al 32.2% que acaba de publicar el Indec.
Casada con el rey Guillermo Alejandro, Máxima es reina consorte. Llegó al lunes a la noche y mantuvo algunas reuniones privadas. No fue informado pero se presume que sí ha visto a su madre y su padre, Jorge Horacio Zorreguieta, ministro de Agricultura durante la dictadura, y quien ha tenido problemas de salud en el último tiempo. Anoche se informó que durante la charla sus padres estaban sentados en primera fila.
Ayer, de hecho dio una conferencia sobre Inclusión Financiera para el Desarrollo en la Universidad Católica Argentina, donde había unos novecientos alumnos y docentes de esta casa de estudios en la que ella estudió Economía hace más de veinte años. También el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, que la acompañó ayer en el escenario. Estaba también Alicia Caballero, emocionada, con micrófono en mano al encontrarse los tres. Prat Gay era su asistente de cátedra de la materia Economía Argentina y entonces le dio unas clases a la joven Máxima.
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Máxima tuvo una agenda pública intensa ayer. Empezó el día con el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger en la sede del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Después se encontró con la canciller Susana Malcorra y después estuvo con Prat Gay. Se vio a solas con la vicepresidente Gabriela Michetti, y con la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, entre otros. Por aclaración de la Casa Real, no se desplegó la bandera holandesa en ningún sitio oficial. Una curiosidad del protocolo. Tampoco habrá anuncios en representación del Estado holandés, pues su visita tiene que ver con su actividad en Naciones Unidas.
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Ayer le dijo a varios que se sentía “rara” dando una conferencia en español. Efectivamente, es una mujer de mundo, y sólo habla su idioma con su familia argentina. En la UCA se le escuchó una voz gruesa, con mucha dicción. Allí estuvo exponiendo hace 11 años.
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Casada con el rey Guillermo Alejandro, Máxima es reina consorte. Llegó al lunes a la noche y mantuvo algunas reuniones privadas. No fue informado pero se presume que sí ha visto a su madre y su padre, Jorge Horacio Zorreguieta, ministro de Agricultura durante la dictadura, y quien ha tenido problemas de salud en el último tiempo. Anoche se informó que durante la charla sus padres estaban sentados en primera fila.