Los líderes de las dos corrientes opuestas de la CTA, Hugo Yasky y Pablo Micheli admitieron que ven complicada la posibilidad de acordar un llamado a nuevas elecciones complementarias, tras la fractura que se produjo en la central alternativa por diferencias políticas entre ambos sectores.
Luego del fallo que impugnó las elecciones complementarias que había ganado Micheli en diciembre sin la participación del sector de Yasky, la Justicia estableció un plazo de 45 días para realizar un nuevo llamado a votación en Misiones, Tucumán y Mendoza y un puñado de mesas de otras siete provincias donde se habían detectado irregularidades.
Consultados por Noticias Argentinas, ambos dirigentes confirmaron que, transcurridos 10 días del veredicto de la Justicia, aún no se iniciaron los contactos entre las facciones enfrentadas para comenzar a negociar la convocatoria.
Sucede que ninguno de los dos sectores cuenta con la cantidad de miembros en la Mesa Ejecutiva para obtener el quórum para poder llamar a elecciones, por lo que es necesario un acuerdo entre ambos, al que ya no habían logrado llegar a fines del año pasado.
El reciente fallo judicial devolvió el conflicto de la CTA al ámbito político, pero el fuerte enfrentamiento desatado entre los sectores de Yasky y Micheli, que incluyó duras acusaciones cruzadas, hace percibir poco probable la posibilidad de que acuerden una nueva votación.
«Estamos igual que a finales del año pasado, pero la diferencia es que ellos arrastran ahora una derrota clara en términos políticos luego del fallo. Y la prórroga de mi mandato al frente de la CTA también debilita la postura de Micheli», analizó Yasky en diálogo con NA.
Si bien la fractura de la CTA hace meses que es un hecho, en caso de que finalmente no se realicen las complementarias quedará pendiente cuál sector se quedará con la personería jurídica de la CTA, es decir con el nombre y sus edificios, y cual se escindirá de la central, aunque esto último representa un costo que ambos buscan evitar.
«De hecho ya hay dos CTA. Una funciona en la calle Lima y la otra en la calle Piedras. Yo ya no me caliento», respondió a NA Micheli al ser consultado sobre la chance de que no se acuerden los comicios.
En ese marco, ambos dirigentes se mantienen firmes en lo que refiere a los requisitos que exigen para ir a elecciones y en caso de que no flexibilicen sus posturas el llamado a elecciones volvería a fracasar.
Yasky ratificó que seguirá con su idea de reclamar modificaciones en la Junta Electoral de la CTA -donde sus rivales tienen mayoría de miembros-, mientras que Micheli continúa recordando que la conformación de ese cuerpo fue votada democráticamente en el Congreso de la central que el propio docente presidió.
En tanto, Micheli -quien es opositor al Gobierno nacional- adelantó que avanzaría con la idea de recurrir a la Corte Suprema de Justicia para apelar el fallo que benefició a Yasky, al que calificó de «vergonzoso» y de responder a la voluntad del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien le concedió la prórroga de mandato al docente.
Luego del fallo que impugnó las elecciones complementarias que había ganado Micheli en diciembre sin la participación del sector de Yasky, la Justicia estableció un plazo de 45 días para realizar un nuevo llamado a votación en Misiones, Tucumán y Mendoza y un puñado de mesas de otras siete provincias donde se habían detectado irregularidades.
Consultados por Noticias Argentinas, ambos dirigentes confirmaron que, transcurridos 10 días del veredicto de la Justicia, aún no se iniciaron los contactos entre las facciones enfrentadas para comenzar a negociar la convocatoria.
Sucede que ninguno de los dos sectores cuenta con la cantidad de miembros en la Mesa Ejecutiva para obtener el quórum para poder llamar a elecciones, por lo que es necesario un acuerdo entre ambos, al que ya no habían logrado llegar a fines del año pasado.
El reciente fallo judicial devolvió el conflicto de la CTA al ámbito político, pero el fuerte enfrentamiento desatado entre los sectores de Yasky y Micheli, que incluyó duras acusaciones cruzadas, hace percibir poco probable la posibilidad de que acuerden una nueva votación.
«Estamos igual que a finales del año pasado, pero la diferencia es que ellos arrastran ahora una derrota clara en términos políticos luego del fallo. Y la prórroga de mi mandato al frente de la CTA también debilita la postura de Micheli», analizó Yasky en diálogo con NA.
Si bien la fractura de la CTA hace meses que es un hecho, en caso de que finalmente no se realicen las complementarias quedará pendiente cuál sector se quedará con la personería jurídica de la CTA, es decir con el nombre y sus edificios, y cual se escindirá de la central, aunque esto último representa un costo que ambos buscan evitar.
«De hecho ya hay dos CTA. Una funciona en la calle Lima y la otra en la calle Piedras. Yo ya no me caliento», respondió a NA Micheli al ser consultado sobre la chance de que no se acuerden los comicios.
En ese marco, ambos dirigentes se mantienen firmes en lo que refiere a los requisitos que exigen para ir a elecciones y en caso de que no flexibilicen sus posturas el llamado a elecciones volvería a fracasar.
Yasky ratificó que seguirá con su idea de reclamar modificaciones en la Junta Electoral de la CTA -donde sus rivales tienen mayoría de miembros-, mientras que Micheli continúa recordando que la conformación de ese cuerpo fue votada democráticamente en el Congreso de la central que el propio docente presidió.
En tanto, Micheli -quien es opositor al Gobierno nacional- adelantó que avanzaría con la idea de recurrir a la Corte Suprema de Justicia para apelar el fallo que benefició a Yasky, al que calificó de «vergonzoso» y de responder a la voluntad del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien le concedió la prórroga de mandato al docente.