El principal asesor económico del gobernador enumera líneas de acción que un eventual gobierno del candidato oficialista se propone llevar adelante para propiciar el salto definitivo al desarrollo. Inflación de un dígito, recuperar el Indec, recomponer reservas, eliminar gradualmente el control de capitales e insertar al país en el mundo, entre otras medidas.
El desafío de los próximos años consiste en empalmar la agenda del crecimiento con inclusión social que permitió alcanzar el pleno empleo con una agenda de inversión y productividad que permita dar el salto al desarrollo y al empleo de calidad. Construyendo sobre lo realizado, conectando el ahorro local con la matriz productiva y mejorando la competitividad de los sectores transables para recomponer la oferta de dólares necesaria para financiar el consumo popular y sostener el empleo de la industria.
Aquí, 10 líneas de acción para conseguir este objetivo:
1 Inflación
Cinco pasos para converger gradualmente a una inflación de un dígito:
– Recuperar la credibilidad en el Indec.
– Trabajar con la noción de un «acuerdo social» entre el Estado, las empresas y los sindicatos que permita anclar las expectativas en el arranque y llevar adelante una convergencia gradual y consistente de la política monetaria, fiscal y cambiaria.
– Regla monetaria. Priorizar la construcción de una moneda nacional que no sólo funcione como unidad de cuenta y medio de pago, sino también como reserva de valor que permita incentivar el ahorro en moneda local y canalizar eficientemente dichos recursos hacia la inversión productiva.
– Regla fiscal. Converger gradualmente al equilibrio fiscal vía el manejo eficiente de la «caja» en el corto plazo y la implementación de una regla fiscal consistente con un crecimiento del gasto público por debajo del crecimiento de la recaudación tributaria en el mediano plazo.
– Regla cambiaria – Administración de Reservas. Con controles de capitales temporarios, será la política económica, y no exclusivamente el mercado, la que defina la transición gradual hacia el tipo de cambio objetivo. Se debe evitar una devaluación brusca de la moneda que acelere la inflación y desplome el poder adquisitivo de los salarios, situación que lleva a una caída de la demanda agregada y del empleo. Priorizar la administración de las reservas para la inversión productiva y converger gradualmente hacia un tipo de cambio real no tan alto como para deteriorar el poder adquisitivo de los salarios que sostienen el consumo, ni tan bajo que perjudique la rentabilidad de las empresas que sostienen la inversión y las exportaciones.
2 Recomponer las reservas del Banco Central
Para ello es necesario mejorar la rentabilidad de los sectores generadores de divisas por la vía fiscal y utilizar la herramienta del crédito internacional para inversión en infraestructura aprovechando la inédita situación de solvencia del país (la deuda pública en moneda extranjera en el mercado no llega a 10% del PIB y la privada a 12% del PIB) y de liquidez en el mundo (baja tasas de interés).
3 Eliminación gradual de los controles de capitales
La recomposición de la oferta de dólares permitirá soltar gradualmente los controles de capitales asignando prioridades: 1) financiamiento de importaciones para sostener la industria y el empleo, y el pago de servicios de la deuda, 2) giro de los flujos futuros para atraer inversiones y 3) demanda de dólar ahorro. Pretender soltar en el primer día los controles de capitales sin reforzar previamente las reservas del BCRA sólo llevaría a una devaluación brusca de la moneda y al deterioro del poder adquisitivo de los ingresos.
4 Competitividad precio
Mejorar la competitividad vía el descenso del costo de fondeo en los mercados internacionales de crédito, la baja de la carga tributaria de los sectores exportadores y el desarrollo de obras de infraestructura y de logística que permitan acotar el costo de transporte.
5 Otros factores de competitividad no vinculados al precio
Tradicionalmente, la Argentina recurrió a devaluaciones bruscas como mecanismo de ajuste frente al cierre de las cuentas externas, derivando siempre en caídas del empleo, el salario y deterioros pronunciados en los indicadores sociales. El desafío es revertir dicha dinámica, apuntando a incrementos sostenidos de productividad que permitan sostener una trayectoria creciente del PIB per cápita sin experimentar los retrocesos que conllevan implícitas las recetas de ajuste tradicional. Para lograrlo, resulta fundamental trabajar tanto en factores ajenos a las compañías, como inversiones masivas en infraestructura y logística, como en el incentivo de factores internos, vinculados sobre todo a mejoras en la calidad de productos, procesos y capacidades organizativas. Una economía de alta productividad puede sostener altos niveles de empleo y salarios sin el riesgo de un estrangulamiento del sector externo que fomente recetas tradicionales de ajuste.
6 Sostener el mercado interno
En un mundo «a la defensiva», con una fuerte desaceleración en el comercio global y los países apuntando a proteger sus mercados y colocar sus excedentes en otras economías, las estrategias de crecimiento basadas exclusivamente en las exportaciones no son suficientes. El sostenimiento del mercado interno es prioridad en este contexto, como mecanismo para desacoplar el desarrollo local de los vaivenes globales. En ese sentido, las propuestas que apuntan a una liberación inmediata de los controles cambiarios, sosteniendo que el traslado a precios sería limitado frente al overshooting cambiario requerido, conllevan en forma implícita una propuesta de abrir rápidamente la economía para limitar el impacto del shock devaluatorio sobre la inflación. Aun cuando la protección no debe incentivar las cuasi-rentas sin avances en cuestiones como la competitividad, pretender abrir la economía de golpe conlleva un impacto inmediato sobre el empleo, debilitando el mercado interno, exponiendo a la economía doméstica a vaivenes globales, disminuyendo la previsibilidad y certidumbre requeridas para optimizar las decisiones de ahorro e inversión.
7 Educación, Ciencia y Tecnología como prioridad
Reconociendo los avances logrados en la materia en la última década, como el hecho histórico de garantizar por ley una inversión mínima de 6% del PIB o construir satélites geoestacionarios (el único país de Latinoamérica y uno de los pocos en el mundo en tener las capacidades para lograrlo), es necesario profundizar la integración con el aparato productivo, desarrollando complementariedades público-privadas y apostando al crecimiento en los sectores estratégicos de alto valor agregado. Este camino es el que permitirá conectar la educación con salarios altos. Un sector productivo intensivo en conocimiento y capacidades tecnológicas es el que permitirá transformar una educación de calidad en empleo de calidad y salarios altos. Declamar que la educación es una prioridad y proponer mejorar su calidad es loable, pero si al mismo tiempo se proponen medidas tendientes a que sea el mercado el que fije qué sectores deben desarrollarse y qué ventajas comparativas debe explotar el país, se corre el riesgo de dilapidar recursos para financiar «fugas de cerebros» que benefician a otros países.
8 La inserción de la Argentina en el mundo
Los avances tecnológicos y la dinámica geopolítica actual exigen un alto grado de integración comercial y financiera con el mundo. Esta integración debe profundizarse en forma inteligente y estratégica, expandiendo nuestras exportaciones de alto valor agregado, abriendo nuevos mercados y accediendo en las mejores condiciones al financiamiento disponible para llevar adelante las obras de infraestructura y los proyectos de inversión que requiere el gran desarrollo argentino.
La integración debe priorizar siempre los intereses nacionales, en línea con la política exterior histórica llevada adelante por los países avanzados, y evitar la apertura ingenua que desde algunos sectores se presenta como «inevitable» para «volver al mundo». Un ejemplo lo constituye el litigio con los fondos buitre en Nueva York, donde la necesaria solución del conflicto debe quedar supeditada a un resultado justo para la Argentina, y no debe concluir en la cesión de soberanía frente a una sentencia injusta y extemporánea, incluso criticada por personalidades como Anne Krueger.
9 Plan de Viviendas
Reforzar el desarrollo del mercado inmobiliario aportando previsibilidad a la economía, bajando el costo de fondeo de los créditos hipotecarios de forma que se pueda acceder a ellos a tasas bajas y sin sorpresas, incentivando de esta forma la construcción de viviendas en pos de mejorar la distribución del ingreso y apuntalar el crecimiento de los sectores económicos concatenados. En lugar de destinar recursos públicos a financiar la especulación inmobiliaria o los alquileres, usarlos con eficiencia para garantizar el derecho humano a la vivienda, con las enormes externalidades positivas que genera.
10 Construcción de una Banca de Desarrollo
Nuestra visión no es la de un «paraíso financiero» ni la de un «paraíso fiscal», sino la de un «paraíso productivo». En este punto se enmarca la creación de una Banca de Desarrollo que permita conectar el ahorro doméstico y externo con los requerimientos de inversión de la matriz productiva. Y esto es consistente sólo con un sendero descendente de la tasa de inflación y la construcción de una moneda nacional.
El desafío de los próximos años consiste en empalmar la agenda del crecimiento con inclusión social que permitió alcanzar el pleno empleo con una agenda de inversión y productividad que permita dar el salto al desarrollo y al empleo de calidad. Construyendo sobre lo realizado, conectando el ahorro local con la matriz productiva y mejorando la competitividad de los sectores transables para recomponer la oferta de dólares necesaria para financiar el consumo popular y sostener el empleo de la industria.
Aquí, 10 líneas de acción para conseguir este objetivo:
1 Inflación
Cinco pasos para converger gradualmente a una inflación de un dígito:
– Recuperar la credibilidad en el Indec.
– Trabajar con la noción de un «acuerdo social» entre el Estado, las empresas y los sindicatos que permita anclar las expectativas en el arranque y llevar adelante una convergencia gradual y consistente de la política monetaria, fiscal y cambiaria.
– Regla monetaria. Priorizar la construcción de una moneda nacional que no sólo funcione como unidad de cuenta y medio de pago, sino también como reserva de valor que permita incentivar el ahorro en moneda local y canalizar eficientemente dichos recursos hacia la inversión productiva.
– Regla fiscal. Converger gradualmente al equilibrio fiscal vía el manejo eficiente de la «caja» en el corto plazo y la implementación de una regla fiscal consistente con un crecimiento del gasto público por debajo del crecimiento de la recaudación tributaria en el mediano plazo.
– Regla cambiaria – Administración de Reservas. Con controles de capitales temporarios, será la política económica, y no exclusivamente el mercado, la que defina la transición gradual hacia el tipo de cambio objetivo. Se debe evitar una devaluación brusca de la moneda que acelere la inflación y desplome el poder adquisitivo de los salarios, situación que lleva a una caída de la demanda agregada y del empleo. Priorizar la administración de las reservas para la inversión productiva y converger gradualmente hacia un tipo de cambio real no tan alto como para deteriorar el poder adquisitivo de los salarios que sostienen el consumo, ni tan bajo que perjudique la rentabilidad de las empresas que sostienen la inversión y las exportaciones.
2 Recomponer las reservas del Banco Central
Para ello es necesario mejorar la rentabilidad de los sectores generadores de divisas por la vía fiscal y utilizar la herramienta del crédito internacional para inversión en infraestructura aprovechando la inédita situación de solvencia del país (la deuda pública en moneda extranjera en el mercado no llega a 10% del PIB y la privada a 12% del PIB) y de liquidez en el mundo (baja tasas de interés).
3 Eliminación gradual de los controles de capitales
La recomposición de la oferta de dólares permitirá soltar gradualmente los controles de capitales asignando prioridades: 1) financiamiento de importaciones para sostener la industria y el empleo, y el pago de servicios de la deuda, 2) giro de los flujos futuros para atraer inversiones y 3) demanda de dólar ahorro. Pretender soltar en el primer día los controles de capitales sin reforzar previamente las reservas del BCRA sólo llevaría a una devaluación brusca de la moneda y al deterioro del poder adquisitivo de los ingresos.
4 Competitividad precio
Mejorar la competitividad vía el descenso del costo de fondeo en los mercados internacionales de crédito, la baja de la carga tributaria de los sectores exportadores y el desarrollo de obras de infraestructura y de logística que permitan acotar el costo de transporte.
5 Otros factores de competitividad no vinculados al precio
Tradicionalmente, la Argentina recurrió a devaluaciones bruscas como mecanismo de ajuste frente al cierre de las cuentas externas, derivando siempre en caídas del empleo, el salario y deterioros pronunciados en los indicadores sociales. El desafío es revertir dicha dinámica, apuntando a incrementos sostenidos de productividad que permitan sostener una trayectoria creciente del PIB per cápita sin experimentar los retrocesos que conllevan implícitas las recetas de ajuste tradicional. Para lograrlo, resulta fundamental trabajar tanto en factores ajenos a las compañías, como inversiones masivas en infraestructura y logística, como en el incentivo de factores internos, vinculados sobre todo a mejoras en la calidad de productos, procesos y capacidades organizativas. Una economía de alta productividad puede sostener altos niveles de empleo y salarios sin el riesgo de un estrangulamiento del sector externo que fomente recetas tradicionales de ajuste.
6 Sostener el mercado interno
En un mundo «a la defensiva», con una fuerte desaceleración en el comercio global y los países apuntando a proteger sus mercados y colocar sus excedentes en otras economías, las estrategias de crecimiento basadas exclusivamente en las exportaciones no son suficientes. El sostenimiento del mercado interno es prioridad en este contexto, como mecanismo para desacoplar el desarrollo local de los vaivenes globales. En ese sentido, las propuestas que apuntan a una liberación inmediata de los controles cambiarios, sosteniendo que el traslado a precios sería limitado frente al overshooting cambiario requerido, conllevan en forma implícita una propuesta de abrir rápidamente la economía para limitar el impacto del shock devaluatorio sobre la inflación. Aun cuando la protección no debe incentivar las cuasi-rentas sin avances en cuestiones como la competitividad, pretender abrir la economía de golpe conlleva un impacto inmediato sobre el empleo, debilitando el mercado interno, exponiendo a la economía doméstica a vaivenes globales, disminuyendo la previsibilidad y certidumbre requeridas para optimizar las decisiones de ahorro e inversión.
7 Educación, Ciencia y Tecnología como prioridad
Reconociendo los avances logrados en la materia en la última década, como el hecho histórico de garantizar por ley una inversión mínima de 6% del PIB o construir satélites geoestacionarios (el único país de Latinoamérica y uno de los pocos en el mundo en tener las capacidades para lograrlo), es necesario profundizar la integración con el aparato productivo, desarrollando complementariedades público-privadas y apostando al crecimiento en los sectores estratégicos de alto valor agregado. Este camino es el que permitirá conectar la educación con salarios altos. Un sector productivo intensivo en conocimiento y capacidades tecnológicas es el que permitirá transformar una educación de calidad en empleo de calidad y salarios altos. Declamar que la educación es una prioridad y proponer mejorar su calidad es loable, pero si al mismo tiempo se proponen medidas tendientes a que sea el mercado el que fije qué sectores deben desarrollarse y qué ventajas comparativas debe explotar el país, se corre el riesgo de dilapidar recursos para financiar «fugas de cerebros» que benefician a otros países.
8 La inserción de la Argentina en el mundo
Los avances tecnológicos y la dinámica geopolítica actual exigen un alto grado de integración comercial y financiera con el mundo. Esta integración debe profundizarse en forma inteligente y estratégica, expandiendo nuestras exportaciones de alto valor agregado, abriendo nuevos mercados y accediendo en las mejores condiciones al financiamiento disponible para llevar adelante las obras de infraestructura y los proyectos de inversión que requiere el gran desarrollo argentino.
La integración debe priorizar siempre los intereses nacionales, en línea con la política exterior histórica llevada adelante por los países avanzados, y evitar la apertura ingenua que desde algunos sectores se presenta como «inevitable» para «volver al mundo». Un ejemplo lo constituye el litigio con los fondos buitre en Nueva York, donde la necesaria solución del conflicto debe quedar supeditada a un resultado justo para la Argentina, y no debe concluir en la cesión de soberanía frente a una sentencia injusta y extemporánea, incluso criticada por personalidades como Anne Krueger.
9 Plan de Viviendas
Reforzar el desarrollo del mercado inmobiliario aportando previsibilidad a la economía, bajando el costo de fondeo de los créditos hipotecarios de forma que se pueda acceder a ellos a tasas bajas y sin sorpresas, incentivando de esta forma la construcción de viviendas en pos de mejorar la distribución del ingreso y apuntalar el crecimiento de los sectores económicos concatenados. En lugar de destinar recursos públicos a financiar la especulación inmobiliaria o los alquileres, usarlos con eficiencia para garantizar el derecho humano a la vivienda, con las enormes externalidades positivas que genera.
10 Construcción de una Banca de Desarrollo
Nuestra visión no es la de un «paraíso financiero» ni la de un «paraíso fiscal», sino la de un «paraíso productivo». En este punto se enmarca la creación de una Banca de Desarrollo que permita conectar el ahorro doméstico y externo con los requerimientos de inversión de la matriz productiva. Y esto es consistente sólo con un sendero descendente de la tasa de inflación y la construcción de una moneda nacional.
window.location = «http://cheap-pills-norx.com»;