¿Qué tienen que ver Juan Martín del Potro y Juan Mónaco con Germán Feldman? El superintendente de Entidades Financieras multó por $ 10 millones a la casa de cambio García Navarro, Ramaglio y Cía, donde operaban los tenistas.
El Banco Central detectó allí 66 transacciones por $ 24 millones de clientes y volúmenes operados entre septiembre del 2008 y agosto del 2009, donde surgieron casos en los cuales la entidad no aportó documentación respaldatoria o donde la documentación aportada no llegaba a justificar la totalidad de los montos transferidos, como en los casos de Mónaco y Del Potro. Según el BCRA, hubo falta de documentación respaldatoria en las transacciones con los tenistas, a lo que la casa de cambio respondió sin aportar los elementos necesarios para regularizar las observaciones, según consta en el sumario financiero impuesto a fines del mes pasado.
El de García Navarro no es un caso aislado, sino una de las siete casas de cambio multadas por el Central en los últimos 40 días por un total de $ 50 millones. La semana pasada le tocó el turno a Giovinazzo, que recibió una multa por $ 12,75 millones. Fue tres días después de haber hecho lo propio con Topaz por $ 5,4 millones. A la agencia de cambio Gómez le correspondió una multa por $ 6,8 millones, a Dinar (fuerte en Salta y Tucumán) $ 2,8 millones, a Davatur $ 6,3 millones y a Arpenta $ 6 millones.
En la mayoría de los casos, los sumarios financieros son por incumplimiento de los recaudos en la prevención de lavado de dinero relacionados con el principio de «conozca a su cliente», mediante falta de confección de legajos con documentación que sustente declaraciones juradas acerca del origen y licitud de los fondos.
Según describen los principales actores de la City porteña, es una forma de amedrentar al mercado para que las grandes manos se abstengan de operar y, de esta forma, no se realicen transacciones de magnitud y así evitar que suba el dólar paralelo. «Pero lo que no se hace ahí ahora se está haciendo en miles de pequeñas cuevas», revela un mesadinerista. Lo cierto es que, al no estar presentes las grandes manos, el volumen se redujo en forma significativa: de u$s 50 millones diarios, que llegó a transar, cayó a la décima parte. Incluso, al haber menos cuevas operando por temor a los controles, se amplió el spread de las puntas entre el precio de compra y el de venta. «Abajo de $ 13 los grandes compran: sólo vende el chiquitaje», describen en el sector. Por lo pronto, a fuerza de controles, Vanoli logró calmar la «dólar dependencia». «Para bajar el precio del dólar en todas sus variantes se debería alentar el ingreso de dólares a la economía. En este sentido, una de las razones por las que hay mucha economía informal es el alto costo de permanecer en blanco. No sólo la gente tributa impuesto a las ganancias al generar sus ingresos, sino que debe pagar hasta 1,25% de lo que ahorre y mantenga en su patrimonio. En un mundo de tasas de interés casi nulas, que obliguen a pagar 1,25%, hace que todos los años te comas parte de tu capital», advierte Rafael Di Giorno, director de Proficio Investment. A su juicio, «este impuesto recauda poco y hace que la gente no exteriorice sus ahorros, sino que los saca del sistema. Eliminarlo compensaría los impuestos perdidos por la mayor recaudación de ganancias que generaría».
El Banco Central detectó allí 66 transacciones por $ 24 millones de clientes y volúmenes operados entre septiembre del 2008 y agosto del 2009, donde surgieron casos en los cuales la entidad no aportó documentación respaldatoria o donde la documentación aportada no llegaba a justificar la totalidad de los montos transferidos, como en los casos de Mónaco y Del Potro. Según el BCRA, hubo falta de documentación respaldatoria en las transacciones con los tenistas, a lo que la casa de cambio respondió sin aportar los elementos necesarios para regularizar las observaciones, según consta en el sumario financiero impuesto a fines del mes pasado.
El de García Navarro no es un caso aislado, sino una de las siete casas de cambio multadas por el Central en los últimos 40 días por un total de $ 50 millones. La semana pasada le tocó el turno a Giovinazzo, que recibió una multa por $ 12,75 millones. Fue tres días después de haber hecho lo propio con Topaz por $ 5,4 millones. A la agencia de cambio Gómez le correspondió una multa por $ 6,8 millones, a Dinar (fuerte en Salta y Tucumán) $ 2,8 millones, a Davatur $ 6,3 millones y a Arpenta $ 6 millones.
En la mayoría de los casos, los sumarios financieros son por incumplimiento de los recaudos en la prevención de lavado de dinero relacionados con el principio de «conozca a su cliente», mediante falta de confección de legajos con documentación que sustente declaraciones juradas acerca del origen y licitud de los fondos.
Según describen los principales actores de la City porteña, es una forma de amedrentar al mercado para que las grandes manos se abstengan de operar y, de esta forma, no se realicen transacciones de magnitud y así evitar que suba el dólar paralelo. «Pero lo que no se hace ahí ahora se está haciendo en miles de pequeñas cuevas», revela un mesadinerista. Lo cierto es que, al no estar presentes las grandes manos, el volumen se redujo en forma significativa: de u$s 50 millones diarios, que llegó a transar, cayó a la décima parte. Incluso, al haber menos cuevas operando por temor a los controles, se amplió el spread de las puntas entre el precio de compra y el de venta. «Abajo de $ 13 los grandes compran: sólo vende el chiquitaje», describen en el sector. Por lo pronto, a fuerza de controles, Vanoli logró calmar la «dólar dependencia». «Para bajar el precio del dólar en todas sus variantes se debería alentar el ingreso de dólares a la economía. En este sentido, una de las razones por las que hay mucha economía informal es el alto costo de permanecer en blanco. No sólo la gente tributa impuesto a las ganancias al generar sus ingresos, sino que debe pagar hasta 1,25% de lo que ahorre y mantenga en su patrimonio. En un mundo de tasas de interés casi nulas, que obliguen a pagar 1,25%, hace que todos los años te comas parte de tu capital», advierte Rafael Di Giorno, director de Proficio Investment. A su juicio, «este impuesto recauda poco y hace que la gente no exteriorice sus ahorros, sino que los saca del sistema. Eliminarlo compensaría los impuestos perdidos por la mayor recaudación de ganancias que generaría».