Jordania vivió en los últimos días una ola de manifestaciones contra el aumento de precios y contra un proyecto de ley para subir los impuestos impulsado por el gobierno, bajo presión del Fondo Monetario Internacional (FMI) para hacer reformas estructurales.
El rey Abdalá II pidió «un diálogo nacional global y razonable sobre el proyecto de ley del impuesto sobre la renta», que el miércoles desató las manifestaciones, las más importantes en el país en los últimos cinco años.
Las concentraciones tuvieron lugar en Ammán y otras ciudades del país contra un proyecto de ley que prevé entre otros gravar las rentas más modestas.
Las manifestaciones tuvieron lugar de noche, en pleno ramadán, el mes de ayuno musulmán, en el que tradicionalmente la vida nocturna es muy animada.
El sábado por la noche unas 3.000 personas se manifestaron cerca del despacho del primer ministro, en el centro de la capital, hasta las 03H30 (00H30 GMT) de la madrugada y a pesar de las estrictas medidas de seguridad.
«¡El que aumenta los precios quiere incendiar el país!», «¡Somos el pueblo, somos la línea roja!», «¡Pueblo soberano, patria soberana!», gritaban entre otros los manifestantes, haciendo ondear banderas jornadas y reclamando la dimisión del primer ministro, Hani Mulqi.
Centenares de manifestantes también salieron a las calles de las ciudades de Zarqa, Balqa (este), Maan, Karak (sur), Mafraq, Irbid y Jerash (norte).
Pocas horas antes, habían fracasado las negociaciones entre los representantes de los sindicatos y el primer ministro Mulqi, que aseguró que presentar el proyecto de la ley ante el parlamento «no significa obligatoriamente que será aprobado».
El presidente de la principal federación sindical, Ali Al Abbus, explicó haber recordado al primer ministro que «los ciudadanos están agotados por el aumento de precios y de impuestos», y aseguró que el estado «tiene que mantener su independencia y no plegarse a las exigencias del FMI.
– «Paz social» –
El FMI aprobó en 2016 una línea de crédito de 723 millones de dólares en tres años para el país. A cambió Jordania se comprometió a poner en marcha reformas estructurales y a reducir progresivamente su deuda pública hasta el 77% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2021, frente al 94% de 2015.
La acogida de centenares de miles de refugiados sirios afecta además gravemente a la economía de Jordania.
El rey Abdalá II aseguró el sábado que es «injusto que los ciudadanos paguen solos las consecuencias de las reformas fiscales» mientras que el presidente del Senado, Fayçal Al Fayez, convocó para este domingo una «reunión de consulta» .
El proyecto de ley fiscal, presentado por recomendación del FMI, prevé un aumento de al menos el 5% de los impuestos a los particulares y afectará por primera vez a las personas con un sueldo anual de 8.000 dinares (unos 9.700 euros). Los impuestos a las empresas aumentarán por su parte del 20 al 40%.
Pero en el parlamento, el proyecto de ley no convence y de los 130 diputados de la cámara, 78 ya han dicho que se oponen al texto en nombre de «la paz nacional, económica y social».
La primera gran manifestación tuvo lugar el pasado miércoles, organizada por los sindicatos, un día antes de que entrara en vigor el aumento de los carburantes y de la electricidad, una medida que finalmente quedó congeladas pocas horas después.
Desde enero se han aplicado aumentos de precios al pan y a otros productos de primera necesidad. El precio del carburante también ha aumentado cinco veces en lo que va de año y desde febrero la electricidad ha subido un 55%.
Según cifras oficiales el 18,5% de la población de Jordania está en el paro y el 20% está al borde de la pobreza.
El rey Abdalá II pidió «un diálogo nacional global y razonable sobre el proyecto de ley del impuesto sobre la renta», que el miércoles desató las manifestaciones, las más importantes en el país en los últimos cinco años.
Las concentraciones tuvieron lugar en Ammán y otras ciudades del país contra un proyecto de ley que prevé entre otros gravar las rentas más modestas.
Las manifestaciones tuvieron lugar de noche, en pleno ramadán, el mes de ayuno musulmán, en el que tradicionalmente la vida nocturna es muy animada.
El sábado por la noche unas 3.000 personas se manifestaron cerca del despacho del primer ministro, en el centro de la capital, hasta las 03H30 (00H30 GMT) de la madrugada y a pesar de las estrictas medidas de seguridad.
«¡El que aumenta los precios quiere incendiar el país!», «¡Somos el pueblo, somos la línea roja!», «¡Pueblo soberano, patria soberana!», gritaban entre otros los manifestantes, haciendo ondear banderas jornadas y reclamando la dimisión del primer ministro, Hani Mulqi.
Centenares de manifestantes también salieron a las calles de las ciudades de Zarqa, Balqa (este), Maan, Karak (sur), Mafraq, Irbid y Jerash (norte).
Pocas horas antes, habían fracasado las negociaciones entre los representantes de los sindicatos y el primer ministro Mulqi, que aseguró que presentar el proyecto de la ley ante el parlamento «no significa obligatoriamente que será aprobado».
El presidente de la principal federación sindical, Ali Al Abbus, explicó haber recordado al primer ministro que «los ciudadanos están agotados por el aumento de precios y de impuestos», y aseguró que el estado «tiene que mantener su independencia y no plegarse a las exigencias del FMI.
– «Paz social» –
El FMI aprobó en 2016 una línea de crédito de 723 millones de dólares en tres años para el país. A cambió Jordania se comprometió a poner en marcha reformas estructurales y a reducir progresivamente su deuda pública hasta el 77% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2021, frente al 94% de 2015.
La acogida de centenares de miles de refugiados sirios afecta además gravemente a la economía de Jordania.
El rey Abdalá II aseguró el sábado que es «injusto que los ciudadanos paguen solos las consecuencias de las reformas fiscales» mientras que el presidente del Senado, Fayçal Al Fayez, convocó para este domingo una «reunión de consulta» .
El proyecto de ley fiscal, presentado por recomendación del FMI, prevé un aumento de al menos el 5% de los impuestos a los particulares y afectará por primera vez a las personas con un sueldo anual de 8.000 dinares (unos 9.700 euros). Los impuestos a las empresas aumentarán por su parte del 20 al 40%.
Pero en el parlamento, el proyecto de ley no convence y de los 130 diputados de la cámara, 78 ya han dicho que se oponen al texto en nombre de «la paz nacional, económica y social».
La primera gran manifestación tuvo lugar el pasado miércoles, organizada por los sindicatos, un día antes de que entrara en vigor el aumento de los carburantes y de la electricidad, una medida que finalmente quedó congeladas pocas horas después.
Desde enero se han aplicado aumentos de precios al pan y a otros productos de primera necesidad. El precio del carburante también ha aumentado cinco veces en lo que va de año y desde febrero la electricidad ha subido un 55%.
Según cifras oficiales el 18,5% de la población de Jordania está en el paro y el 20% está al borde de la pobreza.