Liliana Franco
Finalmente este viernes por la mañana la misión del Fondo Monetario Internacional partirá rumbo a los Estados Unidos. Luego de dos semanas intensas donde fundamentalmente se vieron con funcionarios del Gobierno, consultores económicos y cámaras empresarias, los funcionarios se llevan en sus notebooks toda la información necesaria para que sea plasmada en el Artículo IV.
El resultado de esta gira se conocerá en noviembre cuando también el directorio del Fondo de a conocer si finalmente levanta la moción de censura que aún pesa sobre Argentina (al respecto existe optimismo en el Gobierno que esta moción será eliminada). Si bien puede parecer que el Fondo fue bastante benévolo con el Gobierno de los Kirchner en referencia a la adulteración de las cifras por parte del INDEC, desde el FMI aclara que «en toda la historia del organismo no se le aplicó la moción de censura a ningún país, el primero fue Argentina». Cabe recordar que 189 países son miembros del Fondo.
Si bien para el Artículo IV habrá que esperar hasta noviembre algunos de los datos analizados por la misión serán reflejados este martes cuando se dé a conocer el Panorama Económico Mundial.
La visita dejó como saldo un comunicado donde no se deja de elogiar el cambio de rumbo en materia económica. «El nuevo gobierno puso en marcha una transición ambiciosa y muy necesaria hacia un marco mejor de política económica».
Previamente se dedicó a enumerar los problemas que encontró el gobierno de Macri: «desequilibrios macroeconómicos generalizados, distorsiones microeconómicas y un marco institucional debilitado». Las críticas a la herencia continuaron: «Los niveles de consumo eran insosteniblemente elevados, la inversión se encontraba en niveles históricamente bajos y los profundos déficits fiscales se financiaban mediante la creación de dinero lo cual generó alto niveles de inflación. Entre las distorsiones microeconómicas se encontraban una extensa red de controles administrativos (por ejemplo, barreras comerciales, restricciones cambiarias y controles de precios) y un clima empresarial que erosionaba la competitividad y socavaba el crecimiento a mediano plazo».
Ante este complicado escenario el Fondo asevera que las autoridades pusieron en marcha «una transición ambiciosa y muy necesaria hacia un marco mejor de política económica». La visita le permitió a la misión concluir que «el avance logrado es importante».
Para que no quede solo en un elogio el comunicado pasa a enumerar las modificaciones introducidas y sus efectos positivos:
• El tipo de cambio del peso ahora es determinado por el mercado y los controles cambiarios han sido eliminados.
• El aumento de las tarifas de los servicios públicos los ha acercado a los precios internacionales.
• El acuerdo con los acreedores ha hecho posible el regreso a los mercados internacionales de capital, tanto para el sector público como para el privado.
• Se han anunciado metas fiscales y objetivos de inflación de mediano plazo, así como la adopción de un esquema moderno de metas de inflación.
• Se está reconstruyendo la agencia estadística nacional, permitiendo la generación de datos fidedignos y de mejor calidad sobre la inflación, el comercio internacional, el mercado laboral y el producto.
De todas maneras no deja de señalar que «la corrección de los graves desequilibrios y distorsiones, si bien es necesaria para sentar las bases de un sólido crecimiento, inevitablemente produjo un impacto adverso en el corto plazo sobre la economía argentina», puede leerse en el comunicado.
Al respecto, advierten que el análisis para la consulta del Artículo IV se concentró en el análisis de las «medidas de las autoridades destinadas a restablecer un crecimiento sostenido y equitativo, impulsar la creación de empleos y proteger a los segmentos más vulnerables de la sociedad».
Seguramente la oposición va a resaltar que el FMI felicitó lo hecho hasta ahora: «Corresponde felicitar al gobierno por su claro compromiso para bajar la inflación a niveles de un dígito y reducir el déficit fiscal», aunque se cubre al indicar que «la velocidad de estas medidas, así como la composición del cambio de la situación fiscal deberán tener en cuenta el impacto en el crecimiento, el empleo y los segmentos más vulnerables de la población argentina».
Los economistas del FMI no dejan de advertir el problema fiscal al señalar que es necesario reducirlo aunque en el «mediano plazo» y alienta a que «se incremente la eficiencia del gasto público». De concretarse esto dejará espacio a una «reducción muy necesaria de la carga tributaria, al tiempo que seguirían corrigiéndose los desequilibrios fiscales»
Indica al final del comunicado que para lograr un «crecimiento vigoroso, sostenido y equitativo requerirá la implementación de un ambicioso programa de reformas del lado de la oferta». El comunicado indica que dichas reformas «crearán un entorno más conducente a la inversión privada» aunque no especifica cuáles son las reformas que deben llevarse a cabo. Pero conociendo el pensamiento económico del FMI es probable que se refieran a permitir que «la generación de negocios sea más amigable», es decir bajar la carga tributaria a las empresas y también bajar los costos laborales.
En tanto, Alejandro Werner, el economista principal para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario, quien expuso en una conferencia realizada en el marco de la jornada organizada por la Fundación Fiel fue más categórico respecto al tema del gasto público. «Lo que vemos es que es importante que estos procesos de corrección, tanto en la reducción de la inflación en la región, así como en su conjunto en el plano fiscal, se vayan llevando a cabo teniendo en cuenta los impactos en la economía real», expresó.
«Lo más importante es que los gastos sean eficientes y, en toda la región, hay un espacio importante para la eficiencia, es decir, con los mismos recursos lograr efectos en bienestar social», dijo Werner.
La misión del FMI es la primera que se lleva a cabo desde el 2006 y estuvo compuesta por Roberto Cardarelli (Jefe de Misión del Departamento del Hemisferio Occidental), Mariano Ortiz Villafañe (DHO), Lusine Lusinyan (DHO), Jorge Canales Kriljenko (DHO), Diva Singh (DHO), Alex Pienkowski (SPR-sector externo), Paolo Dudine (FAD-sostenibilidad fiscal), Luis Jacome (MCM-política monetaria, inflation targeting) y Chanda De Long (LEG-regulaciones cambiarias).
Finalmente este viernes por la mañana la misión del Fondo Monetario Internacional partirá rumbo a los Estados Unidos. Luego de dos semanas intensas donde fundamentalmente se vieron con funcionarios del Gobierno, consultores económicos y cámaras empresarias, los funcionarios se llevan en sus notebooks toda la información necesaria para que sea plasmada en el Artículo IV.
El resultado de esta gira se conocerá en noviembre cuando también el directorio del Fondo de a conocer si finalmente levanta la moción de censura que aún pesa sobre Argentina (al respecto existe optimismo en el Gobierno que esta moción será eliminada). Si bien puede parecer que el Fondo fue bastante benévolo con el Gobierno de los Kirchner en referencia a la adulteración de las cifras por parte del INDEC, desde el FMI aclara que «en toda la historia del organismo no se le aplicó la moción de censura a ningún país, el primero fue Argentina». Cabe recordar que 189 países son miembros del Fondo.
Si bien para el Artículo IV habrá que esperar hasta noviembre algunos de los datos analizados por la misión serán reflejados este martes cuando se dé a conocer el Panorama Económico Mundial.
La visita dejó como saldo un comunicado donde no se deja de elogiar el cambio de rumbo en materia económica. «El nuevo gobierno puso en marcha una transición ambiciosa y muy necesaria hacia un marco mejor de política económica».
Previamente se dedicó a enumerar los problemas que encontró el gobierno de Macri: «desequilibrios macroeconómicos generalizados, distorsiones microeconómicas y un marco institucional debilitado». Las críticas a la herencia continuaron: «Los niveles de consumo eran insosteniblemente elevados, la inversión se encontraba en niveles históricamente bajos y los profundos déficits fiscales se financiaban mediante la creación de dinero lo cual generó alto niveles de inflación. Entre las distorsiones microeconómicas se encontraban una extensa red de controles administrativos (por ejemplo, barreras comerciales, restricciones cambiarias y controles de precios) y un clima empresarial que erosionaba la competitividad y socavaba el crecimiento a mediano plazo».
Ante este complicado escenario el Fondo asevera que las autoridades pusieron en marcha «una transición ambiciosa y muy necesaria hacia un marco mejor de política económica». La visita le permitió a la misión concluir que «el avance logrado es importante».
Para que no quede solo en un elogio el comunicado pasa a enumerar las modificaciones introducidas y sus efectos positivos:
• El tipo de cambio del peso ahora es determinado por el mercado y los controles cambiarios han sido eliminados.
• El aumento de las tarifas de los servicios públicos los ha acercado a los precios internacionales.
• El acuerdo con los acreedores ha hecho posible el regreso a los mercados internacionales de capital, tanto para el sector público como para el privado.
• Se han anunciado metas fiscales y objetivos de inflación de mediano plazo, así como la adopción de un esquema moderno de metas de inflación.
• Se está reconstruyendo la agencia estadística nacional, permitiendo la generación de datos fidedignos y de mejor calidad sobre la inflación, el comercio internacional, el mercado laboral y el producto.
De todas maneras no deja de señalar que «la corrección de los graves desequilibrios y distorsiones, si bien es necesaria para sentar las bases de un sólido crecimiento, inevitablemente produjo un impacto adverso en el corto plazo sobre la economía argentina», puede leerse en el comunicado.
Al respecto, advierten que el análisis para la consulta del Artículo IV se concentró en el análisis de las «medidas de las autoridades destinadas a restablecer un crecimiento sostenido y equitativo, impulsar la creación de empleos y proteger a los segmentos más vulnerables de la sociedad».
Seguramente la oposición va a resaltar que el FMI felicitó lo hecho hasta ahora: «Corresponde felicitar al gobierno por su claro compromiso para bajar la inflación a niveles de un dígito y reducir el déficit fiscal», aunque se cubre al indicar que «la velocidad de estas medidas, así como la composición del cambio de la situación fiscal deberán tener en cuenta el impacto en el crecimiento, el empleo y los segmentos más vulnerables de la población argentina».
Los economistas del FMI no dejan de advertir el problema fiscal al señalar que es necesario reducirlo aunque en el «mediano plazo» y alienta a que «se incremente la eficiencia del gasto público». De concretarse esto dejará espacio a una «reducción muy necesaria de la carga tributaria, al tiempo que seguirían corrigiéndose los desequilibrios fiscales»
Indica al final del comunicado que para lograr un «crecimiento vigoroso, sostenido y equitativo requerirá la implementación de un ambicioso programa de reformas del lado de la oferta». El comunicado indica que dichas reformas «crearán un entorno más conducente a la inversión privada» aunque no especifica cuáles son las reformas que deben llevarse a cabo. Pero conociendo el pensamiento económico del FMI es probable que se refieran a permitir que «la generación de negocios sea más amigable», es decir bajar la carga tributaria a las empresas y también bajar los costos laborales.
En tanto, Alejandro Werner, el economista principal para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario, quien expuso en una conferencia realizada en el marco de la jornada organizada por la Fundación Fiel fue más categórico respecto al tema del gasto público. «Lo que vemos es que es importante que estos procesos de corrección, tanto en la reducción de la inflación en la región, así como en su conjunto en el plano fiscal, se vayan llevando a cabo teniendo en cuenta los impactos en la economía real», expresó.
«Lo más importante es que los gastos sean eficientes y, en toda la región, hay un espacio importante para la eficiencia, es decir, con los mismos recursos lograr efectos en bienestar social», dijo Werner.
La misión del FMI es la primera que se lleva a cabo desde el 2006 y estuvo compuesta por Roberto Cardarelli (Jefe de Misión del Departamento del Hemisferio Occidental), Mariano Ortiz Villafañe (DHO), Lusine Lusinyan (DHO), Jorge Canales Kriljenko (DHO), Diva Singh (DHO), Alex Pienkowski (SPR-sector externo), Paolo Dudine (FAD-sostenibilidad fiscal), Luis Jacome (MCM-política monetaria, inflation targeting) y Chanda De Long (LEG-regulaciones cambiarias).