Jueves 9 de Mayo de 2013
Reunión y llamados ayer con cambistas. Exigió retroceso a $ 6,50 del marginal. Aseguró que blanqueo es Win-Win Por: Carlos Burgueño
Guillermo Moreno les prometió a cambistas e indirectamente a «cueveros» que si apoyan las emisiones del Certificado de Depósitos del Sector Inmobiliario (CEDIN) y ayudan a bajar el «blue», habrá un nuevo mercado secundario de este bono donde harán «más guita que con el dólar ilegal». El secretario de Comercio Interior se reunió cara a cara con dos representantes del mercado cambiario y llamó telefónicamente a varios responsables de oficinas no legales de venta de divisas para explicarles las futuras «bondades» del CEDIN. Les dijo también que habrá un nuevo instrumento, un pagaré, que tendrá una «gran demanda, mejor que las del dólar ilegal».
Así Moreno prometió una especie de blanqueo para las cuevas, siempre que colaboren con la baja del dólar en el mercado paralelo. Según el funcionario, ni el Banco Central ni la AFIP perseguirán a los operadores de este nuevo mercado secundario de certificados que podrían comprarse en pesos ya que sería una operación legal. El secretario les pidió (en realidad, ordenó) apoyo con el dólar «blue», dictando además un precio de $ 6,5 «cuando el CEDIN esté ya vigente». Misión imposible por lo pronto.
Ayer por la mañana Moreno citó a sus dos interlocutores principales en el mercado cambiario: Alfredo Piano, director de Banco Piano, y Federico Tomasevich, de Puente. En medio de críticas e ironías, el secretario les comentó la futura creación del mercado secundario de comercialización de los CEDIN, donde estos bonos se podrán comprar en pesos. Según Moreno entre la emisión del certificado y su extinción cuando la operación inmobiliaria o la compra de materiales para la construcción se concrete, habrá un mercado de compraventa paralelo, que sería (según su promesa) potestad de las casas de cambio y las «cuevas». Se daría cuando la persona que recibió los papeles decida comercializarlos y no depositarlos en un banco. Esta persona (o empresa) vendería los certificados a un precio del mercado inferior al nominal del CEDIN, lo que haría más atractiva la operación para los tenedores de pesos que hoy irían al mercado «blue». «No quiero una brecha mayor al 25% entre ambas cotizaciones», bramó Moreno exigiéndoles a Piano y Tomasevich que la cotización baje a $ 6,5.
El secretario les habló además de un futuro «Pagaré de Ahorro en Dólares», que también sería de exclusiva comercialización de los cambistas y «cueveros»; que dependerá de las vicisitudes de la cotización del CEDIN, y al que se podrá acceder en pesos. Según Moreno, será una alternativa para canalizar la propensión a ahorrar en moneda extranjera, evitando el «blue» y salvando las prohibiciones vigentes del Central de atesorar en dólares. «Ya se van a enterar de cómo va a ser este instrumento cuando el Congreso nos apruebe la ley», sostuvo el funcionario. Moreno además les aseguró que no habrá ningún problema en que el Congreso apruebe la ley, les anticipó que hoy concurrirá al Senado para explicar por qué se recurrió a un blanqueo y les adelantó que en julio estará vigente, y que durará hasta diciembre «ya que la reglamentación permitirá tres meses de vigencia, prorrogables por tres meses más, lo que damos por seguro porque habrá mucha demanda de los dos bonos». Fue allí cuando lanzó «se van a llenar de guita y nos ayudarán a nosotros; va a ser un win-win», con relación a que ganan todos.
Moreno fue uno de los principales impulsores del blanqueo que el martes presentó el equipo económico a pleno. El secretario de Comercio Interior aseguró desde el primer momento que trabar el acceso a dólares para la clase media y media alta era mala medida y que afectaría el humor económico del público. Asegura desde noviembre de 2011 que más allá de aplicar un cepo para grandes operaciones, no era buena idea trabar la venta de divisas al menos en cantidades mínimas porque generaría un proceso de desconfianza creciente hacia la marcha del tipo de cambio. Culpó a alguno de los integrantes del equipo económico por el cepo y pidió varias veces «realismo», interpretando que «el argentino ahorra en dólares». Ve en el auge del mercado paralelo una forma de canalizar esa demanda de la divisa norteamericana y asegura que ahora sí podrá combatir él personalmente con su verba afilada y sus acciones directas la suba del «blue»; bajándolo a «niveles razonables».
Reunión y llamados ayer con cambistas. Exigió retroceso a $ 6,50 del marginal. Aseguró que blanqueo es Win-Win Por: Carlos Burgueño
Guillermo Moreno les prometió a cambistas e indirectamente a «cueveros» que si apoyan las emisiones del Certificado de Depósitos del Sector Inmobiliario (CEDIN) y ayudan a bajar el «blue», habrá un nuevo mercado secundario de este bono donde harán «más guita que con el dólar ilegal». El secretario de Comercio Interior se reunió cara a cara con dos representantes del mercado cambiario y llamó telefónicamente a varios responsables de oficinas no legales de venta de divisas para explicarles las futuras «bondades» del CEDIN. Les dijo también que habrá un nuevo instrumento, un pagaré, que tendrá una «gran demanda, mejor que las del dólar ilegal».
Así Moreno prometió una especie de blanqueo para las cuevas, siempre que colaboren con la baja del dólar en el mercado paralelo. Según el funcionario, ni el Banco Central ni la AFIP perseguirán a los operadores de este nuevo mercado secundario de certificados que podrían comprarse en pesos ya que sería una operación legal. El secretario les pidió (en realidad, ordenó) apoyo con el dólar «blue», dictando además un precio de $ 6,5 «cuando el CEDIN esté ya vigente». Misión imposible por lo pronto.
Ayer por la mañana Moreno citó a sus dos interlocutores principales en el mercado cambiario: Alfredo Piano, director de Banco Piano, y Federico Tomasevich, de Puente. En medio de críticas e ironías, el secretario les comentó la futura creación del mercado secundario de comercialización de los CEDIN, donde estos bonos se podrán comprar en pesos. Según Moreno entre la emisión del certificado y su extinción cuando la operación inmobiliaria o la compra de materiales para la construcción se concrete, habrá un mercado de compraventa paralelo, que sería (según su promesa) potestad de las casas de cambio y las «cuevas». Se daría cuando la persona que recibió los papeles decida comercializarlos y no depositarlos en un banco. Esta persona (o empresa) vendería los certificados a un precio del mercado inferior al nominal del CEDIN, lo que haría más atractiva la operación para los tenedores de pesos que hoy irían al mercado «blue». «No quiero una brecha mayor al 25% entre ambas cotizaciones», bramó Moreno exigiéndoles a Piano y Tomasevich que la cotización baje a $ 6,5.
El secretario les habló además de un futuro «Pagaré de Ahorro en Dólares», que también sería de exclusiva comercialización de los cambistas y «cueveros»; que dependerá de las vicisitudes de la cotización del CEDIN, y al que se podrá acceder en pesos. Según Moreno, será una alternativa para canalizar la propensión a ahorrar en moneda extranjera, evitando el «blue» y salvando las prohibiciones vigentes del Central de atesorar en dólares. «Ya se van a enterar de cómo va a ser este instrumento cuando el Congreso nos apruebe la ley», sostuvo el funcionario. Moreno además les aseguró que no habrá ningún problema en que el Congreso apruebe la ley, les anticipó que hoy concurrirá al Senado para explicar por qué se recurrió a un blanqueo y les adelantó que en julio estará vigente, y que durará hasta diciembre «ya que la reglamentación permitirá tres meses de vigencia, prorrogables por tres meses más, lo que damos por seguro porque habrá mucha demanda de los dos bonos». Fue allí cuando lanzó «se van a llenar de guita y nos ayudarán a nosotros; va a ser un win-win», con relación a que ganan todos.
Moreno fue uno de los principales impulsores del blanqueo que el martes presentó el equipo económico a pleno. El secretario de Comercio Interior aseguró desde el primer momento que trabar el acceso a dólares para la clase media y media alta era mala medida y que afectaría el humor económico del público. Asegura desde noviembre de 2011 que más allá de aplicar un cepo para grandes operaciones, no era buena idea trabar la venta de divisas al menos en cantidades mínimas porque generaría un proceso de desconfianza creciente hacia la marcha del tipo de cambio. Culpó a alguno de los integrantes del equipo económico por el cepo y pidió varias veces «realismo», interpretando que «el argentino ahorra en dólares». Ve en el auge del mercado paralelo una forma de canalizar esa demanda de la divisa norteamericana y asegura que ahora sí podrá combatir él personalmente con su verba afilada y sus acciones directas la suba del «blue»; bajándolo a «niveles razonables».
