Ponete el bozal y no digas boludeces ” dijo Guillermo Moreno que le aconsejó la presidenta Cristina Kirchner el martes pasado a la nochecita, antes de que el Secretario de Comercio hablara ante unas 70 personas, buena parte de ellos militantes de La Cámpora, que se acercaron a una unidad básica de Núñez donde el funcionario suele hablar seguido. La anécdota revela la relación de mucha confianza que parece haber entre la mandataria y su subordinado.
Si Moreno le hizo caso o no a Cristina, dependerá de la opinión que le merezcan a cada uno las fuertes consignas que expresó “Guillote” (así lo recibieron esa noche).
Muchas de ellas incendiarias .
Todas inquietantes mirando hacia el futuro . Las más salientes fueron publicadas en la última edición del semanario oficialista El Guardián.
Moreno, con poder “recargado” desde el 10 de dicembre, se dedicó a contarle las costillas al sector financiero . Para él, los banqueros son “enemigos de la patria” y los acusó de fogonear la corrida cambiaria de noviembre, que derivó en una fuerte caída de los depósitos en dólares. “Siendo reelectos con el 54% de los votos me entero de que los gerentes de las sucursales de un banco español les recomendaban a sus clientes sacar sus depósitos en dólares ” Moreno está convencido de que los banqueros “comenzaron a preparar el poskirchnerismo . Hicieron el cálculo, dijeron que como ya no hay nadie de apellido Kirchner para 2015, ahora había que empezar a torcer el rumbo económico . Si hubiéramos seguido esas recomendaciones hacia la derecha, habríamos terminado como el crucero italiano que se hundió en el mediterráneo”.
Moreno aprovechó que hablaba de bancos para pegarle, sin nombrarlo, al ministro de Economía Hernán Lorenzino, de quien se sabe que le gustaría volver a emitir deuda en los mercados. “Algunos pajarones por ahí, andan diciendo que hay que volver a los mercados a buscar dólares, esos o entienden nada . Me tienen cansado con el lobby”. Para tranquilidad de los acreedores, Moreno, dejó bien claro que los que tengan algo para cobrar no deberán temer, porque se honrarán todas las deudas .
Fue ahí que aprovechó para ratificar lo que ya se sabe: que el Gobierno está preocupado por capturar cada dólar que ande dando vueltas por el mercado, para alcanzar una meta que para muchos analistas es difícil: un superávit de la balanza comercial de US$ 10.000 millones , bastante arriba de los 7.000 que esperan los analistas privados. Consciente de esos cálculos conservadores, el secretario explicó por qué importa juntar dólares: “Si este año tenemos un superávit comercial de entre 10 y 12 mil millones de dólares, el show puede continuar. Si estamos debajo de 10 mil millones, vamos a estar complicados y si estamos debajo de los 6 mil, olvídense”.
Buena parte del superávit que desea alcanzar Moreno depende de la dureza con la que pegue la sequía, sobre todo en la soja. Moreno lo acepta: “Con la soja tenemos un problema.
China ya no crece como antes y acá el mercado interno le queda chico. Es un tema porque yo la carne te la puedo colocar acá, lo mismo que el maíz o la leche, pero con la soja no sé qué vamos a hacer”.
Queda claro que Moreno ni quiere escuchar hablar de globalización. Y cuenta su verdad: “La economía no es algo universal, sino de cada país. Cuando vos, además de comer, podés comprarte una pilcha, tomarte vacaciones, irte a un lindo telo …
ahí ya la gente está feliz, esa es la economía de la felicidad, la economía de nuestro Gobierno ”.
Moreno tampoco duda del verticalismo y el esquema de poder concentrado y unipersonal. Consideró que Cristina “no delega porque la que entiende las situaciones es solo ella ”. Fue cuando le preguntaron cuándo se plasmará la victoria total sobre los poderes antipueblo: “ Cuando la líder lo defina.
Ella es la que va a saber interpretar el momento”.
Moreno se permitió una desobedencia. Al menos esa noche , no se puso el bozal
Si Moreno le hizo caso o no a Cristina, dependerá de la opinión que le merezcan a cada uno las fuertes consignas que expresó “Guillote” (así lo recibieron esa noche).
Muchas de ellas incendiarias .
Todas inquietantes mirando hacia el futuro . Las más salientes fueron publicadas en la última edición del semanario oficialista El Guardián.
Moreno, con poder “recargado” desde el 10 de dicembre, se dedicó a contarle las costillas al sector financiero . Para él, los banqueros son “enemigos de la patria” y los acusó de fogonear la corrida cambiaria de noviembre, que derivó en una fuerte caída de los depósitos en dólares. “Siendo reelectos con el 54% de los votos me entero de que los gerentes de las sucursales de un banco español les recomendaban a sus clientes sacar sus depósitos en dólares ” Moreno está convencido de que los banqueros “comenzaron a preparar el poskirchnerismo . Hicieron el cálculo, dijeron que como ya no hay nadie de apellido Kirchner para 2015, ahora había que empezar a torcer el rumbo económico . Si hubiéramos seguido esas recomendaciones hacia la derecha, habríamos terminado como el crucero italiano que se hundió en el mediterráneo”.
Moreno aprovechó que hablaba de bancos para pegarle, sin nombrarlo, al ministro de Economía Hernán Lorenzino, de quien se sabe que le gustaría volver a emitir deuda en los mercados. “Algunos pajarones por ahí, andan diciendo que hay que volver a los mercados a buscar dólares, esos o entienden nada . Me tienen cansado con el lobby”. Para tranquilidad de los acreedores, Moreno, dejó bien claro que los que tengan algo para cobrar no deberán temer, porque se honrarán todas las deudas .
Fue ahí que aprovechó para ratificar lo que ya se sabe: que el Gobierno está preocupado por capturar cada dólar que ande dando vueltas por el mercado, para alcanzar una meta que para muchos analistas es difícil: un superávit de la balanza comercial de US$ 10.000 millones , bastante arriba de los 7.000 que esperan los analistas privados. Consciente de esos cálculos conservadores, el secretario explicó por qué importa juntar dólares: “Si este año tenemos un superávit comercial de entre 10 y 12 mil millones de dólares, el show puede continuar. Si estamos debajo de 10 mil millones, vamos a estar complicados y si estamos debajo de los 6 mil, olvídense”.
Buena parte del superávit que desea alcanzar Moreno depende de la dureza con la que pegue la sequía, sobre todo en la soja. Moreno lo acepta: “Con la soja tenemos un problema.
China ya no crece como antes y acá el mercado interno le queda chico. Es un tema porque yo la carne te la puedo colocar acá, lo mismo que el maíz o la leche, pero con la soja no sé qué vamos a hacer”.
Queda claro que Moreno ni quiere escuchar hablar de globalización. Y cuenta su verdad: “La economía no es algo universal, sino de cada país. Cuando vos, además de comer, podés comprarte una pilcha, tomarte vacaciones, irte a un lindo telo …
ahí ya la gente está feliz, esa es la economía de la felicidad, la economía de nuestro Gobierno ”.
Moreno tampoco duda del verticalismo y el esquema de poder concentrado y unipersonal. Consideró que Cristina “no delega porque la que entiende las situaciones es solo ella ”. Fue cuando le preguntaron cuándo se plasmará la victoria total sobre los poderes antipueblo: “ Cuando la líder lo defina.
Ella es la que va a saber interpretar el momento”.
Moreno se permitió una desobedencia. Al menos esa noche , no se puso el bozal