Médico y periodista de extensa trayectoria, Nelson Castro es una de las caras más importantes de Radio Mitre y la señal de cable Todo Noticias. Castro habló sobre la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y la llegada del 7D. «Me enfrento a la posibilidad de que la semana que viene no tenga más lugar en la televisión argentina», dijo en una entrevista a WE.
l ¿El 7 de diciembre cambia la Argentina?
– Es un disparate absoluto, en el 7D van a seguir existiendo los mismos problemas que existen hasta el 6D. Es una barbaridad que el Gobierno ha inventado, y lo que me impacta es la cantidad de gente que piensa lo mismo, es una cosa sociológicamente merecedora de un análisis.
l La tensión política de los últimos días preanuncia que algo va a suceder…
– Algo debería pasar, porque por supuesto se genera tal cosa que si no pasa nada parece como que para el Gobierno es una derrota. El Gobierno pone estas cosas con un afán épico, como que finalmente si no sucede va a ser una derrota. Hay una cautelar que no esta definida, no hay un fallo de fondo, por lo tanto el Gobierno no debería hacer absolutamente nada. El día que tenga un fallo, si es adverso contra Clarín, el Gobierno tendrá el derecho a hacer sus cosas. Para que eso ocurra falta tiempo, porque el fallo va a ser apelado por cualquiera de las dos partes, por lo tanto para que esté firme, hay un año y pico de ese tipo de cosas.
l De todas maneras, ha dicho Sabbatella que se va a avanzar con o sin fallo para que se cumpla la ley…
– Ése es el disparate. A mí me importa resaltar algo: que un funcionario del Gobierno diga que lo que defina la Justicia no importa, y que va a avanzar, significa que se terminó el estado de derecho en la Argentina. Y esto es lo que viene haciendo el Estado, lo que hizo con el procurador de Santa Cruz, lo que viene haciendo con los jubilados. Hoy hay un llamado de atención de la Corte. Este Gobierno que tiene un discurso progresista en los hechos, es un gobierno que desmiente lo que dice en su discurso.
l Así y todo, la Presidenta cosechó el 54 por ciento de los votos hace poco más de un año…
– Es un tema de la sociedad argentina, yo lo planteo. Los fenómenos políticos tienen un componente sociológico indiscutido, el Gobierno tiene gente que lo apoya y defiende este tipo de cosas. Es problemático cuando se confunde afinidad con un gobierno con defensa de cualquier metodología, esto me preocupa realmente. Si esto mismo lo hubiera hecho Menem en los 90, mucha de la gente que hoy esta apoyando al Gobierno lo estaría criticando, estaríamos juntos criticándolos, eso es lo que a mí me impacta más.
l Precisamente, en algún punto la batalla cultura del «Clarín miente» ha sido exitosa
– Sí, en una parte de la sociedad, más allá de los errores que ha cometido Clarín y yo soy crítico en muchas cosas que se han hecho. Éste es un tema que se ha generalizado y se ha acompañado de hechos abominables y de difamación hacia muchos de nosotros. Clarín comete muchos errores, y el Gobierno mintió con el tema de los nietos de Ernestina Herrera de Noble, lo cual demuestra la falta de límites y nadie se acuerda de eso.
l ¿Hay justificación discursiva en este tipo de temas?
– Por supuesto. Es todo el relativismo moral frente al cual estamos. Lo fantasioso del Gobierno es que ha criticado todos los elementos oligomonopólicos de Clarín, y Clarín no es un monopolio sino una estructura que tiene posiciones dominantes y siempre digo que tienen que ser reguladas. Pero lo que ha hecho el Gobierno es crear algo exactamente similar o aún mayor que lo de Clarín, además con un elemento de utilización del monopolio del uso político de instrumentos como Fútbol Para Todos, que realmente es escandaloso, es algo que no hemos visto en la democracia argentina desde su recuperación en 1983.
l Sabbatella asegura que es un derecho de la sociedad informarse en el entretiempo de Futbol Para Todos…
– También la sociedad tiene derecho a informarse de las cosas críticas y debería la oposición tener la misma posibilidad de informar a la gente las cosas que hace, cosa que no tienen. Eso es realmente propaganda, es un cliché.
l ¿Qué le parece la designación de Sabbatella?
– A ver, Sabbatella fue premiado una o dos veces con el premio a la transparencia de Clarín. Es parte de la contradicción. Sabbatella es un hombre sin conocimiento de los medios, no es un profesional de los medios.
l Quedó claro cuando fue la conferencia de prensa con la confusión sobre los propiertarios de Telefé
– El despelote que han armado, no saben cómo tapar esa mentira, es todo un mamarracho.
l ¿Leyó la poesía de Barone?
– Ni la leí porque no pierdo el tiempo con Barone, pero con leer el título me doy cuenta de lo lamentable que es. Esta es una de las cosas que más me apena de lo que ha pasado en la Argentina, porque el kirchnerismo ha sido exitoso en dividir la profesión para desprestigiarla, y es malo cuando el periodismo está ensuciado, porque el periodismo es muy importante en una sociedad democrática.
l ¿Por qué cree que el kirchnerismo culpa de todos los males a los medios?
– Porque es un elemento de su genética política, la intolerancia del kirchnerismo para el periodismo es brutal. Yo elogié las cosas buenas, elogié el tema de la Corte, la recuperación económica, la asignación universal por hijo. Siempre critiqué el autoritarismo. El kirchnerismo, los dos primeros años, que no tenía poder propio, se congració con cosas que reclamaba la mayoría de la sociedad. Siempre me acuerdo de una frase de alguien que dijo en el 2005 cuando Kirchner obtuvo su propio poder: Ahora van a ver lo que es el kirchnerismo. Y fue tal cual. Yo conozco Santa Cruz, tengo conocimiento del miedo que tenían los periodistas independientes durante la gobernación de Kirchner. De hecho, Kirchner cuando comenzó su mandato, tenía hecha una demanda por un juicio de calumnias e injurias a un abogado periodista de Santa Cruz por un millón de pesos, que era casi un millón de dólares todavía. Nosotros batallamos en la asociación de periodistas muy fuertemente para defenderlo, cuando Kirchner llegó a la Presidencia la levantó, desistió eso, pero él generaba ese tipo de cosas.
l ¿Y por qué Clarín?
– Lo de Clarín surgió a partir de la 125, y dentro de Clarín el objetivo es TN, lo que el Gobierno quiere destruir es TN. Hay un interés del Gobierno en que TN desaparezca, y es un interés claro del Gobierno. Lo que pueda hacer no lo sabemos.
l ¿Por qué?
– Porque TN tiene una llegada impresionante, ninguno de los canales de cable han podido quitarle el liderazgo, y porque en aquel enfrentamiento con el campo TN tuvo una cobertura impresionante sobre un hecho que tuvo presencia en todo el país, y TN se vio muchísimo y al Gobierno eso lo enfureció. Lo enfureció el hecho de que Cristina hablaba y se ponía pantalla partida con la gente en las rutas. Ése fue el quiebre.
l Hasta entonces la relación entre el Gobierno y Clarín era cordial…
– Efectivamente. Antes había una muy buena relación, las únicas notas que daba Kirchner anualmente era a periodistas de Clarín.
l ¿Y le parece que Cristina Kirchner es más confrontativa que Néstor con el «vamos por todo»?
– No, la ley de Medios fue impulsada por
Néstor, son lo mismo. Néstor Kirchner hubiera sido en esta etapa tan brutal como Cristina.
l Sabbatella, por ejemplo, cuando defiende la aplicación de ley de Medios recuerda con razón que fue votada por la oposición también…
– Pero la votó y está perfecto. Las leyes tienen un control de constitucionalidad por la Justicia. Yo pongo un ejemplo: las leyes de Punto Final y Obediencia Debida fueron votadas por el Congreso, horribles leyes. Un día la Justicia las declaró nulas, y nadie diría que por eso se avasalló a las instituciones.
l ¿Le parece que pecó de «ingenua» la oposición en este caso?
– La oposición es un desastre, está claro. Y no supo cómo pararse frente a esto, porque es una ley facultad. Cuando vos la leés, la ley tiene cosas muy buenas de las que ni vos ni yo podríamos estar en contra, el tema es cuando viene la aplicación de la ley. Por ejemplo, dice que los medios pequeños del interior tienen que tener producción propia, perfecto, está fantástico. ¿Hay para pagarlo? ¿Con qué lo pagás? ¿Con la publicidad oficial? ¿Entonces qué medios van a surgir? Los que tengan apoyo oficial y sean kirchneristas. Esto es clarísimo. Mucha gente se quedó con el texto, y es muy interesante, después hay que ver la aplicación y quién la aplica.
l Más allá del artículo 161, la ley en su totalidad no se ha aplicado
– Es que claro, porque es muy difícil de aplicar, es una ley complicadísima. Situaciones como las de Telefónica, son indefendibles y el Gobierno está queriendo disfrazarlo como puede, con lo cual Telefónica va a estar alineada al Gobierno claramente.
l ¿Le sorprende el giro familiar que dio la desinversión de los grupos mediáticos?
– Si finalmente la ley termina en esto, es lo mismo. Como vos tenés una emisora en sociedad con un hermano, esposo o hijo, ahora tiene 50% uno y 50% otro, y aunque uno sepa que es lo mismo, ellos dicen que sí, pero con eso cumplen con la ley.
l ¿Clarín podría hacer lo mismo con los hijos de Ernestina de Noble?
– Es una posibilidad, yo no descarto que el viernes a la tarde (por hoy) hagan lo mismo, yo no sé cuáles son sus planes. Alguno debe estar pensando hacer eso.
l Pero no es el espíritu de la ley, diversidad no es eso
– Si hoy termina la ley, la verdad es que para lo único que sirvió fue para Futbol Para Todos, que lo estamos pagando todos, y creando una fantasía de que algo iba a cambiar. Es tan estúpido como decir vamos a cambiar todo para que nada cambie.
l ¿Qué críticas le haría a Clarín respecto de esta pelea con el Gobierno y su estrategia a lo largo de estos años?
– Lo que le critico fundamentalmente es haber entrado en la pelea. Porque nosotros somos periodistas, lo peor que hizo Clarín fue subirse al ring. Yo no estoy en el ring peleándome con nadie, nosotros tenemos otra función. Nosotros no le disputamos el poder a nadie, no le disputamos el poder al Gobierno, nosotros informamos y tenemos una situación de tensión con el poder como siempre se genera entre el periodismo independiente y el poder de turno, y nada más.
l Desde el Gobierno se sostiene, sin embargo, que el Grupo Clarín puede poner y sacar presidentes cuando quiere…
– Eso es una cosa que se dice, que Clarín sacó y puso presidentes. La realidad más clara se da en la elección del año pasado, hubo veces donde Clarín pudo tener una mayor llegada al discurso y otras veces no. En el 95, Menem ganó y no hubo ninguna clase de problema. Esto es una cosa tan simplista, que a mí me impresiona. Con ese criterio destruyo a Clarín y mañana no tengo más problemas en el país, y no es así. La realidad la demuestra la elección del año pasado, nosotros fuimos claramente críticos y ganó el Gobierno y está perfecto que así sea.
l Pero hay un daño que ya se ha hecho en términos de credibilidad..
– A la profesión, al periodismo, y eso es lo que a mí me preocupa.
l ¿Cómo se vive esta situación en TN?
– La vivo con preocupación y sé que me enfrento a la posibilidad de que a partir de la semana que viene yo no tenga más lugar en la televisión argentina.
l Y con respecto al diario, ¿cree que después venga una etapa contra el diario?
– Yo no descarto que después venga algo contra el diario, estas son cosas que no terminan en el 7D, esto recién empieza. La actitud del Gobierno es muy mala ante cualquiera que tenga una opinión crítica.
l ¿Y cómo interpreta el fallo de la Corte de la semana pasada?
– La Corte debió haber tenido una postura más clara, en cuanto a dar una certificación del significado de que existe un recurso legal que se llama certificación de sentencia, la Corte debería haber explicado qué significa a partir del 7 de diciembre, a la luz de un fallo que genera tanta controversia, decir si significa que a partir de eso Clarín tiene un año más o no. Porque el fallo obligaba a la interpretación, a mí me resulta muy claro, si no hay sentencia no se puede tomar ningún tipo de medidas. z we
l ¿El 7 de diciembre cambia la Argentina?
– Es un disparate absoluto, en el 7D van a seguir existiendo los mismos problemas que existen hasta el 6D. Es una barbaridad que el Gobierno ha inventado, y lo que me impacta es la cantidad de gente que piensa lo mismo, es una cosa sociológicamente merecedora de un análisis.
l La tensión política de los últimos días preanuncia que algo va a suceder…
– Algo debería pasar, porque por supuesto se genera tal cosa que si no pasa nada parece como que para el Gobierno es una derrota. El Gobierno pone estas cosas con un afán épico, como que finalmente si no sucede va a ser una derrota. Hay una cautelar que no esta definida, no hay un fallo de fondo, por lo tanto el Gobierno no debería hacer absolutamente nada. El día que tenga un fallo, si es adverso contra Clarín, el Gobierno tendrá el derecho a hacer sus cosas. Para que eso ocurra falta tiempo, porque el fallo va a ser apelado por cualquiera de las dos partes, por lo tanto para que esté firme, hay un año y pico de ese tipo de cosas.
l De todas maneras, ha dicho Sabbatella que se va a avanzar con o sin fallo para que se cumpla la ley…
– Ése es el disparate. A mí me importa resaltar algo: que un funcionario del Gobierno diga que lo que defina la Justicia no importa, y que va a avanzar, significa que se terminó el estado de derecho en la Argentina. Y esto es lo que viene haciendo el Estado, lo que hizo con el procurador de Santa Cruz, lo que viene haciendo con los jubilados. Hoy hay un llamado de atención de la Corte. Este Gobierno que tiene un discurso progresista en los hechos, es un gobierno que desmiente lo que dice en su discurso.
l Así y todo, la Presidenta cosechó el 54 por ciento de los votos hace poco más de un año…
– Es un tema de la sociedad argentina, yo lo planteo. Los fenómenos políticos tienen un componente sociológico indiscutido, el Gobierno tiene gente que lo apoya y defiende este tipo de cosas. Es problemático cuando se confunde afinidad con un gobierno con defensa de cualquier metodología, esto me preocupa realmente. Si esto mismo lo hubiera hecho Menem en los 90, mucha de la gente que hoy esta apoyando al Gobierno lo estaría criticando, estaríamos juntos criticándolos, eso es lo que a mí me impacta más.
l Precisamente, en algún punto la batalla cultura del «Clarín miente» ha sido exitosa
– Sí, en una parte de la sociedad, más allá de los errores que ha cometido Clarín y yo soy crítico en muchas cosas que se han hecho. Éste es un tema que se ha generalizado y se ha acompañado de hechos abominables y de difamación hacia muchos de nosotros. Clarín comete muchos errores, y el Gobierno mintió con el tema de los nietos de Ernestina Herrera de Noble, lo cual demuestra la falta de límites y nadie se acuerda de eso.
l ¿Hay justificación discursiva en este tipo de temas?
– Por supuesto. Es todo el relativismo moral frente al cual estamos. Lo fantasioso del Gobierno es que ha criticado todos los elementos oligomonopólicos de Clarín, y Clarín no es un monopolio sino una estructura que tiene posiciones dominantes y siempre digo que tienen que ser reguladas. Pero lo que ha hecho el Gobierno es crear algo exactamente similar o aún mayor que lo de Clarín, además con un elemento de utilización del monopolio del uso político de instrumentos como Fútbol Para Todos, que realmente es escandaloso, es algo que no hemos visto en la democracia argentina desde su recuperación en 1983.
l Sabbatella asegura que es un derecho de la sociedad informarse en el entretiempo de Futbol Para Todos…
– También la sociedad tiene derecho a informarse de las cosas críticas y debería la oposición tener la misma posibilidad de informar a la gente las cosas que hace, cosa que no tienen. Eso es realmente propaganda, es un cliché.
l ¿Qué le parece la designación de Sabbatella?
– A ver, Sabbatella fue premiado una o dos veces con el premio a la transparencia de Clarín. Es parte de la contradicción. Sabbatella es un hombre sin conocimiento de los medios, no es un profesional de los medios.
l Quedó claro cuando fue la conferencia de prensa con la confusión sobre los propiertarios de Telefé
– El despelote que han armado, no saben cómo tapar esa mentira, es todo un mamarracho.
l ¿Leyó la poesía de Barone?
– Ni la leí porque no pierdo el tiempo con Barone, pero con leer el título me doy cuenta de lo lamentable que es. Esta es una de las cosas que más me apena de lo que ha pasado en la Argentina, porque el kirchnerismo ha sido exitoso en dividir la profesión para desprestigiarla, y es malo cuando el periodismo está ensuciado, porque el periodismo es muy importante en una sociedad democrática.
l ¿Por qué cree que el kirchnerismo culpa de todos los males a los medios?
– Porque es un elemento de su genética política, la intolerancia del kirchnerismo para el periodismo es brutal. Yo elogié las cosas buenas, elogié el tema de la Corte, la recuperación económica, la asignación universal por hijo. Siempre critiqué el autoritarismo. El kirchnerismo, los dos primeros años, que no tenía poder propio, se congració con cosas que reclamaba la mayoría de la sociedad. Siempre me acuerdo de una frase de alguien que dijo en el 2005 cuando Kirchner obtuvo su propio poder: Ahora van a ver lo que es el kirchnerismo. Y fue tal cual. Yo conozco Santa Cruz, tengo conocimiento del miedo que tenían los periodistas independientes durante la gobernación de Kirchner. De hecho, Kirchner cuando comenzó su mandato, tenía hecha una demanda por un juicio de calumnias e injurias a un abogado periodista de Santa Cruz por un millón de pesos, que era casi un millón de dólares todavía. Nosotros batallamos en la asociación de periodistas muy fuertemente para defenderlo, cuando Kirchner llegó a la Presidencia la levantó, desistió eso, pero él generaba ese tipo de cosas.
l ¿Y por qué Clarín?
– Lo de Clarín surgió a partir de la 125, y dentro de Clarín el objetivo es TN, lo que el Gobierno quiere destruir es TN. Hay un interés del Gobierno en que TN desaparezca, y es un interés claro del Gobierno. Lo que pueda hacer no lo sabemos.
l ¿Por qué?
– Porque TN tiene una llegada impresionante, ninguno de los canales de cable han podido quitarle el liderazgo, y porque en aquel enfrentamiento con el campo TN tuvo una cobertura impresionante sobre un hecho que tuvo presencia en todo el país, y TN se vio muchísimo y al Gobierno eso lo enfureció. Lo enfureció el hecho de que Cristina hablaba y se ponía pantalla partida con la gente en las rutas. Ése fue el quiebre.
l Hasta entonces la relación entre el Gobierno y Clarín era cordial…
– Efectivamente. Antes había una muy buena relación, las únicas notas que daba Kirchner anualmente era a periodistas de Clarín.
l ¿Y le parece que Cristina Kirchner es más confrontativa que Néstor con el «vamos por todo»?
– No, la ley de Medios fue impulsada por
Néstor, son lo mismo. Néstor Kirchner hubiera sido en esta etapa tan brutal como Cristina.
l Sabbatella, por ejemplo, cuando defiende la aplicación de ley de Medios recuerda con razón que fue votada por la oposición también…
– Pero la votó y está perfecto. Las leyes tienen un control de constitucionalidad por la Justicia. Yo pongo un ejemplo: las leyes de Punto Final y Obediencia Debida fueron votadas por el Congreso, horribles leyes. Un día la Justicia las declaró nulas, y nadie diría que por eso se avasalló a las instituciones.
l ¿Le parece que pecó de «ingenua» la oposición en este caso?
– La oposición es un desastre, está claro. Y no supo cómo pararse frente a esto, porque es una ley facultad. Cuando vos la leés, la ley tiene cosas muy buenas de las que ni vos ni yo podríamos estar en contra, el tema es cuando viene la aplicación de la ley. Por ejemplo, dice que los medios pequeños del interior tienen que tener producción propia, perfecto, está fantástico. ¿Hay para pagarlo? ¿Con qué lo pagás? ¿Con la publicidad oficial? ¿Entonces qué medios van a surgir? Los que tengan apoyo oficial y sean kirchneristas. Esto es clarísimo. Mucha gente se quedó con el texto, y es muy interesante, después hay que ver la aplicación y quién la aplica.
l Más allá del artículo 161, la ley en su totalidad no se ha aplicado
– Es que claro, porque es muy difícil de aplicar, es una ley complicadísima. Situaciones como las de Telefónica, son indefendibles y el Gobierno está queriendo disfrazarlo como puede, con lo cual Telefónica va a estar alineada al Gobierno claramente.
l ¿Le sorprende el giro familiar que dio la desinversión de los grupos mediáticos?
– Si finalmente la ley termina en esto, es lo mismo. Como vos tenés una emisora en sociedad con un hermano, esposo o hijo, ahora tiene 50% uno y 50% otro, y aunque uno sepa que es lo mismo, ellos dicen que sí, pero con eso cumplen con la ley.
l ¿Clarín podría hacer lo mismo con los hijos de Ernestina de Noble?
– Es una posibilidad, yo no descarto que el viernes a la tarde (por hoy) hagan lo mismo, yo no sé cuáles son sus planes. Alguno debe estar pensando hacer eso.
l Pero no es el espíritu de la ley, diversidad no es eso
– Si hoy termina la ley, la verdad es que para lo único que sirvió fue para Futbol Para Todos, que lo estamos pagando todos, y creando una fantasía de que algo iba a cambiar. Es tan estúpido como decir vamos a cambiar todo para que nada cambie.
l ¿Qué críticas le haría a Clarín respecto de esta pelea con el Gobierno y su estrategia a lo largo de estos años?
– Lo que le critico fundamentalmente es haber entrado en la pelea. Porque nosotros somos periodistas, lo peor que hizo Clarín fue subirse al ring. Yo no estoy en el ring peleándome con nadie, nosotros tenemos otra función. Nosotros no le disputamos el poder a nadie, no le disputamos el poder al Gobierno, nosotros informamos y tenemos una situación de tensión con el poder como siempre se genera entre el periodismo independiente y el poder de turno, y nada más.
l Desde el Gobierno se sostiene, sin embargo, que el Grupo Clarín puede poner y sacar presidentes cuando quiere…
– Eso es una cosa que se dice, que Clarín sacó y puso presidentes. La realidad más clara se da en la elección del año pasado, hubo veces donde Clarín pudo tener una mayor llegada al discurso y otras veces no. En el 95, Menem ganó y no hubo ninguna clase de problema. Esto es una cosa tan simplista, que a mí me impresiona. Con ese criterio destruyo a Clarín y mañana no tengo más problemas en el país, y no es así. La realidad la demuestra la elección del año pasado, nosotros fuimos claramente críticos y ganó el Gobierno y está perfecto que así sea.
l Pero hay un daño que ya se ha hecho en términos de credibilidad..
– A la profesión, al periodismo, y eso es lo que a mí me preocupa.
l ¿Cómo se vive esta situación en TN?
– La vivo con preocupación y sé que me enfrento a la posibilidad de que a partir de la semana que viene yo no tenga más lugar en la televisión argentina.
l Y con respecto al diario, ¿cree que después venga una etapa contra el diario?
– Yo no descarto que después venga algo contra el diario, estas son cosas que no terminan en el 7D, esto recién empieza. La actitud del Gobierno es muy mala ante cualquiera que tenga una opinión crítica.
l ¿Y cómo interpreta el fallo de la Corte de la semana pasada?
– La Corte debió haber tenido una postura más clara, en cuanto a dar una certificación del significado de que existe un recurso legal que se llama certificación de sentencia, la Corte debería haber explicado qué significa a partir del 7 de diciembre, a la luz de un fallo que genera tanta controversia, decir si significa que a partir de eso Clarín tiene un año más o no. Porque el fallo obligaba a la interpretación, a mí me resulta muy claro, si no hay sentencia no se puede tomar ningún tipo de medidas. z we