Fernando De Andreis, Sec. General de la Presidencia. Foto: LA NACION
La esposa, el suegro y los cuñados del secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, aparecen en un entramado de sociedades offshore en paraísos fiscales, de acuerdo con la información a la que accedió LA NACION a instancias del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario Süddeutsche Zeitung.
La esposa de De Andreis, María Sol Ascónape, figura junto con varios familiares en un amplio poder para manejar la firma offshore Parquemar Group, de Panamá, hasta enero de 2014. Es decir, dos meses antes de contraer matrimonio con uno de los funcionarios de mayor confianza del presidente Mauricio Macri.
Su suegro, Martín Ascónape, es la figura central de ese entramado. Es un próspero empresario inmobiliario que aportó fondos a la precampaña de Macri en 2014. Según el estudio Mossack Fonseca, es accionista en, al menos, otras dos firmas en paraísos fiscales. El cuñado, Matías Ascónape, de 29 años, aportó $ 30.000 a la campaña presidencial el año pasado.
La sociedad offshore de la familia política de De Andreis, Parquemar Group, fue registrada en Panamá el 24 de noviembre de 2005 con un capital inicial de 10.000 dólares. La operación se realizó vía Montevideo mediante el estudio jurídico Belhot González Lerena, que actuó como intermediario ante Mossack Fonseca.
Ese estudio uruguayo figura en al menos una investigación penal en la Argentina. Participó del armado de la sociedad Dusbel SA que, dos días después de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, adquirió parte del paquete accionario de The Old Fund, el fondo que controló a la ex Ciccone Calcográfica.
En el caso de Parquemar, el poder se tramitó en 2006 en favor de los Ascónape, quienes pidieron legalizar la documentación para que la sociedad pudiera utilizarse en la Argentina. En el acta final, se le otorgó poder de administración a Martín, Jimena, y Matías Ascónape, junto a Paula María Morgan. Última figura María Sol Ascónape, la esposa del secretario general de la Presidencia.
De Andreis, sin embargo, no figura en los Panamá Papers. Consultado por LA NACION sobre la actividad offshore de su familia política, dijo que ignoraba esa operatoria. «No me corresponde a mí entrometerme en las cuestiones privadas de mi suegro. Ni María Sol ni yo sabíamos de la existencia de estas sociedades. Sol tampoco sabía que su padre le había hecho un poder en favor de ella. Mi mujer tenía 23 años», dijo.
Parquemar Group figuró varios años sin movimientos visibles en los mails internos de Mossack Fonseca. Pero en agosto de 2010 solicitó la cotización para emitir acciones nominativas. Finalmente, el 15 de enero de 2014, fue desactivada.
Según allegados a la familia que accedieron a dialogar con LA NACION, esa firma offshore se habría creado para realizar inversiones en el exterior que no se concretaron y argumentaron que por eso la firma no registró ningún tipo de actividad.
La red del suegro
Por su parte, Martín Ascónape aparece muy activo en los paraísos fiscales. Junto con varios socios argentinos figura en un entramado de sociedades offshore que se controlan unas a las otras. La firma principal, radicada en Panamá, es cliente de la banca suiza con el objetivo de hacer distinto tipo de inversiones financieras.
En la Argentina, Martín Ascónape figura como director o accionista de al menos doce sociedades anónimas, la mayoría dedicadas a los negocios inmobiliarios en countries y clubes de campo locales.
En Panamá, en tanto, un mail de Mossack Fonseca menciona a Martín Ascónape como accionista de Cumberland Equities y detalla que le solicitaron documentación para tramitar la sociedad, aunque allegados a la familia negaron cualquier tipo de relación con esa firma.
Sin embargo, en ese mismo correo aparecen mencionados otros seis argentinos como accionistas de Cumberland Equities: Guillermo García, Oscar Alejandro Zarich, Alberto Valdez, Ricardo Moreno, Roberto del Río de Ortuzar y Pedro Eugenio Reynal.
Esa firma aparece activa desde marzo de 2010 y emitió acciones al portador divididas en dos grupos. También es cliente del Credit Suisse, que le envió formularios para inversiones en el mercado monetario y un convenio para la adquisición de «productos de inversión no tradicionales».
Los correos electrónicos de Mossack Fonseca dan cuenta, además, del entramado societario alrededor de Cumberland. Aparece como accionista y apoderada de Constanza Holdings (Panamá), que a su vez controla otras seis firmas. Y extendió su alcance a Lakky Holding Ltd (de las Islas Vírgenes Británicas), cuyo director es Roberto del Río Ortuzar.
Una tercera firma une a estos dos argentinos socios en la operatoria offshore. Figuran como accionistas de la panameña Máncora Business. El vínculo entre ambos comenzó en la Argentina, ya que son directivos de Chacras de la Cruz SA, dedicada a un emprendimiento inmobiliario en la provincia de Buenos Aires.
Con la colaboración de Mariel Fitz Patrick, Ricardo Brom y LN Data
La esposa, el suegro y los cuñados del secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, aparecen en un entramado de sociedades offshore en paraísos fiscales, de acuerdo con la información a la que accedió LA NACION a instancias del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario Süddeutsche Zeitung.
La esposa de De Andreis, María Sol Ascónape, figura junto con varios familiares en un amplio poder para manejar la firma offshore Parquemar Group, de Panamá, hasta enero de 2014. Es decir, dos meses antes de contraer matrimonio con uno de los funcionarios de mayor confianza del presidente Mauricio Macri.
Su suegro, Martín Ascónape, es la figura central de ese entramado. Es un próspero empresario inmobiliario que aportó fondos a la precampaña de Macri en 2014. Según el estudio Mossack Fonseca, es accionista en, al menos, otras dos firmas en paraísos fiscales. El cuñado, Matías Ascónape, de 29 años, aportó $ 30.000 a la campaña presidencial el año pasado.
La sociedad offshore de la familia política de De Andreis, Parquemar Group, fue registrada en Panamá el 24 de noviembre de 2005 con un capital inicial de 10.000 dólares. La operación se realizó vía Montevideo mediante el estudio jurídico Belhot González Lerena, que actuó como intermediario ante Mossack Fonseca.
Ese estudio uruguayo figura en al menos una investigación penal en la Argentina. Participó del armado de la sociedad Dusbel SA que, dos días después de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, adquirió parte del paquete accionario de The Old Fund, el fondo que controló a la ex Ciccone Calcográfica.
En el caso de Parquemar, el poder se tramitó en 2006 en favor de los Ascónape, quienes pidieron legalizar la documentación para que la sociedad pudiera utilizarse en la Argentina. En el acta final, se le otorgó poder de administración a Martín, Jimena, y Matías Ascónape, junto a Paula María Morgan. Última figura María Sol Ascónape, la esposa del secretario general de la Presidencia.
De Andreis, sin embargo, no figura en los Panamá Papers. Consultado por LA NACION sobre la actividad offshore de su familia política, dijo que ignoraba esa operatoria. «No me corresponde a mí entrometerme en las cuestiones privadas de mi suegro. Ni María Sol ni yo sabíamos de la existencia de estas sociedades. Sol tampoco sabía que su padre le había hecho un poder en favor de ella. Mi mujer tenía 23 años», dijo.
Parquemar Group figuró varios años sin movimientos visibles en los mails internos de Mossack Fonseca. Pero en agosto de 2010 solicitó la cotización para emitir acciones nominativas. Finalmente, el 15 de enero de 2014, fue desactivada.
Según allegados a la familia que accedieron a dialogar con LA NACION, esa firma offshore se habría creado para realizar inversiones en el exterior que no se concretaron y argumentaron que por eso la firma no registró ningún tipo de actividad.
La red del suegro
Por su parte, Martín Ascónape aparece muy activo en los paraísos fiscales. Junto con varios socios argentinos figura en un entramado de sociedades offshore que se controlan unas a las otras. La firma principal, radicada en Panamá, es cliente de la banca suiza con el objetivo de hacer distinto tipo de inversiones financieras.
En la Argentina, Martín Ascónape figura como director o accionista de al menos doce sociedades anónimas, la mayoría dedicadas a los negocios inmobiliarios en countries y clubes de campo locales.
En Panamá, en tanto, un mail de Mossack Fonseca menciona a Martín Ascónape como accionista de Cumberland Equities y detalla que le solicitaron documentación para tramitar la sociedad, aunque allegados a la familia negaron cualquier tipo de relación con esa firma.
Sin embargo, en ese mismo correo aparecen mencionados otros seis argentinos como accionistas de Cumberland Equities: Guillermo García, Oscar Alejandro Zarich, Alberto Valdez, Ricardo Moreno, Roberto del Río de Ortuzar y Pedro Eugenio Reynal.
Esa firma aparece activa desde marzo de 2010 y emitió acciones al portador divididas en dos grupos. También es cliente del Credit Suisse, que le envió formularios para inversiones en el mercado monetario y un convenio para la adquisición de «productos de inversión no tradicionales».
Los correos electrónicos de Mossack Fonseca dan cuenta, además, del entramado societario alrededor de Cumberland. Aparece como accionista y apoderada de Constanza Holdings (Panamá), que a su vez controla otras seis firmas. Y extendió su alcance a Lakky Holding Ltd (de las Islas Vírgenes Británicas), cuyo director es Roberto del Río Ortuzar.
Una tercera firma une a estos dos argentinos socios en la operatoria offshore. Figuran como accionistas de la panameña Máncora Business. El vínculo entre ambos comenzó en la Argentina, ya que son directivos de Chacras de la Cruz SA, dedicada a un emprendimiento inmobiliario en la provincia de Buenos Aires.
Con la colaboración de Mariel Fitz Patrick, Ricardo Brom y LN Data