Alejandro Bercovich
El agitado mercado de las telecomunicaciones volvió a sacudirse el fin de semana por una versión que circuló el jueves pasado en la reunión anual del Consejo de las Américas, que indicaba que la compañía Nextel cerraría sus operaciones en el país. Voceros de la empresa desmintieron tajantemente la especie, aunque ratificaron en diálogo con BAE Negocios que su holding controlante continúa explorando estrategias para vender el negocio a capitales locales o asociarse con otro jugador que le aporte la liquidez necesaria para expandirse en México y Brasil.
La versión de que Nextel «tomó la decisión de dejar la Argentina» fue publicada ayer en un portal de noticias y replicada por decenas de sitios especializados en política, economía y negocios. La fuente citada era uno de los asistentes al cónclave del jueves, quien -off the record- dijo que «se van» y explicó que «se cansaron, no pueden dar servicio 3G, no les permiten crecer y no pueden girar utilidades».
Los voceros de Nextel consultados por este diario no sólo desmintieron que tengan previsto «irse» sino que aclararon que ninguno de sus ejecutivos asistió a las sesiones del Consejo de las Américas en el hotel Alvear. Sí ratificaron sus planes de venta, que este diario publicó dos meses atrás. Tal como informó en aquel momento BAE Negocios, una de las alternativas en danza es una asociación con Libre.Ar, la proveedora de celulares estatal que el Gobierno anunció que lanzaría.
En las tratativas para comprar Nextel también participa el grupo Eurnekian, que inauguró este año una fábrica de chips y podría aprovecharla para proveer tecnología a los terminales de la futura firma. Ejecutivos de ese grupo incluso viajaron a Estados Unidos para empezar el trabajo de due dilligence habitual en estos casos. En las últimas semanas se sumaron otros interesados. Entre ellos David Martínez, del fondo Fintech, y el titular de Exolgan, Alfredo Román.
Las negociaciones están en manos de Norberto Berner, hombre de La Cámpora, secretario de Comunicaciones desde marzo último y encargado de resolver el colapso de la red móvil que transitan las cerca de 40 millones de líneas activas en el país. Si bien en la Secretaría prefirieron no hacer comentarios, fuentes oficiales confirmaron su intención de reactivar el plan que anunció en diciembre la presidenta Cristina Kirchner para que la empresa satelital Arsat empiece a jugar en el mercado minorista de la mano de la compañía que se creó ese mismo mes, Libre.Ar, de la cual no hubo noticias en el último semestre.
La posibilidad de asociación con Nextel surgió antes de que asumiera Berner. El holding controlante de la firma del «prip» anunció en febrero que «quiere enfocarse en México y Brasil». Por eso una condición para la venta es que le dejen retirar del país los dólares que obtenga por la venta o fusión de su operación local, algo que el Gobierno sólo permite de a cuentagotas y a empresas de determinados rubros, como el minero.
Nextel factura en Argentina 700 millones de dólares por año y su filial es la más rentable de América latina, pero el holding de bancos europeos y estadounidenses que la controla decidió apostar todas sus fichas a Brasil y México. Uno de los motivos del repentino desinterés por permanecer en Argentina fue la suspensión de la licitación que iba a hacer el Gobierno el año pasado de las frecuencias que antes pertenecían a Movistar. Sin acceso a esas frecuencias, Nextel no puede ofrecer a sus abonados el servicio de 3G, por lo que la mayoría de sus usuarios (en general, corporativos) tienen además otro dispositivo con esa tecnología.
El agitado mercado de las telecomunicaciones volvió a sacudirse el fin de semana por una versión que circuló el jueves pasado en la reunión anual del Consejo de las Américas, que indicaba que la compañía Nextel cerraría sus operaciones en el país. Voceros de la empresa desmintieron tajantemente la especie, aunque ratificaron en diálogo con BAE Negocios que su holding controlante continúa explorando estrategias para vender el negocio a capitales locales o asociarse con otro jugador que le aporte la liquidez necesaria para expandirse en México y Brasil.
La versión de que Nextel «tomó la decisión de dejar la Argentina» fue publicada ayer en un portal de noticias y replicada por decenas de sitios especializados en política, economía y negocios. La fuente citada era uno de los asistentes al cónclave del jueves, quien -off the record- dijo que «se van» y explicó que «se cansaron, no pueden dar servicio 3G, no les permiten crecer y no pueden girar utilidades».
Los voceros de Nextel consultados por este diario no sólo desmintieron que tengan previsto «irse» sino que aclararon que ninguno de sus ejecutivos asistió a las sesiones del Consejo de las Américas en el hotel Alvear. Sí ratificaron sus planes de venta, que este diario publicó dos meses atrás. Tal como informó en aquel momento BAE Negocios, una de las alternativas en danza es una asociación con Libre.Ar, la proveedora de celulares estatal que el Gobierno anunció que lanzaría.
En las tratativas para comprar Nextel también participa el grupo Eurnekian, que inauguró este año una fábrica de chips y podría aprovecharla para proveer tecnología a los terminales de la futura firma. Ejecutivos de ese grupo incluso viajaron a Estados Unidos para empezar el trabajo de due dilligence habitual en estos casos. En las últimas semanas se sumaron otros interesados. Entre ellos David Martínez, del fondo Fintech, y el titular de Exolgan, Alfredo Román.
Las negociaciones están en manos de Norberto Berner, hombre de La Cámpora, secretario de Comunicaciones desde marzo último y encargado de resolver el colapso de la red móvil que transitan las cerca de 40 millones de líneas activas en el país. Si bien en la Secretaría prefirieron no hacer comentarios, fuentes oficiales confirmaron su intención de reactivar el plan que anunció en diciembre la presidenta Cristina Kirchner para que la empresa satelital Arsat empiece a jugar en el mercado minorista de la mano de la compañía que se creó ese mismo mes, Libre.Ar, de la cual no hubo noticias en el último semestre.
La posibilidad de asociación con Nextel surgió antes de que asumiera Berner. El holding controlante de la firma del «prip» anunció en febrero que «quiere enfocarse en México y Brasil». Por eso una condición para la venta es que le dejen retirar del país los dólares que obtenga por la venta o fusión de su operación local, algo que el Gobierno sólo permite de a cuentagotas y a empresas de determinados rubros, como el minero.
Nextel factura en Argentina 700 millones de dólares por año y su filial es la más rentable de América latina, pero el holding de bancos europeos y estadounidenses que la controla decidió apostar todas sus fichas a Brasil y México. Uno de los motivos del repentino desinterés por permanecer en Argentina fue la suspensión de la licitación que iba a hacer el Gobierno el año pasado de las frecuencias que antes pertenecían a Movistar. Sin acceso a esas frecuencias, Nextel no puede ofrecer a sus abonados el servicio de 3G, por lo que la mayoría de sus usuarios (en general, corporativos) tienen además otro dispositivo con esa tecnología.