LA NACION entra hoy en sus 145 años de existencia. La responsabilidad por este aniversario, que la señala entre las instituciones más antiguas del país, no se siente en nuestro diario como una carga, sino como un servicio honroso y responsable. Por él se continúa la voluntad del fundador de que LA NACION fuera una antorcha preparada para iluminar las cuestiones relevantes para la sociedad a cuya disposición ha trasmitido, diariamente, informaciones, comentarios y la opinión editorial en que se manifiesta su identidad como medio de prensa. Esa identidad no se recorta día tras día, contrariamente a lo que se observa con las facciones políticas oportunistas -de las que son prototipo las amebas del populismo?, que llegado un punto del camino van dejando, para estupor de los seguidores, jirones de la carne misma de lo que hasta ayer pregonaban. Un gran diario es fiel, en cambio, a su misión y destino.
No son estos tiempos fáciles para el ejercicio del periodismo consustanciado con el rigor profesional y la voluntad de echar luz sobre actos de gobierno y marañas o argucias que otros escamotean, con arte burdo, a la opinión pública. Pero ésa es la razón de ser del periodismo que encuentra la mayor retribución en la confiabilidad que suscita en la ciudadanía a la cual se ha dirigido. Es un capital moral que se construye con perseverancia y coherencia a través de décadas y años.
Ese periodismo, que LA NACION reivindica, no acataría los deberes inherentes a su naturaleza si se dejara atravesar en silencio por el eje del disimulo que lo quiere tapar todo, hasta los datos más evidentes de la salud de un país: las estadísticas verdaderas sobre el estado de las cuentas públicas y hacia dónde se dirigen los fondos extraídos del contribuyente, la inflación, los índices de pobreza e indigencia, la educación pública degradada, la inseguridad física de los habitantes de la red urbana y de poblados rurales, el doble estándar para juzgar sobre derechos humanos o la inseguridad jurídica introducida por jueces de facción o sensibles a las órdenes de mando provenientes de otros poderes. Continúa en la página 22
Entre los males mayores de nuestro tiempo, la Iglesia se ha pronunciado: «Peor que los saqueos es la corrupción». Coincidimos plenamente con ella.
Cuando un medio entra en los 145 años de vida nada de esto que deba afrontarse resulta nuevo, aunque la vara de lo inverosímil haya sido puesta ahora a una altura difícilmente superada en el pasado en relación con el desenvolvimiento de gobiernos surgidos del voto popular. Lo sabe LA NACION, en cuyo historial hay cinco clausuras, detenciones, intimidaciones y atentados contra sus autoridades, como la bomba que en mayo de 1976 explotó en el domicilio del entonces secretario general de Redacción. Lo saben aquí, y por igual en otros países, los medios y periodistas que no cejan, a pesar de los peligros, en la voluntad de informar y emitir opiniones que incomodan a los poderes de cualquier orden, entre los que han figurado con relevancia los de la utopía revolucionaria de cualquier tiempo y los del narcotráfico que hoy nos aflige y contra el cual se han manifestado días atrás, conjuntamente, la Iglesia y partidos de la oposición. ¿Y entretanto, el gobierno nacional, ausente de esa reunión, hacia dónde miraba en tal momento?
Un gran diario es un instrumento de precisión cultural para los lectores y avisadores, pero también un recurso de influencia a favor de los intereses permanentes de la Nación ante el mundo. Es la vía natural de irradiación de lo que sus gentes y empresas están en condiciones de generar por creatividad e innovaciones en las más diversas disciplinas del conocimiento: la literatura, el arte, el diseño, la música, el cine y el teatro, la arquitectura, y desde luego, el deporte, que une más de lo que separan las bandas delincuenciales asociadas a lo peor de la política y de los gobiernos.
Un gran diario no es un elector ni un juez ni un candidato que mide las palabras para congraciarse con el público. Está por encima de esos menesteres, por cierto nobles según se los encare. Un gran diario es el que no vacila si advierte la necesidad de afirmar, como Winston Churchill hizo en 1938, en medio del pacto de Hitler con Francia y Gran Bretaña por el cual se supuso -con bastante miopía y no menor acompañamiento popular, que con la entrega de Checoslovaquia se detendrían los impulsos bélicos del nazismo: «La mayor amenaza para la civilización occidental no son otras civilizaciones, sino nuestra propia pusilanimidad y la ignorancia histórica que la alimenta». Coincidimos también con él.
Un gran diario es el medio para impulsar el espíritu de solidaridad social, o sea, lo opuesto a la avaricia de tiempo y dinero que se resiste a la generosidad en cuya emulación una sociedad puede constituir un espíritu colectivo a favor de los más desprotegidos y dar lo mejor que pueda esperarse de ella. Un gran diario es una institución consciente de que no hay realizaciones perfectas y que, por lo tanto, por acción u omisión no siempre cumplió con lo mejor del papel que encarna, pero sin dejar dudas de que la capacidad de reflexión y nobleza de carácter habrán de corregir los errores allí donde se hayan cometido.
Con ese ánimo, y reconfortados por el aliento de los lectores y anunciantes, proseguimos hoy nuestro largo camino con renovada esperanza. .
No son estos tiempos fáciles para el ejercicio del periodismo consustanciado con el rigor profesional y la voluntad de echar luz sobre actos de gobierno y marañas o argucias que otros escamotean, con arte burdo, a la opinión pública. Pero ésa es la razón de ser del periodismo que encuentra la mayor retribución en la confiabilidad que suscita en la ciudadanía a la cual se ha dirigido. Es un capital moral que se construye con perseverancia y coherencia a través de décadas y años.
Ese periodismo, que LA NACION reivindica, no acataría los deberes inherentes a su naturaleza si se dejara atravesar en silencio por el eje del disimulo que lo quiere tapar todo, hasta los datos más evidentes de la salud de un país: las estadísticas verdaderas sobre el estado de las cuentas públicas y hacia dónde se dirigen los fondos extraídos del contribuyente, la inflación, los índices de pobreza e indigencia, la educación pública degradada, la inseguridad física de los habitantes de la red urbana y de poblados rurales, el doble estándar para juzgar sobre derechos humanos o la inseguridad jurídica introducida por jueces de facción o sensibles a las órdenes de mando provenientes de otros poderes. Continúa en la página 22
Entre los males mayores de nuestro tiempo, la Iglesia se ha pronunciado: «Peor que los saqueos es la corrupción». Coincidimos plenamente con ella.
Cuando un medio entra en los 145 años de vida nada de esto que deba afrontarse resulta nuevo, aunque la vara de lo inverosímil haya sido puesta ahora a una altura difícilmente superada en el pasado en relación con el desenvolvimiento de gobiernos surgidos del voto popular. Lo sabe LA NACION, en cuyo historial hay cinco clausuras, detenciones, intimidaciones y atentados contra sus autoridades, como la bomba que en mayo de 1976 explotó en el domicilio del entonces secretario general de Redacción. Lo saben aquí, y por igual en otros países, los medios y periodistas que no cejan, a pesar de los peligros, en la voluntad de informar y emitir opiniones que incomodan a los poderes de cualquier orden, entre los que han figurado con relevancia los de la utopía revolucionaria de cualquier tiempo y los del narcotráfico que hoy nos aflige y contra el cual se han manifestado días atrás, conjuntamente, la Iglesia y partidos de la oposición. ¿Y entretanto, el gobierno nacional, ausente de esa reunión, hacia dónde miraba en tal momento?
Un gran diario es un instrumento de precisión cultural para los lectores y avisadores, pero también un recurso de influencia a favor de los intereses permanentes de la Nación ante el mundo. Es la vía natural de irradiación de lo que sus gentes y empresas están en condiciones de generar por creatividad e innovaciones en las más diversas disciplinas del conocimiento: la literatura, el arte, el diseño, la música, el cine y el teatro, la arquitectura, y desde luego, el deporte, que une más de lo que separan las bandas delincuenciales asociadas a lo peor de la política y de los gobiernos.
Un gran diario no es un elector ni un juez ni un candidato que mide las palabras para congraciarse con el público. Está por encima de esos menesteres, por cierto nobles según se los encare. Un gran diario es el que no vacila si advierte la necesidad de afirmar, como Winston Churchill hizo en 1938, en medio del pacto de Hitler con Francia y Gran Bretaña por el cual se supuso -con bastante miopía y no menor acompañamiento popular, que con la entrega de Checoslovaquia se detendrían los impulsos bélicos del nazismo: «La mayor amenaza para la civilización occidental no son otras civilizaciones, sino nuestra propia pusilanimidad y la ignorancia histórica que la alimenta». Coincidimos también con él.
Un gran diario es el medio para impulsar el espíritu de solidaridad social, o sea, lo opuesto a la avaricia de tiempo y dinero que se resiste a la generosidad en cuya emulación una sociedad puede constituir un espíritu colectivo a favor de los más desprotegidos y dar lo mejor que pueda esperarse de ella. Un gran diario es una institución consciente de que no hay realizaciones perfectas y que, por lo tanto, por acción u omisión no siempre cumplió con lo mejor del papel que encarna, pero sin dejar dudas de que la capacidad de reflexión y nobleza de carácter habrán de corregir los errores allí donde se hayan cometido.
Con ese ánimo, y reconfortados por el aliento de los lectores y anunciantes, proseguimos hoy nuestro largo camino con renovada esperanza. .
Con el tiempo quedara claro que el diario La Nación es el lamentable equivalente a un agente cancerígeno; una antigua y permanente fuente propagadora de valores contrarios al desarrollo y la justicia social. Sus paginas nos reflejan nuestra peor cara: aquella racista, egoísta, violenta, hipócrita, consumista y tan profundamente berreta -por ejemplo, en su risible tendencia a creerse distintxs. Si tuviera menos influencia, leerlo seria más gracioso que la revista Barcelona. Pero tienen poder, porque de poder es de lo que más entienden.
La Naci es emanación directa de la parte más dañina de nuestras tan provincianas elites y es, sobre todo, instrumento eficaz en su principal función: contaminar diariamente millones de mentes de clase media con aspiraciones de ya no serlo, para convertirlas en agentes a disposición del capital y a favor del status quo.
Hay que tener paciencia y confiar en el lento pero imparable avance de los valores democráticos e igualitaristas. Su vergüenza y decadencia seguramente no será presenciada por nosotrxs sino por futuras generaciones.
Si, Lopez Rega, Menem y los Kirchner llegaron al tope gracias a La Nacion. Mamita, las cosas que hay que oir.
Si bien la línea editorial es clara, es el único diario donde hay columnas de colaboradores que estan en desacuerdo con las editoriales principales.
Siguiendo tendencias más actualizadas (y porque la derecha dura ‘no garpa’ como antes), escriben también en La Nación personas que vienen del ‘centro’, la ‘izquierda’ y la ‘ultraizquierda’.
Pero la trampita es la siguiente: nunca jamás nadie manifiesta discrepancias con la línea editorial.
Si es que las tienen, se las guardan.
Todos ellos coinciden absolutamente en pegarle a la K.
Es decir: no existe desacuerdo alguno de los columnistas con los editoriales. Siempre los leo, y esos ‘desacuerdos’ jamás los vi.
La condición para que todos ellos publiquen es: coincidir con el diario en la lucha contra el enemigo común.
Para dar un solo ejemplo: el editorial puede defender a Videla, Martínez de Hoz, Blaquier o Smart, pero nunca vi que los columnistas que se dicen interesados por los DD. HH. se manifestaran críticamente contra eso. Y así con muchos otros temas.
Raúl, después de Milani ya no podés enojarte por lo que escriba o no escriba un columnista de diario sobre Derechos Humanos.
Ese punto, el de poder sentarse a la mesa a personas que vienen de diferentes posiciones ideológicas con el mero reparo de que tengan alguna critica contra el gobierno de turno, es un salto enorme que el kirchnerismo no ha sabido o no ha querido dar. Dado así, la línea central del diario La Nación a mi no me gusta, pero sí me parecen muy intersantes 3 o 4 columnas de opinión por semana que allí se prestan a publicar.
Para salir del autoritarismo la izquierda debiera dar ese paso y dejar atrás ese halo de iglesia sagrada, con el altar rodeado de monjes que viven chapeando dónde estuvieron, qué hicieron, qué leyeron y qué escribieron, a modo de sentirse merecedores de las posiciones de privilegio. A la Argentina le falta una izquierda democrática, que se quite los viejos lastres de encima y que empiece a pensar y a hacer política de cara a lo que plantea.
1. Con su chicana no llega a desmentir lo que hace La Nación. Ni desmiente cuál es LA LÍNEA EDITORIAL de La Nación, que es lo que realmente cuenta.
2. Veo que se ha incorporado al Club ‘Preocupadísimos por los DD. HH. Desde Ayer a la Tarde y Exclusivamente por lo que Firmó el Subteniente Milani’. Suerte con su militancia.
3. En el kirchnerismo hay discrepancias sobre Milani. Expuestas a la luz del día. En todo caso, sería algo equivalente a las ‘discrepancias’ de La Nación (sin abandonar la coincidencia en lo principal).
4. Tanto yo como cualquier otro puede escribir lo que quiera sobre DD. HH.
Entre otras cosas, porque el nombramiento de Milani
a) no suspendió los juicios,
b) no mandó a su casa libres a los genocidas ya condenados, y
c) por el contrario, hay más juicios para el 2014.
Es decir: la política de Estado respecto a las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura, *sigue tal cual*.
Cabría preguntarse si no es esto último lo que realmente MOLESTA a los integrantes del Club del punto 2.
Los K son un accidente que abarca menos del 8% de la existencia del diario. No hay manera de que condicionen a quien se invita. Pero tampoco va a escribir un tipo del nivel de Forster abajo de Abraham o Vargas LLosa.
Mariano T.:
– No se haga el distraído, que no se le cree.
– Desde siempre, La Nación representa a los sectores más conservadores del establishment agropecuario, industrial, bancario y multinacional. Y en lo internacional representa a EE. UU. y Gran Bretaña (incluido el tema de las ‘Falklands’).
– Hizo campaña a favor de todos los golpes de Estado que se hicieron en la Argentina.
– Aplaudió el terrorismo de Estado.
– El hecho del ‘accidente’ K. y el 8% no quita en absoluto lo que yo afirmé: que colabora todo aquel que dispare contra los K.
Además, también repito: NINGÚN COLUMNISTA CUESTIONA LA LÍNEA EDITORIAL DEL DIARIO.
Ojo, no digo que no deba ser así. El diario publica lo que quiere.
Lo que digo es: no nos ‘venda’ que alguna vez ocurrió que alguien cuestione la línea del diario.
– Cuando un columnista invitado ‘osó’ hablar algo no ya contrario al diario sino favorable al gobierno -caso de Mempo Giardinelli- dejaron de publicar las columnas que él enviaba. Hasta que entendió el mensaje y dejó de enviarlas.
– Pocas cosas hay más patéticas y retorcidas, entre todas las que le he leído a usted, que hacer una correspondencia entre el nivel intelectual de una persona y su ideología.
Nadie del campo ‘nac&pop’, por lo menos hoy en día, rebajaría el nivel de un Vargas Llosa, Borges o Bioy Casares por su ideología.
En La Nación tienen columnas gente como Cachanosky, Aguinis, Oviedo, Ventura… Eso sí que refleja un ‘nivel’. ¿Le faltaría nivel a Giardinelli en comparación con esas plumas?
Y respecto a Vargas Llosa, no se debe confundir su magnífica literatura con sus delirios utópicos ultraliberales.
Raúl,
Tiene razón Ud. cuando califica de mediocre el nivel intelectual de personajes como Chachanosky o Marcos Aguinis. Hace año que no me poso sobre esas columnas. Pero fíjese no más, el sábado pasado, La Nación publicó un interesante artículo de unos economistas ligados a la UIA en el que se defiende el modelo de sustitución de importaciones. Lo hacen con muy buenos argumentos, muy lejos estos a los del panfleto neoliberal noventista que han amasado Cachanosky y otros economistas nacidos en aquel entonces y que La Nación mantiene vivos con respiración artificial todavía dándoles espacio en sus páginas.
Me parece que Ud comete el error hermenéutico de ver todo en base a la posición que se toma frente al kirchnerismo, cuando el abanico que aparece en el mundo, y aún en diarios conservadores como La Nación, es mucho más amplio que eso.
La gracia de estos grandes medios de comunicación, «su negocio» podríamos decir también, en este mundo global e interconectado que vivimos, es tener un abanico amplio de voces cobijadas de una manera o de otra en su interior. De lo contrario, si la paleta de colores que se muestra tiende a lo monocromático, queda feo, mediocre. Ahí está CNN en Español, un Mac Donalds de la noticia. Todo en 5 minutos, espalda recta y sonrisa en los labios. Algo parecido pero de otra manera es lo que le pasa a 678. Siempre al final de cada tema, tiene que quedar reinando un acuerdo sobre el tema que fue tratado. El todo oprime a las partes en los dos casos. El televidente de esos medios es empujado a que se vaya a dormir con determinado sentido sobre los asuntos del día. El tema es expuesto, es rápidamente tratado y más rápidamente aún resuelto, como un Big Mac que es pedido por el microfonito para que salga con fritas y Coca mediana.
Y sobre los Derechos Humanos lo que tengo para decirle es que la diferencia que tienen ellos sobre el resto de las cuestiones es que no pueden ser tazados en una balanza de pros y contras como si se tratase de kms de ruta construídos. «Hice la que va para el sur pero la del norte sigue de tierra, estuve mejor que el anterior que no hizo ninguna de las dos». Ese ya es otro lugar, el del gestor, no el que puede reclamar en nombre de un derecho. Por eso es que tras lo de Milani, que significa el pacto con el núcleo duro de la violación a los derechos humanos en la Argentina, el kirchnerismo pierde ese lugar del que señala con el dedo las faltas puntuales de los otros.
Diego, si te remitís a este «interesante artículo de unos economistas ligados a la UIA en el que se defiende el modelo de sustitución de importaciones.» no pasa de una defensa del sector automotor.
Y tampoco dice nada sobre cómo sustituir importaciones, encima cuando le conviene saca a los autopartes del sector y después los mete. Inclusive según esto el sector de fabricantes también es deficitario
Lo que no te dice es que todos, o la mayoría en el mejor de los casos, de los «proveedores sofisticados, incorporación de la robotización, innovación organizacional y procesos, todo lo cual retroalimenta un entramado industrial más denso y complejo» no se establecen en el país fundamentalmente por que no está dentro de su estrategia regional.
O sea como defensa del sector ‘ta, seguro que el rojo sería mayor si se importaran todos los autos y es claro su efecto dinamizador en el empleo, pero así como está el sector es un poco mejor que una maquila.
1.
Lo que usted dice podría tener algo de cierto… si no fuera que el 90% de la gente que forma la clientela de Clarín y La Nación:
a) agarra el diario a la mañana ***para saber qué es lo que tiene que opinar sobre las cosas***, y
b) para ese fin, lee los títulos y, a lo sumo, los subtítulos.
Entonces, los matices que usted ve NO EXISTEN.
Ya ha sido analizado hasta el cansancio: los títulos y subtítulos son *propaganda de guerra*. Son totalmente editorializantes, cada vez con menos información. Están disociados del contenido de la nota a la que acompañan, y en muchos casos la contradicen.
Y ese es el ‘contenido’ que absorbe el 90% de sus lectores, mejor dicho ‘clientes’.
Basta con hablar con la gente de clase media (como uno) que uno conoce, para apreciar cómo se manejan con los slogans y los títulos de los diarios y de comunicadores como Lanata (que es la reencarnación de Neustadt; yo escuchaba a nuestra clase media urbana repitiendo como cotorras sus slogans en los sesentas y los setentas).
Yo creo que 678, tendencioso, da más información. O por lo menos se dirige a gente que escucha todo el programa, no los títulos solamente.
Además, 678 -como Página 12- ***no pretenden ser independientes***. Punto fundamental.
2.
No hace caso a lo que dije. Tengo que volver sobre el tema.
Un ‘pacto con el núcleo duro de la violación a los derechos humanos’ sería: fin de los juicios y amnistía para los condenados.
Eso no ocurre. Ni hay la menor señal de que vaya a ocurrir con CFK o su gente en el poder.
Con Milani o con cualquier otro (elegido ‘entre lo que hay’) en la cúpula del Ejército.
El artículo de los economistas de la UIA puede ser un pequeño avance sobre la tradicional línea de La Nación (CERO industria en la Argentina. O sólo alimentos).
No parece ser por las buenas razones, sino como fruto de la actual comunión de la UIA y el resto de AEA, que coinciden en dos cosas:
a) La destitución;
b) Si no se puede a), por lo menos la macrodevaluación.
A diferencia de otras épocas en que los devaluadores y los revaluadores estaban muy enfrentados (por ejemplo, 2001/02). Es un fenómeno muy interesante, que otros que sepan más me podrán explicar.
Mirá Raúl, Guillermo O’Donnell definío su propio péndulo (coincidente con el stop & go) y ese fenómeno lo explica a partir de las alianzas que se dan entre distintos sectores, basicamente 3: la oligarquía diversificada (con negocios en el agro y actividades comerciales y financieras), los industriales (con fuerte impronta extranjera «establishment») y los trabajadores. El que decide el camino sería el establishment pendulando entre los sectores antagónicos oligarquía-trabajadores.
En las fases bajas (2001) los intereses del establishment concuerdan con el de los trabajadores y PyMES (sobre todo si las cantidades exportables por algún motivo están por debajo de su potencial) entonces no tienen problemas con las políticas populistas.
En la fase alta del ciclo (como puede ser ahora o algunos años atrás) la puja con los sindicatos y el nivel de expansión atentan contra sus intereses y objetivos dejando de ser «negocio» (bahh en realidad los tipos hacen guita de una u otra forma) entonces coinciden (pendulan) con la «oligarquía».
Hay un paper por ahí de este O’Donnell que lo explica mucho mejor. Si lo encuentro lo paso.
Acá Las raíces de la inflación en la Argentina. Un análisis desde el marxismo se puede ver el mismo oscilamiento (lo define como una lucha entre sectores transables y no transables) pero en el fondo comparten esa mirada sociológica (Aclaro que el artículo habla de la inflación en Argentina pero desde un punto de vista interesante y que, de paso, tira a la mierda toda una cháchara de Pinedo sobre Keynes y Marx en The Nation que buehhh… en fin)
Gracias por la información, Silenoz.
También se ve algo de estos tira-y-aflojes aquí:
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-7364-2014-01-06.html
a raíz de un artículo del radical Canitrot de 1975.
Y si mal no recuerdo, Horowicz en su libro ‘Los 4 peronismos’ también relata las idas y venidas de las dos fracciones del establishment desde los 50’s hasta la década del 2000.
En 2001/2002 había algún ‘condimento’ que parecía la batalla principal: industriales devaluadores (De Mendiguren) versus ‘patria financiera’ dolarizadora. (Creo que triunfó el mal menor).
Off topic: Pinedo debe ser de esos que ‘tienen un amigo keynesiano’… Y ahora veo que uno marxista también.
Si don Raúl, no me acordaba lo de P/12
No encontré el .pdf (bahh lo encontré en gugl pero cuando lo descarga dice archivo dañado, eniuei) encontré un enlace que reproduciría el texto y es Estado Y Alianzas en la Argentina, 1956-1976. – Guillermo O’Donnell
Ja ja.. y si The Naion ultimadamente anda derrapando bastante feo con los «editoriales y columnistras» en fin…
Saludos
Raúl, lo de La Nación con los economistas de la UIA no se puede entender como un avance porque la lógica semántica que se plantea no es linea, sino más bien de apertura.
Después, bueno, veo que Ud. tiene una idea muy apesadumbrada respecto del pueblo argentino. 90% es manejado bobamente por títulos de diarios, expresa aquí arriba. De onda te lo digo, no para correrte porque de hecho yo detesto esa retórica que vive corriendo al otro en relación a lo «pupulares» o «luchadores» que se es, tenés una mirada muy elitista de la sociedad argentina. Tus lectores de Clarín son los cabecitas negras de la oligarquía del 45. Cambian los jugadores, pero el esquema es el mismo.
Amén de todo eso, el tema que veníamos tratando era el contenido de las notas de opinión al interior del diario y no las estrategias editoriales que aparecen reflejadas en la tapa.
Silenoz, mucho más deficitario sería el sector si la Argentina tuviese que importar todos los vehículos que demanda, tal como ocurre en Chile. Te imaginarás que hoy en día, crecimiento económico implica mayor demanda de automóviles, es impensable una sociedad con crecimiento económico, tal el que vivió la Argentina tras la devaluación de 2002, que no aumente su demanda de vehículos. Aparte dejo el tema de que buena parte de esa demanda hubiese sido sustituida tanto en lo particular como en lo comercial si se hubiese implementado una inteligente política de transporte tomando al tren como eje. Pero una cosa no quita la otra.
Lo que queda de aquel artículo es que seguro de no existir esa industria local de automóvil el déficit que ahora padecemos hubiese sido mayor.
Aunque todavía gran parte de los insumos sean importados, vale que haya decenas de miles de personas aprendiendo a manejar las tecnologías y los materiales que requiere esa industria.
Y lo último, que es lo que viene al caso que estábamos discutiendo, que esa posición de los economistas de la UIA poco tiene que ver con la de otros a los que les gustaría desprenderse de todo lo que sea industria local.
P.D.: El sector automotriz es gran parte de lo que puede contarse como sector industrial argentino, y de lo más próspero del mismo, mucho más que los electrodomésticos que se ensamblan en Tierra del Fuego.
¿Dónde dije que el 90% ***del pueblo argentino*** es manejado por los títulos de los diarios?
Yo dije muy claramente:
«el 90% de la gente que forma la clientela de Clarín y La Nación».
Y más adelante:
«Y ese es el ‘contenido’ que absorbe el 90% de sus lectores, mejor dicho ‘clientes’.»
Nada que ver con ‘el pueblo argentino’.
Es descabellado buscar alguna analogía entre los ‘cabecitas’ del ’45 y esta clase media altanera y banal que por tener secundario completo se cree tan superior a los ‘negros’, a los que acusa de ‘vagos’.
Es la clase que uno conoce, porque son las personas con las que uno más oportunidad tiene de alternar.
Y si sigue pensando en identificar a Clarín con ‘el pueblo argentino’, veamos unas pocas cifras:
http://indiepolitik.blogspot.com.ar/2014/01/la-decada-perdida-de-clarin.html
«Las ventas del matutino se derrumbaron un 32,5 por ciento entre 2003 y 2012, lo que equivale a una pérdida de 130.000 ejemplares diarios, mientras que en el mismo período Diario Popular creció un 26,5%.
Ambos casos representan los extremos, negativo y positivo respectivamente, de una curva general que indica una merma de solo el 6,35% en las ventas nacionales totales de diarios, que pasaron de 1.109.441 en 2003 a 1.038.955 en 2012.
El matutino del multimedios Clarín pasó de tener una circulación diaria de lunes a domingo de 385.973 unidades en 2003 a 270.444 en 2012; mientras Diario Popular, que registraba en 2003 ventas por 69.778 ejemplares, creció hasta alcanzar los 88.324 el año pasado.
Según datos del Instituto Verificador de Circulaciones (IVC) recopilados por el Sistema Cultural de Información de la Argentina (Sinca), el segundo diario más vendido del país en el período es La Nación, que registró un alza del 3,19% en el promedio de sus ventas diarias, pasando de 160.024 a 165.166 unidades.»
(…) «Los datos del Instituto Verificador de Circulaciones ponen en cuestión además el carácter de los denominados “diarios nacionales”, al menos en lo que se refiere a su distribución territorial.
La circulación de Clarín y La Nación en el interior del país alcanza al 20,39% y 19,34% de sus tiradas, respectivamente. De hecho, entre ambos, apenas superan los 81.000 ejemplares diarios fuera del área metropolitana, apenas el 7,88% del poco más de un millón de ejemplares que circulan diariamente en el territorio nacional.»
Es decir, los clientes de estos diarios representan una minoría, y una minoría limitada principalmente a la CABA y Gran Buenos Aires.
Bueno, perdón, el 90% de los lectores de los dos diarios más importantes de éste país.
Con más importantes quiero decir: con mayor tirada desde hace muchas décadas.
Mucho que peor que tratar a alguien de vago o aún de negro, es verlo como un ente humano que busca una tapa con letras grandes para saber cuál es el estado del mundo en el que habitan.
Las ventas de los diarios de papel han disminuido en casi todo el mundo. Esto se debe al fenómeno de internet, básicamente. Fenómeno que, además de posibilitarnos a nosotros estos ásperos diálogos, le marca la cancha a los medios tradicionales. Así fue que quedaron viejos y aburridos aquellos medios que creían dar cátedra construyendo los Big Mac’s de sentido sobre todos los temas. Hoy en día todo el mundo lee todo; un diario que se cierra sobre sí mismo es burlado en su intensión con un link que vincule cualquier tema hacia otro lado. Ya no existe más la cultura en la que las personas leían toda la vida el mismo diario que el diariero les tiraba cada mañana debajo de la puerta. Así es que hoy, ese 90% que sigue leyendo Clarín, lo hará por motivos mucho más sofisticados que la mera ideologización directa de parte de grupos de poder. Clarín hace pie en esta cultura con un lenguaje que no es ajeno al de las sobremesas, algo que nunca pudo entender la izquierda dura que sigue -como en el artículo ese que linkeó Silenoz de ese tal Esteban Mercatante -con el dogmatismo de seguir poniendo al conflicto de las clases sociales como principio para explicar el mundo y la moralización de las explicaciones económicas demonizando el accionar de «las facciones de la burguesía». Eso no se vive en calle, Clarín sí. Y eso no lo cubre de que podamos decir que es un diario tendencioso y muchas veces hasta mal escrito, pero es el diario popular por excelencia. Despreciás eso, despreciás al que ahora está esperando el colectivo para volver a su casa.
Raúl, «esa clase que uno conoce», es la cultura que vos y yo conocemos y habitamos, es lo que se sirve en esta taberna. Despreciar eso es despreciar al grueso del pueblo argentino, es despreciar su fibra, su cultura más próxima, sus miedos y sus ilusiones. Lo otro es una entelequia que termina siendo sectarismo. Popular es eso que se palpa en la calle, el Mundial de fútbol y la bronca por los cortes de luz, con sus idas y vueltas, con sus agachadas y con sus contradicciones a cuesta. Querés hacer política popular, tenés que dialogar con eso.
Saludos
1.
Diego, esa ecuación
Clarín = Pueblo argentino
no es matemática sino sólo una operación literaria.
Está hablando, con suerte, de 1 millón de personas, geográficamente concentradas, en un país de más de 40 millones distribuidos.
Y de un medio que perdió un tercio de lectores mientras los demás diarios NO lo perdieron.
Y podríamos también (o con más razón) llamar ‘popular’ a Diario Popular o a Crónica. ¿Por qué no?
2.
Leí Clarín casi toda mi vida. Lo conozco muy bien.
Por un lado está el discurso Clarín.
Por el otro lado está el discurso encomiástico sobre Clarín.
Discurso encomiástico cuya enunciación y divulgación está a cargo de… Clarín.
Todo bien circular…
3.
Clarín representa a un sector. Ya es mucho. Pero no más que eso.
4.
Esa retórica del ‘desprecio’ no tiene nada que ver conmigo.
«Cuando un medio entra en los 145 años de vida»
Hablando de 145 años de vida y de discurso «patriótico», otros decían (desde antes):
“[…] La historia ofrece ejemplos de naciones que han sucumbido porque no supieron resolver a tiempo la gran misión de asegurar su independencia intelectual, económica y política, estableciendo manufacturas propias y un vigoroso estamento industrial y mercantil […]”
Das System der Politischen Ökonomie 1841 – Frederick List pág. 107
Nada es casual…
«Independencia intelectual» en manos de la gente de 6,7,8…
Esa es cultura artificial, que solo sobrevive de los subsidios, y que nada tiene que ver con una nación, sino más bien con la imposición de un relato afín a los intereses del gobernante de turno.
Ja ja… 768 que bolo’…. y si subsidios de los cuales vo’ también disfrutás ¿o te considerás un NO cliente?
Sigamos con los «relatos»:
«La conveniencia de alentar las manufacturas en los Estados Unidos, que no hace mucho se consideraba muy cuestionable, parece ahora reconocerse bastante generalmente. Los obstáculos que dificultan el progreso de nuestro comercio exterior han llevado a serias reflexiones sobre la necesidad de ampliar la esfera de nuestro comercio interno: las reglas restrictivas que en los mercados extranjeros coartan la venta del creciente excedente de nuestros productos agrícolas, dan lugar al franco deseo de ampliar la demanda interna de ese excedente. Y el completo éxito del que ha gozado la empresa manufacturera en ciertas ramas valiosas, conjurado con los síntomas promisorios que muestran esfuerzos menos maduros en otras, justifican la esperanza de que los obstáculos al crecimiento de esta clase de industria son menos formidables de lo que se temía; y de que en su ulterior crecimiento pueden hallarse sin dificultad plena compensación por cualquier desventaja que hoy presente o pueda presentar, así como un aumento de los recursos favorables a la independencia y a la seguridad nacional.”
Report on Manufactures – 5/12/1791 – Alexander Hamilton
¡Viva la patria!
«Esta protección ha contado con la justificación del interés nacional o de las ideologías anticolonialistas que, de ser impulsadas hacia su conclusión lógica, sugerirían la finalización de todo intercambio con las más avanzadas naciones industrializadas.(América Latina ha sido terreno para expectativas maniqueas: el centro contra la periferia, los neocolonialistas contra las víctimas, los malos muchachos contra los buenos). Afortunadamente, eso no ha sucedido. Los ejercicios de este tipo que involucran la razón pura (o la sinrazón) son más apropiados para los estudios académicos que para los salones de gobierno, tal como lo ha descubierto el presidente Cardoso de Brasil, quien fuera en otra época abanderado de la «teoría de la dependencia». Landes, David S. La riqueza y la pobreza de las naciones. Vergara. Barcelona. 1999. página 626.
Patria sí, Kolonia, no.
Ja ja.. que comemielda…..
«¿Por qué a nuestra gente se le carga mucho más con deudas que a sus competidores en Europa?
¿Por qué nos ocurre con tanta frecuencia que todo requiere pagarse, y tan pocos pueden hacerlo? ¿Por qué las crisis siempre ocurren en tiempos de libre comercio? ¿Por qué nunca ocurren en épocas proteccionistas?
……………………………………………
Ahora, ¿dónde es más universal y agobiante la deuda? Para responder, le ruego que vea a la India, donde, desde la destrucción total de sus industriales, el pequeño propietario casi ha desaparecido, para ser reemplazado por el desdichado arrendatario que pide prestada la poca semilla que puede darse el lujo de usar, al 50, 60 o 100% [de interés] anual y, al final, se ve arrastrado a la rebelión por los cobros excesivos de los prestamistas y el gobierno. Y voltee después a esas
regiones de Rusia donde no hay fábricas, y descubra en el libro librecambista de M. Tegoborski su afirmación de que, donde no hay diversificación del empleo, es preferible la condición del esclavo
a la del trabajador libre. De ahí vaya a Turquía, encontrando ahí una universalidad de deuda no superada en ninguna otra parte. Mire después a México, y descubra al pobre trabajador, abrumado por las deudas, que pasa a la servidumbre.
Ahora vea, por favor, a Europa Central y Septentrional, y ahí encontrará un cuadro completamente diferente: una creciente y constante competencia por la adquisición de mano de obra, con
un aumento constante en el comercio; un constante incremento en el poder de abaratar la gran mercadería de la que he hablado; y, como consecuencia necesaria, una constante disminución
en la necesidad de contraer deuda. ¿Por qué existen diferencias tan marcadas? Porque en estas últimas naciones, toda la política del país tiende a emanciparlo del sistema británico de libre comercio, mientras que en la India, Irlanda, Turquía y México, cada día se sujeta más a él.”
H. Carey a William Cullen Bryant del New York Post
Publicadas en: “Crisis financieras: sus causas y sus efectos”, 17 de enero de 1860
Como siempre digo: 1841, 1791 y 1860…. atrasan por lo menos 150 años «cliente»
Lo que ‘Europa Central y Septentrional’ que eran Alemania y el imperio Habsburgo trataron de hacer fue copiar el modelo de desarrollo ingles con mercados coloniales, particularmente Alemania. No buscaba una economia cerrada y proteccionista de mercado interno estilo ‘el modelo’. Esa cultura de expansion, en el mundo y en Europa, duro hasta el nazismo.
«No buscaba una economia cerrada y proteccionista de mercado interno estilo ‘el modelo’»
Ja ja…. no hagas reir
“I. Aranceles proteccionistas; es decir, aranceles a los artículos extranjeros rivales de los productos
nacionales que se pretende fomentar.
II. Prohibición de artículos rivales o aranceles equivalentes a una prohibición.
III. Veto a la exportación de materias primas necesarias para las manufacturas.
IV. Subsidios pecuniarios.
V. Premios: estos son de naturaleza similar a los subsidios, aunque se distinguen de ellos en
ciertos rasgos importantes.
VI. Exención arancelaria a las materias primas de las manufacturas.
VIII. Fomento de nuevos inventos y descubrimientos en los Estados Unidos, e introducción de los que se hagan en otros países, particularmente los relativos a la maquinaria.
IX. Normas prudentes para la inspección de bienes manufacturados.
XI. Agilización del transporte de mercancías”
Report on Manufactures – Alexander Hamilton
“Las medidas protectoras únicamente pueden justificarse cuando se persigue el fomento y protección de la energía manufacturera nacional, y sólo en aquellas naciones que, contando con un territorio extenso y bien articulado, una gran población, la posesión de fuentes
auxiliares naturales, una agricultura muy adelantada, un elevado grado de civilización y cultura
política, están llamadas a mantenerse a igual nivel que las primeras naciones agrícolas-manufactureras-
comerciales y las máximas potencias marítimas y terrestres.
La protección se otorga bien mediante la prohibición absoluta de ciertos artículos manufactureros
o mediante aduanas elevadas, que equivalen total o parcialmente a una prohibición, o por medio de moderados aranceles sobre la importación. Ninguna de estas modalidades protectoras es excelente o reprobable en términos absolutos; de las especiales circunstancias
de la nación y del estado de su industria dependen cuál de estas formas sea la más adecuada.”
Das System der Politischen Ökonomie – Frederick List pág- 364/5
En el caso de List hay antecedentes de los por ejemplo A. Ferrer llamara «densidad nacional» pero esa es otra historia
Lee lo que esta escrito.Lo que citas de Carey describe medidas proteccionistas en EU, yo hablaba de su referencia a Europa del Norte y Central.
En 1860 Estados Unidos, en relacion al mundo en ese momento, tenia un grado de desarrollo industrial mucho mas alto que el de Argentina hoy. Financiado por inversion extranjera. Si sacas las automotrices extranjeras todas y Techint y las acerias de Mittal no te queda mucha base industrial par. El salto industrial argentino solo puede venir con una enorme inversion. Que no va aser de argentinos, y mercado de capital argentino no hay. El proteccionismo de Carey se justificaba, ya habian conseguido el despegue financiados por otros.
«En 1860 Estados Unidos, en relacion al mundo en ese momento, tenia un grado de desarrollo industrial mucho mas alto que el de Argentina hoy. Financiado por inversion extranjera.»
Estimado, me hace sonreir…
Claro con la salvedad que los inviables Japón y Corea también hicieron algo parecido y «se justificaba»
Te aconsejo menos darwinismo social
lo bueno es alcanzar un grado de autocritica que nos permita estar en guadia con uno mismo y percibir la influencia y la presion que viene de los intereses y condiciones que nos afectan para reducir al minimo el angulo de subjetividad,y no acusar al otro de»dependiente»equivocado solamente.(«YO SOY YO Y MIS CIRCUNSTANCIAS»)
Silenoz:
No insistas. Ya eso se llevó a la práctica en los 40/50, con malos resultados, olvidando que como lo señala Mario Rapoport el éxito de la política económica peronista hasta 1949 se debió en gran medida a la coyuntura internacional especialmente favorable que vivió la Argentina en la inmediata posguerra, y que de haberse capitalizado el agro, éste hubiere provisto de las divisas requeridas, pero debido a la estrechez de los saldos exportables no había otra alternativa que recurrir a la radicación de capitales extranjeros, para lo cual el gobierno no tenía otra opción que renunciar a ciertos aspectos de carácter nacionalista y antiimperialista que planteaba el Plan Quinquenal y que respondían a la consigna de «independencia económica», solemnemente declara en Tucumán en julio de 1947. Historia económica, política y social de la Argentina (1880-2003). Emecé. Bs. As. 2007. páginas 389/403.
Cualquier parecido con estos tiempos, se debe pura y exclusivamente a que el hombre insiste en ignorar las lecciones de la historia y repetir en consecuencia los errores del pasado.
Ja ja…
”Silenoz no insistas…” ja ja…
Entiendo la respuesta de un tipo conservador, perimido y con ideas cuadriplégicas como vo’ pero lamento que muchos para ser lo que son hayan hecho lo contrario que indicaba el mainstream
Con todo:
1) La idea era resaltar el relato rentista de 145 años a los cuales les debemos nuestras postraciones, contra otros anteriores de quienes no mucho tiempo después disputaron hegemonía a su majestad. Notable el caso alemán por que ni siquiera país tenían a mediados del S XIX y List fue el que dio el marco ideológico que entendiera un junker –casta de los más alejada de lo que podría considerarse progre en aquellos años- pero que a pesar de sus taras entendió lo que debía hacer desde lo económico y social
2) Al día de hoy sería rechazar de plano el orden económico dominante acomodaticiamente gatopardeado y buscar nuestro propio destino e inserción en el mundo industrializando por ej.
3) Además de tergiversar a Rapoport, no tenés presente que el subsistema económico recibe influencias y condicionamientos del sub sistema social y político. Esa influencia explica nuestra postración como país
Y si, hay que “insistir” por que el limitante más grande que tenemos que sortear es el de la capocha de algunos que defienden sus intereses y de aquellos que guiados fundamentalmente por el prejuicio le son estupidamente funcionales.
Ahora sí, vos sí también podés seguir insistiendo con el Indek, Milani, Carlotto, la plata de los jubilados y el chusmerío mediático político al que sos tan afecto mientras contás las vacas o los porotos…. ajenos que te asegurarán el 82% móvil
Lo escrito Por Rapoport, escrito está, y escrito seguirá quedando. Que ahora muestre cierta complacencia en sus comentarios hacia el gobierno, no borra su excelente obra anterior. Muchos han kambiado, por diversos motivos. En todo caso debería leer más a Eduardo Basualdo, que no tiene reparos en mantener su postura independiente frente al seudo industrialismo actual. Conf: http://www.lapoliticaonline.com/nota/77547-kicillof-convoco-a-una-cumbre-de-economistas-afines-y-recibio-un-diagnostico-desolador/
Nuestro problema es interno: combatir contra la invasión de la pingüinera que se ha apoderado de las estructuras del Estado y las utiliza en su propio doble provecho: de poder y de negocios.
Al no haber trabajo en relación de dependencia, el 82% está fuera de mi alcance.
Ja ja….
Por eso…. Mirá:
«Más allá de las buenas intenciones, en las sociedades abiertas redistribuir ingresos es contraproducente, incluso para los más necesitados, dice el autor. Lo importante es maximizar los incentivos»
Un poco de doctrina precisamente de un patricio, como no podía ser de otro modo, en el pasquín mitrista
Ahí tenés para ser lo que nunca serás…..
He leído muchas en La Nacion notas de opinión que expresaban lo contrario. Hay bastante pluralismo.
!Que coincidencia! A mi me hace sonreir que a alguien se le pueda ocurrir que Japon y Corea, con desarrollo basado en un ajuste de cinturon feroz para la mayoria, sean ejemplos relevantes a la Argentina de los subsidios y los plasma via saqueo.
si la argentina es solo saqueos, subsidios y plasma, despega la cara del diario de siempre. adictos al sinecdoque
Por favor, una lista de los países en los que la policía haya abandonado las calles y no haya habido ningún robo ni saqueo.
Ya sé que sería una lista laaaaarga, pero con tres o cuatro me alcanza.
Bueno, si la cosa viene de » somos un pais ‘normal’ en el que pasa lo que pasaria en cualquier lado en las mismas circunstancias», por favor lista de paises dignos del nombre y respeto en que la policia haga huelga.
Yo hablo de un caso hipotético.
Y en todo caso hablemos de una provincia gobernada por un ‘presidenciable’. El espantoso manejo -o no manejo- de la situación gatilló el contagio en otras provincias.
La forma para que eso no pase es el control de la policía por las autoridades civiles. Cosa que a los que piensan como usted no les gusta mucho.
Yo estaba hablando de un caso muy concreto, un pais en que los Diciembres ultimos la gente ha salido a afanar lo que pueda, version criolla de pre-liquidacion de Navidad Con la policia en huelga o trabajando. Ud empezo pidiendo listas, le pedi la correspondiente. Ud hablo de paises, ahora me lo rebaja a provincia..
– Se ha visto que no hubo saqueos en los lugares en que la policía no abandonó sus puestos (ejemplo: CABA y la Policía Federal).
– No se vieron saqueos con la policía trabajando. Y si los hubiera, se podría hablar de complicidad ¿no?
– No contestó a mi pedido de ‘lista’. Se ve que no la tiene. En cambio, retrucó (chicaneó).
No es necesario que yo muestre ninguna ‘lista’, ya que a mí no me consta en absoluto que un país en el que haya una huelga policial ‘no merezca llamarse país’.
– Como estudioso ad-honorem de las tácticas de guerra psicológica de los ‘expertos’, ya estoy acostumbrado a ese tipo de frases como ‘si en un país pasa X, no es un país, es una basura y se va a hundir en los infiernos’, aplicado prácticamente a CUALQUIER cosa (buena, regular o mala): inflación, Fútbol para todos, AUH, reservas de divisas, tasas que se pagan al ahorrista, retenciones, control de cambios, nivel de consumo, etc.). Chicanas de bajo nivel.
Ud llega a niveles de chanta argumental sensacionales aun para kirchneristas.
1) ante una referencia incidental a los saqueos, salio con «por favor una lista de paises en que, si la policia esta en huelga, no habria saqueos.»
2) ante ese» argumento», le pedi una lista de paises que no sean Sexto Mundo en que la policia haga huelga.
3) Ya que estamos, durante los saqueos de 2012 la policia no estaba en huelga.
4) Ahi salio con que lo suyo era un pedido de lista hipotetica, y pateo la pelota al pasto alto de provincia desgobernada, bla bla.
5) Ahora me sale con que no le di la lista. No se que pasaria si la policia hace huelga en Suecia, o Uruguay, para cubrir el espectro de grande desarrollado a chico comparable con nosotros. Creo que como no tienen un gobierno de chantas no pasaria, y si pasara pondrian al ejercito, prefectura y cuanto recurso tiene el Estado para mantener el orden publico. El problema nuestro es que a un gobierno de chorros vitalicios le resulta dificil darse cuenta de la gravedad de que se rompan vidrieras para llevarse lo que se pueda. A nivel de gobierno municipal, provincial o nacional, es lo que Nestor, Cristina y colaboradores hicieron toda su vida. Seria injusto esperar que gente asi entienda instintivamente que los saqueos estan mal. Para cuando se lo hacen ver, estabamos en llamas.
Uf, otro nuevo nick más… Más esquizofrenia.
Esta bien que hace mucho calor, y por ahi los chicos de La Campora no alcanzaron a llegar con las compresas, pero se puede saber de que habla?
Jauretche
Acerca del ‘país de mierda’ (Zoncera N.º 13)
Es un escritor que en los 90’s parecía algo del pasado.
Ahora el tilingaje, siempre idéntico a sí mismo, lo pone de actualidad.
Es exclusivamente problema del tilingaje. No es culpa de Jauretche.
«Al tilingo la m… no se le cae de la boca ante la menor dificultad o desagrado que les causa el país como es. Pero hay que tener cierta comprensión para ese tilingo, porque es el fruto de una educación en cuya base está la autodenigración como zoncera sistematizada. Así, cuando algo no ocurre según sus aspiraciones reacciona, conforme a las zonceras que le han enseñado, con esta zoncera también peyorativa.
La autodenigración se vale frecuentemente de una tabla comparativa referida al resto del mundo y en la cual cada cotejo se hace con relación a lo mejor que se ha visto o leído de otro lado, y descartando lo peor.
Jorge Sábato me cuenta que en Nueva York, recibido por un grupo de norteamericanos a quienes acompañaba un argentino, le faltó tiempo a éste para preguntarle como primera noticia de su Patria: —»¿Buenos Aires siempre lleno de baches?» Jorge le dijo: —»Si, hay muchos y te podés romper una pierna. Pero si aquí te metés en el subterráneo después de las cinco de la tarde es casi seguro que te rompen algo… ¡Bueno, todo va en gustos! Yo prefiero romperme una pierna… y en un bache».
Pudo agregarle que si se metía en Harlem podría ser víctima de la discriminación racial del poder negro, como podría serlo del poder blanco un «negro» argentino que se metiera en Little Rock.
Sin embargo, lo que pasa en el subterráneo de Nueva York, en ciertos barrios de Chicago o en Detroit entre negros y blancos, no nos autoriza, ni a los norteamericanos ni a nosotros, a suponer que eso solo —y los demás aspectos desagradables— den la imagen total de los Estados Unidos. Y mucho menos a un norteamericano, que de ninguna manera dirá que su patria es un país de m… Seguramente pensará a la inversa. Tampoco le ocurrirá al francés, al alemán, al suizo, al inglés o al chino; no excluyo que haya zonzos en todos estos países, pero no en la cantidad que aquí y en posiciones dirigentes.
(…) En otros libros he hablado de estas dos actitudes opuestas entre el detractor y el guarango sobrador. La de este último es constructiva y no se apoya sobre una derrota previa. La fanfarronería —más porteña que argentina— es susceptible de corrección. ¿Pero cómo corregir al tilingo que es el fruto buscado de una formación mental a base de zonceras peyorativas que con el respaldo de próceres al caso, ha afirmado nuestra inferioridad como punto de partida inseparable de su «civilización»?
El técnico que se evade con contrato afuera, de preferencia en dólares, es uno de los que más emplea la expresión. Y también el que la justifica. Se comprende al primero pues tiene la mala conciencia de saber que se va del país sin devolverle lo que éste le ha dado. (Nuestro estudiante universitario cree que su papá, o él mismo, si la trabaja de self made man, son los que le han pagado la carrera cuando en realidad no han contribuido sino con una alícuota ínfima porque aquí la enseñanza universitaria es un servicio público. Así en lugar de creerse deudor cuando se gradúa, se cree acreedor).
Lo mismo que el evadido pontifican los que lo defienden desde la prensa. No es sólo la Argentina sino el mundo entero quien proporciona técnicos al país de más recursos y de técnica más adelantada. Dicho sea en favor de los mejores de éstos que muchas veces van a perfeccionar sus conocimientos para luego retornar. Pero los justificadores de los evadidos para hacerlo apelan también a la denigración.»
Ja ja…..
Claro por que el «cinturón no se lo ajustaron» los yonis ni los alemanes, suecos y diversias etnias blanquitas…. muy supersticioso lo tuyo
Estimado, te falta mucha lectura y te sobra falacia de hombre de paja…
Si tan rapido llegamos a falacia y hombre de paja, no falta mucho para gorila, mierda, etc. Habla con el espejo, no te va desilusionar nunca. Saludos.
Pero ya que estamos, todos tus ejemplos de desarrollo via ajuste de cinturon precedieron el auge del sindicalismo. Pedile a Moyano que te apoye en lo desarrollo a la coreana. Ahora si te dejo con el espejo.
Ja ja…
Me permito algunas recomendaciones:
1)No te martirices
2)A mariconear a otro lado
3)Lecturas como te recomendé antes:
falacia del hombre de paja
«Si tan rapido llegamos a falacia y hombre de paja, no falta mucho para gorila, mierda, etc»
Post hoc ergo propter hoc
4)Maximizá la cantidad de mensajes
Saludos y un gusto..
PD: Comienzo del horario de protección al anti religiosa
No salió la falacia de hombre de paja
Ahí jue….
Mariconear? No se que tiene que ver con desarrollo y Corea, pero si estas necesitado al grado que sacas el tema como sea, seguro que hay sitios web en que vas a encontrar alivio.
No es la comparación con la Argentina lo más feliz. Pero el ejemplo coreano y japonés fue básicamente pagar salarios muy bajos y generar una alta tasa de ahorro hasta que hicieron la base industrial. Y con ningún estímulo al consumo interno.
No es para nada algo cercano al modelo.
Hay que hacer alguna aclaración por que el modelo coreano, legado del japonés, y la re industrialización de Japón -entendidos como industrializaciones tardías- si bien su ventaja comparativa eran los salarios bajos, no estaban al nivel de subsistencia o menos aún como fuera el modelo inglés del SXIX y anterior por ejemplo.
En el caso japonés para 1950 -plan Dodge- contaba con aprox. 70M de habitantes y cerraron su mercado para favorecer el «learning by doing» de sus empresas que tenían el objetivo de exportar.
Además de ser culturas con una alta propensión al ahorro -parece- este era inducido por el gobierno. Por ejemplo: la jubilacion consistía en una suma de dinero que se entregaba totalmente al momento de jubilarse, no había pagos mensuales.
Y las cuestiones de salud -no se en que medida o hasta donde- no eran cubiertas por el estado, corrían por cuenta de quien se enfermaba y/o su familia. Es más, el gobierno coreano consideraba este tipos de gastos como superfluos, por lo tanto no los cubría.
Medidas como estas obligaban a ser ahorrativos y dichos ahorros fluían sin restricción a los chaebols y keiretsu. Es más, si los bancos no tenían, se las pedían al Central y sin dudarlo le daban a la maquinita.
Con lo cual uno podría pensar que sus salarios eran bajos con respecto a otros países pero internamente lo necesario como para que el mercado interno tuviera el dinamismo (mínimo quizás) que sus empresas necesitaban para «ejercitarse» en un ambiente muy competitivo, con el fin de ganar productividad. Y, a la vez, resguardarse de ciertos eventos como enfermedades y vejez
Pero bueno, sin dudas la tuvieron que pasar bastante apretados y romper bastante los pies para llegar a algún grado importante de Estado de Bienestar
Lo que pasa es que en el caso japonés encontraron la solución con el pacto «trabajo de por vida» en un ambiente no muy democrático y en el caso coreano bastante palo.
Mariano, en el caso de los desarrollos del sudeste asiático, lo primero que tuvieron en claro era que ellos debían crear industrias de alta tecnología para insertarlas en el mercado mundial. Todo estaba puesto para eso, Estado, empresas privadas, e incluso familias. La apertura vino después, una vez que se sentían fuertes como para mantener una saludable (no deficitario) relación comercial con el resto de las naciones.
Sátamente como dice Diego, el no contar con recursos naturales favorecío que el rentismo no se instalara como idea dominante. En el caso japonés se dieron cuenta y en el coreano la idea fue metida a las trompadas. Si no se industrializaban se los comían los piojos por que tanto uno como el otro eran técnicamente inviables.
De todas formas hay que aclarar que la apertura fue «amablemente» solicitada por los yanquis para los ’80. Los coreanos fueron más remisos y tardaron más tiempo probablemente por que su industria no estaba todavía a la altura de la japonesa pero bueno, no pudieron decir que no ni uno ni el otro
En realidad, por mas que a silenoz le seduzca la parte autoritaria del asunto, se caracterizaron de entrada por copiar tecnología yanki con menor calidad y menor precio. Obviamente con bajos salarios, induciendo a ahorrar en vez de consumir, y gran inversión en educación, mandando a sus mayores talentos a hacer doctorados a occidente. China esta haciendo un camino parecido. Con el tiempo fueron mejorando calidad y sueldos.
Nuestro camino i dustrial parece ser el opuesto, puro mercado interno, vendernos las cosas entre nosotros.
Ja ja…
Marianote nice shot but… missed the target
¿Vo’ también con la falacia del hombre de paja? Mejor no empezemos por ahí por que lo escrito escrito está ehhh.. que no empieze a levantar escritos
Bueno, los yanquis fundaron su industrialización pensando y en su mercado interno, ahí arriba puse algunas cositas de Hamilton y List que también anduvo por yanquilandia. Lo que pasa es que en esa época no había «aipads», celulares, LCD, tablets….
Si, lo que pasa es que los japoneses con la asunción del loco Meiji y su lema «“enriqueced el país, fortaleced el Ejército» se dió cuenta, a raíz inclusive de las dos guerras del opio, que la valentía, honor y lealtad de los samurai no ofrecián resistencia a las balas y los cañonazos.
Entendiendo y adoptando el patrón colonialista dada su escasez de recursos debía armarse para colonizar y así suplir su industria. Por eso toda la modernización y «desjaponización».
invito a dejar las comparaciones con otros y mas bien comparar nuestras epocas y proyectos para tratar de madurar mas.