El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió hoy al Congreso que deje de lado los «juegos» y apruebe la ley para impulsar la creación de puestos de trabajo, porque generar empleos «es la cuestión número uno» para los norteamericanos, aseguró. «Tenemos que conseguir que el Congreso apruebe este proyecto de ley de trabajos», porque -además- incluye «el tipo de ideas que han sido apoyadas antes tanto por demócratas como por republicanos», dijo Obama en su habitual discurso radial y en video de los sábados.
Obama está buscando que el parlamento apruebe su paquete de medidas, que incluye desde incentivos fiscales para empleadores y trabajadores a planes para la construcción de infraestructuras, pasando por una ampliación de la base de recaudación impositiva. Pero es precisamente ese último frente el que está generando la resistencia de los republicanos, quienes se oponen a que la recaudación se eleve gracias a la suspensión de los alivios impositivos que vienen disfrutando los estadounidenses más ricos.
Por otro lado, la oposición afirma que el proyecto, que costará, según se estima, unos 450.000 millones de dólares, contribuirá a profundizar el déficit fiscal. La lucha alrededor del desempleo, que se encuentra en un 9,1%, afecta además directamente la campaña para los comicios de noviembre del 2012, cuando Obama buscará la reelección para otro mandato de cuatro años.
«Sé que algunos preferirían esperar otro año para disputar otra elección antes que trabajar juntos ya mismo, pero la mayoría de los estadounidenses no puede darse el lujo de esperar», afirmó Obama. El presidente recordó que «fue esta semana hace tres años que una crisis financiera en Wall Street hizo las cosas mucho más difíciles para la gente trabajadora, y demasiadas personas están sufriendo como consecuencia».
«Por lo tanto -continuó Obama-, el tiempo para actuar es ahora: basta de juegos o trabas, basta de divisiones o demoras, es tiempo de que la gente que ustedes enviaron a Washington», en referencia a los congresistas, «ponga al país por delante de su partido, que dejen de preocuparse tanto por el trabajo de ellos y comiencen a preocuparse más por el de ustedes». Según las últimas estadísticas, unos 14 millones de estadounidenses están desempleados, y más de 46 millones viven en la pobreza.
Obama está buscando que el parlamento apruebe su paquete de medidas, que incluye desde incentivos fiscales para empleadores y trabajadores a planes para la construcción de infraestructuras, pasando por una ampliación de la base de recaudación impositiva. Pero es precisamente ese último frente el que está generando la resistencia de los republicanos, quienes se oponen a que la recaudación se eleve gracias a la suspensión de los alivios impositivos que vienen disfrutando los estadounidenses más ricos.
Por otro lado, la oposición afirma que el proyecto, que costará, según se estima, unos 450.000 millones de dólares, contribuirá a profundizar el déficit fiscal. La lucha alrededor del desempleo, que se encuentra en un 9,1%, afecta además directamente la campaña para los comicios de noviembre del 2012, cuando Obama buscará la reelección para otro mandato de cuatro años.
«Sé que algunos preferirían esperar otro año para disputar otra elección antes que trabajar juntos ya mismo, pero la mayoría de los estadounidenses no puede darse el lujo de esperar», afirmó Obama. El presidente recordó que «fue esta semana hace tres años que una crisis financiera en Wall Street hizo las cosas mucho más difíciles para la gente trabajadora, y demasiadas personas están sufriendo como consecuencia».
«Por lo tanto -continuó Obama-, el tiempo para actuar es ahora: basta de juegos o trabas, basta de divisiones o demoras, es tiempo de que la gente que ustedes enviaron a Washington», en referencia a los congresistas, «ponga al país por delante de su partido, que dejen de preocuparse tanto por el trabajo de ellos y comiencen a preocuparse más por el de ustedes». Según las últimas estadísticas, unos 14 millones de estadounidenses están desempleados, y más de 46 millones viven en la pobreza.
