Obama, la peor derrota de un presidente desde 1946

Paula Lugones
Washington, corresponsal
Se sabía que iba a ser una noche difícil para Barack Obama, pero los demócratas no esperaban tamaña pesadilla: el partido del presidente perdió abrumadoramente la Cámara de Representantes en manos de la oposición republicana y la ola conservadora creció no solo para arrebatarle también el Senado al oficialismo sino para tener incluso allí una cómoda mayoría. Los republicanos ganaron la mayor cantidad de diputados desde los tiempos de la presidencia demócrata de Harry Truman, en los años 40.“No hay dudas de que los republicanos tuvieron una buena noche”, admitió Obama. Fue más que eso. En las llamadas midterms, o elecciones de mitad de mandato, los republicanos arrancaron al menos 14 bancas a los demócratas y lograron como mínimo 243 del total de 435 bancas (aún faltan resultados en algunos distritos), un récord que no sucedía desde 1946. El oficialismo cosechaba 176 escaños. Pero la gran expectativa de esta elección estuvo en la batalla por el Senado, donde los republicanos necesitaban sumar seis escaños para obtener la mayoría. Cerca de medianoche en Estados Unidos, las 2 de la mañana en la Argentina, los senadores opositores se habían impuesto en estados clave como West Virginia, Dakota del Sur, Arkansas, Colorado y Montana, donde arrebataron 5 bancas a los demócratas.La carrera terminó de definirse al confirmarse el triunfo opositor en Carolina del Sur, aunque luego sumó también otro escaño en Iowa. Ya hay confirmados 52 asientos para los republicanos, pero su mayoría podría extenderse aún hasta 55 bancas cuando se definan algunas contiendas que todavía faltan, como Alaska, Georgia y Louisiana. Lo más asombroso es que los republicanos conquistaron en la elección para gobernador algunos estados que son históricos bastiones demócratas como Massachusetts, (el estado de los Kennedy), Illinois (donde creció políticamente Obama) y el progresista Maryland. En general, estos comicios suelen ser dramáticos para los partidos en el poder y de hecho todos los presidentes desde Ronald Reagan han gobernado con el Congreso en contra. Pero la victoria de ayer fue aún más amplia. En todo el país sobrevoló el voto castigo: dos tercios de los que fueron a las urnas dijeron que están enojados o desencantados con la gestión de Obama, según reveló una encuesta de la CNN. El repunte económico de los últimos tiempos, con crecimiento del 3% y caída del desempleo al 5,9%, no llegó aún a ser percibido por la gente, que piensa que el país va en una “dirección incorrecta” y que estima que la próxima generación estará “peor” que la actual. Pero a la vez el electorado no tiene una buena imagen de los líderes republicanos y tampoco del Congreso, que logra un 80% de los repudios.El mapa electoral tuvo que ver también en la amplitud de la derrota. El propio Obama había admitido el martes que el hecho de que muchos de los escaños más disputados del Senado que se renovaron en estas elecciones están en estados de tendencia conservadora no favorecía a su partido. Tampoco ayudó la escasa movilización de la base demócrata. El apoyo de los latinos, por ejemplo, descendió respecto de otras elecciones, según reveló la encuestadora Latino Decisions. Un 69% de los hispanos votó por un candidato demócrata a la Cámara de Representantes, 6 puntos menos que en las legislativas de 2010, mientras un 27% lo hizo por un republicano. Los latinos están desilusionados porque Obama postergó para después de los comicios su prometida reforma migratoria. Habrá que ver ahora si cumple en impulsarla porque es un electorado clave para la carrera presidencial de 2016.A su vez, los candidatos republicanos no cometieron gaffes ni errores groseros como en la campaña de 2010 y 2012, cuando hablaron de “violaciones justificadas” y otros disparates. Además, revirtieron su retraso tecnológico y usaron esta vez con fervor las redes sociales para movilizar a los votantes. Tuvieron más candidatos jóvenes y pertenecientes a minorías. Un ejemplo fue Mia Love, la primera mujer afroamericana republicana en el Congreso, que ganó en Utah. La estratega demócrata Celinda Lake dijo ayer que el mensaje enviado el martes a su partido fue: “Sean productivos de una vez por todas”. El ex diputado demócrata Martin Frost señaló, en un encuentro organizado por el National Journal: “Espero que el presidente piense en su balance y muestre un poco más de liderazgo”.

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