El presidente estadounidense, Barack Obama, habló hoy por teléfono con su homólogo francés, François Hollande, para tratar los avances en la investigación por los atentados yihadistas de París, la crisis en Ucrania, la inestabilidad en Nigeria, Irán y las relaciones palestino-israelíes.
Según indicó la Casa Blanca en un comunicado, ambos mandatarios repasaron un gran abanico de temas de política internacional, el mismo día en el que Obama se preparaba para dirigirse al Congreso y todo el país en su discurso anual del Estado de la Unión.
«Los dos líderes discutieron el estado actual de las investigaciones de los mortales ataques terroristas en París los días 7 y 8 de enero (en los que perdieron la vida 17 personas y tres atacantes)», explicó la Casa Blanca en un comunicado.
Obama reafirmó su compromiso en proveer asistencia estadounidense a la investigación, que ha desencadenado operaciones antiterroristas y arrestos en varios países de Europa, algunas de ellas no relacionadas con los atacantes de París.
Hollande expresó su gratitud a Obama por la visita del secretario de Estado, John Kerry, que estuvo en París días después de la multitudinaria manifestación de rechazo a los atentados a la que asistieron más de 40 líderes mundiales y de la que se ausentó el presidente estadounidense, criticado por esa decisión.
Obama y Hollande también repasaron el empeoramiento de la crisis en Ucrania, cuyos combates entre separatista y tropas gubernamentales se han intensificado en los últimos días en las regiones del este del país disparando el número de víctimas civiles.
Ambos destacaron la necesidad de «mantener» las sanciones a Rusia si se siguen incumpliendo los acuerdos de Minsk, para el alto el fuego y un repliegue de las fuerzas separatistas ayudadas por Rusia.
Los dos mandatarios, entre los que parece existir una buena sintonía, no dejaron ninguna crisis internacional en el tintero.
Hablaron de Nigeria, donde el grupo islamista Boko Haram sigue ganando terreno a costa de un gran número de vidas civiles ante la impotencia del Gobierno central y una incierta convocatoria de elecciones en febrero.
También compartieron impresiones sobre la marcha de las negociaciones del grupo 5+1 (EE.UU., Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania) con Irán sobre su programa nuclear.
Las conversaciones deberían desembocar en un acuerdo antes del próximo julio, cuando vence el plazo que ambas partes se han dado para alcanzar un pacto que cierre casi doce años de litigios.
Como último tema, la Casa Blanca, que no detalló cuánto se prolongó la llamada, indicó que los mandatarios trataron las relaciones entre Israel y Palestina, que pasan por una nueva crisis por la intención palestina de denunciar al Gobierno israelí ante la Corte Penal Internacional (CPI).
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Según indicó la Casa Blanca en un comunicado, ambos mandatarios repasaron un gran abanico de temas de política internacional, el mismo día en el que Obama se preparaba para dirigirse al Congreso y todo el país en su discurso anual del Estado de la Unión.
«Los dos líderes discutieron el estado actual de las investigaciones de los mortales ataques terroristas en París los días 7 y 8 de enero (en los que perdieron la vida 17 personas y tres atacantes)», explicó la Casa Blanca en un comunicado.
Obama reafirmó su compromiso en proveer asistencia estadounidense a la investigación, que ha desencadenado operaciones antiterroristas y arrestos en varios países de Europa, algunas de ellas no relacionadas con los atacantes de París.
Hollande expresó su gratitud a Obama por la visita del secretario de Estado, John Kerry, que estuvo en París días después de la multitudinaria manifestación de rechazo a los atentados a la que asistieron más de 40 líderes mundiales y de la que se ausentó el presidente estadounidense, criticado por esa decisión.
Obama y Hollande también repasaron el empeoramiento de la crisis en Ucrania, cuyos combates entre separatista y tropas gubernamentales se han intensificado en los últimos días en las regiones del este del país disparando el número de víctimas civiles.
Ambos destacaron la necesidad de «mantener» las sanciones a Rusia si se siguen incumpliendo los acuerdos de Minsk, para el alto el fuego y un repliegue de las fuerzas separatistas ayudadas por Rusia.
Los dos mandatarios, entre los que parece existir una buena sintonía, no dejaron ninguna crisis internacional en el tintero.
Hablaron de Nigeria, donde el grupo islamista Boko Haram sigue ganando terreno a costa de un gran número de vidas civiles ante la impotencia del Gobierno central y una incierta convocatoria de elecciones en febrero.
También compartieron impresiones sobre la marcha de las negociaciones del grupo 5+1 (EE.UU., Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania) con Irán sobre su programa nuclear.
Las conversaciones deberían desembocar en un acuerdo antes del próximo julio, cuando vence el plazo que ambas partes se han dado para alcanzar un pacto que cierre casi doce años de litigios.
Como último tema, la Casa Blanca, que no detalló cuánto se prolongó la llamada, indicó que los mandatarios trataron las relaciones entre Israel y Palestina, que pasan por una nueva crisis por la intención palestina de denunciar al Gobierno israelí ante la Corte Penal Internacional (CPI).
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